Mi hermano tomo mi virginidad a la fuerza
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto paso hace ya casi 4 años, cuando yo tenía 17 y estaba terminando el colegio. Mi hermano, no voy a dar el nombre, estaba de vuelta en la ciudad por vacaciones ( estaba estudiando en una ciudad lejos de la nuestra y en vacaciones solia volver a casa para estar un tiempo con nosotros). Nada en la actitud de él, en el entorno ni mucho menos me habrían hecho imaginar lo que iba a pasar en esa semana.
Nuestra familia es normal, somos 3 hermanos, yo soy la del medio y tengo 2 hermanos. Nuestros padres son muy trabajadores y religiosos, asi que siempre nos inculcaron los valores que representan sus creencias. Nunca hubo problemas en mi casa, salvo las típicas peleas de hermanos pero eso es normal. El caso es que esto que sucedió me tomó completamente por sorpresa y en ese momento fue bastante desgarrador para mi, que nunca creí que me podía pasar algo así en mi ciudad (en la que nunca pasa nada) y mucho menos que el que lo hiciera podía ser mi propio hermano.
Una tarde de ese verano, nuestros padres salieron de la ciudad para ir a visitar a unos amigos y como ninguno de nosotros (mis hermanos y yo) quisimos acompañarlos nos quedamos a cargo de la casa por unos días. Ese día, y el siguiente, no pasó nada fuera de lo común entre nosotros. Nos llevábamos bastante bien y todos colaborábamos en el orden de la casa y nos divertíamos juntos. Pero la tarde/noche del tercer día, mientras me estaba bañando, sentí que alguien me miraba. Al principio creí que eran imaginaciones mías, pero en una ocasión en la que me dí vuelta rápidamente en la ducha, pude ver como alguien se movía al lado de la puerta (que estaba abierta porque siempre tuve mucha confianza en mis hermanos) como si hubiera estado mirando hasta hacía un momento a través de la rendija de la puerta. Eso, a la vez que me asustó un poco, me excitó mucho así que no le di importancia.
Pero a la noche, cuando estaba dormida, comencé a tener un sueño extraño, en el que unos ojos oscuros me miraban, mientras unas manos enormes me desnudaban completamente, me ataban y amordazaban y me iban tocando por todo el cuerpo suavemente. El sueño me estaba haciendo mojar enormemente, asi que intenté tocarme, pero como estaba atada en mi sueño, no podía hacerlo. La calentura y la impotencia me estaban haciendo despertar lentamente, pero en eso sentí una sensación húmeda en mis pechos que fue bajando hasta mi vagina virgen. Y en mi mente, se creó la imagen de una boca que me chupaba los pezones y luego mamaba mi vaginita. Esto me tenía loca de la excitación asi que me dejé llevar por lo que estaba sintiendo. Y ahi fue cuando sucedió.
De repente sentí como las caricias se volvían un poco más bruscas y sentí como algo, o alguien se movía a mi lado sin ningún reparo. Y fue la primera vez en ese momento en el que sentí miedo real y vergûenza por estar desnuda. Intenté taparme, pero seguía atada. Intenté gritar pero mis gritos estaban amortiguados por la mordaza. Me empecé a desesperar y en eso sentí que las manos volvían a tocarme, eso me desesperó aún más. Me resistí con todas mis fuerzas pero esas manos tenían muchas más fuerza que yo. Horrorizada sentí como se abrían mis piernas contra mi voluntad, como algo muy caliente se movía en la entrada de mi vagina virgen como frotándose. Sentí como se abría paso por mi vagina, como rompía mi himen y me desgarraba por dentro y en ese momento me desperté completamente para descubrir a mi propio hermano mayor desnudo, encima mío y con media verga metida dentro mio. Al principio no lo creí, pero el dolor que sentía me hizo caer en la realidad rápidamente. Él se sobresalto solo un instante, pero luego siguió violando mi intimidad sin ningún remordimiento. Yo deseaba que fuera todo mentira, que mi hermano no estuviera dentro mio, bombeando ritmicamente y abriendo las paredes de mi vagina cada vez que hacía un embate.
Deseaba que fuera todo producto de mi imaginación, pero cada vez que la punta de su verga llegaba a la entrada de mi útero no podía hacer otra cosa más que odiar la situación que estaba viviendo. Yo trataba de pensar en otras cosas mientras era violada por mi propio hermano, pero no lo conseguía y lo peor vino cuando sentí su verga contraerse dentro de mí, cuando sentí como mis paredes vaginales cedían ante su miembro agravando mi dolor, y cuando sentí su semen hirviendo dentro de mi cuerpo, llenando cada parte de mi vagina, hasta algunos minutos atrás sin estrenar, y terminando de confirmar que todo era cierto, que mi hermano me había robado la virginidad y encima había acabado dentro mío. En ese momento me sentí miserable, odié a mi hermano, deseé estar muerta, le deseé la muerte a él. Con el tiempo superé mi dolor y llegué a perdonarlo. Esta es la última parte de mi proceso de sanación, contarles a uds lo que me pasó. Gracias por leer mi relato….
Faltó el otro hermano