Mi hermano y mis bragas
Descubro a mi hermanito menor tocandose con mi ropa interior .
Me llamo Monse. Mi hermanito y yo tenemos una buena relación, siempre me he preocupado por que este bien y trato siempre de hacerlo feliz y complacerlo con lo que sea. Esto por que desde que se fue nuestro padre el se culpo. El tenía 6 años entonces no entiendia que el se fue por las constantes peleas con mamá.
Ahora el tiene 12 años, es un chico guapo, en unos años tendrá mucha novias, eso seguro. Yo en un par de meses cumpliré los 18. No soy ni alta ni baja, 167 centímetros, tengo pocas tetas pero mucho culo.
Ahora, entrando en la historia. Mi hermanito (al que llamaré Jose) llega siempre de la primaria a la 1pm, y yo a las 4pm.
Hace unos meses empecé a notar que muchas de mi bragas desaparecian del cajón y al día siguiente aparecían recién lavadas sin haberlas utilizado
Un día, por motivos de falta de agua en la secundaria salí temprano y llegué al medio día. Cómo sentía tanto calor llené la tina y me meti hasta casi quedarme dormida. Un rato después escuché alguien entrar a mi cuarto y supuse que mi hermano se dio cuenta de que ya había llegado y me buscaba. Salí lentamente de la tina pero escuché alguien abrir mi cajon de bragas de golpe, y alguien desabrocharse los pantalones, seguí prestando atención y nos minutos después empezaron unos gemidos suaves. Era José quien tomaba mis bragas.
Estaba tan sorprendida pero tan caliente. Inconsientemente empecé a tocarme yo también escuchando como cada vez mi hermanito gemia más y más duro.
Me perdí en mi excitacion y casi no me di cuenta que mi hermano estaba abriendo la puerta, cabe mencionar que no le puse seguro a la puerta pues hasta donde yo sabía el no entraba a mi cuarto.
A como pude me meti de nuevo a la tina y fingi que no me había dado cuenta ya que no quería hacer sentir a mal a mi hermano.
Al entrar y verme ahí adentro se quedó pasmado y se puso muy nervioso
– Jose que te pasa? Me estoy bañando. Salte de ahí.
– Lo siento Monse, perdón perdón!
Pero alcance a ver que tenia una de mis bragas en su mano. De seguro venía a tirarla en la canasta de la ropa sucia.
No quería que esto pasara a más. Pero estaba excitada y el morbo me ganó.
– José espera, que traes en esa mano?
– No nada – dijo tratándo de esconderlo a sus espaldas.
– José no pasa nada. Se que ahí tienes mis bragas. Y se que no es la primera vez que la tomas.
– Perdoname Monse.
Ya empezaban a salirle unas lágrimas
– No pasa nada pequeño. Solo dime por qué lo haces?
– Espero no te molestes. Es que me gusta olerlas. Y cada vez que los veo ahí se me para.
– Y que haces ahí cuando se te para.
– Me lo toco por que se siente rico.
Ya no aguantaba. A ninguno de los dos nos importo que yo estaba desnuda.
Hasta hace poco el y yo nos bañabamos juntos entonces supongo que por eso no le incómodo tanto. Pero nunca habíamos hablado de estos temas y pues verme desnuda ya le había puesto erecto el pene nuevamente.
– Quieres enseñarme como lo haces ?
– Pero me da vergüenza.
– No pasa nada José. Es normal. Yo también me toco cuando veo algo que me gusta.
– Pero Monse tu no tienes pene.
– Pero me toco ni vagina. Tu quieres ver?
Al mencionarle eso se quedó sin habla, pero movió levemente su cabeza en señal de afirmación
-Voy a secarme y ya te muestro. Esperame fuera. Y avanza quitandote los pantalones.
Rápidamente me seque y antes de salir busque una de mis bragas que estaban en la canasta y la meti en mi vagina para que se impregnara de mis olores.
Al salir el aun tenia el pene erecto y estaba solo con un bóxer. No era muy grande, pero aún me excitaba.
Me acerque a su ido, así como mis bragas y susurrando le dije
-huelela.
Aspiro el olor todo lo que pudo
Me aleje y me recosté en la cama y me empecé a masturbar
– Así me toco yo. Como lo haces tú
Inmediatamente se quito el bóxer dejando ver su pequeño miembro. Empezó a tocarse lo más rápido que pudo, mientras que con la otra mano tenía mis bragas que no paraba de oler, sin quitar su vista de mis dedos entrando y saliendo rápidamente.
Recién se abría acabado en mis otras bragas pero eso no le impidió de liberar su semen muy rápidamente.
Tome mis bragas nuevamente para limpiar su semen
Empecé a tocarme lo más rápido que pude mientras limpiaba el semen de mis bragas con mi lengua, permitiendome saborear su fluido.
El seguía viendo como me tocaba sin embargo me detuve por que sentí una sensación. Y el no estaba listo para verlo. Al menos no aun.
– José sabes que puedes confiar en mí. Siempre que quieras puedes venir por mis bragas. Pero lo que pasó hoy no puedes contarlo. Ahora déjame descansar un rato.
– Muchas gracias Monse. Eres la mejor hermana.
Me abrazo y me dio un beso en la mejilla. Se vistió y se fue corriendo muy feliz.
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Desde luego muy comprensiva.
veamos si la historia continua con el tema bragas o se va por el incesto sin desarrollar más el fetiche.