Mi hijastra dormida??
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo una hijastra de 18 años, ella es delgadita, aunque últimamente su trasero se ha puesto redondito y los senos le están creciendo.
Mi relación con ella es muy abierta, siempre le he dicho que puede hacer lo que quiera siempre y cuando lo haga con responsabilidad. Siempre dice que no le gusta abrazar más que a su novio, pero siempre acaba abrazándome y dándome un beso.
Hace unas semanas su mamá se fue de viaje por una semana y nos quedamos ella y yo sólos en la casa (ella es hija única y yo decidí no tener hijos). Estábamos viendo la T.V. en la noche y se quedó dormida en mi cama, como la noche es calurosa, ambos estábamos en calzones y camiseta. Primero me quedé viéndola cómo estaba dormida, sus senos se dibujaban saliéndose de su blusa, pues últimamente le han crecido y las blusas ya no le quedan, después se destapó y puede ver cómo se abulta su pantaleta en su panochita, tiene el vello púbico muy negro y se nota con cualquier panty que se ponga.
De repente ella levantó una pierna y esta quedó encima de la mía, con cuidado metí mi pierna abajo de la suya y se la abrí, su otra pierna estaba tambíen un poco abierta, así que el espectáculo era muy exitante, no aguanté más y comenzé a tocar muy suavemente su panochita por sobre su pantaleta. Se sentía deliciosa, con un colchonchito de pelos y luego su panochita chiquita, pero calientita.
Después de acariciarla un rato me atreví a meter mis dedos debajo de su pantaleta, lo hice sin que ella reaccionara y lo primero que hice fue acariciar el vello que tiene sobre el monte de venus, se sentía muy rico, su vello es abundante pero pegadito a su piel. Fuí bajando poco a poco, hasta que sentí sus labiós que ya estaban calientitos.
Durante un rato pasé mis dedos de arriba hacia abajo de su panochita, yo sentía cómo respiraba "tranquilamente" y con un sueño muy profundo. Después puse mi mano sobre toda su raja y con mis dedos comencé a apretársela a la altura del clítoris, sentí cómo se le ponía duro y cómo ella seguía dormida, creo que le masajee el clítoris así por unos 5 minutos, después con mi dedo medio comenzé a abrir su panochita, primero llegando al clítoris que estaba muy duro, después bajando hacia la entrada de su vagina, sentí cómo la temperatura de su panochia aumentaba y su respiración seguía tranquila, ella tenía una media sonrisa. Ella jura que es virgen, así que con cuidado me dirigí a la entrada de su vagina, está muy apretada y se mojaba rico con el contacto de mi dedo, cómo no quise lastirmarla, mi dedo jugó con la entrada de su vagina un rato, mientras ella seguia "dormida". Me la pasé como 45 minutos jugando con su panochita hasta que ya no tuve sensaciones en ninguno de mis dedos.
Unos minutos después de dejar de tocarle la panochita, ella se volteó y se puso de espaldas a mí, yo tenía la verga muy dura, pero no quería que se fuera a despertar por sentir mi verga en sus nalgas, además nunca, ni de chiste le ha gustado que le toque el trasero, sin embargo esa noche, su trasero estaba muy a mi alcance, me dejó que le agarrara esas nalgas que le están creciendo y que le fuera bajando la pantaleta, yo me estaba medio masturbando mientras le acariciaba las nalgas y tomé un poco de mi lubricación y se la embarré en la raja de sus nalgas.
Me tuve que levantar al baño y cuando regresé a la cama sonó el despertador para irnos a nuestras actividades. Ese día durante todo el día ella tuvo mucho sueño y tenía esa cara de mujer satisfecha que es difícil que oculten.
Por la tarde vino de visita una de sus amigas y la conversación entre los tres tocó varias veces "como por descuido" los temas sexuales.
Yo encantado de la vida repito la experiencia, creo que a ella también le dan ganas, pues cuando ve que ando en truza busca pretextos para estar cerca de mí, veremos cómo se desarrollan las cosas y si finalmente cede a los impulsos.
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