Mi hermano mayor y mi primera vez
Ver a mi hermano mayor follar con su novia encendió en mi las ganas de tener sexo por primera vez..
No se otras chicas pero yo, recuerdo mi primera vez como un evento sin comparación, recuerdo a qué olía, como me sentía, las sensaciones en mi piel, el dolor, el placer, cada cosa con lujo de detalle. Esta historia se dio hace 12 años, pero se empezó a «fraguar» hace 13. Eran finales de 2008, yo contaba con apenas 11 años, iba en la primaria y la verdad nunca fui la chica popular, o la más bonita o inteligente, era promedio, mis hermanos mayores estaban en secundaria y prepa, y el menor tres años atrás en la misma escuela.
Todo comenzó en octubre, en una fiesta familiar, en donde mi hermano Omar llevo a su novia de aquel entonces; a mitad de la fiesta se desapareció en la bodega del jardín, lugar al que yo fui de manera inocente y sin saber lo que iba a ver.
Aclaro, para este momento y a pesar de mi corta edad, yo ya sabía lo que era el sexo, también sabía masturbarme, lo hacía con mis almohadas, con mis peluches, a veces me tallaba en el sillón e incluso llegué a hacerlo en la pierna de mis hermanos.
Regresando, ahí voy como mensa a la bodega, cuya ventana estaba cubierta, pero la puerta apenas entrecerrada; recuerdo que en un principio, solo apoyé la oreja, quería saber que hablaban pues se me hizo raro que se fueran, no escuché muy bien del todo, pero si un par de frases, -ponte el condón, ponte en cuatro, me quiero venir adentro- y cosas así fueron las que escuche, no estaba familiarizada con estas frases, así que mejor abrí lentamente la puerta, y me asome. Ahí estaba mi hermano mayor, con la verga bien parada y metiéndosela a su novia, ella gozaba del pito de mi hermano estaba empinada y con las tetas de fuera, supongo que una niña normal se habría espantado y hubiera salido corriendo de ahí, pero no amigos, Kitty no es una niña normal, Kitty se quedó a ver a su hermano coger, la verdad es que poco a poco comencé a humedecerme, no podía dejar de ver a esa chica recibiendo la verga de mi hermano, y no dejaba de admirar cuan gruesa era esa verga, más pronto que tarde, caí víctima de las circunstancias y comencé a sobarme la panochita, frote mi clítoris mientras tapaba mi boca, no era la primera vez que lo hacía, pero hasta esa vez nunca había sentido tan rico hacerlo, habrán pasado unos cinco minutos desde que llegué, cuando de repente, un grito nos espanto a los 3.
– Kitty!! Kitty!!
Omar saco su verga rápidamente del hueco de su novia, la novia como loca se acomodo el vestido, y yo con el susto me deje la panocha en paz, me subí el calzón y salí haciendo ruido.
– Mandé mamá!!- conteste, cerré la puerta dando al traste con la discreción, y me metí a la casa. Ese día no paso más.
Las cosas transcurrieron normalmente los próximos meses, yo seguía siendo impopular, me seguía masturbando en las noches, y fantaseaba mucho con la verga de mi hermano mientras me dedeaba imaginaba su verguita dentro de mi, así pasaron las cosas hasta abril, mes de mi cumpleaños número 12. No se que pasó amigos, pero de la noche a la mañana me comenzaron a crecer las tetas, me crecieron las caderas y las nalgas, y de un día para otro, todos mis compañeros de la escuela comenzaron a hablarme, por fin era popular, era según muchos de mis compañeros la más bonita, y también la más «buena», así que atención nunca me volvió a faltar, era ya el último año de primaria, así que mis papás decidieron hacerme una fiesta de cumpleaños con mis compañeros, misma fiesta a la que no faltó nadie, y en la que más de uno se quiso propasar conmigo, nunca he sido una santa, y la verdad es que me deje toquetear por algunos chicos, ese día me desearon, mordisquearon mis tetas he incluso logré ver más de una pequeña y lampiña verga. Al final de la fiesta, yo estaba feliz, y mis papás nunca se enteraron. En la noche, me tocó recibir los regalos de mis hermanos, Alan me regaló un dibujo, a sus diez años creo que era lo mejor que podía darme, Diego me regaló una flauta, si mi famosa flauta que me ha dado miles de orgasmos y que es mi mayor confidente, y Omar me dijo que su regalo sería muy especial y tendría que esperar un par de semanas para recibirlo, así que quede muy emocionada.
Pasó el par de semanas, y mi regalo llegó, un lindo violín, no se cómo, pero Omar atino en su regalo, aún tengo ese violín y lo aprendí a tocar, no soy la gran maestra pero me defiendo. Después de recibirlo, abrirlo y emocionarme por el regalo, fui corriendo al cuarto de Omar para agradecerle, sin avisar abrí la puerta y entre, solo para recibir un regaño pues estaba ocupado. Ustedes comprenderán que una niña a esa edad y con esas circunstancias se suelta a moco tendido, así que salí corriendo y llorando con rumbo a mi habitación, después de eso me quedé dormida, quién sabe cuánto tiempo hasta que me despertó Omar, verlo ahí me asusto, normalmente nadie entra a mi habitación, pero ahí estaba él tratando de reconfortar a su hermana, bueno hacia el intento al menos, Omar siempre ha sido muy tosco pero se que a su manera me quiere, en fin volviendo a lo que nos interesa, comenzamos a platicar, me pidió disculpas y estuvimos hablando por largo rato, hasta que llegamos al tema de su novia, para ese momento ya habían terminado, pero no por ello dejo de preguntar.
– Kitty, dime la verdad, ¿Me viste cogiendo con Juanita? ( No se llama así, pero no nos interesa tampoco)
– Mmmm… (¡Rayos! Tienes el tacto de una roca)
– Kitty… Sé que estabas en la bodega del jardín, no te había visto, sino hasta que saliste haciendo todo el ruido del mundo.
– Mmmmm… Solo vi poquito, de verdad te lo juro
– No mames Kitty, por qué?
– Lo siento…
Omar hizo un gesto raro,» se puso de pie y salió. Como sea, esa noche volvimos a hablar después de cenar, está vez, toque la puerta de su cuarto antes de entrar, me dijo que pasará y eso hice.
– Ahora que quieres
– Hablar
– ¿Sobre que?
– Lo del jardín ¿Estás molesto?
– si, mucho en realidad
– Lo siento, me gano el morbo
– No mames Kitty, eres mi hermana, si fueras alguien más no habría problema, pero tú…
– Yo que?
– Pues eso, eres mi hermana.
– Ya se, pero de verdad te juro que me gano el morbo, verte ahí cogiendo me puso a mil
– ¿A tu edad? Cómo que a tu edad vas a estar a mil, no digas cosas
– Si, a mi edad, no soy un bebé, ya tengo 12
– Eres una niña y ya, dejemos el tema.
Obviamente, soy muy necia y no deje el tema en paz, hasta que sin saber cómo, terminamos hablando de masturbación.
– Omar… Déjame mirarte ¿si?
– Estás pendeja
– Anda, y yo te dejo mirarme
– Kitty, deja de hablar estupideces
Mi hermano no terminaba su frase, cuando me puse de pie, baje mi pantalón y le enseñe los calzones, Omar comenzó a reir, vio mis calzones de gatitos, y en automático contesto,
– Ves como eres una niña aún
– Eso no significa nada.
Rápido me baje los calzones y dejé mi rajita al aire. Mis pequeños vellos se hacían notar y sentí la mirada de mi hermano entre mis piernas. No paso nada más esa noche, pero las cosas estaban claras, mi hermano mayor y yo terminaríamos cogiendo tarde o temprano.
A la mañana siguiente, me levanté temprano para ir a la escuela, como de costumbre me metí a bañar e igual que siempre aproveche para sobar mi clítoris bajo el chorro del agua, recuerdo que cerraba los ojos e imaginaba la verga de mi hermano abriendose paso en mi interior, apenas 5 minutos tarde para venirme. Ya en la escuela, me la pasé pensando en alguna forma para terminar enredada con mi hermano, todas mis ideas parecían buenas en mi cabeza, pero la realidad es que todas estaban basadas en tantos videos porno que había visto.
Habrán pasado un par de semanas, hasta que por fin se dio la oportunidad que esperaba, resulta que Diego iba a ir a una especie de concurso en otro estado, así que el, Alan y mis papás se fueron por 4 días, mismos que yo iba a estar sola con mi hermano Omar y que obviamente aprovecharia para por fin hacer que me cogiera.
El jueves en la mañana, me levanté como siempre, me metí a bañar me di una rica masturbada y salí completamente desnuda hacia mi habitación, Omar ya estaba despierto, buscaba algunas cosas y claro que me vio, trato de disimular, pero de verdad, les juro que pude sentir la mirada de mi hermano mayor, atravesé la sala lo más despacio que pude, me asegure de mover las nalgas y de dar pasos firmes para que mis tetas rebotaran lo suficiente, alcance a ver cómo mi hermano levantaba su mirada como resistiendose a admirar el cuerpo desnudo de su hermana menor, resistencia que no duró mucho pues más pronto que tarde levanto la cabeza, yo me dirigí a mi cuarto, abrí la puerta y entre, apenas cerré la puerta deje de contenerme, mi corazón estaba a mil y sentí mi vulva palpitar y como se humedecía poco a poco, rápidamente tome mi flauta y me la metí, no tarde ni dos minutos en venirme, estaba tan exititada que ni siquiera guardé silencio, gemi como nunca lo había hecho y al venirme di un pequeño grito, apenas termine me vestí y baje rápido a desayunar, Omar no dijo ni una sola palabra, me llevo a la escuela, se fue a la suya y así quedó todo hasta la tarde.
A la salida, vi el auto de papá y rápido fui a subirme:
– ¿Que tal tu día Kitty?
– Bien, supongo…
– Vas en la primaria, ¿Como que supones?
– detesto a mis compañeros, son unos inmaduros
-a los 12 años… ¿Cómo crees?
– ja ja… Que gracioso eres hermano… Vamonos ya
– tengo ganas de un helado ¿y tú?
– prefiero unas papas a la francesa.
Encendió el auto y fuimos a comprar el helado y las papas, no platicamos mucho, hasta que llegamos a la casa.
Siempre he acostumbrado que al llegar de la escuela me cambio de ropa, normalmente me pongo mi ropa holgada para estar cómoda, esa vez no fue la excepción, llegando a casa, baje del auto rápido, subi a mi cuarto y saque la ropa que me iba a poner, estaba a punto de desvestirme cuando se me ocurrió dejar la puerta completamente abierta, Omar también subió, para llegar a su cuarto tiene que pasar frente al mío, así que cuando escuché que subía las escaleras, rápidamente me acomode, me puse de espaldas a la puerta, desabroche mi falda, la deje caer y baje mi calzón empinandome, puse mi culo al aire y en esa pose pude ver cómo mi hermano paso y paro, admiro mi culo por un instante, retrocedió un poco para esconderse y seguir mirando; ¡Por fin! Pensé, ahora sí está mirando, rápidamente me incorpore, me quite la blusa, desabroche mi sujetador y libere mis tetas, rodee mi cama, fui a mi comoda y así desnuda comencé a sacar ropa como tonta… Encontré un short que normalmente usaba para dormir en época de calor, y una blusa blanca que se transparentaba bastante, de nuevo rodee mi cama, me senté en ella y abrí mis piernas, seguí simulando que mi hermano no estaba ahi, y de reojo pude ver qué efectivamente no se había ido aún, con mis piernas abiertas, frote un poco mi vulva, luego sobe mis tetas, y por último me vestí… Apenas termine, Omar tomo camino a su cuarto, cerró la puerta y no salió en un rato.
Yo opte por bajar a la sala y aprovechar para tocarme una vez más. Ustedes perdonarán pero hacerme la paja es algo que disfruto bastante.
Dio la hora de la cena, y Omar bajo a preparar la comida, cenamos en completo silencio, ni una sola palabra salió hasta el día siguiente.
El viernes, de nuevo salí desnuda del baño, pero está vez mi hermano no disimuló nada, me barrio con su mirada, pude sentir como sus ojos me penetraban, y eso me puso bastante caliente, solo que esa vez, opte por contenerme y no masturbarme, la rutina fue la misma del día anterior, Omar ya no disimuló en la tarde, se quedó en la puerta y me vio desvestirme y vestirme, cenamos y me preguntó
– Kitty, ¿Quieres hacer algo mañana?
– Es sábado, lo que sea está bien…
– Ok.
Esa noche, dormí desnuda, a deshoras de la madrugada, algo me despertó, yo estaba bien encobijada, o al menos eso creía, pues sentí frío en mis nalgas, escuché una respiración agitada, y me quedé quieta, era mi hermano Omar, se había metido a mi cuarto en la noche, había destapado mis nalgas y se estaba masturbando, me quedé petrificada, moría de nervios, quería voltearme y ver, pero sabía que si lo hacía Omar podría salir corriendo, opte por dejarlo acabar. A cada minuto su respiración se escuchaba más agitada, hasta que por fin termino, lo supe por qué sentí algo caliente en mis nalgas, acto seguido comenzó a sobarlas y embarrar su semen en mi, al tiempo, en voz baja me decía cosas, «hermanita putita», «que ricas nalgas», «ya te mereces una buena cogida». Se quedó ahí un buen rato, destapó un poco más, yo moría de frío pero me aguante con tal de hacer durar ese momento, lentamente me di la vuelta quedando boca arriba, en ese momento Omar jalo el cobertor y dejo mis tetas al aire, pellizco mis pezones, jugo un poco con mis tetas, no se cuánto tiempo habrá sido, pero en cuanto salió, rápido me acomode, toque mis nalgas que seguían un poco húmedas y comencé a dedearme, no me vasto y use mi flauta, me masturbe con tanta intensidad y mi orgasmo fue tan grande, que quede exhausta y me dormí con la flauta metida.
A la mañana siguiente, yo esperaba que por fin pasara, y me quedé esperando pues no paso nada. Omar invito a sus amigos y se la pasaron todo el día ocupados, bebieron, comieron e hicieron su desmadre, mientras yo encerrada en mi cuarto con una gran frustración, a la noche, esperaba que se repitiera la visita de mi hermano, lo cual nunca sucedió, me dormí bastante molesta.
El domingo desperte temprano, me quedé en la cama pensando, mis papás llegaban el lunes por la mañana, así que si iba a pasar algo entre mi hermano y yo, tenía que ser ese día si o si. Decidida, salí de mi habitación, entre a la de Omar que seguía dormido, y que obviamente despertaría crudo, apenas entre pude ver qué ni siquiera se había quitado la ropa -genial, dificultades- yo dejé de crecer a los trece, me quedé en una tierna estatura de 1.49 , y Omar pues no es muy alto pero, para alguien de mi tamaño moverlo sería una labor pesada, cómo pude, lo voltee y lo puse boca arriba, le quite zapatos y calcetines, desabroche su cinturón y pantalón, cómo pude lo deje en boxers, y al final, esa verga con la que había fantaseado desde hacía tantos meses estaba a una pedazo de tela de mi, recuerdo esos momentos a la perfección, tome su pene flácido por encima del boxer, se sentía suave y duro, grueso, lo apreté poco y sentí raro, lo frote ahí mismo, y mi hermano no reacciono, frote su abdomen, su pecho, sus muslos, no podía creer lo que estaba haciendo, estaba tan nerviosa que podía escuchar y sentir los latidos de mi corazón, seguí así por unos segundos, en mi mente solo estaba la imagen de mi hermano y su novia cogiendo, mi entrepierna se humedecía, y finalmente me decidí, con las manos temblando baje su boxer, y lo deje completamente desnudo, ahí estaba su verga, más grande, venosa y gruesa de lo que recordaba, la mire por unos instantes, y la toque de a poco, primero el tronco, con suavidad la puse entre mis manos, la acaricie y pude sentir como de a poco, se ponía dura, creí que estaba despertando por la reacción, pero no, continúe sobando y acariciando semejante trozo, se puso en estado «semi erecto» y pude apreciar como sus venas se hinchaban, quedé admirada y pase a sus testículos, guardados en un suave y terso escroto, colgando, uno más grande que el otro y ambos con su piel brillosa, en ese momento mi vagina escurría, estaba tan exititada y solo alcance una almohada para ponerla entre mis piernas y frotarme, seguí explorando el cuerpo de Omar, acariciando tanto cómo pude, besando hasta donde me atreví, hasta que un ruido en la sala me asusto, quedé estupefacta, y justo cuando me iba a parar para ver qué había sido, mi hermano despertó -te tardaste mucho Kitty- mi piel se erizo, yo quedé congelada, y apenas voltee vi el rostro de mi hermano, con una mirada pícara y una sonrisa perversa, me tomo de la mano y me jalo hacia el, quede justo encima de su cuerpo -no sabes hermanita, las ganas que tengo de cogerte- sentí su erección completa en mi abdomen, y sus manos recorriendo mi espalda, yo no sabía que hacer, había esperado eso por meses y no sabía cómo reaccionar; Omar me aventó con fuerza, quedé boca abajo en la cama, se acomodo sobre mis piernas y comenzó a sobarme las nalgas, a besar mi espalda a jugar con su gruesa verga en mi colita, se agachaba y me hablaba al oído -que te crees exibiendote como puta enfrente de tu hermano- me dio una nalgada y puso su verga entre mis piernas, fue tan emocionante sentir ese tronco -has estado buscándome Kitty, y hoy voy a cumplir tu deseo- se quitó de encima, se fue a la orilla de la cama, me jalo de las piernas hacia el, me dio la media vuelta y se abalanzó sobre mis tetas, sentir su boca jugar con mis pezones, mordisquearlos, yo chorreaba, Omar bajo poco a poco, beso mi vientre y llegó mi vulva -te mojas como puta hermanita, mira nada más estás chorreando- yo moría de vergüenza tenía a mi hermano mirando mi conchita mojada, pero apenas tuve tiempo de hacer algo más, metió un dedo y comenzó a chuparme, de inmediato sentí una descarga, fue una sensación indescriptible, tome la cabeza de Omar y la pegue con fuerza, perdí el pudor con facilidad, acaricie su cabello y son darme cuenta ya estaba gimiendo, el abrió mis piernas, dejo mi conchita al aire y beso mis muslos son descuidar mi vulva que engullia feliz. De pronto, se puso de pie y admire el cuerpo desnudo de mi hermano en todo su esplendor, se verga era mucho más gruesa se lo que recordaba, su glande rosado y mirando al techo, su abdomen definido y sus brazos gruesos, sus piernas sus nalgas, solo con verlo me emocione como nunca, abrí mis piernas tanto cómo pude, doble las rodillas y espere a que el me tomará, con delicadeza me tomo por la cintura y me acerco más hacia el, su verga quedó justo a la entrada de mi vagina, yo tenía una mezcla de emociones, ya quería sentirlo y al mismo tiempo estaba muerta de miedo y encima tenía un cierto sentimiento de culpa. Omar por otro lado, lo estaba disfrutando, froto se pene por toda mi vulva, mis jugos llenaron su herramienta, jugueteo con mis pechos, beso mi cuello, sobo mis nalgas, hizo todo lo que yo había fantaseado hacia meses, y de repente sin decir agua va, de una sola embestida metió su grueso pito dentro de mi. No voy a mentir, para ser mi primera vez fue realmente doloroso, lanze un grito de dolor, Omar tiene un pene muy muy muy grueso, y el muy bestia se pasó por el arco que era mi primera vez, una vez teniendolo adentro, se quedó ahí, inmóvil, no sé si por el grito que di, o por que tuvo algún cargo de conciencia, acercó su rostro al mío, se quedó inmóvil por unos segundos y después susurró -perdon por lastimarte Kitty, pero necesitas aprender por las malas- acto seguido me beso, primero un beso en la mejilla, luego uno en los labios y después un beso de lengua tan caliente que me moje aún más, tanto que hasta el dolor se me olvidó, comenzó a moverse despacio, bombeaba con delicadeza, gemía mi nombre, y después comenzó a darme duro, sin contemplación alguna, sus huevos chocaban con mis nalgas, mis tetas rebotaban, yo gemía de placer, lo abrazaba con mis piernas, goce cada centímetro de su grosor, casi podía sentir cada vena marcada entrando en mi, gemi, aulle, grite de placer, el dolor había desaparecido por completo, todo era gozo, sus labios jugando con mis pezones, sus manos sobando mis nalgas, y el bombeando vigorosamente a su hermanita menor, de repente paro, saco su verga de mi interior, se incorporo y me jalo a la orilla de su cama, recuerdo a a la perfección como tomo mis piernas y comenzó a besar desde mis pies, bajando por mis piernas y muslos hasta llegar a mi vulva empapada, pasó su lengua por mi clítoris y yo gemi, subió a besar mi ombligo, lamió entre mis pechos, beso mis tetas una a una, subió a mi cuello y de nuevo me beso en la boca, se separó y tomandome con fuerza me dio media vuelta, la verdad es que yo estaba perdida de placer y no sabía que iba a pasar, Omar abrió mis nalgas, metió un dedo en mi vagina, acaricio y beso mi espalda y después me preguntó si me estaba gustando, obviamente respondí que sí, me dio una nalgada, de una embestida volvió a penetrarme, así empinada, lo sentí más adentro, sentí toda su fuerza en cada embestida, y ahora sí podía sentir cada tramo de su carne abriendome, perdí la noción del tiempo, quizás fueran 5 minutos o 10, pero ese día tuve mi primer orgasmo teniendo sexo real, seguido de 3 más, mi hermano bombeo hasta venirse una primera vez dentro de su hermanita, despues de ese primer orgasmo yo había quedado exhausta, y Omar también, yo quedé boca abajo y el encima de mi, cuando se quitó, me di la median vuelta, y de nuevo pude ver ese cuerpo desnudo, a la vez que el miraba el mío. Descansamos un rato, luego me dispuse a darle sexo oral, el primer pene en mi boca iba a ser el de mi hermano, lo chupe tratando de emular los tantos videos que había visto, logré ponerlo duro, aunque nunca conseguí que se viniera en mi boca, en lugar de eso, me sentó en sus piernas, acomodo su verga y así, de frente a el comencé a cabalgar, mis tetas botaban, mis nalgas chocaban con sus piernas, mis brazos rodeaban su cuello y su cara se hundía entre mis pechos, así estuve montando a mi hermano hasta que llegó mi segundo orgasmo, así quedamos acostados, el comigo encima, para el tercer tiempo yo estaba muy cansada, y Omar apenas si se veía cansado, así que ahora le tocaba de nuevo a el, está vez, sería algo más tradicional, una pose de misionero común, muchos besos y un último orgasmo mutuo para ambos, para cuándo terminamos ya era más de medio día, yo tenía la panocha un poco irritada, las nalgas adolorida y los pezones hinchados, pero estaba tan feliz de al fin haber logrado mi objetivo, Omar bajo por algo para desayunar ambos, yo me quedé desnuda en su habitación, y mientras el subía me puse a admirar mi cuerpo desnudo en su espejo, mire cada centímetro de mi piel y me sentí increíblemente sexual, sexy, buena, bonita. De repente, escuché a mi hermano decir, estás riquísima hermanita hermosa, se acerco, me abrazo y me dio un beso en la boca. Un rato después me dijo que sus amigos seguin dormidos en la sala, pero eso es para otra historia, por ahora lo dejamos hasta aquí, así fue mi primera vez, y se los juro, no me arrepiento de nada.
Un saludo a todos, les mando besitos y ya saben, si les gusta mi relato háganmelo saber, y si quieren que les cuente alguna otra experiencia sexual que tuve, también dígamelo
Besitos Kitty
Fantástico relato me hizo acabar 3 veces, sigue subiendo más
Wow! Que bueno que te gustó, ojalá hayas leído los demás xD
Hola Kitty, me encantó tu relato, fue bastante distinto a como pasó con mi hermana pero en realidad está riquísimo, te felicito, lo relataste muy bien, me masturbé 2 veces leyéndolo
Que rico xD
Me alegra que te guste, ojalá puedas leer los demás.
Besitos 💋
Uff que ricos están todos tus relatos, me calientan mucho, ojalá y sigas contando más. Saludos.
Gracias por leerlos, me alegra que te gustaran. Sigo escribiendo otras experiencias, las hire publicando pronto.
Besitos 💋
Genial, que hubiera dado por una hermana como tu, a la espera de más relatos
Wow! No sé que responder.
Pronto publicaré más.
Yo quiero ser tu amigo oara siempre jajajaja pero no se como buscarte oara no meterme en problemas… pero tengo historias similares
Mi contacto está en la página de mi perfil, siempre que seas respetuoso y educado serás bienvenido.
Muy rico relato me masturbe 3 veces solo de pensar como eres pero los enlaces a tus fotos ya no están disponibles pero nuevamente que rico relato