Mi hija Elena
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Julián tengo 32 años, estoy divorciado viviendo solo y tengo dos hijos de mi matrimonio Elena mi hija tiene 8 años y Pedro mi hijo tiene 6. Soy alto, mido 1,77 mts, delgado, de buen cuerpo, atractivo y de buena formación familiar y profesional.
Desde mi divorcio y separación, acordamos mi ex y yo que los niños pasarían los fines de semana conmigo, esto varió al punto que se queda conmigo un fin de semana una y el otro fin el otro, de ese modo todo transcurría normal, sin alteraciones y de manera entretenida. Sin embargo dese hace dos meses ocurrió algo que varió por completo mi relación con mi hija.
Ella, Elena es algo alta para su edad mide poco mas de 1,50 mts, es algo menuda, delgadita pero con buenas piernas, tal vez por su afición a la natación.
Ocurrió que una noche no quiso quedarse en su habitación por estar algo asustada por haber visto una película de terror y se vino a mi habitación. Se metió en mi cama con su pijama y sin cobijarse me dio las buenas noches y se acostó de lado dándome la espalda. Me había tomado un par de tragos y veía una película pero al vencerme el sueño apagué la tv y me dispuse a dormir. No sé porque razón, tal vez el tiempo sin tener sexo regular por más de un año y la sensación de tener alguien a mi lado, a medio dormir y sin ninguna intención ni conciencia comencé a acariciar las piernas y el trasero de mi hija, me volteé hacia ella sobándola, en ese momento desperté y avergonzado me retiré pero oí la voz de mi niña, “sigue papi así me gusta”, nada le dije pero coloqué mi mano nuevamente en sus caderas y mi hija tomó mi mano y comenzó a acariciármela. Se volteó hacia mí y pasó su brazo sobre mí y sobaba mi pierna casi tocando mi verga que ya estaba medio erecta. Me dijo, me gustas papi y te quiero mucho. Lo sé hija también yo a ti. Me dijo Papi quiero algo de ti. Dime amor respondí. Me da pena papi, pero si te digo no te pones bravo. Le dije que no. A lo que replicó. Quiero vértelo papa. Que cosa hija dije. Tu pipi papi anda, nadie lo sabrá, Laurita mi amiguita me dijo que ella se lo chupa a su papa y nadie sabe y ella me dice que es rico. Al decirme esto mi mente se resquebrajó no hallaba que hacer ni que decir y ella mientras tanto paso su mano sobre mi paquete y me decía “ay papi que grande”, no lo dudé más y la bese en su boca quitándome la pijama y el bóxer saltando mi verga con una erección descomunal. Ella lo agarró y pasaba su mano sin pericia pero muy suave por todo el tronco guiada por mi mano, yo le decía así y ella continuaba. Le dije que la besara y ella puso su boquita mientras yo le decía bésala, pásale la lengua y ella obediente, agarré su cabeza y le dije abre la boca y la vas metiendo de a poco pasando la lengua, no llegaba mas allá de la cabeza del pene pero lo hacia y yo disfrutaba. Le pegunté te gusta. Rico papa y me lo darás siempre?, si mi amor siempre.
Le dije que si seguía así pronto saldría algo de allí y ella me dijo si papa Laurita me dice que su papa se la echa en la boca y ella se la traga, le dije que se desnudara y ella lo hizo y así estábamos los dos desnudos. La besé en la boca y metí mi lengua le dije haz lo que yo y pronto se familiarizó. Comencé a besar sus pezoncitos, los lamía, y fui bajando hasta llegar a su lampiño pubis, pasé sus piernas por mis hombros y le chupé el clítoris y metia mi lengua en su vagina virgen y lamia su culito, la coloque sobre mí para hacer un 69, ella me repetía mientras le mamaba todo que le gustaba que era rico, le dije que me mamara que se metiera todo cuanto pudiera y así mamándonos sentí que temblaba y me derramé en su boca todo cuanto tenia. Ella lamió hasta dejarme limpio y otro tanto hice con ella, se acostó a mi lado y me dijo rico papa me gustó mucho. Quieres más, otras cosas, si papa enséñame……
La volteé y la puse en cuatro, me arrodillé detrás de ella y comencé a lamerla, desde su culo a su clítoris y la sentía gemir, la chupaba y le coloqué mi verga en su entrada ya muy húmeda, ella me dijo la vas a meter papi, si mi nena debes aguantar te va a doler un poco, le puse lubricante en su culito y le metí un dedo ella transpiró con un pequeño “ay”, tranquila bebé le metí dos dedos y los aceptó, los metía y sacaba y les daba vueltas para dilatarle su hueco, le dije que se abriera las nalgas y ante tal vista de ese orto rosadito y sintiéndola caliente me dije ya es el momento, se lo puse en la entrada y empujé de a poco y con algo de esfuerzo entro la cabeza, gritó y dijo papa sácalo si, le dije aguanta amor, me duele mucho papi y se lo metí poco a poco hasta las bolas, me quedé quieto y al rato ella solita comenzó a moverse y yo a darle con el mete y saca suave y ella así, así papa así, si toma goza mi vida que rico tu culito es mío verdad, si papa dame más que rico se siente, mi verga de 17 cm se perdía en ese culito rico, me parecía mentira que se adaptara y le entrara todo pero así era, sentí sus espasmos y aceleré mi ritmo hasta que mi leche inundó sus intestinos, solo dijo “ay me quema ufff” , y caí sobre ella exhausto.
A partir de ese día nuestra vida cambió radicalmente. Ya les comentaré lo ocurrido posteriormente…..
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