Mi hermano y yo somos amantes
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Paola, tengo 23 años y la historia que les voy a contar es 100% real.
Antes de comenzar el relato quiero describirme físicamente a mi y mi hermano ya que somos los protagonistas de esta historia:
No soy muy alta, apenas tengo 1 metro 74 cm., cabello largo y rubio que llega hasta mi cola, peso 60 kg., tengo una figura esbelta y no carezco de busto (apenas 82 cm.) y tengo ojos verdes.
Mi hermano es un poco más alto 1 metro 80 cm. Usa el cabello bien corto, al igual que yo es rubio mismo color de ojos, pesa unos 75 u 80 Kg., mas o menos, es de un hermoso cuerpo atlético y musculoso esculpido por 21 horas de gimnasio ala semana.
Resumiendo somos 2 gringos (como nuestros padres) que cuidamos nuestra silueta, aunque creo que mi hermano exagera, y que mantenemos una relación muy particular.
Todo comenzó hace 12 años, en ese tiempo vivamos con nuestros padres en una casa no pequeña, pero modesta de 2 cuartos un baño y una cocina y comedor. Al tener 2 cuartos compartíamos habitación con mi hermano mellizo que se llama Carlos. Nuestros padres trabajaban mañana y tarde de 8 a 13 y de 17 a 21 horas lo cual nos dejaba la mayor parte de la tarde solos a mi hermano y a mí.
Una de esas tardes mi hermano estaba frente a la computadora en Internet y yo después de terminar mis deberes del colegio (por cierto yo los hacia y el fresco de mi hermano luego los copiaba) pase abañarme, al salir entre al dormitorio a cambiarme y mi hermano me dice:
-Vení, acá Pao quiero que veas algo.
-Espera que me cambie.
Acostumbrada a cambiarme de ropa delante de mi hermano ya que nunca hubo pudor o vergüenza entre nosotros, conocíamos perfectamente el cuerpo del otro ya que siempre fue costumbre cambiarnos juntos desde pequeños.
Me puse mi bombachita una remera (o playera como quieran llamarle) me acerque a ver que quería enseñarme mi hermano.
-Que queres que vea?
-Esto, me dice y me mostró un video donde se estaba masturbando una mujer.
Nunca habíamos visto a nuestros 11 años algo parecido y ni siquiera sabíamos que era la masturbación.
-De donde bajaste eso Charly? (solíamos llamarlo así y él a mi con el diminutivo de mi nombre).
-Me llegó en el correo, pero no se quien es el destinatario. Al crearnos el correo a cada uno papá apenas sabia lo básico así que todo el “correo basura” pasaba a la bandeja de entrada.
-Que estará haciendo? Le pregunte.
-No se, pero al parecer le gusta. Alguna vez vos te tocaste ahí?
-No Charly, al menos no de esa manera, solo cuando me baño y no así.
Era un video de apenas uno o dos minutos, en ese tiempo no se podía aun mandar archivos mas pesados por correo, pero creo que tanto a mi hermano como a mi nos quedó la curiosidad y queríamos saber de que se trataba.
Al regresar nuestros padres del trabajo llamamos a papá y le mostramos el video y le preguntamos que hacia esta mujer, papá un poco sorprendido nos dijo:
-Son muy chicos para saber eso (típica respuesta), les queda totalmente prohibido abrir correos que no sepan de quien es y a la próxima los voy a castigar con un mes sin ordenador si vuelven a ver algo como esto.
Obviamente no nos quedamos conformes con su respuesta así que a los días Charly le preguntó a un tío nuestro que había venido de visita y le explico todo al respecto, con la condición de que nuestros padres no se enteraran.
Me acuerdo que ese a la noche cuando estábamos por ir a dormir Charly me lo explicó y me dijo que los hombres tamben lo hacían
Al otro día al regresar del colegio comencé a hacer los deberes (maldita escuela no había un día que no nos dejaran tarea para la casa) y mi hermano se paso a bañar. Nos bañábamos de tarde porque nos daba flojera levantarnos a la mañana temprano para hacerlo antes de ir a la escuela. Carlos se tardaba y como yo ya había terminado entre al baño para reclamarle que ya saliera de una vez.
Al entrar vi a mi hermano bajo la ducha masturbándose, me quede sorprendida no porque lo hiciera sino porque nunca había visto su pene (no erecto). Le pregunte:
-Charly, por que tu penes está así grande?
-Raúl (nuestro tío que le explico a Carlos sobre la masturbación) me dijo que cuando los hombres se masturban se les pone el pene grande y duro y cuando “acaban” vuelve al tamaño normal.
-Bueno, igual de todos modos venía a decirte que ya salgas que tengo que bañarme yo ahora antes de que vengan papá y mamá porque a la que van a regañar esa mi y también que la tarea de matemática esta lista.
Salí del baño, pero e quede con la imagen de mi hermano dando vueltas y fue la primera vez que sentí una pequeña humedad entre mis piernas. Me había excitado por primera vez en mi vida y recordando esa imagen.
Estaba como dormida, parada a dos paso de la puerta del baño, no me di cuenta cuado mi hermano salió, solo reaccioné cuando Charly me dio una palmada en la cola y me dijo:
-Pao, me sacaste del baño solo para quedarte parada ahí como tonta?
Apenas si reaccione y pase, pero sentía aun esa extraña sensación en mi cabeza y cuerpo por haber visto a mi hermano masturbarse.
Ya en la ducha me pregunté si masturbarse se sentía tan bien como me dijo Charly y recordando aquel video comencé a frotar suavemente mi vagina lo cual no me producía tal excitación hasta que encontré mi clítoris. Comencé a masturbarme con más fuerza presionando más mi clítoris y fue genial, me bajaron una ganas de orinar, pero era algo diferente, salió de un solo espasmo y era algo mas espeso. Tardé unos segundos en recuperarme y recién ahí abrí el grifo de la ducha para bañarme; en eso estaba enjabonándome y al pasar por mi vagina quise repetirlo, sentir otra vez ese placer, en esta segunda ocasión rocé por casualidad mi trasero lo cual me encantó, mi segunda masturbación vagina se convirtió en anal ejerciendo presión en mi esfínter (sin penetración) hasta que acabé como la primera vez.
Salí súper relajada del baño, agotada, pero no quería que mi hermano se diera cuenta, en ese momento no entendía porque era, nunca tuve vergüenza, pero solo en esto fue diferente.
Por la noche Charly me pregunto que porqué me había demorado tanto en el baño, aunque por la forma en la que me lo preguntó creo que sabía o por lo menos intuía la razón, así que le conté, pero más vergüenza me dio cuando me dijo:
-En la segunda vez vi que no te tocaste la vagina sino la cola
-Bueno… si, pero porque me espiaste?
-No te enojes hermanita, vos me viste y yo también, aparte entre nosotros nunca hubo secretos. Ahora dime por donde te gustó más?
-No te lo pienso decir porque yo te vi accidentalmente y vos me espiaste que es diferente y con una disculpa para mi no es suficiente.
-Como quieras, ni me importa.
A la mañana siguiente no le dirigí la palabra a mi hermano en todo el día para que comprendiera que espiarme estuvo mal, pero peor me sentía porque por raro que parezca, era la primera vez que me peleaba con él.
Por la noche Charly me preguntó:
-Todavía estas enfadada Pao? No me gusta estar peleado con vos, enserio vamos a hacer las paces y te prometo no espiarte más.
-Está bien Charly, si prometes no volverlo a hacer, a mi tampoco me gustó estar sin hablarte todo el día.
No se porque, tal vez si fuera otra cosa no me hubiera disgustado. Pero hay algo en esto que fue diferente, por primera vez sentí vergüenza de contarte algo mío.
-Podrías decirme por donde te gustó masturbarte más?
-Si… bueno…
-No me digas, ya me lo imagino si te cuesta tanto decírmelo es que no fue precisamente por la vagina lo que más te gustó. Pero no te apenes, tonta, en Internet dice que las mujeres también sienten placer por atrás y como un hombre puede darles placer antes de pasar al sexo.
Pocos días atrás habíamos tenido clases de educación sexual y nos habían explicado muy a grandes rasgos todo lo referido a como una mujer quedaba embarazada y todo eso.
Charly prosiguió.
-Si vos queres yo te puedo dar placer como leí por la red.
La pura verdad es que me moría de la vergüenza, pero también sentía la curiosidad de cómo podía sentirse aun mejor la masturbación anal, creo que más en ese momento se apoderó de mí mas ese deseo que la vergüenza. Así que solo asentí con la cabeza.
-Primero denudate Pao, al menos todo lo de abajo, ponte de rodillas abriendo las piernas y con la cabeza apoyada en la cama, para que tu cola quede para arriba.
Le hice caso y quedé cola en pompa ante él, lo que más vergüenza me daba y la cual desapareció por completo cuando sentí su lengua pasar por todo mi rosado agujerito anal:
-Charly!
-No te gusta?
-Me encanta… seguí, no pares.
Lamía mi trasero haciendo círculos y recreandose unas veces en mi vagina, lo cual me arrancaba gemidos que ahogaba mordiendo la almohada, para que no escucharan nuestros padres.
Creo que lo estuvo haciéndolo por unos 15 o 20 minutos, alternando sus lamidas por mis dos agujeritos, hasta que acabé mojando un poco la sabana.
-Acabaste, de más está preguntarte si te gustó. Vos también me lo podrías hacer a mí.
-Pero no se como hacerlo y no estoy muy segura de hacerlo bien.
La verdad era que quería negarme, pero quería retribuirle a mi hermano tan hermoso orgasmo que me había dado.
-Inténtalo Pao, es como si comieras u chupetín, lo único es que tene cuidado de no tocarla con los dientes.
Comencé por metérmelo todo en mi boca, y tocarlo con mi lengua, luego me lo saqué y volví a meterlo lo chupe con más fuerza y mi hermano gimió o cual pensé que lo había lastimado:
-Disculpame, te lastime?, le dije pregunte
-No, me gustó, me respondió sonriendo…
Volví a mi tarea nada mas que mi hermano esta vez agarró mi mano la llevó a su miembro e hizo con ella que lo masturbara mientras se la chupaba, primero el marcó el ritmo y luego yo por mi cuenta seguí con el mismo ritmo hasta terminar. No puedo decir que acabó porque en realidad no le salió ni una gota de semen solo me pidió que parara que ya no podía aguantar más.
Durante lo siguientes días lo hacíamos a diario, la mayoría de veces por las noches o cuando nuestros padres salían a trabajar por la tarde a partir de las 17 o 5 pm, creo que hasta ese momento solo era por placer, lo que mas adelante se convertiría en amor, pero hasta ese momento era lo mas maravilloso que hacíamos con mi hermano.
Después de cumplir los 12 y con mucha mas experiencia en sexo oral, ya sabíamos que le gustaba al otro y como hacerlo continuábamos con lo mismo y con la misma frecuencia, la única diferencia era que tragábamos los fluidos de nuestra eyaculación (para que no se mal entienda yo su semen y el mi flujo vaginal), lo cual no nos desagradaba, por lo que el me decía mi y por lo menos a mi nunca me dio asco, sabía raro, a veces diferente (por la alimentación varía su sabor), pero particularmente para mi sabía a gloria.
En la próxima entrega pasare a relatarles como fue nuestra primera vez, como siguió nuestra relación en nuestra adolescencia y como continuó hasta el día de hoy. Actualmente vivimos juntos y solos en un departamento en otra ciudad. Gracias a Dios nuestros padres nunca descubrieron nuestra relación y mucho menos ahora porque nosotros vivimos en otra ciudad.
Me gustaría sus comentarios, sean criticas o aprobatorias, si quieren mas detalles y cuales, todo lo que quieran poner y tratare de mejorar, sepan disculpar las faltas de ortografía y por favor tengan paciencia trataré de escribir la segunda parte a la brevedad, la verdad seguiría, pero creo que el relato sería muy extenso, así que comenzare ahora y lo publicaré en menos de 2 días.
Chau, un beso gracias por leer mi relato, los quiere Paola
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