Mi hermano, al borde del delirio. II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por NeneMorbo94.
– ¿Quién mejor que tu hermano?
Me quedé mirándole a esos ojos llenos de lujuria y ternura, tan guapo.
+ Ufff, Sí, lo deseo, te deseo, hazme tuyo.
Mi hermano se levantó, es tan perfecto desnudo, no me extraña, que todas estén detras de él, zorras, ahora es mío, ahora y siempre.
Javi abrió un cajón de su mesilla y sacó lubricante de frutas.
Se puso detrás mío, me puso a 4, me abrió con sus manazas el culito y metió su enorme y juguetona lengua, sentía como entraba electricidad por mi culo, increíble.
– Uffff, diooos, Javierrr ummmmmmmmmm.
Él me escupió e introdujo el primer dedo, eran largos, y era una sensación rara, quemaba y dolía, y a la vez, placer, los dos gemiamos.
– Ufff, qué culazo hermanito.
Hermano mío tenías que ser, menudo culo, no me puedo creer que te entregues a mí.
ummmm
El metió otro dedo, yo grité.
– Grita nene, estamos solos.
Volvió a escupir y seguía comiéndomelo follándome con esos dos dedos, yo suspiraba, gemía, me retorcía, no recuerdo un placer como ese.
– Creo que estás listo nene.
Senti su polla en mi raja y empezó a restregarse.
Su capullo se colocó en mi agujero.
– Nene, ven, chupa.
Engulli su rabo y lo babeé bien, chorreaba precum, me ahogaba.
– Ufff no, para, harás que me corra, dame ese culito.
Me puse a 4 de nuevo, echó lubricante y sentí frío, empezó a restregarse, me follaba la raja del culo y paseaba la cabeza de su polla, cabeza que era enorme de gorda, suspirábamos.
así siguió unos dos minutos y de pronto metió el capullo.
– ¡¡Ahhhhh, jodeeerrr.
!!
+ Relájate, nene, poco a poco, verás que disfrutaremos los dos, confía en mi.
Me acariciaba el culito y la espalda.
Poco a poco, entró la mitad, lágrimas empezaron a brotar y chorrear por mis mejillas.
-Por favor Javi me duele, no puedo más, me vas a partir en dos.
le suplicaba sollozando del dolor, pero me abrió el culo y de una embestida entró entera.
– ¡¡HIJO DEE PUUUTAAA!! aaahh
Yo lloraba, él me besaba y me acariciaba, yo me moría de dolor, me quemaba, era enorme, demasiado.
Me miraba acariciándome,no parecía ni él, tenía una cara delirante de lujuria, me acariciaba y me metía sus dedos en la boca y yo los lamía y chupaba, se los mordía cuando se movía algo más rapido.
Poco a poco empezaba a bombear y me acostumbraba a su tamaño, lentamente el dolor, se convertía en placer.
– Ummmmm, jooodeeer.
+ ¿Te gusta hermanito? ves,.
ummm avisa cuando pueda bombear mas fuerte.
– Ya, ummmmm.
Ya, ¿seguro?
– ¡Sí, jodeeerrr!
Mi hermano sonrió, fue una sonrisa un poco malévola, pero me puso a 1000.
Empezó a follarme como un loco, era como en las películas porno.
Me cogió, me puso boca arriba, mis piernas sobre su pecho y hombros y empezó a bombear al máximo.
Cómo sudabamos y gemíamos, buscamos nuestras bocas, mientras me embestía, nuestras lenguas no paraban, era lo más excitante y placentero que había hecho nunca y creo que Javi igual, lo cogí del pelo y le susurré al oído.
– Te amo, te deseo, eres mío.
Su mirada se encendió aún más, y la sacaba y metía de golpe, y siguió bombeando, así 10 minutos, me sacó la polla, me sentí vacío, qué sensación más rara, la necesitaba dentro.
Me agarró y nos tumbamos de lado, me cogió una pierna y levantándola, se pegó a mi y me la metió de una, volví a gritar pero le pedía más, me besaba el cuello, me lamía, mordía mis orejas, siguió así un buen rato, sentía sus piernas con las mías, sus piés, sus manos acariciándome, no hablábamos, solo gemíamos como animales.
Empezó a jadear.
– Nene.
me.
co.
corro.
¿dentro o fuera.
?
+ Préñame, cariño uffffff te deseo tanto.
Sentí su rabo hincharse más, me corrí sin tocarme y sentí 4 o 5 lefazos llenándome las entrañas, la sentía caliente, dentro de mí.
Se desplomó encima mío.
sacó su rabo, lleno de semen y algo de sangre, me sentí súper vacío sin esa bestia dentro que me había dado el placer de mi vida.
Fui a su polla y chupé durante un rato.
lo miraba mientras, miraba como suspiraba y las caras que ponía, subí y nos fundimos en un beso de esos de película.
Haciendo la cuchara, me decía al oido:
– Ha sido maravilloso, lo mejor que me ha pasado, es algo raro.
estoy aún procesándolo, pero en mi vida he sentido esta conexión con nadie, te lo juro.
Será nuestro secreto, te amo nene.
Yo asentí, no hablé, estaba destrozado, muy cansado y su cuerpo y sus besos me daban tanta paz que nos quedamos dormidos.
A la mañana siguiente, me desperté por el calor y lo vi dormir, qué guapo, qué carita de bueno tiene el niño, me sonreí, dolorido, fui al baño a ducharme.
Mi hermano y yo seguimos teniendo encuentros y seguimos gozando, pero mi curiosidad me ganó.
¿Cómo será hacerlo con papá? Esta historia os la contaré dentro de muy poquito.
Gracias por los mensajes que me habéis enviado al anterior relato, os aseguro que el próximo relato contaré como fue con Papá y con mi hermano.
Besos
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