Mi hermanita y yo, un sueño.
Nunca vi a mi hermana de 10 como una posibilidad sexual hasta ese día. .
Todo empezó cuando tenía 11 años.
Ya por esa edad empecé a tocarme y a explorar la másturbación. Una noche escuchaba gemidos en el cuarto de mis papás.
Para poner en contexto, vivíamos en una casa humilde, habían 2 cuartos, el de mis papás y otro donde dormíamos mi hermana y yo.
Entre ambos cuartos había un baño. Una de las paredes tenía un hueco mediano, por el que se veía a la perfección el cuarto de mis papás.
La curiosidad me llevó a aquel agujero, en silencio, en medio de la noche, me asomé a ver que pasaba. El espectáculo me encantó.
Mi mamá de 4 en la cama con la mirada clavada en el televisor, mi papá le metía incansablemente, una y otra vez el pene en su más que empapada vagina; y en la pantalla 2 mujeres de 69 se venían una en la boca de la otra. Mi mamá gemía como puta, y sus tetas rebotaban con cada embate de mi papá. Sobra decir que mi primera fantasía sexual fue mi madre. Acabe como nunca viendo aquella escena.
Lo anterior se extiende a prácticas de sexo increíbles entre mis padres. Historia que quizás cuente en un futuro.
Lo importante es, que fue así como descubrí donde guardaban el porno.
Cabe mencionar que corrían los años 90 y casi la única forma de ver porno, era en formato de cassette de video.
La cuestión es que aprovechaba cada vez que mis papás salían, para dejar a mi hermana jugando con algo y meterme al cuarto a ver los videos y masturbarme deliciosamente. Entre ver a mis papás coger y las porno, me iba genial.
Ambos, mis papás, salían a diario. Mi papá a trabajar y mi mamá a hacer encargos para ganar algo más. Y yo, el hermano mayor debía «cuidar» a mi hermanita
Pasó alrededor de un año yo iba genial con la práctica. Pero un día, mi hermana, con sus 10 recién cumplidos, se me pego a la espalda y no me dejaba encerrarme en el cuarto.
Me dijo que quería saber que era lo que hacía siempre ahí encerrado.
Yo estaba desesperado por masturbarme y en mi desesperación, le dije que le iba a mostrar con la condición de que no dijera nada. Me lo prometió.
Nunca había visto a mi hermana como objeto de deseo hasta ese día.
Entramos y puse mi película favorita, aun recuerdo el nombre de la actriz (que me encantaba), Amber Lynn y el título de la película, Crocodile Blondee.
La película empieza con un tipo dándole tremenda mamada a la chica y ella gemía deliciosamente. Mi hermana quedó capturada al momento por lo que veía, no movía los ojos de la pantalla.
Estaba acostada a mi lado, con una faldita corta y sus piernitas de niña estiradas, entre abiertas.
Yo tenia el pene, de niño aun, duro y firme, y me lo acariciaba por encima del pantaloncito corto que andaba. Pero ya no estaba mirando la peli, algo más captaba mi atención. Ese cuerpito blanco, suave y delicioso a mi lado. Su torso sin pechos, sus manos y pies pequeñitos, esa boquita de niña deliciosa y rosada.
En un arrebato de valentía le pregunté si le gustaba lo que estaba viendo. Y me contestó inocentemente que si, pero preguntó porque hacían eso.
Rápidamente le contesté que era un juego de adultos y que se sentía muy rico, que por eso lo hacían. Seguido me atreví más y le dije que si quería probar.
Un poco dudosa, dijo que si, y le recordé que no podía decir nada. Accedió y yo no perdí un segundo.
Me sitúe con la cabeza entre sus piernas, como el tipo en pantalla. Le bajé sus calzoncitos y lo que vi lo tengo grabado en la mente a fuego y hierro.
Una vaginita pequeña, blanca, suave, de labios gorditos que no dejaban ver su clitoris. Limpia y sin un solo vello aún. Deliciosa.
Haciendo amago de todo lo que había visto, metí mi lengua, separando sus jugosos labiecitos con ella. El sabor y el olor eran incomparables, sólo las niñas huelen así. Una mezcla de limpieza y orina qué excita a cualquier hombre, de cualquier edad.
Al primer contacto se asustó e intentó quitarse, pero yo estaba demasiado excitado y empecé a lamer arriba y abajo, como había visto hacer tantas veces.
Ella abrió más las piernas, se relajo y empezó a gemir, sus pequeñas caderas se movían involuntariamente al contacto de mi lengua. Sus piecitos empezaron a mover los dedos, subían y bajaban entre espasmos de su cuerpito.
– Ay hermanito, aaaah, mmm – es todo lo que alcanzaba a decir entre suspiros.
Yo lamía como un desesperado, mi primera vagina, estaba en el cielo.
Ella empezó a moverse más rápido, a respirar más agitada, estaba totalmente ida. La peli se había quedado en segundo plano y los gemidos de la pantalla se mezclaban con los de aquella deliciosa niña de 10 años, el morbo era demasiado.
Tenso sus piernitas y chorritos de orina empezaron a escapársele mientras temblaba de cuerpo entero. Me fascinó el sabor y tragué casi todo.
Era mi turno, estaba como un toro, me iba a explotar el pantaloncito.
Casualmente en pantalla había una tipa comiéndose tremendo pene enorme. Acerque mi pequeña herramienta a su boca y le dije que hiciera como la de la peli.
En su excitación y curiosidad, no lo dudo y empezó a dar mamadas torpes. Pero para mí, que nunca había sentido más que mis manos, aquello fue de lo mejor.
Coger debe ser algo que corre natural en esta familia, lo verán en otros relatos futuros.
Mi hermana empezó a tomar un ritmo perfecto. Su boquita pequeña y mojada lamía, succionaba y lubricaba mi pene una y otra vez.
– Un poco mas rápido – le dije jadeando. Mi pene entraba y salía de su boca, una y otra vez, su carita de ángel me miraba buscando aprobación.
– Sigue, así, un poco más, que rico, así, así hermanita, aaah! No puedo más!!
Aún no daba leche, pero terminé en su boca mientras mi cuerpo temblaba y caí rendido a su lado.
– ¿Te gustó? – me preguntó curiosa.
– Si mucho. ¿Y a ti?
– Si, – me dijo inocentemente – ya entiendo porque los adultos lo hacen.
Nos vestimos, limpié un poco y no se habló más del tema el resto del día. Al poco rato llego mi mamá y ella, como lo prometido, no dijo nada.
Si este relato tiene una buena aceptación, subiré mas detalles de como empezamos a coger. Gracias por leerme.
Me gusto mucho el relato . Siempre pienso que en las casas umildes se da más lo del insesto. . Espero más relatos
Yo digo que en todas. Pero los de plata no andan por estos sitios.
gran relato como sigue
Pronto voy a eso. Gracias por leerme.
Muy rico sigue contando,me dejaste empalmado
Me alegro, espero el siguiente sea la culminación.
Coincido contigo en que, efectivamente, es todo un placer aspirar ese aroma vaginal, producto de limpieza y de orines.
¡Me voy a tener que ir a masturbar ahorita!
Una delicia. Lo mejor que hay.
Wow, cuenta en alguno de los relatos si la penetraste por su vagina a esa edad. Qué rico debió de ser si sucedió!
Sucedió. Ya viene la segunda parte.
Yo tuve una eperiencia cuando era pequeño, no recuerdo bién mi edad pero pienso que tendria entre 5 y 7 años . en verano en casa poniamos una manta en el suelo para dormir la siesta despues de comer, siempre hacia la siesta con mi hermana mayor ella tendria entre 12- y 14 años y recuerdo con bastante claridad que en varias ocasiones ella se ponia a hacerme cosquillas por todo el cuerpo y tambien llegada a tocarme la pollita en ese tiempo no se le podia llamr de otra manera , y ella misma me subia encima suya y me sacaba la pollita y se la ponia en medio de su coño y yo sentia algo muy suave y muy caliente y ella misma me hacia moverme de arriba abajo con mi pollita en medio de su coño y me decia si me gustaba jugar a eso y yo le decia que si me gustaba mucho. eso se convirtio en una rutina casi en la mitad de los dias del verano cuando nos quedamos solo en casa porque mi madre cuidaba a su hermana que estab enferma en su casa. mi Hermana me decia que lo que haciamos no se lo podia contar a nadie porque sino no nos dejarian estar juntos en la siesta y yo nnuca lo dije. las primeras veces mi hermana solo me cogia la polla y se la ponia en medio de su coño y asi ella se movia conmigo y yo veia que le gustaba muco y al rato se movia muy rapido y decia que ya . hasta mañana- despues entendi que era cuando ella se corria y lo dejaba para no seguir arriesgando que nos sorprendiera mi madre. hasta que un dia yo le mire su coño de cerca y ella se metia el dedo , entonces le dije que si cuando ella me ponia encima mi pollita se metia dentro y me dio que NO , pero que si yo queria la pondria y le dije que siii. desde ese dia ella con los dedos de una mano se abria los labios del coño y con la otra me cogia la polla (tengo que decir que siempre que haciamos esas cosas yo tenia polla tiesa totalmente aunque no era gorda pero si bastante larguita, entonces ese dia me la cogio con sus dedos y ella misma se la puso en medio de su raja y me dijo–venga tumbate encima y muevete- fue el mejor recuerdo que tengo desde ese día sentia mi pollita dentro de su coño muy caliente y ella no paraba de decirme asi asi- sigue muevete los haces muy bién hermanito y yo no me corria quiero decir que no me salia nada pero sentia un gusto tremendo y todos los dias estaba deseando que llegara la hora de irnos a la siesta :lastima que eso solo duró un verano despues ella no quiso hacerlo mas veces , creo que era porque ya salia con un amigo y no lo pensaba en aquellos momentos , pero imagino que me cambio por él y por eso ya no queria hacer nada conmigo. Es la primera vez que hablo de estopero nunca se me ha olvidado. BUeno yo escribi otra cosa que me ocurrio con mi madre cuando yo tenia 11-12 años lo deje escrito aqui en estas paginas hace ya varios años. bueno ya dejo esto.
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Deberías hacer tu experiencia un relato, esta muy buena.
Dinos cual es el relato de la experiencia con tu mamá para ir a leerlo.
Deseos que rica historia, me gusta mucho. Yo soy pedófila y efebófila y con gusto te hubiera chupado y lamido todo cuando eras chiquito, me super calentó leerte.
Ojalá escribas tu vivencia con mucho más detalle. Te mando un besote.