Mi hermano y yo (primera vez incesto gay)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Bueno, entonces resulta que por razones de la mala economía familiar yo compartía cama con mi hermano.
También por las mismas razones de la pobreza de la familia, no contábamos con piyamas, siempre tanto mis padres como los hijos dormíamos en ropa interior.
Yo dormía solamente en trusa.
Ya después cuando empecé a dormir solo y a vivir solo, siempre dormí desnudo, hasta la fecha yo duermo siempre totalmente desnudo.
Mi esposa igual, salvo en invierno cuando hace más frio usa piyama calientita, la cual le dura puesta unos minutos nada más 😉
Sin embargo, cuando dormía con mi hermano muchas veces nos dejábamos para dormir el pantalón del día.
Una noche yo tenía jeans y mi hermano también.
Mi hermano estaba excitado por alguna razón y yo me dí cuenta de que se estaba tocando la verga.
De un momento a otro me sorprendió porque movió su mano y buscó mi verga por encima del pantalón, a mi me gustó (yo ya había tenido antes una experiencia con mi tio abuelo que contaré en otro relato).
De rato, mi hermano dijo que tenía mucho calor, que mejor se iba a quitar el pantalón y lo hizo, entonces ya en pura trusa eran más evidentes sus movimientos masturbatorios.
Después de unos minutos, y como él quería seguir tocándome (y yo también) me dijo que mis jeans le molestaban, que debería quitármelos.
Su pretexto era que mis jeans "le raspaban", claro, un pretexto muy tonto porque qué tenían que andar haciendo sus piernas rozándose con las mías.
Todo esto que comento tenía lugar a un metro de distancia de donde mi abuela supuestamente estaba durmiendo.
Mi hermano decía sus razones en voz alta, como para que si mi abuela escuchaba los murmullos habría una razón legítima.
En ese cuarto dormíamos mi hermano y yo en una cama, y mi abuela en una cama contigua.
Como ya mi hermano había empezado a tocarme, yo ni tardo ni perezoso me despojé de los jeans.
Así tuvo mi hermano mejor acceso a mi cuerpo, y continuó acariciando mi vientre, mi pecho y mi pubis.
En ese tiempo mi pubis era completamente suave, a mi me creció el vello ya muy grande, como a los 15 años.
De esa manera comenzó mi primer orgasmo.
Hasta ese momento, y a pesar de haber tenido varias experiencias sexuales, nunca había sentido un orgasmo.
Después de acariciarme mucho las piernas, los muslos, mi hermano empezó a masturbarme, me estimuló y acarició, me la jaló hasta que sentí mi primer orgasmo, fue fabuloso, extraordinario, creo que la mayoría de las personas tienen su primer orgasmo en solitario, masturbándose, pero a mí me lo estaba regalando mi hermano, estaba haciendo el amor con mi hermano.
Recuerdo la sensación de tensión en todo el cuerpo, como mi cuerpo se arqueaba, involuntariamente levanté las caderas, yo estaba boca arriba al igual que mi hermano, fue un orgasmo muy intenso.
Yo no eyaculaba, mi primera eyaculación fue un par de años después, pero a partir de esa vez que mi hermano me masturbó yo quería sentir un orgasmo cada día.
Así empezamos una relación amatoria-sexual que duró no sé, año y medio o dos años.
Imaginen la gran oportunidad de estar todos los días acostados juntos, desnudos, siendo yo un puberto y mi hermano adolescente, con libre acceso a nuestros cuerpos.
Ese tiempo fue realmente fabuloso, porque aprendimos e hicimos muchas cosas juntos.
Ese primer día que narro solamente se masturbó mi hermano y me masturbó a mi.
En los días subsecuentes yo le pedía que me masturbara, y esa era la rutina, él me masturbaba y luego él se masturbaba.
Después él tomó mi mano y la puso sobre su verga.
A mi me pareció enorme su verga, me encantó la sensación de esa verga turgente, caliente, y se la empecé a acariciar.
A partir de ese día cambió nuestra práctica porque ahora nos masturbábamos mutuamente.
Así fue evolucionando, hasta que él me enseño a penetrarlo analmente.
Mi hermano se ponía muchísima saliva en el culo, y de costado, me fue mostrando cómo debíamos colocarnos para que se la metiera.
Semanas o meses después, me dijo que me volteara, que ahora él me iba a coger.
Realmente él lo intentó pocas veces conmigo, más bien yo lo pentré a él muchísimas veces más.
De esa manera me fue enseñando también el sexo oral.
Hasta ahora me estoy cuestionando, ¿estaba mi hermano aprendiendo junto conmigo, o estaba aprendiendo con alguien más y conmigo venía a practicar?.
Todo eso ocurría sin escondernos de nadie porque no había necesidad, simplemente llegaba la noche, esperábamos a que mi abuela se durmiera, y dábamos rienda suelta al sexo.
Ahora que lo veo en retrospectiva recapacito y realmente no creo que mi abuela no se diera cuenta, era demasiado movimiento, demasiado ruido, casi todos los días.
Además creo recordar al menos una vez escuchar una risilla cómplice por parte de mi abuela mientras nosotros hacíamos el amor.
Yo creo que mi abuela fue cómplice involuntario tanto del sexo con mi tio-abuelo como con mi hermano.
Cuando fue con mi tio abuelo yo vivía solo con mi abuela, mi tio estaba de visita prolongada.
Cuando fue con mi hermano, el resto de la familia ocupaba otras partes de la casa, más aisladas, pero mi abuela estaba ahí, al lado, imposible que no se diera cuenta.
Esa relación incestuosa con mi hermano es de lo que más recuerdo en cuanto a sexo, me excita mucho recordarlo, me gusta revivir esos recuerdos, y algún día lo conversaré con mi hermano.
Hace 40 años de eso, pero creo que sería bonito recordarlo juntos.
No vivimos en la misma ciudad, nos vemos una vez al año en la reunión de fin de año, pero buscaré la manera de platicarlo.
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