Mi hermano mayor me enseño a entregarme totalmente a él (incesto gay)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Moratti.
Hola a todos, os doy las gracias por vuestros comentarios y correos positivos sobre mi primer relato.
En esta ocasión, os contaré otro relato sobre mi hermano y yo, espero os guste.
Para las personas que no tuvieron oportunidad de leer mi anterior relato pues soy Dan un chico gay en ese entonces de 15 años que tuvo sexo por primera vez con su hermano de 20 años.
Si vosotros queréis leer mi primer relato podéis buscarlo bajo el nombre de “Mi primera vez fue con mi hermano mayor”.
Sin más que decir inicio.
Después de haber tenido sexo esa noche por primera vez con mi hermano, yo estaba muy cansado y me dolía el cuerpo pero estaba muy feliz, mi hermano preparó la cama nos acostamos sin decir casi nada, yo le di la espalda, él se pegó a mi cuerpo y me abrazó, me acariciaba suavemente, yo estaba muy feliz con una grande sensación de amor así que me di vuelta y acomodé mi cabeza entre su pecho y hombro, fue una sensación de tranquilidad porque me sentía seguro en sus brazos, su piel tenía un olor a el mar muy peculiar que me gustaba y relajaba e hizo que entre en un profundo sueño.
Al día siguiente tuve el despertar más hermoso de mi vida, escuché su voz que decía en un tono muy bajo mi nombre:
Él: – Dan, Dan, hermoso despierta tenemos que levantarnos.
Abrí los ojos y él me dio un beso muy suave en los labios, yo seguía cansado por lo de anoche, así que solo lo abracé más fuerte y le pedí que no se fuera, y me puse a pensar que toda la noche yo dormí con la cabeza en su pecho, quizá le resulto incómodo y no pudo dormir, él me volvió a besar y suavemente me levanto de su pecho, me resultaba incomodo estar de pie por la sensación en mi culo pero lo hice, desayunamos hablamos un poco y salimos del hotel.
Caminar era horrible pero él me pidió que lo haga, fuimos a la universidad y mi hermano se reunió con alguien, al salir comimos algo y fuimos a pasear por Barcelona.
Volvimos al hotel, me bañé y algo cansado le pido que vayamos a la cama, nos acostamos y volví a pegarme a mi hermano para sentir su hermoso cuerpo y aroma, le di la espalda para que me abrace y así fue, su brazo y pierna cubrían todo mi cuerpo yo lo único que hice fue tomar su mano y entrelazarla con la mía.
Al día siguiente cundo me desperté él ya se había levantado, me quedé en la cama cuando escuché que se estaba bañando, lo vi salir y me enamoré aún más de mi hermano, él muy cachas me recordaba lo muy bueno que estaba, salió totalmente desnudo, una toalla en sus manos, su cuerpo grande muy atlético, marcado por el gimnasio, su pene y su tatuaje en el brazo izquierdo hicieron que me ponga muy nervioso, él aun secándose se me acerca por los pies de la cama, abrí instintivamente mis piernas al verlo acercarse y el arrimó todo su cuerpo frente al mío, quedando yo con las piernas abiertas y él con sus caderas entre ellas, me besa muy delicadamente pero apasionado y me da los buenos días, de inmediato me excite y a juzgar por el tamaño de su pene que cambio al arrimase a mi sé que él quería follarme e inicio con su intención de follar:
ÉL: – Dan, hoy es nuestro último día en Barcelona y quizá ya no estemos muy solos, quisiera saber si crees poder hacerlo ahora.
Yo: – Quiero hacerlo pero aún me duele y quiero recuperarme.
ÉL: – Prometo no lastimarte, te amo demasiado.
YO: – Yo igual pero por favor aún no estoy listo.
No sé porque mi excitación hizo que dijera algo que al final disfrute hacerlo.
YO: – Si quieres te la puedo mamar.
ÉL: – Gracias Dan, te amo.
Sin pensarlo dos veces cogí su pene con mis manos y empecé a masturbarlo, él se recostó en la cama y yo tenía ese gran pene en mis manos, cuando estaba a su máximo tamaño y palpitando lo empecé a besar suavemente, usaba mi lengua para pasarla por su glande, yo con la confianza de hacerle una gran mamada hice cosas que me parecían adecuadas, con mi lengua recorría todo su pene y huevos chupándolos, metía su pene a mi boca hasta donde podía aguantar, el gemía de entero placer y me cogía los cabellos haciendo que él tome el control de la velocidad, salía el líquido pre seminal que me encantaba tanto y lo tragaba a penas lo sentía salir, disfrutaba tanto mamársela era mucho mejor que la primera vez, la mamé por varios minutos, el jadeaba y me la metía con fuerza y muy rápido así que supe que se correría en mi boca y me preparé, esta vez sentí que eyaculaba en mi boca en gran cantidad, su semen era caliente y muy espeso, tenía un sabor muy fuerte, no me gustó mucho olerlo pero el sabor era distinto, apenas salía algo de semen yo lo tragaba dado que tenía toda mi boca ocupada con su pene y no tenía mucho espacio para guardar su semen, así que lo tragué sin pensarlo, él me decía que nunca le habían dado una mamada tan buena y me dijo lo siguiente:
-Bien Dan es tu turno de disfrutar.
-No quiero, te dije que me duele aún.
-Tu tranquilo que no tocaré tu culo.
Me acostó en la cama y me quitó la ropa de dormir que traía puesta, quedé desnudo frente a él, y nunca imaginé que me haría algo así metió mi pene a su boca.
Tengo que decir que mi pene no es grande para nada máximo 11 cm y muy delgado, y en ese tiempo no pasaba los 8 cm, cuando hizo eso me gustó tanto que gemí muy fuerte, obviamente debido al tamaño de mi pene mi hermano no tenía problema alguno para que le entre todo mi pene a su boca sentía como jugaba con su lengua y mi pene, no duré ni un minuto y terminé en su boca, él seguía mamando hasta que yo perdí mi pequeña erección, recién así la saco de su boca y en un pañuelo botó el poco semen que eyacule en su boca y me dijo esto:
-No te ofendas pero nunca hice sexo oral a un chico y con tu corrida pues… no resultó ser de mi agrado.
-¿Lo hiciste por mí?
-Dan, te amo y no es justo que solo yo disfrute.
-Gracias te amo.
Nos abrazamos y yo le pedí que vuelva a bañarse conmigo, no lo hacía para buscar sexo solo porque me gustaba que me abrace o diga cosas lindas.
Ese día preparamos todo para volver a Girona y tomamos el tren.
Hablamos mucho de que somos al final, quedamos en que éramos como novios, él era mío y yo era suyo pero nadie debía saberlo porque no entenderían nuestro amor y era eso lo que por lo menos yo sentía por él, amor y solo amor, ganas de estar con él compartir todo con él, mi hermano era el único que podía hacerme suyo, con el único que yo podría sentirme seguro y dormirme en su cuerpo.
Llegamos y las cosas fueron algo raras, teníamos que actuar frente a nuestros padres que éramos hermanos, todos los días cuidar que no nos vieran siendo cariñosos, me molestaba el hecho de que él no pueda hacerme el amor como tanto deseábamos.
Si bien mi padre trabajaba mi madre estaba en casa queriendo estar conmigo y mi hermano, en ese tiempo los únicos momentos para estar solos era cuando mi hermano me acompañaba a la secundaria, salíamos temprano para caminar lento y tener momentos cariñosos, cuando no había nadie él me besaba, daba caricias y teníamos platicas calientes de lo que haríamos cuando estemos solos.
Un día halando en el desayuno entre todos, mi madre dijo que una vieja amiga que tenía aquí en España la invitó a un viaje a Valencia por dos días, yo estaba eufórico dentro mío porque sabía que mi padre trabajaría desde la mañana hasta tarde pero mi padre le pidió a mi hermano que por favor lo ayude en el trabajo esos dos días, quería llorar por eso.
Esa noche yo estaba enojado con todo el mundo y solo quería dormir, no fui a cenar y mi hermano subió a nuestro cuarto porque sabía que me molestaba, abrió la puerta y entro, se sentó en mi cama, me abrazó besando mi mejilla y la comisura de mis labios y me pidió que me tranquilice, yo solo me puse a llorar muy despacio pero él se dio cuenta que lloraba porque mis lágrimas caían, no me dijo nada con la boca pero sus caricias en mi cuerpo me decían más que un millón de palabras, en eso entra mi padre y algo extrañado pregunta que pasaba me puse nervioso y no lo mire me quedé quieto pero mi hermano muy tranquilo y sereno le responde que yo me sentía mal y vino a ver que me pasaba, mi padre me preguntó que me pasaba y yo solo le dije que nada, y siguió insistiendo hasta que le dije que prefería estar solo, y mi padre se retiró llevándose a mi hermano a cenar.
Nuevamente me sentí triste sabiendo que ya era más de un mes que mi hermano y mi madre estaban en España y pronto tendrían que volver a Francia, al pensar en eso solo me puse a llorar como tonto, en eso sube mi hermano y entra a nuestra habitación y me ve con los ojos rojos, cierra la puerta poniéndole seguro para que nadie entre, apaga la
luz y se acuesta a mi lado, me levanta la cabeza y me ve muy fijo y me dice:
-¿Por qué estás llorando de esa manera?
-Tú lo sabes.
-¿Es porque mañana iré a ayudar a nuestro padre?
-No, tu pronto te irás y no podremos estar juntos, quiero que estés conmigo.
-Si me iré pero siempre estaremos juntos, ya te dije tu eres mío te amo Dan
Con escucharlo solo llore sobre él, el me abrazaba y mecía en sus brazos, me sentí más tranquilo teniendo ese contacto con él, nos besamos por mucho tiempo y yo tenía miedo que alguien entre pero recordé que estaba con seguro, aun así nunca puse seguro a mi puerta y tenía miedo que mi padre quiera entrar, no pueda hacerlo y sospeche, quise levantarme para quitarlo pero mi hermano no me dejó y me convenció que lo deje así, él se quitó la ropa y se puso ropa de dormir, recuerdo que tomo mi ropa y él me quitó la ropa que traía y me la cambió por mi ropa de dormir, nos acostamos en mi cama y nos volvimos a besar por mucho tiempo, acariciándonos y yo me acomode para que me abrace y como en Barcelona volvimos a dormir abrazados y toda mi tristeza desapareció cuando él se pegó a mi cuerpo.
Al día siguiente me despierto y él me tenía prisionero en sus brazos, era una cárcel de la cual no quería salir nunca, ya era hora de despertarse yo tenía que ir al liceo y mi padre saldría en cualquier momento con mi hermano, no quería despertarlo, mi cabeza pegada a su pecho escuchaba su corazón, el calor de su cuerpo pegado al mío me daba seguridad, el aroma de su cuerpo era muy placentero como si se tratase de una droga, mis pensamientos fueron sacudidos cuando escucho a mis padres pelear como de costumbre, ni divorciados dejaban de hacerlo, y despierto a mi hermano para que se levante, quité el seguro de la puerta por si mi padre quería entrar, desayunamos todos, luego subimos al auto de mi padre mi madre sube su maleta para su corto viaje, primero me dejan a mí en el liceo dejándome claro que estaría solo hasta tarde.
Fueron las clases más sombrías de mi vida, no prestaba atención a nada y pensaba en mi hermano cada segundo.
Cundo ya estaba en casa fuí a mi habitación y veo la ropa de mi hermano siento un nudo en mi garganta al saber que ese día podría haber sido un día mágico, no pienso mucho y llamo al celular de mi papá y me contesta:
ÉL: – ¿Hola?
YO: – Hola papá, ¿dónde estás, estás en la oficina o la planta?
ÉL: – Estoy en la planta, ¿estás bien?
YO: – No, me duele mucho la cabeza ¿podrías venir tú o enviar a mi hermano?
Sabía que si estaba en la planta no podría parar su trabajo ya que mi padre es ingeniero civil y es quien dirige la construcción de una planta.
ÉL: – Dan no puedo ir, llamaré a mi amigo José para que vaya a la casa y te vea.
YO: – No, ven tú o envía a Felix e iremos al doctor.
ÉL: – Bueno Dan yo no podré ir, tu hermano Felix está en camino.
YO: – Gracias.
Sabía que si venía mi hermano tendría que ir a ver al amigo de mi papá José para que me viera porque él es médico y se me ocurrió decir tenía mucho trabajo en el liceo y no dormí bien estos días, así el amigo de mi padre relacionaría eso.
Fue como una hora de espera por mi hermano pero llegó, lo vi acercarse a la casa, abrió la puerta y salte sobre él y lo abracé, él me abrazó y me beso en la boca, me pregunto si estaba bien, le dije que era mentira lo de la llamada, le expliqué mi plan y salimos a ver al amigo de mi padre, fingí frente a él tener dolor de cabeza y le di las posibles causas, no me vio tan mal y me dio unas pastillas para el dolor.
Salimos del consultorio y volvimos a casa, apenas entramos a casa él me tomó violentamente por la cintura, y me besó muy excitado, besó mi cuello y yo con ganas de ser nuevamente suyo le quité su playera dejando ver su hermoso torso que me excitaba tanto, me dijo que pondría seguro a las dos puertas de ingreso que lo espere arriba, fui corriendo a mi habitación y como si mi vida dependiera de eso me quite toda la ropa, sin dejarme nada, quería que me hiciera suyo en ese momento pero también quería disfrutarlo mucho tiempo, escuché que subía las gradas y yo me oculté tras la puerta, él entró y no me vio, lo abracé por atrás él se dio vuelta y me dijo:
ÉL: – Dan quería verte así hace mucho.
YO: – Aquí me tienes.
Ahora el tomo de mi culo me pegó a él, me besaba apasionadamente mientras sentí sus manos muy inquietas apretando mis nalgas, y uno que otro dedo acariciando mi ano que tenía ganas de sentir nuevamente su pene, me levantó por las piernas como si me tratase de un muñeco y me besaba teniéndome contra la pared y él, lo tomé por su cuello presionando su cabeza para que me bese en la boca o el cuello, y así lo hacía mientras metía la punta de sus dedos en mi ano, me tiró a la cama y se bajó el pantalón que aún lo traía puesto dejando notar en su bóxer su pene que estaba más crecido y duro que nunca, se quitó los pantalones y yo fui el encargado de bajarle el bóxer que cuando se lo quité dejó caer su pene grueso y muy duro, estaba tan desesperado que rápidamente lo metí a mi boca, era para mí una adicción sentir ese gran monumento en mi boca emanando sus deliciosos fluidos, se la mamé con fuerza saboreando todo, él estaba tan excitado que me tumbó en la cama y se acostó sobre mi cara con su pene en mi boca y hacía movimientos como si mi boca fuera mi ano, lo escuchaba gemir como nunca, y era la primera vez que sentía salir de su pene tanto liquido pre seminal que tomaba con el mayor de los gustos, apenas podía respirar debido a la posición en la que él me tenía mamando su pene, dio un gemido muy fuerte y sentí nuevamente su leche que entro a lo más profundo de mi garganta, lo tome de inmediato y cuando ya no salía más semen la quitó de mi boca, me decepcioné bastante porque había terminado sin penetrarme, pero ahí no quedó todo, saco vaselina y me puso de cuatro, pensé que su pene bajaría de tamaño pero realmente no bajo mucho, solo se puso algo más flácida, estando de cuatro, me abrió las piernas y con vaselina metía sus dedos como la primera vez, entraban con mucha facilidad dada mi excitación me lubricó muy bien y se puso en frente mío con su pene en mi cara y me dijo que la mame nuevamente, y así lo hice, la mamé con fuerza muy excitado y su pene nuevamente se puso muy duro y grande, lo quitó de mi boca, se fue a mi culo se acomodó yo deje caer mi pecho a la cama dejando mi culo levantado para que lo penetre, mi hermano tomó su pene dirigiéndolo a mi ano y sentí como entraba, poco a poco lo metía abriéndome el culo, di gemidos esta vez de puro placer hasta sentir que su grueso y grande pene entró por completo, me follaba con un ritmo que me volvía loco, tenía contracciones en mi ano que hacían que él gimiera y a en mi provocaban un placer extremo, entraba y salía de mi ano dejando a su paso un placer infinito que me hacían gemir muy fuerte, mi hermano estaba nuevamente excitado quizá por tanto tiempo sin sexo y dejó caer todo el peso de su cuerpo sobre el mío, ya mi cintura estaba pegada contra la cama y por otra parte contra su pene, era un placer muy grande el que sentía, una corriente que invadía mi cuerpo y nuevamente mi hermano logró que eyacule sin necesidad de tocar mi pene, di gritos muy fuertes de placer, mi hermano poco después de que tuve un orgasmo y se vino dentro mío, inundando mi ano de su preciado semen, saco su pene dejando salir su leche y nuevamente me penetro.
Y la dejó dentro mío hasta que perdió firmeza, nos besamos muy apasionadamente y mientras él lo hacía sentía caer su leche que salía de mi ano, por morbo llevé mi mano a mi culo y toque mi ano que estaba muy lubricado por su semen y a la vez estaba cerrado pero estaba tan dilatado que podía meter mis dedos y se abriría fácilmente, me sentía suyo por completo, mi cabeza tenía clara que mi hermano era mi hombre, y mi culo sabía que debía abrirme para él las veces pudiera hacerlo, sus labios y su lengua eran un manjar que él metía en mi boca, nos besamos un largo tiempo y yo viendo la hora me di cuenta que hicimos el amor por casi dos horas, ya estaba oscuro por completo, nos levantamos y nos bañamos, planeamos que haríamos el día de mañana con mucha lujuria sobre todo de su parte, no nos cansábamos de decir lo mucho que nos amábamos, limpiamos todo al salir, quitamos los seguros de las puertas y preparamos la cena, estaba tan perdido en contemplar a mi hermano que no me di cuenta que mi padre me había llamado más de 20 veces, sabía que tendría problemas pero no me importaba, el hacer el amor con mi hermano me quitaba cualquier preocupación.
Cenamos, fuimos a besarnos y tocarnos a la cama hasta que nuestro padre llegue, solo estando con él supe que al tener sexo con mi hermano no era por lujuria, era porque nos amábamos.
Bueno espero os haya gustado este relato con mi hermano, sé que por momentos sueno muy romántico y cursi, pero me gusta mostrar eso y no así solo el sexo, prefiero mostrar las dos partes de mí, si tenéis comentarios estaré feliz de poder leerlos así sean buenos o malos.
SI os gusto podéis hacérmelo saber por vuestros comentarios y si no, podéis decirme cómo puedo mejorar.
comos igue por faovr
comos igue por faovr
Hola, de casualidad no esta en esta página la cuenta del usuario que escribió originalmente este relato? quiero saber más sobre lo que paso después