Mi hija Carla.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Carlos y tengo 52 años, lo que narraré comenzó hace 22 años yo tenia entonces 30 años y estaba recién separado de mi esposa, mis dos hijas vivían con su madre y yo me encontraba entonces solo. Mi hija mayor Carla en ese momento contaba con 12 años aunque se veía muy desarrollada para su edad, contaba con unos nacientes pechos su cuerpito se notaba ya con sus curvas y con un trasero bien dotado, era muy bella de rostro con sus cabellos castaños lisos que le llegaban a los hombros. El día previo al cumpleaños de su hermana Laura de 9 años, fueron a mi casa a visitarme en compañía de su madre con la intención de invitarme a la celebración y asegurar el regalo que iba a hacerle así como algunas cosas que se necesitaban para la pequeña fiesta.
Al momento de irse, Carla insistió en quedarse conmigo para así acompañarme en las compras y en la escogencia del regalo de su hermana, de ese modo se quedó conmigo y le aseguré a su madre que al día siguiente a tempranas horas de la tarde estaría en su casa.
Nos quedamos mi hija y yo, preparé algo de cenar y comimos le dije que fuese al cuarto si quería ver televisión y que yo luego iría a preparar el sofá a fin de que ella durmiera en mi cuarto ya que disponía de una sola habitación.
Me quedé revisando unos documentos en el comedor y al concluir, me dí una ducha y me puse un pijama de pantalón corto y la camisa, luego pasé por el cuarto a buscar unas sabanas y almohadas para acomodar el sofá, ya eran cerca de las 10pm. Mi hija no dormía veía la tv, cuando abría el closet para buscar lo que necesitaba ella me dijo….. papi no duermas allá quédate conmigo que no me gusta estar sola. Me acosté a su lado con la intención de esperar a que se durmiera para luego irme a la sala, pero ella al yo acostarme se arrimó a mi estaba cubierta con una cobija hasta el pecho solo no estaba cubierta de los brazos a la cabeza, pegada como estaba de mi pasó su brazo sobre mi cintura diciéndome, “ así no te me vas”.
Me coloque de lado hacia ella y besándola en la mejilla le dije que no me iría, metió ella su brazo dentro de la sabana y se arrimó mas hacia mi colocando sus nalgas en mi pene que aun estaba flácido, hasta ese momento nada había pasado por mi mente. Se movió un poco como acomodándose y el roce hizo que comenzara a erectarme a pesar de luchar contra eso, y ella al percatarse paso su brazo por mi cintura y me haló hacia ella, quería sentirlo sin dudas, apenado le dije mi amor que haces y ella puso sus dedos en sus labios como diciéndome que callara.
Ya estaba erecto allí, acostado con mi hija un deseo febril se había apoderado de mi y no sabia que hacer. Al ella comenzar a moverse ya con movimientos mas excitantes, me impulse hacia ella y la abracé agarrándole sus nacientes téticas, a lo que me dijo así papi tócame. Levanté la cobija para meterme debajo y al tocarla estaba solamente con pantaletas y sostén lo que me excitó aun más, bajé un poco sus bragas y ella me ayudó quitándoselas a lo que yo comencé a sobar sus nalgas y a tocarle su culito y sus conchita que la sentía húmeda, mientras esto hacía ella metió su mano por la cintura de la pijama y me acarició mi verga ya erecta de unos 17 cm y algo gruesa.
Permanecimos así unos minutos hasta que ella se incorporó bajo mis pijamas y mi bóxer y agarro mi tronco dándome una paja suave y luego comenzó a besar la cabeza y a lamerla hasta tragarla a medias, le entraba casi la mitad y salía de su boca, llevé sus manos a mis testículos y le dije que los acariciara y luego le dije mi amor quiero que te pongas en 4, le indique como y al ver ese culito rosadito y esos labios vaginales apetitosos le comencé a mamar su culito y a meterle la lengua mientras acariciaba su clítoris y su vagina virgen, pasaba mi lengua por toda su raja, lamia su clítoris y metía mi lengua en su vagina. Ella gemía y me decía así papi así, soy tuya siempre lo he deseado, uffff papa que rico, ya en mi había desaparecido todo tipo de pudor, estaba allí con una chica y quería cogerla, no era mi hija en ese momento.
Me dijo métela papa quiero eso, se la coloqué en la puerta de su orificio con mucha saliva pero no logré introducirla, busque un lubricante y le metí un dedo a lo que ella suspiró profundo, luego intenté nuevamente logré meter la punta de mi verga, ella emitió un ayy apagado y guardó silencio, me quedé quieto y ella misma se impulsó hacia atrás logrando que se lo encajara hasta el fondo alli gritó ayyy papi si, me gusta dale papa cógeme dame todo es rico, y comenzó el vaivén, el mete y saca agarrándole todo, la cintura, las téticas, le daba duro mientas ella se meneaba y me decía cosas como dale coge a tu perra, seré tuya siempre tu puta, sentí que sudaba y se agitaba con espasmos hasta que me dijo estoy acabando papaaaa rico dame tu lecheeee y acto seguido le deposite en sus intestinos dos chorros que ella asimiló diciéndome, caliente esta ricaaa ufffffff, y a caí sobre ella, nos quedamos así hasta que mi pene salió flácido nos acostamos uno al lado del otro, besándonos con ricos besos de lengua, hasta que fuimos al cuarto de baño a asearnos.
Fue el comienzo de mi vida incestuosa que ha tenido un largo recorrido, en otra oportunidad les narraré como le quité la virginidad a mi hija y el resto de todo cuanto ha acontecido.
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