Mi hermano y yo somos antes 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Al cumplir los 17, nos graduamos de la secundaria (5 años high school como estados unidos) y empezamos a ver que carreras podíamos seguir en la universidad. A mí no me preocupaba porque creía que nada iba a cambiar la relación con mi hermano eso creía, porque mi hermano quería irse a otra provincia a estudiar alegando que había más alto nivel educativo (lo cual era cierto). Mi padre accedió con la condición de que estudiara de verdad y no holgazaneara como había hecho en la secundaria, por mi parte yo era una de las mejores alumnas de la escuela y mis notas eran sobresalientes. Le pregunte a mi padre si yo también podía estudiar fuera y me dijo que era imposible rentar 2 departamentos así que me tendría que conformar con estudiar allí, pero le dije que no era necesario, que me iba a vivir con Carlos y que elijaría una carrera allá.
Mi padre me miro no muy convencido y mi hermano puso una mirada sobre mi como diciendo “no vengas a vivir conmigo” lo cual me confundió mucho porque hasta hace 2 semanas atrás nos teníamos amor mutuo, pero en esas 2 últimas semanas ni siquiera se había acercado a mí y yo casi ni lo note porque estudiaba mucho para dar bien los últimos exámenes del secundario. Ni sexo habíamos tenido, nada de nada; mi padre me dijo:
– No crees que ya es hora de que tu hermano y vos se separen? Siempre estuvieron juntos en todo, pero creo que deben tomar caminos separados ahora.
– Papá, no es por estar con Carlos, sino que es por mis estudios, creo que me lo merezco por mis excelentes notas, me he esforzado mucho y quiero tener la mejor educación posible.
– Si tu hermano está de acuerdo pues hare los arreglos para un departamento con 2 habitaciones, vos Carlos estás de acuerdo?
-Preferiría vivir solo, Pero… me da igual, si ella quiere venir que venga se lo merece más que yo.
Esa respuesta no me agradó para nada y después de que papá dijera que nos iríamos ambos se lo hice saber:
– Que te sucede? No queres que estemos juntos? Como siempre?
– No es eso, pero luego te explico.
No había notado nada en particular, él estaba raro, demasiado, me empezó a aterrar la idea de que le gustara otra mujer, yo siempre había sido su mujer ideal, la que siempre estaba con él en las buenas y malas, si le preocupaba algo o tenía algo que decir, siempre ponía el oído para escucharlo y la que siempre estaba dispuesta y nunca le decía que no si “quería pasar un buen momento” conmigo. Mi más grande temor de que eso sucediera fue cuando él viajó una semana antes de lo previsto para ver el departamento que alquiló papá y cuando yo llegue a la semana estaba todo listo, todo en orden es más ya se había matriculado.
Habíamos quedado en que ambos seguiríamos Ingeniería en Sistemas (aunque él no era bueno en matemática y algebra siempre estaba yo para ayudarle). Cuando yo estaba en el departamento él no estaba, no coincidía ni para comer, parecía que me evitaba y eso ya comenzaba a angustiarme, ni siquiera una llamada para decirme “como afuera” o “estoy buscando libros para la carrera” o cualquier cosa, llegaba de noche muy tarde y se encerraba en su habitación y si yo tocaba a su puerta me decía que no lo molestara, que habláramos en otro momento.
Yo termine mis trámites de inscripción a falta de 3 días para el comienzo de clases, todas las materias eran por la mañana, lo cual me hacía pensar “bien tendremos todas las tardes libres!”, pero mi hermano tenía otros planes.
Cuando llego el 1er día de clases me desperté temprano y para mi sorpresa él no estaba, por un momento se me cruzó por la cabeza que me habían cambiado de hermano, jamás era responsable como para levantarse temprano y menos para ir al colegio y mucho menos salir con tanta anticipación y menos cuando había llegado pasadas las 12 porque a esa hora me fui a dormir yo.
Desayune y me fui, pero al llegar al aula no lo vi, mire uno por uno todos esos rostros desconocidos (más de cien creo) y él no estaba, no podía ser tan tonto de perderse de camino a la facultad, solo quedaba a 10 cuadras de casa. Toda la mañana estaba llamando a su celular y daba apagado, no podía ni concentrarme en las clases preocupada por si algo le había sucedido. Salí del salón a media mañana y me fui a casa, pero no estaba y su celular seguía apagado. Lo único que quedaba era esperarlo. Lo que más me daba miedo era que su bolso con sus libros no estaba. Pasaban las horas y nada las 3pm, 4, 8 y nada. A eso de las 10:30 pasadas llega a casa diciendo “uff que día señor”.
Yo estaba hecha pedazos por no saber nada de él y tan “considerado” fue conmigo que me dijo:
-Ah, ya estas acá
Y pasó a su habitación si más. Antes de que cerrara la puerta corrí lo empujé hacia adentro y cerré con llave para que no pudiera escapar más y que me explicase a que se debía su actitud:
– Me podes decir que te pasa?!
– A mi nada, la que esta como leona sos vos.
– Te parece poco? Hace más de un mes que ni me hablas, llegas tarde, te vas temprano, no contestas el celular y ni siquiera sé que te pasó, no fuiste a clases.
– Los motivos por los que llego tarde es porque hice amigos cuando vine una semana antes con los cual salgo a beber algo y pasamos de disco y bares, me voy temprano porque me junto con ellos para hacer el curso de ingreso, mis notas no son las mejores y si no aprobaba no podía ingresar a la universidad y no atendí el celular porque me quede sin batería. Conforme?
2 cosas me hicieron ruido la primera fue lo del curso de ingreso, Ingeniería no lo tenía puesto que no sobrepasaba los 250 asientos y lo segundo que fue lo que me hizo quebrarme en llanto es que no dijo nada de porque me había “abandonado” hace más de un mes. No tenía fuerzas ni para responderle, solo caí de rodillas y comencé a llorar desconsoladamente.
– Hey, Pao, vamos no es para tanto.
– No? En nuestra carrera no hay curso de ingreso solo las Ciencias Sociales y Medicina lo tienen y ni me das importancia, solo decímelo, hay otra mujer? Solo eso quiero saber.
– Niña, se me fue de las manos. En casa comencé a distanciarme para que no sospecharan mamá y papá de que algo pasara entre nosotros y sabes a qué me refiero? No te parecería extraño que ambos quisiéramos vivir juntos y que ninguno se opusiera? Y lo de acá, todo es verdad, no entre a Ingeniería en Sistemas, ingrese a Abogacía y todas mis clases son de tarde por eso llego a ésta hora y la única mujer en mi vida es la que ahora está llorando de rodillas en mi habitación preguntándome estupideces. Solo quería estudiar por mí mismo ingresar a la universidad y para eso no tenía ni que pensar en vos.
Me tomo por mi cintura, me levanto del suelo, llevando hasta su altura y me besó, primero dándome pequeños besos en mi boca hasta besarme tan apasionadamente como tanto lo anhelaba. Lo abrace con mis piernas por la cintura, no comprendía del todo aquel “vacío” que me había hecho, solo hubiera bastado con pedírmelo y me habría mantenido al margen, pero no quería entra en una discusión, me importaba que seguía siendo “su nena”, (como me llama hoy en día) solo eso importaba y nada más.
Me llevó hasta su cama, me dejo caer sobre el colchón, se arrodilló en el suelo levantando mi vestido hasta mi cintura y me saco las braguitas suavemente para luego meter su cabeza entre mis piernas y hacerme el más delicioso sexo oral que tuve en mi vida, tal vez sea por el hecho de que no lo hacíamos hace tiempo, pero lo sentí así. Paso su lengua por toda mi vagina, a veces se recreaba en mi cola y luego volvía al interior de mi vagina, chupaba fuertemente mi clítoris luego subió más, hasta mi cintura, siguió lamiendo todo mi vientre y mi ombligo (me encantaba que no solo se concentrara en mis partes íntimas)
Mientras me masajeaba suavemente mis senos, pellizcando mis pezones, luego e incorporó y se fue directo a mi boca y dándome un tierno beso me dijo muy serio:
-jamás vuelvas a pensar que hay otra mujer, nunca más, porque eso me ofende como hombre y como castigo me voy a bañar y veremos mañana si seguimos, lo que vamos a dejar acá porque estoy muy cansado, hoy ha sido un día muy agotador.
Por mi mente en ese segundo pasaron mil razones para protestar, y la más fuerte era que estaba tan caliente que no podía aguantar ni un segundo más, pero sentía tan libre mi pecho, la opresión que sentía hasta hace unos momentos había desaparecido que no me importaba esperar unas horas más (aunque ustedes, mis queridos lectores, creo que sí, pero como mi historia es real…) para estar con él como lo deseaba.
Esa noche solo me acuerdo que me recosté en la cama esperando que saliera del baño, pero me quedé dormida y me levanté cuando los primeros rayos del sol dieron en mi cara, eran como las 11 ya que había varios edificios altos en la zona y recién la luz del sol pasaba por entre ellos.
-amor, escuche desde la cocina, levántate así vamos a comprar unos muebles.
Ese “amor” me encantó, en realidad todo me parecía maravilloso, porque todo estaba en orden otra vez.
-si, pero que mueble vamos a comprar? Acá no cabe más nada.
El departamento no era muy grande.
-vos haceme caso y levanta tu hermoso culito de la cama, te bañas, te cambias desayunas rápido y venís conmigo.
-me hiciste enojar, no soy tu hija para que me des órdenes y la verdad me quiero quedar un rato más en la cama.
-bueno, yo salgo ya vuelvo, hoy es sábado así que no me voy a tardar mucho.
Después de que salió me levante, me bañe y cuando me estaba cambiando sonó mi celular era y mi hermano y me dice.
-ya que te levantaste podes hacerme el favor de hablar al conserje y decirle que vaya a hacer lo que le dije?
-ok, pero me podes decir que es lo que vs a comprar? Aparte tengo que salir, recordé que tengo que ir a sacar unos apuntes para la clase de algebra.
-sorpresa va a ser entonces, pero no te olvides de hablar al conserje.
Al salir le dije al conserje el recado de mi hermano y le pregunté qué era lo que mi hermano le pidió, pero se negó a decírmelo ya que mi hermano le había dado una propina por su silencio.
Regrese a casa como a las 2 horas y al pasar por mi habitación estaba mi hermano acostado en un somier de dos plazas, se volteó y me dice:
-es para esta noche, hoy me desperté con ganas de hacértelo hasta cansarme, pero quería que fuera especial, que vivamos como lo que sentimos y no con lo que somos, hemos esperado tanto esto y al fin estamos solos.
Me quedé sorprendida, pero no estática, caminé hacia el cuarto lentamente y mientras me desabotonaba mi camisa y le dije:
-por un segundo, que te hizo pensar que voy a esperar hasta la noche?
Me senté arriba de él me quite la camisa (no llevaba sostén) me subí mi falda me quite las bragas y comencé a besarlo, baje por su cuello su torso y llegue a su pene el cual comencé a chupar para estimularlo rápidamente, jugaba con su glande con la punta de mi legua moviéndola en círculos, luego lo metía en mi boca volvía a chuparlo y lo metía y lo sacaba hasta que comenzó a erguirse, mi hermano me agarro de mis manos que estaban una en cada costado de su cintura, me jaló hacia arriba ubicó la punta de su miembro en la entrada de mi cola y me dijo:
-sentate despacito, hermanita, como a mí me gusta.
Me encantó la dulzura con la cual me lo dijo, y hace mucho que ya no me llamaba hermanita, tanto tiempo pasaba de esto que ni lo recordaba.
Comencé a bajar despacito tal como me lo pidió y también para comenzar a dilatar mi esfínter, me relajé para hacer más fácil la penetración y lento pero sin parar baje hasta quedar totalmente sentada sobre él. Aguarde ahí unos segundos y comencé a moverme hacia a delante y atrás, mientras veía fijamente el rostro de mi hermano, que estaba con los ojos cerrados y notaba que su respiración se comenzaba a agitar de a poco. Estuve con ese vaivén lento hasta que Charly (o Carlos como lo prefieran ustedes) me tomo por la cintura, subió lentamente sus manos hasta llegar a mi espalda me trajo lentamente hacia él y me beso y ahí empezó el a tomar y acelerar un poco el ritmo luego me la saco, me separó un poco de él, me puso boca abajo, yo abrí mis piernas y levante mi colas con el pecho aun apoyado en el somier, él se acercó a mi sexo el cual lamió con dulzura saboreando todo el fluido vaginal que segregaba de lo deseosa que estaba de un buen sexo el que no habíamos tenido hace tiempo (jamás me masturbe en mi vida, nunca lo necesite teniendo a “mi hombre” en casa). Acto seguido volvió a penetrarme analmente, pero fue más rápido y volvió a moverse. Recuerdo aun como si fuera ayer cada vez que entraba y salía de mí cada centímetro de su pene, luego me cambió de postura, esta vez estaba boca arriba él se colocó encima de mí, me volvió a besar muy profundamente chupo y succiono muy fuerte mis pezones, se incorporó y volvió entrar dentro de mí,
No duró mucho en esa posición hasta acabar dentro de mí, pero no terminó todo ahí, pasamos gran parte de la tarde teniendo sexo, si habernos percatado de que la ventana estaba abierta y nuestros vecinos de al lado estaban en el balcón escuchando todo lo que hacíamos.
Más nos importaba mucho eso salvo que ellos sabían que éramos hermanos porque cometimos el error más por costumbre el presentarnos como hermanos.
Termine abrazada a mi hermano de costado mientras el encendía un cigarro estando boca arriba. Nos quedamos así pegados sin decir nada por más de una hora, tal vez dos y solo nos percatamos de cuan tarde era porque el sol ya estaba desapareciendo para dar paso a la suave brisa de la noche.
Vivíamos felices (o vivimos) unos 6 meses en los cuales solo nos veíamos de noche porque yo estudiaba de mañana y trabajaba de tarde y mi hermano lo hacía a la inversa para poder pagar nosotros el departamento para desobligarnos un poco de mamá y papá. Hasta que de improvisto nos visitaron ellos para nuestro cumpleaños, no habíamos arreglado nada y por eso no nos acordamos. Esta visita daría paso a la tormenta que se avecina ante la calma con la cual vivamos hasta ese momento con mi hermano, no solo porque nuestros padres descubrieron la relación especial de sus hijos sino por la forma en la cual sucedió.
Paso a contarles:
Esa mañana nos levantamos temprano con Richard a pesar de haber tenido una noche intensa de sexo y de ser domingo, yo estaba apenas con una camisa de él encima y el solo con sus slips preparando el desayuno, mientras no sabíamos que nuestros padres habían arribado haría más o menos una hora a la provincia donde vivíamos con mi hermano.
Cuando mis padres llegaron a nuestro edificio le pidieron al nuevo conserje (el otro pobre falleció luego de un hecho de inseguridad) que los dejara pasar porque venían a dar una sorpresa a sus hijos por su cumpleaños. Al hombre le sonó raro ya que en el piso 10 solo vivía un anciano solo, nuestra pareja amiga e indiscreta y nosotros que hacíamos vida de pareja ya que nadie más aparte de nuestros vecinos sabían que éramos hermanos:
-el portero les dijo a papá se debe equivocar de edificio señor en el décimo piso viven dos parejas de novios y un anciano solo.
-no, replico mi papá, en el 10 B viven mis dos hijos que están estudiando.
(Se los detalles porque luego nos contaron nuestros vecinos que ellos justo salían, nos quisieron advertirnos, pero nosotros teníamos los móviles apagados)
-Señor, le repito en el 10 B solo viven una pareja de estudiantes y no unos hermanos.
Mi papá para convencer al portero le dijo nuestros nombres y recién el hombre accedió a que pasaran, pero la seguridad del hombre en decirle a mi papá que había una pareja ahí viviendo y no unos hermanos habían sembrado una duda.
Nosotros mientras sin saber de qué nuestros padres venían por el ascensor terminábamos de preparar nuestro desayuno entre risas y besos, no había azúcar así que mi hermano se puso unos pantalones y le fue a pedir al anciano que había en frente, al regresar no cerró bien la puerta y ese fue el detonante del desastre, al entrar mi hermano me beso otra vez, pero esta vez fue tan largo que dio tiempo a que mis padres salieran del ascensor abrieran la puerta de nuestro departamento y nos vieran besándonos tan apasionadamente.
Solo nos percatamos de su presencia cuando mi padre gritó:
-que es lo que está pasando acá?!
Nada podíamos inventar ni decir para tapar aquel beso, no sabíamos hace cuanto estaban ahí, nos quedamos paralizados, nuestro padre cerró la puerta con tanta fuerza que casi la tira abajo y mi madre tenía sus manos en su boca sin poder creer lo que había visto.
-exijo saber que pasa ahora y porque el portero cree que son pareja. Dijo papá.
De nuestra parte no tuvimos ni una excusa para decir y ni una respuesta, hasta que Charly rompió el silencio y dijo:
-porque es lo que somos papá, mamá disculpa, pero hace tiempo que no nos sentimos como hermanos.
Esto desato la furia de papá que le dio un fuerte puñetazo a mi hermano. Ahí reaccione yo me puse en frente y dije:
-basta ya papá esto no nos va a llevar a nada.
-vos también! Mi orgullo, mi hijita, son unos inmorales.
Levanto su mano para darme una bofetada, ya con sus ojos rojos queriendo llorar y yo cerrando los míos solo para recibir el golpe, pero mi hermano tomo la mano de papá y le dijo:
-no te atrevas jamás a ponerle la mano encima a mi mujer, entendiste mi mujer!
Charly fue hasta la puerta el cerro con llave y vi el cuadro que solo en mis pesadillas podía haber visto.
Mi madre llorando con sus manos en la cara, mi papá mirándonos no sé si con lastima o bronca o ambas cosas mi hermano limpiadosé la sangre que salía por la comisura de su boca y yo bueno, era la que aun podía al menos tratar de poner un poco de calma:
-papá, mamá, lo que dijo Carlos es cierto, hace mucho que ya no nos sentimos como hermanos, mucho más tiempo del que creen, pero será mejor que se sienten y hablemos con calma.
-no hay nada que decir, dijo mi papá, esto ya no tiene vuelta atrás, ustedes no son los hijos que crié no me interesa escuchar lo que tengan para decir un par de extraños.
-no digas eso papá, me duele mucho que nos trates así, le dije.
-vos como crees que nos sentimos con tu madre viendo como nuestros hijos se besaban como unos verdaderos amantes?
Costo mucho convencer a nuestros padres dejarles explicar todo, sobre todo porque mamá no paraba de llorar.
Me fui a la habitación me puse unos pantalones y regresé, mis padres sentados en una punta y Carlos en otra, pero lo que más me asustó la mirada desafiante que había entre Carlos y papá, parecía que querían matarse.
Entonces mi padre dijo:
-cuánto tiempo lleva esto? Meses? Por lo que dijo el conserje eso parece.
Yo -bueno papá en realidad…
-basta carajo, cuanto!
Carlos -no le grites! Lleva años desde que tenemos 11, eso querías saber?
Mamá -no le grites a tu padre, degenerado.
Todo volvía a caldearse una y otra vez y a muy pesar mío que trataba de poner calma no había una frase que se pudiera realizar sin agresiones verbales.
No vale mucho explayarme sobre esto, pero tardamos mucho para explicarle a nuestros padres como empezó todo y como llegamos hasta este punto, hasta que mamá dijo:
-basta, no quiero escuchar más.
Tomó las llaves de la mesa abrió la puerta y salió. Mi papá salió atrás de ella y nos dijo, ya no son nuestro hijos no vuelvan a hablar nunca más.
Aunque trate de detenerlos no hubo caso y lo entiendo porque estaban dolidos, darte cuenta de un momento para otro que tus hijos de 18 años son amantes, no pasa jamás creo yo.
Pasamos ese cumpleaños con mi hermano como el más amargo de nuestras vidas, a pesar de que nuestros vecinos trataron de levantarnos el ánimo diciendo que todo se iba a arreglar, que el tiempo lo cura todo.
Y la herida tardo casi tres años en cerrar, volví un día sin previo aviso a casa, ni a Carlos se lo dije. Hable con nuestros padres y acordamos que cuando estemos en familia Carlos y yo nos trataríamos como hermanos, pero que no nos pidieran separarnos porque eso nunca iba a ocurrir.
Y hasta el día de hoy cada una de las partes respeta el pacto. Con Carlos vivimos en el mismo departamento, a pesar de yo estar recibida y trabajar como diseñadora gráfica para una empresa privada y el ser asociado de un bufete de abogados y ganar bien no quisimos cambiarnos a un departamento más grande, no lo necesitamos, sabemos las consecuencias que puede traer un hijo entre hermanos así que nunca pensamos en agrandar la familia y hasta hoy por lo menos vivimos con todo el amor que necesitamos, aunque la relación con nuestros padres no volvió a ser la misma, es muy difícil fingir que no ha pasado nada.
Mis muy estimados lectores, este es el final del relato que ya comencé hace mucho, espero que les haya gustado, recordarles que es real todo y cada detalle, sé que muchos esperan muchos relatos eróticos, perdón por no hacerlo, pero creo que el relato esta más orientado a la gente como “nosotros” que aman más allá de la sangre, del parentesco. Muchos relatos que he leído todo comienza por calentura y es solo sexo y no amor.
Bueno me despido un beso los quiere, Paola
Por favor comenten si les gusto o no, para nosotros es muy importante su opinión, insultos no por favor.
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