Mi hijastro II
Continúa la historia con Pablo.
Me había obsesionado con Pablo. Al día siguiente en el trabajo no podia dejar de pensar en su cuerpo y en su polla. No me quitaba de la cabeza sus miradas infantiles a mis tetas, a mi coño, el deseo en sus ojos adolescentes por descubrir más. Las miradas a mi cara cuando le chupaba su rico y joven rabo. Los gestos y sus ojos en blanco cuando lamía toda la punta de su polla. Sus gemidos y sus silencios llenos de lujuria. Ni en sus sueños había imaginado él que fueran a comerle la polla de esa manera y a tragar su semen. Esa noche me lo volvió a repetir, que le encantaba que me tragase su polla entera y notarla tan mojada en mi boca y sobre todo, que me hubiese tragado su leche y con esa lujuria que también me caracteriza haberla cogido con mis propios dedos y haberla introducido de nuevo en mi boca para no perder ni una gota.
Como decía, en el trabajo estaba muy cachonda y decidí ir al baño. Allí, me masturbé, pero a mitad decidí enviarle un vídeo a Pablo. En él, le enseñaba como me masturbaba y además le enseñé mis tetas. Con el vídeo adjunte un mensaje: prepárate, esta tarde bo hay tiempo para estudiar ni para hacer deberes. Esta tarde vas a volver a ser mío. En el descanso del instituto, Pablo me envió que desde ese momento había estado empalmado toda la mañana y que no deseaba otra cosa que tocarme y entregarme su polla para que la chupase como ayer. El chico poco a poco se cogía a mis encantos y le enseñaría aún más lo que es bueno.
Nada más llegar a casa, le esperé en el baño. Allí me depile entera y le dejé un mensaje de que subiese en cuanto llegase. Me preparé un baño en la valerat de hidromasaje y esperé. Cuando Pablo subió se había desnudado ya, dándome una sorpresa. Entro con su pequeña polla totalmente erecta y con algunos pelitos en su vientre, cosa que me ponía a mil.
-Ya estoy aquí Laura… Mira quién está muy contenta de verte – dijo señalando a su polla
-Ven aquí mi niño… – me incorporé mientras Pablo de acercaba. – Trae esa polla deliciosa que la vuelva a probar…- dios que delicia notar su dureza en mis labios y en mi lengua. Solo quería engullirla. No había para mi en ese momento nadie más que él, su polla y yo en el mundo. Era un placer degustarla, tragarla, sacarla y golpearla contra mi lengua, lamer toda la punta, sus huevos, su tronco
-Dios que guarra eres… – eso me puso más aún. Escupí en su punta y trague como una loca.
-Pablito aquí mando yo, así que túmbate… – el nene entró en la bañera y se sentó en un escalón que había para colocar los jabones. Allí me dispuse de rodillas de nuevo frente a él. Volví a acariciar su cuerpo, notaba muchísimo ardor en mi chochito cuando acariciaba esa tabletita rica de chocolate y su pecho. Solo quería agarrar con una mano su polla y sobarle el cuerpo con la otra
-Como me pones a mil nene…
-llevo todo el día empalmado pensando en ti .. imagínate a mí ..
-calla, voy a seguir chupando mi golosina favorita…
Volví a adentrar su polla en mi boca, lamí el frenillo, sus huevos, su punta y decidí pajearle mientras le miraba lujuriosa
-Venga chiquitín, quiero tu lechita otra vez en mi boca …
-Dale más Laura… Aprieta más tu mano, quiero sentir fuerza en mi polla… – le pajeaba como una fiera, me dolía hasta el brazo pero no iba s parar. De vez en cuando engullia su polla de nuevo y chupaba toda su cabeza para estimularle
-Ya viene… Ya viene mi lechita…
-Damela dámela peque – dije ansiosa poniendo mi cara y mi boca a 1 cm. Y allí fue, una ráfaga de semen pobló mi boquita y mi nariz. La leche se desbordaba por mi boca y decidí tragar como pude lo máximo. Me excitó una cosa que pensé y la hice. Fui a besarle con la boca llena de su leche y a Pablito pareció gustarle. Nos morreamos con nuestras bocas manchadas de su propia leche. Fue delicioso y excitante sentir a ambos conese sabor tan rico en nuestras bocas
-Dios… Que mamada ..y que excitante ese beso…
-Descansa un minuto que esto no ha acabado
Al minuto comencé a volver a pajearle poco a poco y a chupar lentamente su polla. Era una adicta total a esa pollita adolescente
-Vas a follarme tú… Ahora te voy a dejar mandar un ratito… Pero no te acostumbres bebé ..
-vale Laura… Enséñame como quieres que te folle tu niño …
-Primero vas a comerme el chochito mi nene…
Cambiamos las posturas y Pablito se colocó donde yo y comenzó a lamer mi chochito.
-Ufff me vuelves loca… – dije chorreante viendo sus ojitos mirarme mientras su lengua hacia el trabajo. No es que fuera un comedor profesional, pero me volvía tan loca verle mientras con la otra mano se tocaba lentamente su polla que me tenía doblegada.
-Me encanta este sabor…. – me dijo mientras succionaba y lamía mi clitoris y yo suspiraba como una loca agarrando su nuca y estampando su boquita en mi agujero.
-Quiero que me folles ya mi nene… Trae esa polla y dame cañita…
-Hare lo que me pidas… La tengo otra vez como una piedra para follarte como un loco…
-Vaya con el chiquitín, que caliente es… Dije chupando sus labios con mi lengua y agarrándole la polla
-Me has enseñado a ser un cachondo, aunque ya lo era…
-bueno, dos pajas al día o más te avalan mi bebé…
-Ahira ya no necesito pajas…. Solo quiero tus mamadas y tus folladas Laura …
-dios mío… Las tendrás…
No se porque me tenía loca… Bajé y chupe su polla durante un par de minutos. No podía soltarla y dejar de lamerla. Pero Pablo me paró
-Me encanta que me la chupes, pero ahora mando yo, te acuerdas? Quiero metertela entera
-Claro nene… Follame como un loco –
Me puse de pie, me di la vuelta y le ofrecí mi culito. El se puso detrás de mí y ayude a penetrarme. Su polla entró al instante en mi lubricado chochito y noté la dureza y el vigor del adolescente, el cual no notaba la perdida de fuerza tras eyacular 10 minutos antes
-Follame como a una perra… – y me clavó su polla hasta el fondo. Así empezó el metesaca. Al principio un poco patoso pero con el rato se fue agarrando y ganó velocidad. Yo me giraba y veía sus ojos postrados en mi culo. La mirada perdida del placer del adolescente de cumplir sus sueños húmedos de tantas pajas en los últimos años. Su cuerpo moreno y mojado resaltaba sus músculos, sus abdominales, su pecho… Y su polla no dejaba de entrar y salir a mayor velocidad. Yo chillaba le pedía más, que me follase más rápido, que me la clavase hasta el fondo… Hasta que tuve un enorme orgasmo que me dejó casi muerta. Mientras, Pablito continuaba con la fuerza que le daba haver eyaculado hace poco. No paraba de darme y darme a mucha velocidad. Gemia como un nene y eso me ponía a un más.
-Me voy a correr …
-Damela toda… Quiero volver a sentirla… Follame más rápido! – le grité
Pablo aceleró y descargó rápido. Estaba tan cansado que cuando dejó de moverse acabó apoyando todo su cuerpo en mi espalda. Yo salí y me encaramé a su polla, ya un poco más flácida pero llena de su semen. La chupé lentamente, me la comí entera y acaricié su cuerpo y sus huevos.
– Te has portado muy bien… Dije acariciando su polla y su vientre. Has sido un nene muy bueno…
– Como me pones… – me contestó besándome.
DELICIOSO!!!
Sigue contando es excitante imaginar que te follas a un jovencito, quiero saber como te lo hizo la primer vez por el culo.
Me encantó. Espero que muy pronto lo actualices con más partes.