Mi hijita Dalia y yo, su padre, su macho I
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ShadowRay.
Me llamo Dante, tengo 31 años, cabello castaño, ojos verdes, de una contextura musculosa pero de estatura promedio, mi esposa tiene 32 años, y mi hija Dalia tiene 14, una niña blanquita, con pechos pequeños pero bien formaditos al igual que su colita, cabello negro y medio onulado, la tuve de muy joven pues de jovenes mi esposa y yo nos gustaba mucho hacer cosas a escondidas y una de esas veces la preñe.
Bueno, pero ahora al tema, como mi hija hizo que la inicie en el mundo del sexo y hacerla mi mujercita.
Era un dia domingo, no tan caluroso como de costumbre, mi esposa habia salido a hacer las compras y me dijo que demoraria por el trafico, yo estaba en la sala, viendo la tv, sentado, relajado, no todos los domingos estoy en casa por mi trabajo, por ello los domingos que puedo no haga nada, como el dia de hoy.
Ya habia pasado 20 minutos, mi esposa aun no llegaba, me parecio normal, igual no habia apuro, pero me parecio mas raro que mi hija no este por la primera planta de la casa, y no habia recordado que en la mañana haya salido a alguna parte, asi que sospeche que seguia arriba en su habitacion, fui a revisar, y me encontre con la puerta cerrada, acerque mi oido a la puerta para intentar escuchar, y lo que oi no me lo podia creer: Mi hija estava gimiendo.
En ese momento mi verga se empezo a poner dura con tan solo oirla, me repetia en mi mente que era imposible que lo que creia que estaba haciendo mi pequeña, asi que, abri la puerta suavemente, y me quede pasmado al ver a mi menor hija masturbandose encima de su cama, desnuda de la cintura para abajo, y solo con su sosten, sus deditos estaban sovando su pequeña rajita, y de vez en cuando se me tia un dedo por unos segundos y lo movia en su interior, mi verga casi explota con solo ver esa escena.
De repente mi hija se percato de mi presencia, se sonrojo como un tomate y trato de esconderse, avergonzada, decia que por favor no le contase a mamá y que no le castigara por hacer eso, yo estava confundido pero muy caliente.
-Hija – le dije – no hay porque ocultarse, eso es normal.
-Enserio papi? – me miraba de reojo detras de su cama, mientras yo me sentaba cerca a ella
-Si mi amor, yo me masturbaba hasta antes de tu edad, de hecho, como ya debes saber, tu madre y yo ya teniamos sexo solo un año mayor que tu.
Mi hija se levanto de repente antes de que terminara la oracion, mi verga estaba dura como una roca, vi a mi pequeña sin nada abajo, su tierna rajita, y su culito pequeño pero bien formadito.
Entonces – me interrumpio – no estaria mal si yo tambien.
-NO – alce la voz – tu no debes ser igual, osea, no esta mal, pero no debes entregar a eso a cualquier persona hija, no debes.
De pronto mi hija se acerca mas a mi, y concentra su mirada en mi pantalon, yo me extrañe, pero habia olvidado que mi verga estaba parada.
-Pero papi.
si yo quisiera dar mi rajita a una persona que ya es especial para mi.
– dijo mi hija, mientras posaba sus delicadas manos encima de mi pantalon, encima de mi verga
-Hija.
estas segura que quisieras que yo sea el primero? Ademas, esto seria incesto, no se si deberia, que estoy pensando
-Papi, jajajaja, si no quieres no, igual solo era una broma
-No – mi verga me estaba doliendo de lo que apretaba el pantalon – ya lo decidi, si alguien tiene que tomarte sere yo
-Que? Papi! Que haces???!!! – me dijo mientras la avalance encima de la cama, yo encima de ella, rosando su suave piel
-No te preocupes mi princesita, yo te hare mia – le decia mientras le daba besos por toda la cara, tocando su rajita mientras ella gemia, me decia que parara, pero no pensaba hacerlo, estaba demasiado caliente para detenerme, me quite mi camisa y la tire fuera de cama.
Mi hija dejo de poner resistencia, y solo se concentraba en gemir, me desabrocho mi pantalon, y dejo al descubierto mi gran verga, y se lo pongo en la entrada de su rajia
-Esto dolera un poco mi princesa, pero luego sentiras rico, te lo prometo – le dije mientras hacia que la punta de mi verga ya estaba dentro, estaba muy apretadita, muy humeda, estaba tomando la virginidad de mi hijita Dalia
-Hayyyy, papi, no, sacala, sacala! – me decia mientras movia sus piernas, pero no le hacia caso, entre mas se quejaba mas intentaba meterla toda, hasta que lo logre, senti el tope de su vagina, super apretado, ella solo solto un grito de placer
-Papiii, haaaaa
-Estas deliciosa mi princesa, desde ahora eres solo mia
Le decia mientras empezaba el mete y saca, primero despacio para no lastimarla, pero cuando mientras mas gemia, mas rapido se lo hacia, era la gloria, estaba penetrando a mi hija de 14 años.
Asi estuve como unos 10 minutos, sin depegarme de ella, su rajita estaba bien humeda, hasta que senti que me venia, me movi con mas fuerza y mas rapido, mi hija solo le limitaba a gritar y gemira mas fuerte
-Me vengo mi amor, toma toda la leche de papi!!!
-Si! vente dentro papá, soy tuya, haaa ahaaa haaa
Empeze a descargar mi semen dentro de ella, no me importaba el riesgo que habia, su vagina se contraia, haciendo que mi verga descargue con mas fuerza y se sentia mas rico.
Quede encima de ella, y le dije
-Princesa, que esto como un secreto entre los 2, tu mami no debe saber de esto si?
-Esta bien papi, y creo que me gusto, lo volveremos a repetir?
-Claro mi pequeña, si lo deseas, cada vez que tengamos tiempo a solas, lo haremos
Y desde ese dia mi hija se convirtio en mi mujercita, mi amante, estuvimos 2 semanas, las cuales tuvimos otros 4 encuentros, ahora ella se pone encima mio y cabalga, le gusta bastante ser penetrada por su macho
Luego de esas semanas, me atrevi a tomar tu anito, pero eso quedara para la otra parte.
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