Mi hermano el mamado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tenemos bastante dinero, la casa es grande y la comida es preparada por una señora que ayuda a mi mama en la casa.
Hoy era viernes asi que despues de salir de la escuela y que el chofer pasara por mi llegue a casa y la salude, me dijo que ya se iria.
Me quede solo en la casa, despues de comer subi las escaleras para ir a mi cuarto y me por la ventana me di cuenta que los guardias seguian aqui, en realidad siempre estaban aqui, y mas cuando yo y Lucas estabamos solos.
Yo a mi edad soy muy peludo de las piernas y de mi verga de 14 centimetros, abdomen medio marcado, brazos grandes y marcados, tambien tengo buen culo.
Llegue a mi habitacion y me meti a bañar, volvi a mi cama para descansar un poco.
Una hora despues, escuche que alguien subia las escaleras, supuse que era Lucas.
—Ya llegue Andres.
— con eso confirme que el habia llegado—¿Puedo pasar?
—Claro.
— respondi.
—Mas tarde vendran unos cuantos amigos, ¿bien?
—No me hago responsable de lo que te diga mama, aparte creo que no te habia dejado hacer fiestas mientras ellos salieran.
—No sera una fiesta.
—rodo los ojos —con unos cuantos amigos me refiero a unos ocho, o quince talvez.
— dijo eso y corrio a su habitacion.
La tarde siguio con normalidad, la casa tenia un silencio profundo, de vez en cuando el recibia algunas llamadas de sus amigos y yo escuchaba los murmuros hasta mi habitacion.
Dos horas despues comenzaron a llegar sus amigos y lo interesante sucedio cuando la fiesta acabo, como a las tres de la mañana.
Su mejor amigo Luis y mi primo Axel de tambien 19 años, lo ayudaron a subirlo a mi habitacion.
—¿lo ayudas? esta borracho.
—hablo Luis y yo bufe
—limpien todo y se van.
—trate de ayudar a Lucas pero pesa mas que yo asi que tuve problemas para llevarlo a su habitacion.
Su habitacion era un poco mas grande que la mia, quite una colcha de su cama y logre acomodarlo.
—Ven.
—abrio los ojos.
—¿Que?.
—me acerque a el.
—Abrazame.
— cuando me lo dijo lo tome con tranquilidad, siempre hemos tenido una muy buena relacion pero me di cuenta que no solo queria un abrazo, tomo mis nalgas y comenzo a tocar mi cuerpo.
—Esta noche seras mio.
—logro hablar.
Yo siempre habia querido ver que tenia mi hermano colgado entre sus piernas pero no lo hacia ver tan obvio.
Se quito su camisa que estaba un poco mojada con cerveza y me invito a ponerme al lado de el.
—Lucas, estas demasiado borracho.
—dije eso y me decidi abandonar su habitacion.
—¿Que? no, ven aca.
— pudo levantarse de su cama, me tomo del cuello y me avento a su cama.
—Quiero hacerte mio, destruir tu culito, golpearte.
—yo lo deseaba, pero tenia bastante miedo porque se que me doleria.
—Mira esto, este palote quiere hacerte sufrir.
— se bajo el boxer y su verga de 12 centimetros flacida crecio inmediatamente a una de 23 ya erecta.
Me acomodo en su cama de tal manera que mi cuello quedara afuera de la cama y yo siguiera acostado.
Yo tenia los ojos cerrados aun tratando de saber que estaba pasando, senti sus manos haciendo un movimiento fuerte en mi boca hasta que logro abrirla.
Su verga ya estaba dentro de la mia, tenia un sabor fuerte pero dulce, olia a canela pero a la vez un olor muy varonil.
—Mira tu manzana, estas bien rico putito, no se como no lo habia hecho antes.
Su verga no entro completamente en mi garganta pero si entro unos doce centimetros.
Me levanto y quito mi camiseta y bajo mis shorts.
Me acosto en su cama y siguio hablandome sucio.
—Mira tus cuadros, que buen cuerpo tienes, y bien peludo.
— abrio mis axilas para verlas.
—Vaya, igual tus piernas.
— tomo mis piernas y las golpeo.
Me dio un beso, no habia dado mi primer beso, sentia su respiracion agitada y lo hacia bastante bien, tenia los labios muy suaves y carnosos.
—Te hare mio puto.
— abrio un poco mis piernas y de una la metio, me ardia demasiado.
—Ahhhh.
—sentia como toda su verga entro en mi y me dolia mucho.
—Me dueleee.
—comenze a llorar.
—Llora puto, eso se siente estar con un verdadero hombre.
Siguio metiendola y yo gemia y lloraba mientras el pellizcaba mis pezones, me daba varios besos y golpeaba mi abdomen.
Se vino y senti un liquido demasiado caliente dentro de mi.
—Tienes el culito apretadido y peludito.
Me dio varios besos mas, su peda comenzo a bajar y se dio cuenta de lo que habia pasado.
—Q.
que.
que pedo wey, ¿que paso?.
—su cara se torno preocupada.
—Ya ves.
—el rio.
—¿Te gusto?
—Pues la tienes bien grande.
El seguia con su verga bien parada, la tomo y me dio golpes en la cara con ella.
—¿Quieres dormir aqui?.
— pregunto riendose.
—Simon.
—conteste.
Ambos dormidos desnudos y lo volvimos a repetir por la mañana, y tambien todos los dias.
Nadie sabe mas que yo y el.
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