Mi hermano, mi única familia
Una historia de la difícil vida de 2 hermanos, pero siempre se puede salir a delante .
Soy Angela, tengo 25 años, hace poco mi hermano se casó, a sus 33 años, mi familia está rota, mi madre falleció y mi padre nos abandonó, el cuidado fue de mis abuelos, pero solo fue por compromiso, realmente no les importamos.
Yo, vivo al día, espero solamente la noche llegar para ir a dormir, trabajo en un zoológico limpiando porquería animal. Ahora me siento vacía, mi hermano no está en casa, y me hace falta porque me hacía el amor todas las noches desde que tengo memoria. Así es, mi hermano tenía sexo conmigo desde que era una bebé, mis abuelos nos dijeron que al nacer yo, mi padre desapareció y en el parto mi madre perdió la vida, siempre estuve al cuidado de mi hermano, y mis abuelos sabían que mi hermano me lo hacía, pero como dije, a ellos no les importamos, mi hermano trabajaba para nosotros 2, y ambos dormimos en un cuarto deteriorado, pero el me conseguía comida, ropa, medicina y lo que necesitara.
Los primeros recuerdos que tengo son de muy pequeña, cuando el pene de mi hermano rozaba mi garganta, él dice que desde bebé para que durmiera me hacía chupar su pene. A sus 8 años mi hermano salía a vender dulces a los bares, y con ese dinero comparaba mi comida, mis abuelos de vez en cuando nos alimentaban pero solo eso, gracias a el asistí a la escuela.
La primera vez que metió su pene en mi ano creo fue cuando tenía un año, mis abuelos lo descubrieron una mañana de domingo mientras me penetraba y yo comencé a llorar. El dice que sus únicas palabras fueron: «cuando termines de cogerte a tu hermana ve a lavar los platos » pero solo eso.
Mi primer vaginal lo recuerdo, tenía 3 años, fue muy doloroso para mí, pues a pesar de que mi hermano solo tenía 10 años, para una nena de 3 era suficientemente grande y largo. Mi abuelo estaba presente y dijo que yo era una zorrita bien hecha.
Solo una vez me tocó mi abuelo, según él, quería saber por qué le gustaba tanto a mi hermano cogerme, y con su pene de adulto penetró mí ano, a mis 3, pero apenas me lo metió unas cuantas veces dijo que no se sentía tan bien, y solo me hizo chuparlo para que no quedará a medias, después de eso ya no me tocó de nuevo.
Pero mi hermano cada noche y algunas veces en la mañana me penetraba por ambos lados, las primeras veces sentía mucho dolor, sobre todo en mi vagina, pero me acostumbré.
Cuando cumplí 5, fue la primera vez que mi hermano eyaculó en mi boca, parece que fue doloroso para el, pues su pene se ensanchó y se puso muy rojo, un poco de semen apareció.
Pero una vez que se acostumbró siempre terminaba en mi boca, yo no lograba encontrarle sabor al semen, pero me acostumbré a su sensación.
El pene de mi hermano comenzó a crecer, al mismo tiempo que me abría la vagina, le gustaba mucho abrazarme y cargarme, subía mis piernas a sus brazos y me hacia abrazar su cuello, y de pie me penetraba, de verdad que entraba muy profundo.
Él siempre me cuido, cuando salíamos a la calle a pasear nunca se separan de mi.
En una ocasión fuimos a comprar la cena, a el le ofrecieron trabajo en uno de los bares y ganaba un poco más, suficiente para comer bien, mientras el pagaba yo veía los estantes de chucherías en la entrada, cuando un chico extraño llegó por mi espalda, me tapó la boca y me llevo a cargando.
Estaba oscuro por la hora, cuando me descubrió los ojos era un muchacho de no más de 15 años, tenía su pene de fuera igual al de mi hermano, erecto y babeante, me tiró sobre una cama de cartón en el piso bajo mis ropas y abrió mis piernas, y sin perder tiempo me la metió, recuerdo que gritó «por fin puedo meter mi verga en una virgen» apenas el chico comenzó a moverse se dió cuenta de que era demaciado fácil penetrarme, y antes de reaccionar llegó mi hermano y lo golpeó en la cabeza, el chico calló de espaldas sacando su pene bruscamente de mi vagina.
Mi hermano me subió los pantalones y me saco del lugar, no estaba muy lejos de casa, no entendí que pasó, mi hermano estaba muy molesto consigo mismo por descuidarse de esa manera. Esa noche me dió un baño y prefirió no cogerme.
Así siguió pasando el tiempo, a mis 8 años creía que mi vida con mi hermano normal, hasta que en la escuela nos dieron una plática, dónde sin decir la palabra sexo nos indicaban que nadie debía tocarnos en ninguna circunstancia.
Yo no dije nada, y esperé hasta ver a mi hermano y preguntar que pasaba.
El me dijo que era cierto, que yo era una niña y no debía hacerlo, pero aún así lo hace. Y que si se lo pedía él podía dejar de tocarme.
No supe que decir, estaba muy acostumbrada, así que sin ningún trato seguí dejando que mi hermano me cogiera. Jamás se lo dije a nadie.
A mis 10 años mi abuelo falleció, mi hermano cumplía la mayoría de edad, y como siempre había visto solo para ambos mi abuela le exigió trabajar para mantener la casa donde vivía.
Mi hermano tuvo que buscar un trabajo mejor que en el bar, pero no ganaba suficiente para mantener feliz a mi abuela, por lo que se le ocurrió la idea de prostituirme, al fin que estaba acostumbrada.
Mi hermano no sabía lo que ella decidió, y para mí fortuna el día que mi primer cliente apareció mientras me atragantaba con su enorme pene mi hermano llegó a casa, y furioso sacó al hombre de allí.
Mi abuela le gritó y le dijo que si no traía suficiente dinero yo tendría que ganarlo con mi cuerpo.
Mi hermano dejó que pasara, y al principio creí que me había abandonado, pero él es muy inteligente, apenas llegó mi segundo cliente mi hermano se marchó y solo me dijo al oído, no te preocupes, no tardo.
Un hombre delgado entro por la puerta, me dijo lo hermosa que era y que lo haría muy feliz, se sacó un pene que no parecía de él, a comparación de su cuerpo su pene era muy grande, se lo chupé, por varios minutos.
Y parecía un dejá vù, justamente cuando el hombre comenzó a meterme el pene llegó mi hermano, una patrulla y muchos policías.
Se llevaron al hombre, a mi abuela y a otro que supongo estaba esperando su turno. Mi hermano denunció a mi abuela y logró que la casa se quedará a su nombre.
En cuanto a mi, me dieron psicoterapia y otras cosas. Mi hermano me dijo que al fin, estaríamos tranquilos. También me dijo que si lo deseaba dejaría de tomarme, para que tuviera una vida feliz, pero yo no quise, quería mucho a mi hermano, y me gustaba mucho cuando metía su pene en mi.
Mi hermano fue obligado por la corte a estudiar, pues apenas sabía leer y escribir.
Le permitieron terminar primaria secundaria y preparatoria mientras trabajaba, también nos brindaron un apoyo de despensa y por obligación legal mi abuela tenía que darnos dinero trabajando en la cárcel.
Comenzamos a tener una vida bastante feliz…
Cuando cumplí 14 años me preparaba para coger con mi hermano cuando mi periodo llegó por primera vez.
Entonces los condones se volvieron obligatorios, las pastillas y demás.
Mi cuerpo ya estaba cambiando, mis pechos crecían, mis nalgas se ensanchaban, mi cintura se formaba.
En la escuela era un deseo para mis compañeros, y más de uno intentaba llevarme a la cama, pero no tenía interés por nadie.
Una noche mientras mi hermano me cogía por mi culo, le pregunté si él tenía novia, se detuvo, y me dijo que no, sacó su pene y se sentó en la cama.
Solo me dijo que por ahora no necesitaba a nadie, pero sentí que era mentira, al parecer no me queria hacer sentir mal, y yo le pedí que si quería salir con alguien lo hiciera, que no había problema.
Creo que… Fue lo mejor. Pues a las semanas me contó que conoció a alguien, que era muy buena y que si podía salir con ella, yo con una sonrisa en la cara le dije que si, que me hacía feliz escuchar eso. Mi hermano había perdido su infancia por cuidar de mi, creo que el también merecía ser feliz.
Nunca dejo de cogerme, pero el día que me presento a su novia me rompí por dentro, sabía que en algún momento el tendría que hacer su vida.
Justo al cumplir mis 18, seguía estudiando, mi hermano terminó con su novia porque ella le fué infiel, en esos momentos el estaba destrozado y me decía que jamás me dejaría, pero solo era por qué estaba muy mal, yo sabía que no sería así.
El sexo se volvió por alguna razón bastante placentero, mientras más pasaba el tiempo más lo disfrutaba.
Mi hermano terminó sus estudios básicos, ahora entraría a la universidad, lo cual indicaba mucho gasto. Entonces tuve que buscar trabajo. Limpiando casas, en restaurantes, y otros más.
Seguía estudiando, pero gracias a mi abuela, quien seguía cumpliendo condena.
Cuando cumplí 20. Las cosas cambiaron, pues mi abuela falleció… La corte dejo de brindar apoyo y me quedé sin poder pagar mis estudios.
Mi hermano quiso dejar los suyos para ayudarme, pero lo obligué a terminar lo que había empezado.
Justo ahí conoció a su futura esposa, en cuanto la conocí me di cuenta de que era perfecta para él. Una tarde en la fiesta de cumpleaños de mi hermano, ya estábamos muy ebrios, y ella me confesó que mi hermano le contó su historia, incluyendo lo que me hacía, me sentí algo traicionada, pero me reconforte al saber que su novia entendió la situación.
Entonces fue que me contó su historia, pues resulta que ella también era huérfana, y que a ella si la rentaban, desde sus 5. Sus padres perdieron la vida en un accidente, y ella terminó en una casa hogar, pues no tiene familia conocida.
Se la cogían todos los días a todas horas, primero que desde los 5 a los 11 solo usaban su boca, de los 11 a los 16 su ano, pero ocurrió algo en su historia que me dejó helado y al mismo tiempo me hizo llorar.
El día que habían vendido su vagina virgen la policía la salvó… Resulta que mi segundo cliente había estado en un interrogatorio, en el cuál reveló la ubicación de ese lugar donde la prostituían.
Indirectamente mi hermano nos salvó a las 2, y ella lo sabía. Abracé a la chica y ella a mí. Me pidió permiso para estar en su familia.
Nunca me platicaron cómo es que se contaron su vida privada, pero me dió gusto que pasara.
Ahora, vivimos juntos, pero, si creían que teníamos tríos están equivocados, pues ella no tenía sexo con mi hermano, solo yo, ella no estaba lista para eso, aún estaba en proceso de recuperación, a diferencia de mí ella fue forzada a sus 5 años yo crecí haciéndolo con mi hermano, ella era rentada por hombres que solo querían coger, a mi mi hermano me cuidaba mucho.
Nuestras vidas fueron diferentes.
Y llegamos a esto, mi hermano se graduó a los 29, y le ofrecieron un buen lugar para trabajar pero fuera de este continente…
Me pidió irnos todos juntos, pero decliné, el necesitaba formar su propia vida. Ahora tengo 25 años y voy en camino a España, asistiré a la boda de mi hermano, a quien no veo hace 4 años.
Estoy soltera y no salgo con nadie, tengo pocos amigos pero nada importante.
Un trabajo que paga bien aunque sea asqueroso. Vendimos la casa y mi hermano me ayudó a comprar un departamento.
No he tenido sexo desde que mi hermano se fue, y solo tengo un pene y un vibrador que me hacen compañía.
Al llegar, veo a mi cuñada con una barriga enorme, al parecer en este tiempo por fin dejó que mi hermano la inseminara.
Mire a mi hermano, ahora con una barba y bigote, se ve viejo… El me mira, camina lentamente hacía mi y me abraza, con un «te extrañe».
Ahora mientras su futura esposa está de compras con sus amigas yo y mi hermano estamos desnudos en su sala, su pene entra y sale de mi vagina mojada, recordando y despidiendo esa sensación que alguna vez fue.
Que hermano tan afortunado