Mi hijita y nuestro perro Roco

Nunca imagine que la nena de la casa tuviera un amante secreto en casa..
Contare algo que presencié en pandemia.

Tengo una hija de 16 años, llamemosla Jaz. Es blanquita, de pelito oscuro por las axilas. Tiene tetas muy bien desarrolladas y un culito increible. Me recuerda a su mamá cuando la conocí.

Esto paso durante la pandemia del covid en 2020, yo no podia dejar de trabajar por lo que iba a la oficina todos los días. Estaba divorciado ya desde hace años, por lo que cada cierto tiempo mi hija venia a casa y yo la cuidaba. Confieso que, cuando mi nena preciosa comenzo a desarrollarse empece a sentirme atraído a ella. Era toda una mujercita preciosa. De vez en cuando venia a mi cama a dormir y yo no perdia oportunidad de tocar sus pechitos en crecimiento y su puchita con apenas vello.

Una tarde de viernes llegue a casa y todo estaba en silencio. Me parecio raro, por que por lo general siempre me la encontraba en la tele mirando sus dibujos o en la compu jugando. Pero no la vi por ningún lado. Algo me hizo asomarme por la ventana que daba al patio y fue ahi cuando me la encontré, estaba en cuatro con nuestro perro Roco, un bull terrier grandote color negro, queriendo achuntarle la verga en su colita. Ella tenia 11 años en ese momento, todavia no cumplia años.

Senti un revoltijo en la panza al verla. Sus tetitas colgando de su pechito, su pelo negro mal atado mientras ella intentaba ayudar al perro a meterse. Estaba desnuda, con su ropa hecha un bollo a un costado. Roco intentando bombearla aunque al ser ella tan bajita solo podía puntearle las piernas.

Peleaba internamente, decidiendo que tenía que hacer. Quiza la asustaba si iba con la intención de ayudarla. Especialmente porque temia que Roco pudiera morderla. Mire un rato mas hasta que ella se acomodó, levanto mas el culito y fue ahi cuando Roco pudo encontrar su conchita. El perro empezo a bombearla, parecia desesperado o emocionado por tener al fin su primer hembra en toda su vida. Ella comenzo a quejarse, podia escucharla, le daba palabras de animo a Roco para que siguiera y fuera suavecito.

Al ratito ella solto un grito y el perro paso su pata por arriba de ella, quedándose los dos pegados de cola. Ya sin poder aguantarme mas me saque la verga ahí nomas y me empece a masturbar. La inagen que tenia de ella era increíble. Nunca pensé que mi nena fuera tan hambreada. Tendria que revisarle el celular para saber de donde saco la idea de hacer que Roco se la cogiera, y empezar a abrir la puerta en silencio para seguir encontrandomela asi.

Y asi fue.

Supongo que por eso queria seguir viniendo a casa, porque su mamá tenia dos gatos nada mas. Ella impaciente y emocionada venia por la unica verga que tenia disponible.

Aunque una noche, aun durante la pandemia, me atrevi a lo que pense que no iba a hacer nunca.

Ella me pidio ayuda para hacer sus tareas de historia que venia posponiendo demasiado y la maestra le llamo la atención. La madre ya me habia avisado, por lo que no podia hacerse la tonta y posponerla mas.

La sente en mis piernas y comenzamos a ver los videos que le habian mandado, a leer los textos y a responder las preguntas. Los recuerdos de la tarde, en los que ella otra vez se cogia a Roco en el patio, me vinieron a la cabeza, haciendo que el pantalon me empiece a apretar con la verga parada. Supongo que ella lo noto porque se quedo callada y empezó a moverse un poco, cuando antes estaba quieta.

Entonces le dije «te vi hoy con Roco». Y ella se puso nerviosa, me rei y la abrace por la cinturita angosta de nena que tenía. Siguió moviendose por lo que lleve mi mano a su conchita, tocandole por arriba del shorcito que tenia. «Perdón pa» me dijo antes de tocarme la mano. «Na, esta bien. Me podrías haber dicho y te ayudaba.» Esta vez se empezo a frotar mas fuerte, por lo que corri la laptop y me levante. «Si querias verga me hubieras dicho Jaz.»

Me di cuenta que ya no era una nena. Era toda una mujer, y era momento de tratarla como la mujer hermosa que era.

Le pregunte de dónde habia visto que se podían hacer esas cosas con los perros y me respondio que de videos de internet.

Me baje el pantalón y me volvi a sentar, la acomode arriba mio, para que me mire y le baje el short, viendo su bombachita con florcitas verdes, estaba super mojada, seguro de lo que le dejó Roco mas temprano. Jaz no dudo en empezar a moverse, se froto moviendo su cinturita y saltando de vez en cuando. «¿Te animas a meterla?» Le pregunte y me hizo que si con la cabeza, por lo que la levante un poquito y me saque la verga bien dura que la tenia gracias a esta pendeja. Le hice a un costadito la bombachita y le empece a frotar la cabeza en los labiecitos hinchados. Si la verga del perro entro entonces no iba a necesitar mucho para que la mia entrara. Y asi fue, la hice sentarse de a poquito hasta que la llené.

La hice saltar mientras le golpeaba el cervix. No iba a ser tan brusco como el perro al comienzo al menos. Asi que la cogi suavecito. Le levante la remerita antes de mamarle las tetitas, esos pezoncitos marroncitos que parecían dos pastillitas de menta de esas que ella me traia del colegio. Cuando me senti cerca me sali y la hice sentarse de espaldas a mi para que me apriete con sus muslitos mientras yo me movia y me corri en sus piernitas y sus labiecitos.

Asi seguimos varias noches durante la pandemia. Yo llegaba, la ayudaba con Roco y a la noche antes de llevarla a dormir me la cogía.