Mi hermano se aprovechó de mi inocencia y me hizo mamársela a los 5 años
Confesiones de Maholys, número 1.
Relatos por Maholys, corrección de estilo y portada por Stregoika.
Presentación y nota editorial
Por Stregoika
A la fecha (Septiembre de 2022), llevo seis años escribiendo relatos eróticos, basados en mis fantasías y apetitos prohibidos. Para que se entienda ahora por qué los relatos de Maholys tienen tanto valor, debo confesar que todos mis relatos son ficticios. En contraste a una vida solitaria, me precio de tener una gran imaginación, la de un pervertido, si quieren. Además, he hecho corrección de estilo a un puñado de relatos de otros autores, algunos de cuyos trabajos me parecen soberbios, en el mundo del relato erótico.
Hace unos meses me topé con Maholys y sus relatos. Ha sido toda una revelación. Maholys cuenta su vida sexual, iniciada de forma incestuosa desde una edad tempranísima y cómo pasó de cometer incesto con su hermano a cometerlo con su padre. La actividad sexual de menores de edad y el incesto, son las dos categorías más socorridas de relatos eróticos. Por otra parte, la actividad sexual entre menores de edad es más mundana de lo que mucha gente madura está dispuesta a aceptar, sobre todo si viven en la fantasía manipuladora que venden los medios de comunicación. Lo interesante, en el caso de Maholys, es la coincidencia atípica, y afortunada para la literatura, de las cualidades: Ser una menor, tener una vida sexual muy activa, actividad incestuosa, y escribirla y publicarla.
Entonces estamos ante los que son, desde mi no solicitada perspectiva, los relatos eróticos y porno más candentes que haya leido, y que parecen resistir toda duda y haber sido escritos verdaderamente por una menor. Es apreciable, por ejemplo, una leve evolución en su uso de vocabulario, recursos y figuras literarias, influenciada por otros relatos eróticos, incluyendo los míos. Por otra parte, el perfil psicológico del autor que se puede obtener del análisis de su obra, coincide en gran medida con el de una chica joven.
Los mejores relatos eróticos que he encontrado, no quizá por un estilo prosístico majestuoso, sino por cumplir con la sencilla razón de ser de la literatura: Ser una manifestación de la realidad. ¿Algo correcto o no, legal o no, apropiado o no? A la literatura le importa un cuerno. ¿Es una manifestación de la realidad? Eso sí.
En adelante serán ustedes quienes juzguen, pero más que juzgar, los invito a calentarse, leer ojalá en pareja y si son personas adultas, por ahí nacidos en los 80s o antes, a echar un vistazo a cómo viven los jóvenes la vida hoy en día.
Postscript, 2025: Maholys escribió más de 20 relatos. Yo hice, con el permiso de ella, la corrección de estilo de 10 de ellos y los voy a compartir aquí con el único posible objetivo de aportar a la literatura. Estén pendientes.
Mi hermano se aprovechó de mi inocencia y me hizo mamársela a los 5 años
Hola. Me llamo Maholys, soy de Venezuela. Me describo: Actualmente tengo 17 años y estoy a punto de graduarme de bachiller. Soy de tez blanca, flaca y ojos marrones. Desde niña siempre me han dicho qué tengo la cara muy bonita, poco pecho pero mis pezones son bonitos y bien rosaditos, no soy muy nalgona, pero tengo mis glúteos firmes y bien paraditos. Desde pequeña mi vagina siempre a sido rosadita, actualmente tengo algunos pelitos pero cuando sé qué voy a tener relaciones me afeito.
Bien, no soy de visitar Estás paginas de relatos, pero mis amigas siempre me dicen qué con lo qué me ha pasado desde qué empecé mi vida sexual da para hacer un libro erótico y hacerme millonaria. Desde ese día me vino la idea de publicar mis historia y ganar algo de dinero ya qué soy de una familia humilde y no tengo para comprarme mis cosas, así qué empecé a buscar paginas qué pagaran por esto, aunque no encontré ninguna, decidí publicarlas igual. Lo qué estoy apunto de contarles es 100% real y fue como empecé sin saber en el sexo a los 5 años.
Les cuento qué soy la única niña de cuatro hijos, y mis padres me tuvieron 8 años después de su último hijo Miguel qué es el protagonista de esta historia. Esto pasó en el 2011, yo tenia 5 años en ese entonces, mi casa aunque es algo grande solo tiene 3 habitaciones, la primera era la de mis padres y también mía, ya qué desde qué nací pusieron la cuna al lado de su cama, y cuando fui creciendo la cambiaron por una camita. La segunda habitación era la más grande y ahí dormían mis dos hermanos mayores, y la tercera la de mi hermano Miguel. El hecho es qué al darse cuenta qué yo había crecido mucho no era correcto qué siguiera durmiendo en el mismo cuarto ya qué cuando cogían, notaban qué yo me les quedaba viendo, y decidieron qué compartiera el cuarto con mi hermano Miguel, qué en ese entonces tenía 13 años.
Aunque no era muy apegada a mis hermanos debido a la diferencia de edad, Miguel era con el qué más hablaba y más confianza tenia, y era el único qué jugaba conmigo. Miguel era de tez oscura como tostada, era flaco, pero no huesudo, era algo bajito para su edad, de hecho sus amigos le decían enano, no era guapo pero tampoco era feo.
La cosa es qué un día fuimos todos a una fiesta de un primo excepto mi hermano Miguel qué se quédó estudiando para una exposición. Yo, en la fiesta me estaba aburriendo ya qué no fueron mis primos pequeños y la mayoría eran más grandes así qué le dije a mi mamá qué me iba a ir para la casa a ver comiquitas. A eso de las 2pm regresé a casa sola, ya qué la casa de la fiesta quedaba muy cerca de la mía. Al entrar a la casa no escuché ningún ruido. Pensé qué no había nadie en la casa y fui a mi cuarto. Allí encontré a mi hermano sentado con los pantalones abajo masturbándose mientras olía una de mis pantaletas. Al verme se sorprendió y se subió los pantalones. Yo le pregunté:
—¿qué estabas haciendo?
—Nada.
—¿Por qué te estabas tocando así?
—Es qué me picaba y me estaba rascando, pero no le digas a nadie qué me viste haciendo eso.
—¿Por qué?
—Porqué eso es malo y tu no deberías ver eso.
—¿El… qué? ¿tu pipí?
—Sí. Y si le dices a alguien qué me viste haciendo eso no vuelvo a jugar contigo.
Casi entre lágrimas le dije:
—No, por favor, te juro qué no le digo a nadie.
—Bueno, pero salte qué me quiero seguir rascando.
—0k.
Cuando estaba a punto de irme, me entró la curiosidad y le dije:
—¿Puedo ver?
Miguel, sorprendido preguntó “qué” como si no hubiera entendido lo qué le dije.
—¿Puedo ver? —repetí.
—¿Ver qué?
—Tu pipí, es qué nada mas he visto el de mi papá, pero nunca se lo he podido ver bien porqué siempre se tapa.
—Y ¿para qué lo quieres ver?
—No sé, quiero ver como es.
Mi hermano se lo pensó un rato pero creo qué por lo excitado qué estaba termino aceptando.
—Está bien, pero si le dices a alguien no vuelvo a jugar contigo.
Me puse contenta, cerré la puerta y me acerqué a él para ver mejor.
Miguel se bajó el pantalón y por fin pude ver su pene, no era tan grande como el de mi papá, le debía medir como 11 cm, estaba erecto y venoso y tenia la cabeza babosa. Sin preguntarle empecé a tocárselo, primero le apreté la cabeza con la punta de mis dedos. La respiración de mi hermano empezó a acelerarse, mientras palpaba la punta con mis dedos le pregunté:
—¿Por qué esta tan duro? y ¿qué es esta agüita qué tienes en la punta? ¿Es orina?
—No, es leche.
—Mentiroso.
—Prueba si no me crees.
Pasé mi dedo por el líquido viscoso y me lo acerqué a la nariz. Olía a una mezcla de cloro con pipí, lamí mi dedo y empecé a saborear, era un poquito amargo pero casi sin sabor, inmediatamente escupí y le dije:
—Mentiroso, eso no es leche.
—Eso también se llama leche, lo que pasa es que todavía no me ha salido completa.¿Quieres probar cómo sabe cuando sale completa?
—No.
—Deberías probarla, es sabrosísima, sabe a leche condensada.
—Mentiroso.
—¿Para qué te voy a decir mentiras?
—No sé, pero no te creo.
—Vamos a apostar, si no sabe a leche condensada te regalo un Chocolate.
—¿Me lo juras?
—Claro.
—Bueno, saca la leche pues.
—No puedo yo solo, tu tienes qué ayudarme.
—¿Cómo?
—Tienes qué chupármelo como si fuera un chupi chupi (helado).
—No quiero.
—¿Por qué? No quieres la leche condensada ni el chocolate.
—Sí, pero no quiero chupar tu pipí.
—¿Por qué no? Si todas las mujeres lo hacen, y es rico, hasta mi mamá lo hace.
—Mentiroso, no te creo.
—¿Quieres que te enseñe un video para qué veas qué es verdad?
Sacó su celular e hizo que viera un video de 2 minutos de una mujer rubia mamando hasta que le echaron la leche en la boca y al parecer a la chica le gustaba.
—Ahora ¿si me crees?
—Sí.
Empecé a hacer preguntas sobre el video, como por ejemplo quien era ella, por qué no hablaba español, por qué estaba desnuda etc. Mi hermano evadió las preguntas y me dijo:
—¿Vas a mamármela o no?
Tanto fue su insistencia qué me termino convenciendo.
—Sí, pero ¿cómo lo hago?
—Como en el video, así qué quítate la ropa, que eso mancha.
—Me da pena.
—¿Por qué te da pena? Si ya te he visto desnuda.
—Está bien, pero no te rías.
Me quité toda la ropa y me quedé en mis pantaletas blancas de corazoncitos, lo recuerdo bien.
—Ay Maholys ¡si Estás buena! —dijo mi hermano mientras me empezaba a tocar mis teticas y a sobar mi vagina sobre mi ropa interior.
Yo sentía rico pero sabia qué estaba mal.
—No me toques ahí que me da cosquillas.
Miguel se acostó en su cama con la espalda en el respaldo, y me invitó a subirme.
—Empieza pues, antes que lleguen los demás.
Me puse de rodillas sobre la cama y me incliné para empezar a chuparlo. Empece lamiendo la punta. No me gustó mucho pero igual seguí, empecé ha chuparle la punta como un bebe mamando de la teta de su mamá.
—¿Asi?
—No, tienes que metértela en la boca como en el video.
—Pero no me va a caber.
—Claro qué si, inténtalo.
Y ahí estaba yo, a mis 5 años, casi 6; casi desnuda, intentando meterme el pene de mi hermano en la boca. Así estuve como por 4 minutos, chupando y metiéndome un poco mas de la cabeza. Hasta qué mi hermano puso su mano sobre mi cabeza e hizo qué acelerara el ritmo, y cuando estuvo a punto de acabar me apretó contra él haciendo que me tragara mas de la mitad de su miembro, impidiéndome respirar, mientras descargaba chorros de leche caliente en mi boquita de niña inocente, yo intentaba liberarme pero solo me dejó cuando hechó hasta la ultima gota de leche. Yo escupí lo qué me quedó en la boca pero la mayo parte me la tragué por reflejo.
—¿Te gusto?
—No —le dije entre lagrimas, no de dolor ni de tristeza, si no porqué me estaba ahogando. La verdad me estaba divirtiendo hasta qué empezó a apretarme contra él.
—Eres un mentiroso, no sabe a leche condensada.
—Bueno, entonces te ganaste un chocolate.
Me vestí y fui con el agarrada de la mano a la tienda del frente para comprar mi premio por ser buena niña.
Desde ese día mi hermano empezó a manipularme diciendo que solo jugaría conmigo si se lo mamaba, y ya qué no tenía muchos niños de mi edad en el vecindario tuve qué aceptar. Así que cada vez que quería qué el jugara conmigo primero se lo mamaba, y la verdad es que no me molestaba, de hecho empecé a agárrale gusto a la leche y siempre me la tragaba, aunque mi hermano me obligaba a cepillarme después para qué mi mamá no se diera cuenta, esa situación con mi hermano duró un par de años hasta qué cumplí 8 y mi papá me hizo un cuarto para mi sola. Aunque en ese tiempo todavía lo seguíamos haciendo, creo que lo dejamos porqué mi hermano se distanció de mi y empezó a tener novia.
Mi hermano nunca me penetró, aunque lo intentó un par de veces cuando tenía 8: Me decía «vamos a jugar al papá y la mamá». Me desnudaba y besaba en la boca, me chupaba mis teticas en desarrollo y me lamía mi vagina. No lo hacia muy bien, aún así me gustaba. Me daba más cosquillas qué placer. Igual yo me dejaba hacer, aunque ya tenía conciencia de lo qué estábamos haciendo y sabia que estaba mal, a mí me gustaba sentirme manoseada. Un día me hizo ponerme en cuatro y empezó a lamerme mi vaginita, al rato sentí su pene chocar contra mi cuquita y me empecé a quejar de dolor. La verdad yo si quería pero me dolía y él no quería lastimarme. La virginidad la terminé perdiendo a los 12 años. Pero entre el período de los 9 y los 11 se la mamé a dos primos y a tres chicos de último año de secundaria. A ello se les facilitaba aprovecharse de mi ya que vivo justo en frente del liceo, y cuando no hay clases voy con amigas a ver jugar a los muchachos en la cancha del liceo. Sin que nadie se dé cuenta me voy con los chicos a un salón, nos encerramos y me empiezan a meter mano, a besarnos de lengua y luego me ponen a mamar. Varias veces intentaron cogerme y yo no me dejaba y los amenazaba con gritar, así que tuvieron que conformarse con mi boquita de 11 años. Y no es qué no quisiera coger, es que no quería parecer una puta fácil ya que en el grupo estaba el chico mas guapo y popular del liceo y estaba locamente enamorada de él.
Bien este es el fin. le recuerdo qué esto es 100% real aunque parezca difícil creer, en Venezuela —o no sé si en Venezuela pero sí en mi pueblo—las niñas empezamos a coger entre los 12 y 13 años y después no hay quien nos pare.
Espero sus comentarios, a ver si me motivo a seguir compartiendo mis historia, y contarles cómo me cogieron por primera vez a los 12 años. Si quieren ver fotos mías o de cómo era en ese tiempo, aunque tengo 17 años estoy dispuesta a mandar fotos o videos mías desnuda, por dinero obviamente, claro tapándome la cara, no por pudor, si no qué ya he mandado videos míos desnuda a un pretendiente y el muy cabrón lo subió a una pagina llamada xpaja.net. Nadie se enteró pero él lo usó para chantajearme.
Si hay algún hombre fuera de Venezuela interesado, estoy cerca de cumplir los 18 años y estoy loca por irme de Venezuela. No necesito que sea rico, solo quiero un hombre que me ayude, y si quieren puedo ser su novia. Bueno no me extiendo mas, si están interesados, háganmelo saber en los comentarios. Besitos.
Maholys ©2022
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