MI HIJO DESPERTO MI SEXO QUE ESTABA DORMIDO
Después de pensarlo mucho he decidido compartir lo que me paso hace un mes, mi nombre es Mayra. Pero antes de decidirme a comentar lo que me sucedió revise situaciones como la mía en internet, encontrando paginas a través de las cuales me di cuenta que no soy ni la primera ni la única persona a quie.
Después de pensarlo mucho he decidido compartir lo que me paso hace un mes, mi nombre es Mayra. Pero antes de decidirme a comentar lo que me sucedió revise situaciones como la mía en internet, encontrando paginas a través de las cuales me di cuenta que no soy ni la primera ni la única persona a quien le ha sucedido lo que les voy a contar.
Hace dos años me divorcie y de los tres hijos que tuvimos en el matrimonio el mayor decidió viajar con su padre al exterior y los dos menores se quedaron a vivir conmigo.
Yo tengo cuarenta y dos años y me conservo bien gracias al ejercicio disciplinado que siempre he mantenido, mis hijos, el mayor recién cumplió diez y ocho años y los menores tienen doce y diez años. Con motivo del cumpleaños del mayor viaje con mis hijos menores y nos hospedamos en un apartahotel cercano a la casa de mi exesposo. Llegamos en la mañana y mi hijo mayor, Tomas, vino al apartahotel y fuimos los cuatro a pasar el día en la playa. En la noche Tomas se quedó con nosotros y durmió en el sofacama que está en la salita del apartahotel y los menores durmieron en la habitación en la cama contigua a la mía.
En la mañana mi exesposo paso a recoger a los dos pequeños para llevarlos a un parque de diversiones, de manera que regresaron hasta el final de tarde. Tomas entretanto dormía plácidamente y yo me puse a preparar un café. Y estando en esto Tomas se acercó a mi espalda y sin mediar palabra me abrazo pegando su cuerpo al mío, de manera que sentí su verga erecta, algo muy propio de los hombres en la mañana.
A pesar de lo que estaba percibiendo no imagine nada anormal y espere a ver qué pasaba y que el me soltara, pero él continuó abrazándome, además empezó a acariciar mi vientre por debajo de mi pijama, subiendo hasta cerca de mis senos, lo cual me sorprendió. Y como tenía el cabello recogido empezó a darme besos en el cuello y luego en la oreja, sitios donde soy super sensible.
Como hacia dos años que no lo veía, pensé que por eso estaba muy cariñoso y nada más. Pero cuando me dijo… Ayer cuando te vi en la playa con ese diminuto bikini me di cuenta del maravilloso cuerpo que tienes y te confieso que al observarte tuve una erección tremenda. Yo quede de una pieza. Y luego él continuó… por eso te pido que no me digas hijo, sino Tomas, porque yo te voy a decir Mayra y no mama.
Esto me sorprendió tanto que no sabía que hacer, Tomas es mi hijo y no podía rechazarlo después de no verlo durante dos años, estaba muy confundida con lo que me acababa de decir, entonces me di vuelta para enfrentar la situación y Tomas me recibió con un beso en la boca, que no intente rechazar, considerando dos años de sequía de hombres en mi vida, y ese beso condujo a que una de sus manos comenzara a acariciar mis senos por debajo de mi pijama, lo cual instintivamente hizo explotar mi sexualidad que había estado apagada en estos últimos años y sin pensarlo me deje llevar, ofreciendo muy poca resistencia. Tomas me desnudo y empezó a mamar mis senos y yo descontrolada deje salir gemidos de excitación.
Él se quitó lo único que cubría su cuerpo, que era una pantaloneta, quedando a la vista su verga erecta de un tamaño que jamás imagine. El tomo mi mano y la dirigió para que la atrapara e iniciara caricias y yo excitada seguí su deseo. De pronto me dijo… ¿Como te sientes Mayra? Esto me hizo olvidar a quien tenía al frente. A continuación, estando los dos totalmente desnudos me llevo al sofacama donde él había dormido y me dijo… Aquí te he imaginado desde ayer así desnuda.
Me acostó y yo como un autómata le obedecí, al estar acostada boca arriba, el separo mis piernas, metió su cabeza en medio de ellas y después de hacer un lento recorrido por el interior de mis muslos comenzó a darme sexo oral, además de dar un rodeo por mi pelvis llegando finalmente a donde yo lo esperaba. Su lengua y sus labios hacían maravillas en mi concha por momentos trataba de penetrarme con su lengua, luego cambiaba y se dedicaba a chupar mi clítoris, envolviendo mi cuerpo en un mar de placer. Adicional sus dedos instalados en mis senos apretaban mis pezones motivando más mi excitación.
Yo estaba aterrada pensando donde había aprendido tanto respecto al sexo y él después me conto que en internet estaba todo, incluyendo videos y recomendaciones.
En este punto ya no era dueña de mi voluntad, inconscientemente había aceptado la situación y la estaba disfrutando al límite. Luego Tomas se levantó me tomo de las manos y estando sentada en el sofacama quede a la altura de su verga, él me la acerco para que le diera sexo oral. Yo la vi enorme, la masajeé un poco y luego, después de darle unos rodeos, comencé a mamársela. Él al excitarse quería que me la tragara toda, pero lo tuve que frenar, porque jamás había hecho sexo oral, ni me lo habían hecho, hasta ese día, el sexo con mi exesposo fue muy elemental.
En este punto yo estaba que volaba y sin tener conciencia deseaba que Tomas me penetrara, pero no lo podía decir, tuve que esperar hasta que él me acostó y se subió sobre mí, en posición de misionero, acerco su verga a mi concha y como estaba tan lubricada no le resulto difícil que iniciara la penetración, al comienzo lo hizo con mucha suavidad, entretanto yo no dije nada sobre su tamaño, pero sentía algo de temor. Poco a poco su verga se fue internando en mi cuerpo y tal vez por la excitación mi cuerpo se adaptó rápidamente para recibirla y Tomas me penetro metiéndola hasta la raíz sin que me causara dolor.
Luego el comenzó a meter y sacar su verga y la fricción en mi concha fue llevándome a un placer que hacía mucho tiempo no experimentaba. Fui consciente de los gemidos que traté de cambiar por algo más suave como jum, jum, jum, pero al llegar al orgasmo ya no pude contenerme y me solté a gemir como una gata en celo. Cuando terminamos Tomas me dijo que le había excitado muchísimo escucharme gemir, y esto lo había llevado al límite, y fue cuando me dijo… Mayra me voy a correr, me voy a correr y yo le respondí… Córrete dentro, córrete, que quiero sentir tu semen dentro de mí y le rodeé la cintura con mis piernas para que me penetrara más profundamente y no se retirara tan pronto.
A continuación, permanecimos conectados por varios minutos durante los cuales sentí como su verga se fue recogiendo hasta salir de mi concha y luego empezó a brotar su semen de mi concha.
Le propuse que nos bañáramos para salir a desayunar, y mientras estuvimos en el baño los besos y las caricias no pararon hasta que salimos a vestirnos. Tomas estaba fascinado con mi cuerpo y en cada momento, cuando la situación lo permitía, no paraba de deslizar sus manos sobre mi. Tuve que pedirle que fuera prudente y prometerle que si se calmaba se lo compensaría al regreso al apartahotel.
Toda la semana que estuvimos juntos no sé cuántas veces estuvimos follando en todas las formas y posiciones posibles, varias de las cuales eran nuevas para mí. La víspera del día de regreso Tomas se inventó algo para que mi exesposo llevara a los dos pequeños a cenar y mientras tanto nos quedamos solos para disfrutar de una despedida para la que Tomas consiguió dos botellitas pequeñas de tequila, las cuales bebimos y después dimos rienda suelta al sexo, en esta oportunidad y por primera vez tuve sexo anal y gracias al licor disfrute momentos maravillosos.
Al despedirnos me dijo Tomas que hablaría con su padre para que lo dejara pasar las vacaciones de verano conmigo y me advirtió… La vamos a pasar de maravilla, será nuestra luna de miel.
Ahora que ya ha pasado un mes, cada vez que recuerdo esta semana, mi concha se moja y por eso compre un vibrador para desahogarme cuando la excitación me atropella, pero la diferencia de un vibrador y Tomás es gigante.
Afortunadamente un jovencito vecino de departamento del edificio donde vivo comenzó a mostrarse muy coqueto sabiendo que vivo sola con mis dos hijos y yo decidí seguirle la idea y un fin de semana que mis hijos se fueron de camping con sus primos, se dio la oportunidad de encontraros en el ascensor y aproveché para invitarlo a mi departamento a tomar un refresco. Yo calcule que tenía unos 23 o 24 años lo cual él me confirmo, 24 años. Establecimos una conversación muy amena porque él resulto ser muy inteligente desarrollándose buena empatía y de pronto cuando le di oportunidad de conocer sobre mi vida privada, una de sus preguntas fue cual era mi situación de pareja, le dije que estaba sola desde hacía dos años y enseguida llegó la pregunta complementaria… ¿Y no te sientes sola por falta de pareja?
Acepte que, si me sentía sola, y extrañaba no tener pareja, la verdad se lo estaba sirviendo en bandeja de plata para que vinieran sus proposiciones y se me ocurrió siendo viernes ofrecerle una copa de tequila, la cual acepto enseguida. La idea era yo acompañarlo, teniendo conciencia que el licor estimula tremendamente mi sexualidad.
Cuando le ofrecí la segunda copa de licor él se levantó y fue hasta donde yo estaba sirviendo, se pegó a mi espalda y me dijo que yo le atraía mucho y desde hacía tiempo deseaba que sucediera un encuentro como este. En ese instante reviví lo que me había acontecido con Tomas hacia apenas un mes, y no hice nada por detener lo que imaginé podía venir. Me beso el cuello, me dijo mil cosas adulando mi cuerpo, mi forma de ser, y sobre mi manera de vestir me dijo… que lo excitaba mucho verme vestida con minifalda. Lo cual era frecuente en los fines de semana cuando no tenía que trabajar.
Sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo mientras yo estaba sirviendo las copas. Al terminar de servir, él ya había recorrido parte de mi cuerpo y mi excitación con la siguiente copa yo sabía que se dispararía.
Después de beber el tequila, estando frente a frente, él rodeo mi cintura con sus brazos y vino un beso apasionado acompañado de caricias, lo cual anuncio lo que vendría.
Pasaron varios minutos en que Mauricio, ese es su nombre, me besó con mucha pasión y de forma tan delicada que me fascino. Sus manos en mis senos hacían el trabajo de motivar mi libido y yo me dejaba hacer hasta que pasados al menos diez minutos, Mauricio deslizo su mano por debajo de mi falda y empezó a acariciar mi concha que estaba superlubricada, de manera que, al correr mi panty hacia un lado, sus dedos comenzaron a adentrarse en mi concha, no supe si eran dos o tres, lo que si tenía claro es que lo estaba haciendo muy bien.
En este punto, le propuse que fuéramos a mi habitación donde tengo una cama king size y después de desnudarnos tuvimos una sesión de sexo oral cuando hicimos un sesenta y nueve, en el que Mauricio pasados varios minutos me pidió que cambiáramos porque estaba a punto de correrse y quería follar mi concha, y yo también.
La verga de Mauricio es de tamaño normal, pero bastante gruesa, eso lo noté cuando se la estuve mamando y luego cuando vino la penetración de mi concha sentí como separaba las paredes de mi vagina, abriéndose campo hasta introducirla toda. En el momento que se detuvo nos besamos sin parar, disfrutando la suavidad de sus besos y la penetración de su lengua, lo cual sabe hacer como todo un maestro.
Cuando llego el momento de mover sus caderas sacando y metiendo su verga lo hizo de una forma muy particular la sacaba hasta el límite de dejar solo la cabeza de su verga en la entrada de mi concha y luego la metía y sacaba unos dos centímetros por tres ocasiones, y luego me la hundía hasta la raíz.
Esa fricción en la entrada de mi concha me comenzó a producir una deliciosa excitación hasta llevarme a un delicioso orgasmo. Después de esto Mauricio siguió follándome con fuerza, haciendo que me sintiera poseída y dominada, y así hasta que con un gemido de macho dominante hundió su verga con fuerza y dijo… Que rico, que rico, me corro, me corro, uhmmmm y se dejó caer sobre mi cuerpo. Ahí quedamos unidos por varios minutos en los que intercambiamos palabras de agradecimiento y felicitaciones mutuas. Permanecimos pegados hasta cuando su verga se fue recogiendo.
Como Mauricio vive con su familia en el mismo edificio, a media noche se fue para su departamento, prometiendo volver al día siguiente. Ese primer fin de semana con Mauricio follamos hasta el punto que el domingo por la noche sentía resentida mi concha, pero dichosa de lo disfrutado.
No sé lo que pasara próximamente, pero si debo manejar las cosas con mucha delicadeza las expectativas de Mauricio porque cuando venga Tomas estaré dedicada a él. Espero lleguen pronto las vacaciones de verano para recibir a Tomas.
Que rica lectura,
Escríbeme.