Mi Hermano mayor y YO II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi hermano cambió un poco conmigo, pues me miraba con pena, hoy en día se que era pena, en ese momento lo veía como rechazo, mis padres llegaron y todo parecía normal en la casa. En ese momento los tres hermanos dormíamos en un solo cuarto, los cuartos eran muy grandes. (Olvide decirles que tengo una hermana con síndrome de down) mi pensamiento no olvidaba detalle de lo que había vivido con mi hermano mayor días atrás cuando nos bañamos juntos y se me ocurrió pasarme para la cama de mi hermano, el ya dormía, pero apenas sintió mi presencia dio un salto.
-¿Que estas haciendo aquí cabezo? -Vete para tu cama
-!No, tengo miedo de dormir solo! (Hoy en día pienso que era mi estrategia, fingir miedo)
-!Pero me vas a orinar la cama!
-Yo traigo mi plástico (Yo usaba un plástico con una cobija gruesa para que no se pasara el orine para el colchón)
-Pero me vas a orinar
-Mañana nos bañamos como la otra vez.
Mi hermano se molesto y me pidió que no volviera a decir eso, que nadie podía saber que nos habíamos bañado juntos porque a papá no le gustaba eso. (Mi padre es un poco machista)
-Bueno, ve a traer tu plástico-
Fui a traer mi plástico y cobija, no tarde mucho porque mi cama quedaba al lado de la de él.
-Leo, abrázame, tengo frió-
En ese momento mi hermano me empezó a acariciar la espalda, el cuarto estaba completamente oscuro, tener los ojos abiertos o cerrados era prácticamente lo mismo, no se veía absolutamente nada; pero si podía sentir que su respiración se aceleraba un poco y el empezaba hacer movimientos extraños, me di cuenta que estaba boca abajo y su mano izquierda estaba paseando por mi cuerpo, pues no sólo se dedico a tocar mi espalda, sino a pasar su mano por mis nalgas, por mis piernas; hasta que me bajo la pijama azul junto el interior; fue ahí cuando me dijo que bajara mi mano y me la puso en su pene, ya estaba húmedo o tenia saliva, no lo se, me pidió que lo apretara y que en momentos le tocara los testículos.
En este momento de mi vida no recuerdo si yo estaba erecto, pero lo que si recuerdo es que me encantaba lo que me hacia sentir con su respiración cerca de mi cuello; sus dedos recorrían mi ano y a medida que me pasaba los dedos con saliva me abría las piernas; hasta que no aguanto mas; me levanto y me acostó encima de él, los dos quedamos boca arriba e intento penetrarme, pero solo me rosaba su pene por mi ano, por un momento se desespero y cerro mis piernas y fue cuando empezó a pasearme su pene entre mis nalgas como si me estuviera penetrando, había momentos que sentía un poquito de dolor, debía ser que intentaba entrar, pero recordemos que era un niño de 8 años no podía hacer mucho, ya que él era un hombre de 15 años.
-Uffff que rico, me vengo, me vengo-
fueron las ultimas palabras que dijo cuando empece a sentir algo caliente que chorreaba mis nalgas, era mucho, yo intente salvarme de la orinada, pero el empezó a temblar y me dijo que me quedará quieto.
-Me estas orinando, viste que malo eres-
-(Risas) No cabezón, es lo mismo que bote la otra vez, eso es algo que botan los hombres-
-Pero yo no boto eso-
-Estas muy niño, aun, baja la voz que puedes despertar a mis papás- Quédate aquí ya vengo-
Colocó una toalla en la orilla de la puerta del cuarto y se dirigió al baño, encendió la luz y tomo el rollo de papel, se acerco a mi y me dijo que abriera las piernas; así lo hice y empezo a limpiarme todas las nalgas, llegó un momento que me empezó a tocar el ano con un dedito y me preguntaba si me dolía, por supuesto no sentía dolor.
-Vamos a dormir que mañana tenemos clases-
-Yo no quiero ir a la escuela-
-(Risas) pero tienes que ir- ¿Me prometes algo?
-¿Que?
-Que no le dirás nunca a nadie esto-
-Te lo prometo-
Ese día nos quedamos dormidos pero tres horas mas tarde me levante gritando, mis padres llegaron al cuarto y yo estaba brincando en la cama, mis padres encendieron la luz y asustados me preguntaban que tenia, mi papá miraba a mi hermano mayor con cara de interrogatorio, yo lo único que pedía era que me quitaran el suéter de mi pijama y les señalaba la axila, mi mamá me lo quito y cuando levante el brazo, salia una hormiga grande ahí; yo pensaba que era una cucaracha, pues cuando dormía soñaba que algo en mi axila me mordía y debí haber estado gritando dormido porque cuando me di cuenta mis padres ya estaban en la habitación.
En este momento pienso que mi hermano tuvo que haber estado asustado, pues pensando que el dolor venia de otra parte de mi cuerpo y que eso haría que descubrieran nuestro romance.
Gracias por leerme y espero me escriban, mañana trataré de escribir mis dos ultimas relaciones con mi hermano mayor, ya que se aproxima el final de nuestro romance y se van a impactar por las razones.
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