Mi hermanita. Segunda parte
Tras el primer paso curioso de mi hermana yo voy descubriendo que no es tan inocente como pensaba y mis ganas me van superando. .
Mi mente incursionaba nuevos puntos de vista y nuevas fantasías, posibilidades y escenarios poco realistas que se iban poniendo uno tras otro; en todos estaban mi hermana. Rechacé esas ideas durante toda la tarde, ella era inocente y realmente lo que hizo no fue más que curiosidad por mi mentira y osadez. Pasamos la tarde distanciados, yo estuve haciendo tareas para la escuela toda la tarde y ella estuvo en el living hablando con amigas o usando su celular a secas. Llegado el ocaso recibí una llamada de mi madre, me dijo que ni ella ni mi papá iban a venir a casa hoy porque tenían que trabajar hasta tarde. Me preguntó si quería que la abuela venga y yo rechacé esto sin segundas intenciones más, solo pensé en que no necesitaba tal cuidado.
Tomé un descanso y guarde mis cosas, me dirigí a la cama y revisé las redes para luego levantarme e irme al living, no sin antes detenerme tras escuchar leves gemidos de mi hermanita, quien, tras espiar, logré ver que se estaba tocando el pecho izquierdo con la mano derecha. Ver esa escena me calentó; su bella boquita, su tono infantil pero sensual y sus excitantes retorcijones en el sillón. Intrépido, toqué la puerta para experimentar con su reacción y pregunte si podía entrar, a lo que ella respondió que sí mientras se acomodaba y tapaba con él celular mientras yo caminaba hacia la ventana para «ver» el clima. Le dije lo que nuestra vieja nos había dicho y le dije que íbamos a comer lo que ella quiera, que solo pida sin miedo. Me devolví a la habitación mientras ella supongo que llamó a una pizzeria. Me puse a reflexionar acerca de lo que había visto, claramente mi visión acerca de mi hermana estaba herrada, y como no estarlo, fui estúpido al pensar que una chica de 13 años no habría descubierto el autoplacer.
Pasó la noche, comimos y cada uno terminó en su habitación.
Estaba apunto de dormirme cuando se me pasó por la cabeza la idea de repetir lo de anoche de acostarme a dormir con mi hermana para probar si podía repetir de forma más intrépida esa posición y roce de ayer. Curiosamente fue mi hermana quien llamó a mi puerta calidamente y yo le permití la entrada. No cerró la puerta y simplemente se me acercó un poco.
—Migue, ¿podemos dormir de nuevo juntos? —me preguntó casi como una suplica.
Sus intenciones eran claras, realmente no podía creer que ella sintiese atracción hacia mí, al fin y al cabo éramos hermanos, así que lo intérprete como que solo quería investigar una vez más como reaccionaba yo ante el tacto entre nuestros sexos. Sus ojitos rebosaban de ternera y nuevamente no tenía corpiño, su remera era larga pero se llegaba a notar que tenía un short deportivo no muy apretado.
—Eh, sí. ¿Te gustó dormir conmigo? —bromie provocando su sonrojo.
Se acostó a mi lado sin decir nada y se puso a revisar su celular, yo me quedé viendo el techo y en cierto momento moví un poco mis ojos para ver su excelente figura a pesar de su edad. Realmente estaba caliente y mi pene estaba empezando a reaccionar ante la situación. Ella bostezo y, tras dejar su celular en la mesa de luz, se subió encima mío y me empujó para ocupar mi lugar contra la pared, llegando a chocar su entrepierna contra la mía. Ninguno reacciono a eso y yo simplemente apagué la luz tras despedirla.
Pasaron cosa de cinco minutos cuando yo me gire y la abrace por detrás, pasando mi brazo por encima de ella y apoyándome completamente contra ella. Evelyn emitió un leve gemido y escuché su respiración pausada mientras veía como temía abrir los ojos. Mi respiración era jadiosa también, pausada e intentando ser disimulada pero pecando de no serlo. Pasó más tiempo en el que yo me tranquilice pero ella y mi pene no. Eve habrá pensado que yo me había dormido porque bajó su mano lentamente por mi pierna hasta mi entrepierna y comenzó a apretar levemente la punta de mi miembro a través de la ropa. Emiti un leve gemido ahogado y ella se detuvo pero tras comprobar si estaba dormido metió su mano poco a poco dentro de mi pantalón y luego dentro de mi bóxer para terminar tocando con sus suaves dedos de forma delicada a mi erecto pene, o aunque sea el glande.
Comenzó a mover sus manos de forma circular para terminar tocando la puntita y apretar un poco, luego comenzó a bajar el subir mi prepucio masturbandome lentamente. Yo comencé a jadear y ella se detuvo, sacó su mano y se olió los dedos, chupandolos lentamente después. Fingiendo estar dormido la pegué contra mi y apreté su mi pecho con mi antebrazo, ella dio un quejido pero ya había confirmado tres cosas: Mi hermanita no era tan inocente; yo estaba tan excitado y caliente como ella y finalmente que mis ganas me estaban superando como ya había comprobado con un último apretón contra ella antes de dormirme.
Lamento si en este relato no hay gran contenido erotico o sexual pero prefiero plantear las bases antes de pasar completamente a la acción, ya que les aseguro que se viene el acto, lo que le sigue, trios y finalmente dominación. Espero hayan disfrutado, les agradecería comenten.
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