Mi hermanito Menor Parte 2

Mi hermanito menor estaba hurgando mi ropa y yo, sin saberlo, descubrí que me da morbo provocar a mi hermanito menor..
Mi hermanito estaba totalmente hipnotizado observando mis grandes pechos moviéndose, lo cual me divertía ver sus inocentes ojos moverse de un lado a otro mientras yo jugaba con mis pezones, algo que sin duda me puso más cachonda fue que mi hermanito paso su lengua por sus labios saboreando la dulce vista que su hermana mayor le estaba proporcionando

De un momento a otro mi morbo era tan grande que sin miedo le pregunté si las quería tocar.

-¿Te gustan mucho? Si quieres puedes tocarlas, solo dímelo

Mi hermano solo asintió con la cabeza y yo me acerqué a la cama y me senté lateralmente para que pudiera agarrarlas y apretarlas como él quisiera.

Aún puedo recordar que sus pequeñas manos en mis pechos desnudos era lo más placentero que jamás había sentido, tal vez por lo prohibido que era lo hacía más excitante, pero sus manos inexpertas me hacían sentir como una zorra, mi hermano solo se limitaba a manosearme alrededor y pasar sus dedos por mis pezones rosaditos, pero yo lo ayude y le enseñe a tocarme y jugar con ellas

Puse mis manos sobre las suyas y empecé a hacer movimientos circulares para que supiera cómo complacerme. Mis ojos estaban fijos en él y en mis pechos, siendo manoseados por Andrés

Mis manos soltaron las suyas y el solito masajeaba y jugaba con mis pechos, mi respiración era bastante pesada haciendo que mis pechos subieran y bajaran y que el cuarto se quedara en un silencio total, mi hermanito dejo de manosear mis pechos y empezó a hacer pequeños pellizcos a mis pezones, pero él no sabía que eran.

-¿Hermanita, qué son estas cosas?

Mi vista baja hacia mis pechos y con mis manos le mostré que eran.

-Sirven para que yo sienta rico, Andrés. Cuando tú eras más pequeño, mama te daba lecha de aquí

Mi hermano estaba confundido ante mi respuesta, pero yo estaba más que dispuesta a mostrarle qué era y cómo era conocer la anatomía femenina de una manera divertida.

—¿Leche? ¿Cómo la del refri?

Mmmm, parecido, pero se le llama «leche materna»  y es algo que solo las mujeres tenemos  y esta sale de mis pezones, por eso cuando las pellizcas me dan cosquillas, son muy sensibles

-¿Puedo tomar leche de aquí?

Mi rostro estaba algo rojo  porque mi hermanito quería chupar de mi pezón, pero la calentura que tenía era más grande y yo quería ver algo de él antes de hacer más «cosas».

-Mira, Andrés, juguemos a algo, y te dejé ver mis tetas. Ahora es mi turno de que me dejes ver, algo de ti.

Mi hermano estaba algo emocionado, pero a la vez algo confundido, pero yo tenía en mente mi próximo objetivo. Tenía curiosidad de cómo era su penecito y más ahora que el bulto de su pantalón era más que evidente.

-¿Bueno, está bien, qué hago?

Me mordía ligeramente el labio con una sonrisa pervertida de mi parte.

-(Tono Sensual) Abre las piernas, cariño.

Mi hermano rápidamente abrió las piernas alrededor de mí y mi corazón estaba palpitando de emoción al saber que estaba a punto de verle el pene a mi hermanito menor, pero a estas alturas ya no me importaba si era prohibido lo que estábamos haciendo o no, yo ya me sentía caliente y sin duda quería estrenar a mi hermanito

Mis ojos se posicionaron en el pantaloncito café de mi hermano y apenas puse mis manos sobre su botón. Yo ya sentía excitación, pero al momento de bajar su cierre fue ahí cuando mis labios se secaron ante semejante excitación.

-(Tono sensual y erótico) Veamos que tienes aquí mi cielo.

Abrí la bragueta del pantalón y deslice el pantalón por sus lindas y suaves piernitas hasta quitárselos por completo y madre mía, juro que casi me da un infarto. Su bulto en sus lindos calzoncillos de bob esponja fue muy rico.

Mi mirada se mantuvo en su bulto pequeño junto con mi boca semiabierta, con mis labios queriendo saborear aquel «paquetito». Inmediatamente, puse mi mano izquierda sobre su pequeño bulto y mi hermanito se exaltó un poco y mi miedo era asustarlo, pero inmediatamente lo calmé.

-(Calmada) ¡No, NO! Espera, no te asustes, *me río ligeramente,* solo quiero tocarte un poco, tú solo relájate, ¡te va a gustar!

Mi hermanito me responde calmado.

-Bueno, está bien

Mi mano izquierda volvió a su bulto, pero ahora con la derecha agarre el borde de sus calzoncillos y lentamente baje su calzón hasta la mitad de sus rodillas, dejándome ver su hermoso penecito de casi 10 CM junto con sus testículos pequeños del tamaño de unas pelotitas sin vello púbico, cosa que para su edad estaba BASTANTE bien, pero sin mediar alguna palabra mi mano izquierda agarro levemente su pene que mi mano cubrió totalmente por su tamaño mientras que con la derecha hacía rodar y acariciar sus «huevitos»  levemente.

Mi hermanito empezó a respirar más pesado por el tacto que le estaba dando, a lo que sin dejar de tocarlo lo miré a los ojos y pude ver que sus ojos se posaron sobre su pene, a lo que yo sonreí y le dije.

-¿Te gusta cómo te toco, hermanito?

Él, con un grado de excitación, me responde.

-(Levemente Excitado) Sí… se siente raro, pero me gusta mucho.

Su respuesta me incitó a ir más lejos, pero ya no me importaba nada, mi vagina estaba mojada y quería saciar mis ganas con alguien especial.

-(Sonriente y seductora) Qué bueno, porque esto te gustará más.

Mi lengua pasó sobre mis labios para mojarlos un poco para a continuación bajar hasta tu miembro y meterlo completo en mi boca, aun recuerdo la sensación de su pene de niño en mi boca, su pene llegaba hasta mi garganta y mi lengua jugaba con él haciendo movimientos circulares alrededor de su glande, mi mirada paso a la de mi hermanito Andrés y sus ojos se centraron en los míos y verlo con una cara de placer al ver a su hermana mayor dándole una mamada era lo más excitante que pude haber sentido.

Después de unos segundos de saborear su penecito empecé a mover mi cabeza hacia arriba y hacia abajo consecutivamente sin perder contacto visual con mi amante, la habitación se llenó de sonidos de succión y pequeños gemidos de mi hermanito que me veía a mí y de vez en cuando hacia el techo por la lluvia de placer que la zorra de su hermana le daba, él solo puso sus manos sobre la cama y disfrutaba la mamada que le daba, estuvimos así como 5 minutos que para mí fueron rápidos.

-(Excitado) Hermanita… *pequeños gemidos y quejidos de placer salieron de la boca de hermanito*.

Disminuí mi chupada y pude sentir que su penecito se ponía flácido, dando a entender que mi hermanito tuvo su primera corrida, pero sin semen, cosa que me molestaba, pero que por su edad no era posible… o sí.

Saque su pene de mi boca y me maravillo ver su pene totalmente mojado por mi saliva y mi hermano estaba acostado en la cama algo exhausto por el placer que para su edad no soportaba como un adulto, yo solo sonreí y me acosté al lado de mi hermanito acariciando su pechito, mientras que Andrés estaba recuperando aire, cosa que me alegró muchísimo.

-(Sonriente) ¿Te gustó tu primera mamada, Andrés?

Sus bellos ojos se iluminaron para mi.

-(Feliz) ¡Sí! Me dio cosquilla y se sintió bastante rico, pero porque sentí un poco de cosquilleo cuando terminaste, se sintió raro.

-(Calmada y alegre) Bueno, eso que sentiste es porque los niños bonitos como tú tienen una leche especial, para las niñas, pero tú eres pequeño para tener esa lechita, por eso lo sentiste raro, pero pronto tendrás mucha lechita para darme.

Mi hermanito se emocionó ante la idea de tener «leche especial», a lo que me agarró de los pechos para abrazarme.

-(Emocionado) ¿Cuándo tendré esa lechita hermanita? ¡Ya quiero tenerla!

-Pronto, pequeñín, pero si quieres, podemos seguir practicando para que pronto tengas leche especial para mí, ¿quieres?

Yo aún seguía cachonda y sin duda quería sentir esa verguita para mí sola antes que nadie, además quería averiguar si mi hermanito era capaz de eyacular aunque sea un poquito, pero mis esperanzas eran bajas, pero para mi suerte mi hermanito respondió afirmativamente que quería seguir practicando para tener su leche y claro que yo no me iba a rehusar a un no.

-Pues levántate y te enseño qué vamos a hacer, ok?

Me acosté completamente en la cama y me bajé los pantis completamente mojados a un lado para inmediatamente acostarme boca abajo en la cama, mostrando mis tonificadas y redonditas nalguitas a mi pequeño hermanito, sacudiéndolas para él.

Mi hermanito ni corto ni perezoso se puso tras mis nalgas y mi cuerpo se electrificó de placer al sentir sus manitas por todo mi trasero desnudo, mis manos se posaron sobre mi espalda para bajar a mis pompis y abrirlas y mostrarle mi ano y vagina mojada, mi hermanito paso sus manos inexpertas por mi ano hasta manosear mi coño mojado de fluidos.

-Escucha con atención, hermanito. ¿Ves esto? *Señalo con mi dedo, mi vagina mojada*. Quiero que acerques tu pene aquí y lo metas lo mejor posible, ¿crees poder?

Mi hermanito solo me dijo que si y que haría lo mejor posible, al momento de sentir su pene duro rozando mi entrada, yo con mi mano lo agarre y lo introduje fácilmente a mi vagina a lo que le dije que se pegara más a mí para que entrara más a fondo dentro de mí, él obedeció y sus pequeños quejidos fueron placenteros y calientes para mí, inmediatamente yo me recosté completamente boca abajo en la cama y le pedí que moviera sus caderas hacia adelante y atrás varias veces sin sacar su pene.

El obedeció perfectamente mis instrucciones y Dios! La escena era más que excitante, y más porque enfrente de mí estaba el espejo del baño y podía ver a Andrés embistiéndome con una cara de placer y felicidad en su rostro, mientras que yo estaba sumergida en el éxtasis y más al ver mis nalgas rebotar por las duras embestidas de mi amante pequeño.

-Ahhhhh… Andrés… Sigue así…no pares… nunca pares!

Los gemidos de placer de Andrés y míos inundaron la habitación y tanto era el ruido que no me percaté. Mis amigos estaban afuera esperándome para salir y el teléfono estaba sonando, pero no me di cuenta de nada porque estaba muy ocupada haciendo hombrecito a mi hermanito.

Mi vagina estaba en el punto y de un solo grito gemido fuerte liberando mis fluidos por todo el pene de mi hermanito y a los 2 minutos después los gemidos de Andrés se volvían más erráticos y sus penetraciones eran más lentas, hasta que sentí que su pene mandaba escalofríos, dando a enter que tuvo otra corrida fantasma, haciendo que su pene volviera a ser flácido.

Mi hermanito cayó rendido en mi espalda exhausto y sudoroso, pero no me importaba nada, sin duda la noche se había puesto muy rica e interesante, mire sobre mi hombre y vi a mi hermanito cansado al borde del sueño, pero aunque quisiera dormir pegado a él toda la noche, nuestra madre podría llegar pronto y no podría sospechar de nada, así que lo desperté y le pedí que se quitara de mi espalda.

-(Cansada) Andrés, Despierta, quítate, mamá no tarda en llegar

Mi hermanito se quitó de mi espalda y qué rico sentir al momento de que sacó su pene de mi vagina, a pesar de que no eyaculó, se sintió bastante bien.

-(Cansado) Qué divertido juego, hermanita, pero muy cansado, je, je, je

Me senté en la cama y juguetonamente le contesté.

-¡Lo sé! Pero pronto haremos más juegos como este, pero no podemos jugar con mama en la casa, así que si quieres que sigamos jugando tendrás que mantenerlo en secreto. Ok

-Sí, hermanita, quiero ver esa lechita especial, pronto la tendré, ¿verdad?

—¡Claro que sí! Me aseguraré de eso, pero pronto ven aquí. Esto es algo que hacen los novios y desde ahora podemos jugar a ser novios.

Mi boca se acercó a la suya y sin abrir la boca le di un beso de piquito de 3 segundos, él se sonrojó, pero con una sonrisa se alegró y me abrazo fuertemente en mis pechos, pero ya era hora para pedirle que se levante de la cama y que se vista, yo lo ayude a ponerse el calzón y el pantalón, y antes de que se fuera agarre su control y se lo entregue felizmente.

-esto te pertenece, hombrecito.

-¡Sí, gracias hermanita, te quiero mucho!

Él salió de mi cuarto feliz con su control a su cuarto, mientras que yo sonreí tocándome los pechos y me fui al espejo para verme y dame cuenta de que me convertí en la puta de mi hermanito, y tal vez en la putita de muchos niños je, je, je.

A la mañana siguiente le envié un mensaje de texto a mis amigos de por qué no apareci, y mi respuesta fue «»Lamento no haber avisado, pero, mi hermanito quería jugar conmigo y no podía fallarle, je, je, je, hasta la próxima»»

¡Ojalá les haya gustado mi experiencia con mi hermanito! Tengo más experiencias que quiero contar como cuando me metí con uno de los amigos de mi hermanito de 8 años, cuando le hice un striptease a mi sobrinito de 10 años. ¡UFF, en fin, ya habrá tiempo para eso, BYE!