MI HIJA APACIGUA LA SOLEDAD DE MI DIVORCIO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hacía un año que me había divorciado y cuando eso sucedió mi hija se quedo a vivir conmigo, ella por esa época ya tenía 22 años, y lo hizo en razón de su trabajo.
Por aquella época ella tenía un novio desde hacía dos años, pero constantemente se mantenían en discusiones.
Yo no me atrevía a intervenir porque consideraba que podía ser peor.
Desde por lo menos tres años atrás, yo no había tenido ninguna relación sexual, debido al distanciamiento que tenia con mi esposa antes de divorciarnos, también porque el ánimo no era el mejor.
En junio de este año, la situación de mi hija con su novio empeoro y decidieron terminar la relación, de manera que ahora ella estaba pasando más tiempo en casa lo cual genero más cercanía entre nosotros y me di cuenta de la mujer tan hermosa en que se había convertido, sus pechos firmes que se le marcaban bajo sus blusas, unas piernas y unas nalgas armónicas que hacían ver preciosa.
Un día que recién había salido de bañarse y se empezaba a vestir se entreabrió la puerta de su habitación y yo estando recostado en mi cama viendo la tele, pude ver su silueta desnuda y quedé sorprendido.
Hace unos días, en una noche de tormentas, yo ya estaba acostado cuando comenzaron a caer rayos y truenos, y mi hija que es muy temerosa de estos fenómenos se vino corriendo a mi habitación vistiendo su diminuta y transparente baby doll en la que se le marcaban las puntas de sus pechos y se acostó a mi lado bajo las frazadas por lo que quedamos pegados y mi mano al tratar de abrazarla se posó sobre unos de sus pechos; ella no dijo nada pero mirándome con picardía me dijo: ¿qué te parece papíto? Yo sin darme cuenta de lo que había hecho le dije… que te parece que? Ella me dijo… mis senos?.
Ahí yo caí en cuenta de lo que había hecho pero sin darle mucha trascendencia le dije… Bien, muy bien ya veo que te has convertido en toda una mujer y sin más, se incorporo en la cama, se quitó la blusita quedando sus hermosos pechos al aire, y me dijo… me gustaría que me acariciaras a ver si me relajo y me olvido de los truenos.
Y comencé a pasar mis manos por sus pechos y mis dedos por las puntas de sus rosados pezones.
Después de unos minutos me entusiasme tanto que me di vuelta y empecé a chupárselos y ella a suspirar.
De pronto, ella puso su mano entre mis piernas y buscó mi polla que aun estaba flácida y me preguntó que me pasaba, le conté todo lo que había padecido antes de la separación con su mama; entonces ella me bajó el pantalón y comenzó a acariciarla y su mano suave y calurosa la hizo reaccionar irguiéndose un poco, entonces se metió bajo la frazada y comenzó a darme un masaje con su boca y yo empecé a disfrutar de las caricias de su lengua y la succión que me daba, y eso a ella la fue poniendo muy caliente, hasta que se dio la vuelta y me dijo que acariciara su concha, así lo hice y era tal su calentura, que pronto alcanzo su primer orgasmo y mi polla continuo poniéndose dura.
Ella estaba súper excitada y quería mas sexo entonces me pidió que me acostara boca arriba y se subió sobre mi y después de acercarme sus pechos para que yo se los chupara, se levanto un poco y tomando mi polla la humedeció en sus flujos y comenzó a dejarse caer sobre ella hasta que la logro desaparecer dentro de su concha.
Me dijo… Huyyy papi que rica polla tienes, como no la había descubierto antes, que rica, quiero que me folles con fortaleza y me regales el mejor orgasmo de mi vida y empezó a subir y bajar gimiendo cada vez que mi polla la penetraba.
Se movía de todas las formas posibles tratando de gozar al límite el momento.
Así estuvimos deleitándonos con besos y caricias, yo le apretaba las puntas de sus senos y ella experimentaba corrientazos según me decía, que rico papi, me fascina tu polla, quiero tenerla siempre dentro y emocionada comenzó a moverse con mayor velocidad y mi excitación creció al punto que sentí que iba a explotar por lo cual intente sacar mi polla de su concha para no explotar dentro de ella y de pronto embarazarla, pero ella lo noto y me dijo… no te preocupes explota dentro de mí que nada me va a pasar, quiero toda tu leche dentro de mi concha, hazlo ya o cuando quieras.
Y ahora sin ninguna preocupación, me entregue de lleno a follarla como si fuera la única vez.
Los dos nos movíamos con mucha energía, respirábamos agitadamente y ella gemía cada vez más fuerte en medio de la tormenta que en la noche lanzaba sus truenos y destellos de luz que iluminaban la habitación.
Finalmente, sentí que ella alcanzaba su orgasmo por lo cual cambiamos de posición y yo sobre ella me sentí poderoso de tener el control y levantándole las piernas sobre mis hombros logre que mi polla la penetrara más profundo en su concha y al escucharla gemir con mucha pasión me excite tanto que tuve una explosión tremenda después de muchos años de abstinencia.
Terminada esa maravillosa sesión los dos quedamos exhaustos y pronto nos dormimos desnudos y abrazados.
A la mañana siguiente cuando desperté la frazada estaba recogida y la mitad del cuerpo de ella hacia abajo estaba a la vista.
Pude admirar su maravilloso cuerpo, sus piernas y su concha perfectamente depilada.
Me levante y prepare el desayuno para los dos y cuando tenía todo listo tome una flor del jardín y la coloque en un vaso para agradecerle la maravillosa noche que me había regalado, ese sábado salimos a pasear como si fuéramos pareja y en la noche cuando regresamos le propuse disfrutar de una copa de vino, pero terminaron siendo varias, por lo cual a media noche los dos estábamos muy eufóricos y por supuesto vinieron los besos y las caricias y de paso nos fuimos desnudando logrando una excitación maravillosa y estando yo sentado en el sofá ella se encaramo sobre mi acomodando mi polla en su concha dándome unos masajes maravillosos su sube y baja, logrando llevarme al éxtasis.
Esa segunda noche nuestro encuentro fue muy completo, a continuación disfrutamos de una sesión de sexo oral, bebimos hasta emborracharnos disfrutando de nuestros cuerpos en todas las formas posibles, ella me puso al día en materia de sexo y yo se lo agradecí dándole todo lo mejor de mí.
A futuro no se qué va a pasar, pero tranquilos que ya les contaré, de momento los dejo porque se acerca mi hija, viene desnuda y me está invitando a cenar.
Quiero un papi así