Mi hijo, el amante de su madre ( 1 )
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por belcebup2.
MI HIJO, EL AMANTE DE SU MADRE (I parte)
La historia que relataré es verídica, se cambiaron los
nombres de los protagonistas para proteger su intimidad.
Mi nombre es Pedro, tengo 50 años, soy jefe de una familia
compuesta por mi señora (Nancy) de 48 años y mi hijo Mario de 24 años.
Cuando escribo sobre los sentimientos que sentían o sienten
los otros participantes, es pues me lo contaron luego de transcurridos los
hechos a relatar en la mayor confidencia, espero que nunca me descubran que los
estoy compartiendo a partir de ahora con todos ustedes.
Mi matrimonio fue todo un éxito, en todos los sentidos, en el
económico y sexual.
Fui el primer y único hombre de mi esposa hasta los hechos
de esta historia, disfrutamos todas las experiencias que una pareja puede
realizar en la cama y la hice una adicta sexual mía, respondiéndome a todas mis
exigencias, aunque fuera muy renuente a alguna de ellas como el sexo anal y a
tragarse mi semen cuando me hacia una magnifica mamada, cosa esta última que
hacía muy raramente.
Por motivo de un accidente de tránsito que tuve hace 5 años
quede imposibilitado de tener relaciones sexuales.
Mi mujer, luego de algunas
escaramuzas en la cama luego de mi accidente, empezó a plantearme que no quería
que le mamara la conchita o usáramos consoladores, pues decía que no quedaba
realmente satisfecha y posteriormente se sentía peor moralmente y mas caliente
que antes, prefiriendo tener abstinencia sexual que realizar las cosas así.
Esto
motivo que poco apoco nuestras relaciones sexuales prácticamente desaparecieran.
Coincidente casi con mi accidente Mario se puso a noviar con
Susana, una hembrita preciosa dos años menor que el, compañerita de la
Universidad, con un par de gomas impresionante (como le decimos por Argentina a
los senos) y un pavito (colita) aun más destacada, que vista de atrás se
conformaba como una perita, que hacia dar vuelta a la gente por la calle.
Mario
cuando no estaba estudiando para la facultad o practicando algún deporte, se
encontraba encerrado con Susana en su habitación cogiendo a lo loco.
Mario, mi hijo, tiene un tipo atlético, conformado por la
práctica de deportes y complementos en el gimnasio, mide 1,85 metros, de unos
75 kg de peso, bien equipado sexualmente, por lo que pude ver en las duchas del
club cuando nos bañamos luego de las practicas deportivas, en reposo, su pija
(pene) le debe medir 19cm con un diámetro de 6cm, muchísimo mas grande que la
mía, cuando podía disponer de ella.
El color de su cabello es castaño oscuro.
Sus ojos tienen una tonalidad celeste claro, transparentes como el agua, y una
piel bien blanca rosada, todo ello igual que su madre.
Hablando de ella, Nancy, mi mujer, no aparenta tener mas de
35 años, el cabello es rubio y lacio, llegándole hasta la mitad de la espalda,
tiene un culito que corta el hipo, bien respingadito, que al contraste con una
cinturita fina como una avispa, le da una voluptuosidad infernal, que te dan
ganas de comértelo ahí mismo, causando estragos entre los hombres cuando camina
por la calle con sus falditas bien ajustadas al cuerpo.
Las pierna están
perfectamente contorneadas con una rodillas perfectas, que cuando la ves
caminando desde atrás, con sus típicas minifaldas no muy exageradas, no le das
mas de 20 años.
El busto es impresionante, pues aunque es delgada, pues pesa 52
kg y mide 1,59m, todo su peso se debe concentrar en las tetas pues debe medir
por lo menos 110cm, y a pesar de su tamaño las tiene bien erguidas, blancas y un
par de hermosos pezones rozados del tamaño de mi dedo meñique y de por lo menos
1cm de largo, dentro de una aureola de casi 7cm de diámetro.
Al igual que con su
culo, el contraste entre sus senos y su fina cintura, no hay nadie que no deje
de mirarla cuando ella pasa por algún lado.
Hará un año y medio, luego muchos problemas entre ellos,
Susana dejo a Mario, pero transcurridos los meses este no lograba superar el
trauma que le causaba la separación, pues ella tenía un efecto muy dominante
sobre el y era la que manejaba la relación.
Para ello utilizaba el sexo y al
mismo tiempo jugaba con los sentimientos de mi hijo.
Poco a poco Mario fue cayendo en un estado de desesperación,
debido a la necesidad de tener a Susana a su lado y no poder lograrlo, esto lo
llevo a salir todas las noches con sus amigos y volver a altas horas de la
madrugada totalmente borracho y algunas veces también drogado.
Con mi mujer quisimos ayudarlo varias veces llevándolo a
alcohólicos anónimos o logrando que conociera otras chicas, pero siempre volvía
a recaer.
Nancy y yo opinábamos que todo se solucionaría si Mario
lograba conseguir traer a casa alguna chica que lo quisiera y lo tuviera
satisfecho sexualmente como era originalmente con Susana.
Como les conté anteriormente, Mario y Susana tenían
prácticamente una relación matrimonial en casa, durmiendo normalmente en la
misma cama en el dormitorio de Mario, sin ir su novia a su casa, a veces por
varios días.
Esto era posible debido nuestra posición holgada en dinero que nos
permitía vivir en un chalet de dos plantas con garaje en el subsuelo.
En planta
baja estaba todo la parte social (comedor, escritorio, recepción, cocina, etc) y
en la parte alta los dormitorios en suit (con baño).
El de Nancy y mío daba al
frente, y al fondo completamente aislado del nuestro, el de Mario.
Disponemos
además de un tercer juego de habitaciones para cualquier huésped que se quedara
a pernoctar en casa, ubicados entre mi dormitorio y el de Mario.
La finca
terminaba en un amplio parque con una hermosa piscina, con su correspondiente
quincho para realizar asados.
Luego que mujer me cortó la posibilidad de disfrutar de su
hermosa personalidad, me la pasaba las noches en vela, amargado por no poder
gozar de la conchita, el culito y de las gomas de mi mujer, por lo cual empecé a
navegar por Internet y a entrar en lugares que tenían cuentos eróticos y
ejercitar con la mente lo que no podía hacer físicamente.
Allí fue que descubrí los relatos de incestos y al tomar
conciencia de ello, me empecé razonar que las mujeres que elegía Mario, siempre
tenían un parecido físico muy grande al de mi mujer, sobre todo en la cola, el
busto y las piernas.
Entonces me propuse seriamente matar dos pájaros de un
tiro, solucionar el problema de Mario y el de abstinencia obligada de Nancy,
haciendo que mi hijo sé cogiera (fornicara) a su madre y se resolvieran todos
los problemas.
Nancy hacía dos años venía tomando pastillas tranquilizantes
y para dormir, por prescripción médica, debido al estado en que se encontraba
por falta de sexo, luego de llevar casi 25 años de practicarlo activamente y a
pleno casi todos los días.
Esta falta de ejercicio hacía que no estuviera
satisfecha sexualmente, lo cual provocaba que estuviera continuamente nerviosa y
victima de un fuerte stress diario, que nos causaba desembocar en numerosas
peleas por problemas insignificantes,
Pero como se dice vulgarmente del dicho al hecho hay un largo
trecho.
Mi mujer pese a que conmigo en la cama hizo casi todo lo que le pedí, es
una persona muy recatada y de pensar en los prejuicios sociales, hablar de este
tema en forma directa hubiera sido imposible y me hubiera echado de casa por
degenerado.
Ahí fue que puse a trabajar mi cerebro al máximo durante las
noches que pasaba en vela, para ver como lograba mis propósitos y vencer los
tabúes de mi mujer y quizás también los de mi hijo.
Lo primero que tenía que hacer era vencer la timidez y recato
natural de mi mujer y luego dejarla convencida bien plenamente, que lo mejor
para Mario, era lo que él mas necesitaba, una mujer que el quisiera y respetara,
pero al mismo tiempo que fuera capaz de darle sexo hasta agotar su capacidad
amatoria todos los días, cual era su máxima aspiración, pero eso si, siempre y
cuando el llevara una vida normal.
Esto no era una novedad, ya lo que habíamos hablado varias
veces entre nosotros, sin profundizar, ni mencionar posibles nombres de alguna
chica y ni sacar un conclusión bien definitiva.
Tampoco le plantee que esa
persona ideal era ella, pues llenaba completamente los requisitos requeridos
para satisfacer a nuestro hijo y poder controlar la situación de la relación
para enderezar la vida de nuestro vástago.
Como lo dije anteriormente esta no
iba a ser una tarea nada fácil y requeriría un tiempo bastante prolongado de
ablandamiento.
Con mi hijo, pensé que todo iba a ser más fácil, el ya quería
y respetaba muchísimo a su madre, pero el lograr que se la volteara (fornicara),
lo consideraba un hecho no muy difícil, si me aprovechaba cuando venía
recaliente y borracho como una cuba luego de sus juergas nocturnas, estado en el
cual no reconocería a nadie.
Si las condiciones ambientales del cuarto eran las
propicias, no tendría ningún tabú para cogerse a su madre sin saberlo, y luego
de que ocurrieran las cosas, solo Dios abría como terminarían, aunque yo siempre
consideré que estas terminarían bien.
Mi plan comenzó regalándole a Nancy lencería muy sexy, como
tangas de hilo dental, corpiños y saltos de cama semitransparentes bordados y
con detalles de encajes.
La fui convenciendo de que a pesar de no tener
relaciones sexuales conmigo, ella seguía siendo una mujer fina y muy femenina y
tenía que sentirse bien con ella misma, por lo que debía volver a usar entre
casa o cuando saliera la ropa que le estaba regalando, como ser, faldas
minifalda y ajustadas al cuerpo, blusas bien escotadas, portaligas y sus
respectivas medias, y sus habituales zapatos de taco bien alto (8cm) que
destacaban sus espléndidas piernas.
Lo que más le resalté, fue el de reanudar el
uso de los maravillosos saltos de cama, que empleaba por la mañana cuando se
levantaba de dormir y nos servía el desayuno.
Este hecho permitiría descubrir y
apreciar a mi hijo la grandiosa hembra que tenía en casa, pues el largo de la
prenda apenas le cubría sus nalguitas, exponiendo como complemento ese par de
esculturales piernas.
Cuando ella usaba este tipo de indumentaria, Mario era muy
chico como para mirar a su madre como una hembra lista para cogérsela.
Me costo bastante superar esta etapa, pero en ella me ayudo
mucho Mario sin saber hacia donde yo estaba apuntando mis cañones, diciéndole
que era una estupidez estar encerrada todo el día y andar vestida como una
monja, con lo linda que era y que volviendo a su antigua forma de ser, iba a
mejorar su carácter y como consecuencia a tener menos discusiones conmigo por
estupideces.
Todavía empezó a apoyar más el cambio, cuando ella al comenzar sus
atuendos empezó a mostrar la calidad de la mercadería que poseía, y que era un
halago a los ojos poder contemplar y querer inconscientemente empezar a
disfrutar.
Poco a poco Nancy volvió a su aspecto exterior anterior con
sus antiguas rutinas de vestirse y de actuar.
El tipo de ropa que le iba
comprando, fue siendo cada ves más erótica y provocativa.
En muchas oportunidades, pude observar que los ojos de Mario
no podían apartarse de la exhibición de los senos de la madre cuando esta se
inclinaba para servir en la mesa, y no digamos cuando esta mostraba
generosamente una buena porción de su culo, como consecuencia del tipo de tanga
y salto de cama que usaba, cuando lo empinaba para recoger algo del piso o de
algún cajón bajo, pues ella siempre se agacha sin flexionar las rodillas y la
ropa en ese caso casi no tapaba prácticamente nada.
El lavado de cerebro de Nancy fue realizado despacito pero
continuamente, bombardeándola con información sobre relaciones incestuosas,
justificándolas y dando como ejemplos la historia de dos casos cercanos de
amigos de la familia, en los cuales la madre mantuvo relaciones sexuales con su
hijo y que posteriormente estos habían tomado en matrimonio a dos hermosas
mujeres, sin que fueran afectados ni moralmente, ni sicológicamente por su
relación sexual previa con sus respectivas madres.
Este último tema se había
hecho casi cotidiano en nuestras conversaciones.
Cuando podía, aprovechando cualquier situación, le relataba
historias hipercalientes, con todos los chiches posibles, de como Susana
manejaba a Mario con su concha, pero recalcando que más lo hacia con su culo,
pues si el no hacia lo que ella quería, no se lo dejaba hacer.
La otra pena que
le imponía si Mario no cumplía sus antojos, era no tragarle el semen cuando se
la mamaba.
Esto último la impresiono mucho a mi mujer, pues ella no
acostumbraba a tragarse mi semen cuando me la chupaba, creo que lo hizo una o
dos veces en toda nuestra relación, pues decía que le daba asco, que le parecía
moco.
Cuando me preguntaba de como me había enterado de todo eso y
yo le decía que Mario me lo contaba todo por si solo, sin tapujos, cuando yo le
tiraba de la lengua al ayudarlo a desnudarse para meterse en la cama al volver
de sus correrías nocturnas completamente borracho.
Al contarle de que el bestia de nuestro hijo se podía echar 6
polvos en menos de 3 horas, no me lo quiso creer, hasta que un día Mario muy
compungido, le preguntó a su madre si debía ir al médico pues no estaba
rindiendo sexualmente como siempre, y al preguntarle mi mujer porque pensaba que
era así, este le respondió que le estaba costando llegar a la cuarta
eyaculación.
Mi mujer le dijo que no se hiciera problemas, que casi todos los
hombres tienen como máximo 3 eyaculaciones por noche en una relación normal, a
lo que el respondió, que lo normal para el eran seis.
Ante esto, mi mujer
entonces le respondió que no se preocupara, que seguro era por los excesos que
estaba haciendo en sus continuas juergas nocturnas, que cuando normalizara su
vida todo se solucionaría.
Cuando Nancy confirmo mis dichos se quedó asombradísima y me
comento que suerte tienen las mujeres que se acuestan con el, pues le pueden
sacar provecho a mi hijo hasta el borde de su paroxismo, al mismo tiempo que lo
decía, yo note un cierto dejo de envidia en su vos.
Tampoco mi mujer tenia noción del tamaño del miembro de
Mario, por lo que me las ingenié que se lo viera cuando el no se diera cuenta,
así fue que una noche cuando Mario volvía de otra noche de juerga y me percate
que estaba excitado por el bulto monstruoso en sus pantalones, simule no poder
acomodarlo en su cama y reclame por auxilio para que me ayudara a Nancy.
Al
llegar a la habitación yo me subí primero a la cama y tire de Mario por debajo
de sus brazos, pero previamente le dije a Nancy que lo tomara por las piernas,
de esa manera lo tendimos boca arriba en la cama, a todo esto mi mujer no se
había dado cuenta del estado de la pija de Mario.
Le pedí que me ayudara a
desvestirlo, pues él tiene costumbre como yo de dormir desnudo.
Lo levantaba un
poco de la cintura y le pedí que ella le sacara los pantalones y los
calzoncillos.
Primero le aflojó el cinturón y le saco las medias y zapatos,
mientras yo le sacaba la camisa.
Se arrodillo encima de Mario a la altura de las
rodillas dejando las piernas de Mario entre las de ella y jaló de los pantalones
previo que yo lo levantara a mi hijo un poco de la cama, tirando de su cintura
hacia arriba.
En el primer momento la ropa no quiso bajar como si estuviera
trabada en algo, pero al destrabarse a misma, esta bajo de golpe, lo que la hizo
perder el equilibrio yéndose de bruces sobre Mario, impactando su cara con el
poderoso falo de Mario, que había quedado completamente expuesto y erguido en
toda su magnitud de 22cm y con su cabeza pareciendo punto de explotar, motivado
seguramente por todo franeleo que sin querer le estaba haciendo su madre al
quererle sacar los pantalones.
Nancy quedo como en trance con la pija de Mario en su cara y
aplastándola con la boca cerrada, luego de unos segundos, que a mi me parecieron
una eternidad se levantó rápidamente y me dijo:
"VISTE LA BESTIA DE PIJA QUE TIENE TU HIJO, DEBE REVENTAR A
LA MINA (MUJER) QUE AGARRE, NUNCA VI NADA IGUAL EN MI VIDA"
y se quedo contemplándola hipnotizada.
En ese momento a
través de su bata, que se había abierto a la altura de la entre pierna.
para
poderse poner arriba de su hijo, vi su trusa completamente mojada y me percaté
en la habitación del habitual perfume de sus jugos, que ya había casi olvidado
que olor tenían.
Se bajo de golpe de la cama y me dijo que terminara de
acostarlo yo solo, que ya me había ayudado bastante.
No había que ser muy inteligente para darse cuenta que la
falta de pija había afectado a mi mujer y al ver la de Mario su concha comenzó
ha hacer agua a raudales, no importándole que la pija que había prácticamente
besado, fuera la del hijo.
Todo esto me indico que ya podía empezar a planear el
siguiente paso para que Mario se cogiera a su madre y se solucionaran los
problemas familiares.
Ya transcurrido un año del comienzo de la elaboración de
plan, la suerte me permitió entrar en la faz final y definitiva del mismo.
Mi
señora tuvo que irse a la casa de su madre por casi un mes, pues esta tenía que
operarse de vesícula.
Nancy era su única hija y mi suegro había fallecido hace
años, por lo cual debería permanecer en la casa de su madre, ubicada a 100km de
Buenos Aires, hasta que aquella se repusiera.
Luego de todas las recomendaciones
de práctica, subió al coche y partió rumbo a la casa de su madre, quedando en
llamar por teléfono frecuentemente para ver como estábamos y como nos
arreglábamos sin ella.
Esa noche Mario no salió de juerga, creo que quizás extrañó a
su madre, pero a la siguiente ya volvió a su normalidad.
Cuando él salió llame a una escort que me había recomendado
mi socio, la cual le solicité que fuera rubia y de cabellos lacios largos hasta
media espalda.
Esta resulto muy cara, pero muy fina y delicada, y concluyó
siendo la empleada habitualmente por mi socio para cerrar negocios con clientes
a los cuales quería complacer.
Cerré el precio y la cite para las 3 de la mañana
en casa.
Luego que Mario se fuera con sus amigos, me dedique a
instalar una micro video cámara en color en su habitación, ocultándola bien,
para que pasara desapercibida.
La conecte a un televisor de 32" que tenemos
instalado en el cuarto de visitas lindero con el de mi hijo.
Al concluir,
instalé un Dimmer (variador electrónico de intensidad de luz) en su habitación,
para que me permitiera ajustar la luz del cuarto a un valor bajo y logra que
apenas se viera lo que sucedía en el y reconocer el rostro de las personas
A la hora prefijada llega Juana, la puta contratada, la
acompañe a la habitación de Mario y le dije que lo esperara a media luz, tal
cual previamente ya había preparado, tendida en la cama, desnuda, con todos sus
cabellos distribuidos por encima de su cabeza en la almohada y que cuando
llegara mi hijo, se sometiera a todos sus requerimientos, pero sin hablar.
Aproximadamente a las 6 de la mañana llego Mario, fui a su
encuentro para ver en que estado volvía, era lastimoso por el grado de curda que
tenia, pero podía llegar solo a su cuarto.
Ante esto, le dije que arriba le
estaba esperando una amiga, en su cuarto, a lo que me contesto gracias y partió
hacia su habitación con paso no muy seguro.
Lo deje entrar en su cuarto y me fui al de huéspedes,
encendiendo el TV para ver que sucedía en el cuarto de mi hijo.
Mario no demostró mucha sorpresa por encontrar una mina
desnuda en su cama, sin desvestirse, contra lo que era su costumbre, se echo
sobre la cama entre las piernas de Juana y le empezó a mamar la conchita,
absorbiendo los líquidos que ella empezó a generar bien abundantemente,
concentrándose en el clítoris que parecía un dedo pulgar saliendo entre los
labios de la conchita de Juana.
En ese momento Juana empezó a tener unos
orgasmos uno tras del otro, pues Mario parecía un desesperado sediento de sed
que hubiera encontrado un oasis en el medio del desierto.
Luego casi de estar
casi 20 minutos mineteando (chupando la concha) a Juana, se concentró en los
pechos de ella que eran bastantes abundantes, pero que no le hacían sombra a los
de Nancy, Luego de un rato de morder hasta el cansancio esos pezones, cuando ya
estaban casi al rojo vivo, luego de tanta franela, ubico su cadera entre las
piernas de Juana, obligándole abrirlas, bajo una mano, se abrió la bragueta,
sacó su verga y se la metió de una en la vulva recontra humedecida de Juana.
Esta no tenía noción del tamaño de la misma pues no la había visto, pero si la
sintió de inmediato, pues por excitada que estaba, le costaba aceptar la cabeza
de semejante matraca y pese a mi pedido de que no hablara, empezó a gritar:
DESPASITO QUE ME ESTAS PARTIENDO EN DOS HIJO DE PUTA;
Mario en su inconsciencia ni la oía y seguía arremetiendo con
su ariete contra esa concha que se resistía, hasta que en un momento
determinado, esta le abrió sus puertas y le admitió invadirla hasta lo mas
profundo de su ser.
En ese momento Juana al sentirse de golpe llena totalmente
con semejante pedazo de carne, entro en un estado de delirio asombroso y repetía
constantemente:
PAPITO DAMELA TODA AUNQUE ME HAGAS MIERDA, DESTROZA MI
CONCHITA.
Mario en silencio seguía serruchando como un desesperado,
pero no podía meter adentro todo su ariete, sentía que hacia tope en algo, y
todavía le quedaban como 6cm afuera.
La vagina de Juana dilatada al máximo
parecía un guante de látex alrededor de la pija de Mario, contrayéndose con las
convulsiones de los consecutivos orgasmos que tenía.
Todo este paroxismo llevo a
Mario a acabar en una forma explosiva en esa cueva totalmente rellena de carne,
que no dejaba espacio para su lechada, por lo cual tuvo que retirarse un poco
para permitir que la misma salga de su pija a raudales.
Una vez que acabo siguió
bombeando pues quería llenar todo ese agujero, sin dejar nada de si afuera, pues
Juana seguía de orgasmo en orgasmo.
Se voltio, poniéndose boca arriba sin
sacarle la pija de la argolla de Juana y la hizo cabalgar como una amazona
frenética, pero por mas que esta hizo lo imposible, clavándose la espada hasta
el alma, como un samurai haciéndose el harakiri, no logró meterse el resto de la
pija en su vagina, pero eso si, logro sacarle dos hermosas corridas más a Mario,
sin contar las propias, pues había perdido la noción de cuantas fueron.
Pasado eso, cayo casi desfallecida al lado de Mario y se
quedaron dormidos hasta la mañana siguiente.
Juana se despertó y levanto, cerca
de las 9 de la mañana para retirarse, le pague por sus servicios, y al retirarse
me dijo que la llamara cuantas veces necesitara, que la había pasado muy bien.
Mario recién se levanto a las 2 de la tarde y no me comento nada.
Las noches siguientes, hasta que volvió Nancy, los días que
Mario salía con sus amigos, repetía la rutina contratando Juana y diciéndole a
Mario que había una chica esperándolo arriba en su cuarto, para donde el partía
y a media luz le trataba de meter el estilete hasta el mango, cosa que nunca
lograba, retirándose Juana al día siguiente previo cobro por sus servicios.
Quiero aclarar al final Juana me cobraba un día si y otro no, pues decía que no
era un trabajo, ya era un placer, y que no podía cumplir plenamente su tarea,
pues no se podía tragar todo el sable de Mario.
La madre de Nancy se mejoró y ella pudo volver a casa, le
dije que Mario seguía saliendo de juerga y volviendo completamente borracho,
pero no le conté nada de las visitas de Juana.
Esa noche, quizás por el regreso de su madre, Mario no salió
de juerga, y luego de la cena, cuando mi hijo y yo estábamos en la sala viendo
TV, sentados prácticamente uno enfrente del otro, Nancy vino a darnos las buenas
noches, antes de irse a dormir.
El impacto que recibimos ambos con la imagen de
mi mujer fue devastador.
Traía puesto el conjunto que le había comprado
especialmente para esta ocasión, durante su ausencia y se lo había dejado
tendido sobre nuestra cama ese día a la tarde para que lo usara por la noche.
Era todo en color negro con bordados y aplicaciones, compuesto por un salto de
cama semitransparente ultra mini, que le llegaba hasta donde terminaba su culito
bien respingón, trusa tipo hilo dental, corpiño, y sandalias para dormir de
tacón alto, todo haciendo juego.
Parecía una modelo sacada de una revista de
modas o mas bien de Play Boy.
El atuendo contrastaba con el blanco rosado de su piel y el
rubio oro de sus cabello.
Este en realidad no mostraba mucho, pero sugería un
montón.
Los ratones en la cabeza de mi hijo debían estar tan desesperados como
en la mía, con la diferencia que mi pantalón pijama no se notaba nada en
absoluto, al contrario que en el de mi hijo, en el cual el bulto era
impresionante y no sabía como disimularlo.
Esto se acentuó aun más cuando Nancy se inclino para besarme
y con su costumbre de no flexionar las rodillas, le ofreció una panorámica de su
trasero espléndido, blanco como la leche, bien durito, y completamente expuesto,
pues el hilo dental de la trusa se le metía entre las nalgas de ensueño que
posee y no tapaba nada, y todo ello a menos de medio metro de la cara de Mario.
Al salir Nancy de la sala, Mario sin disimular ante mi, la
siguió con la vista y salió como un meteoro hacia el baño de su cuarto,
seguramente a hacerse una soberana paja en honor a su madre.
Al día siguiente, luego de cenar con nosotros, Mario salió de
juerga.
Alli consideré que era el momento oportuno de poner toda la carne en el
asador y arremeter en la última recta del plan que me había propuesto, pues
estaba seguro que los participantes estaban ya listos para cumplir con mis
designios.
Cuando partió mi hijo, al notar que mi mujer estaba vestida con aún
con ropa de calle, le solicité que se colocara nuevamente el conjunto que uso la
noche anterior, pues le quedaba bellísimo y que su figura así vestida era una
alegría tremenda para la vista de cualquier mortal.
Halagada por mi piropo, se
fue a cambiar muy alegre.
Mientras volvía, desconecte rápidamente la toma del
cable en el interior del TV de la sala.
Al regresar Nancy a la sala, en vista
que el televisor no funcionaba, la invite a tomar unos tragos mientras me
terminaba de contar todo lo que le había acontecido mientras estuvo cuidando a
su mama.
A los tragos de ella los cargue bastante, sin que se diera cuenta, mi
plan era lograr alcoholizarla lo mas que se pudiera para ayudarla a liberarse de
sus escrúpulos.
Ante un descuido de ella le coloque en su copa una dosis de
pastillas para dormir, de las que toma habitualmente, duplicando así su dosis
diaria, pues antes de acostarse ella tomaría la dosis que ingiere todas las
noches antes de ir a la cama.
Con esto me jugaba que se dormiría más
profundamente.
Luego mi fui a mi cuarto y encendí la TV como es costumbre
hacer entre nosotros antes de dormir, pero seleccioné un programa de boxeo,
cosa que a ella le desagrada en sobre manera.
Cuando vino al cuarto luego de
tomar su dosis de calmante y al ver que estaba viendo en la TV, me dijo que se
iba a ver TV al cuarto de huéspedes, a lo que le respondí que el mismo estaba
descalibrado y que lo iba a ser ver por el técnico mañana, cuando viniera
reparar el de la sala.
Que aprovechara que no estaba Mario y que fuera a su
cuarto para ver la TV, cosa que hizo.
Deje que transcurriera el tiempo y a eso de las 2 de la
mañana fui al cuarto de Mario a ver que sucedía, Nancy estaba tendida sobre la
cama, de costado, durmiendo lo mas placidamente.
Para verificar si estaba
profundamente dormida le pellizque un pezón, ella se quejo un poco, pero ni se
despertó.
Salí del cuarto y volví allí cerca de las 6 de la mañana, el horario
habitual de regreso de Mario.
Coloque a Nancy boca arriba en el centro de la
cama, observe si se despertaba, pero no paso nada, parece que el efecto de los
barbitúricos todavía estaba presente.
Ante esta tranquilidad, le saque el salto
de cama y la trusa, le liberé esos hermosos melones que tiene como tetas, pero
sin retirarle el corpiño, para que al retenerle los senos desde abajo los
hiciera mas imponentes, y la volví a recostar boca arriba, desparramando toda su
rubia cabellera por sobre su cabeza en la almohada entornando ese hermoso rostro
y con las piernas abiertas exponiendo ese hermoso conejito que tantas
satisfacciones me había dado.
Todo el conjunto parecía una imagen del
surrealismo de cualquier película italiana.
Hecho esto, previo bajar el nivel de
las luces para que no permitiera distinguir las facciones, me retire a la sala
para ver TV, previa reconexión del mismo a esperar a Mario.
Al llegar Mario, en curda como siempre, le dije que estaba la
chica de siempre arriba en su cuarto, ni me contesto y subió directamente para
su cuarto, tras del salí yo y me fui a ver que pasaba en el cuarto de al lado
gracias a la cámara previamente instalada.
Mario entro al cuarto, y según su rutina previa que ya había
visto, se desnudo completamente, subió a la cama por el lado de los pies y se
tendió entre las piernas de su madre y le empezó a comer el conejito, pensando
que era Juana, su habitual rubia compañía de sus últimas noches.
Nancy produjo una pequeña queja pero siguió durmiendo, Mario
empezó como siempre lo hacía con la puta, a devorarse esa vulva que lo había
traído al mundo, con una desesperación terrible, parecería que el gusto que le
venia a su boca por la miel que brotaba a raudales de la concha de su necesitada
madre, era el mas sabroso de todos los que había probado en su vida.
A todo esto Nancy, aunque dormida, estaba gozando de la
situación a mas no poder, retorciéndose en la cama y refregando su vulva en la
boca de su hijo, pareciendo que quisiera ahorrarle trabajo de comérsela.
De
golpe, empezó a contorsionarse de una forma increíble, motivado por un orgasmo
impresionante luego de casi 4 años de no sentir ninguno, esto motivo que entre
abriera los ojos, pero parecía que no supiera donde estaba El efecto de la droga
no pudo adormecer sus instintos sexuales, pero la tenían en un estado de semi
inconciencia.
Con las manos apretaba la cara de su hijo contra su concha,
pareciendo que lo quería meter de vuelta por donde había salido al nacer, y no
paraba de tener un orgasmo tras del otro.
A todo esto Mario seguía comiéndole el
clítoris y metiendo su lengua hasta lo mas profundo de su ser.
Por casi media
hora su hijo estuvo devorando la cajetita de su madre y luego subió lentamente
hasta sus hermosas tetas, besando su vientre y todo lo que encontraba en su
camino.
Al llegar a los pezones se prendió de ellos como un ternero hambriento,
estrujándolas al mismo tiempo entre sus manos.
Nancy lo tomo de los pelos, lo
retiró de su pezón y puso su boca en la de ella y se la penetró con la lengua,
comenzando una danza feroz con la del, lo que hizo vibrar ambos cuerpos en forma
espectacular.
Mario mientras seguían trenzados en esa lucha de lenguas con su
madre, con una mano comenzó a amasar esos bellos melones que tenía por tetas y
con la otra a casi estrangular el clítoris de su madre, lo cual provoco en ella
otro poderoso y ruidoso orgasmo.
Yo podía ver todo desde el cuarto de a lado, y me encontraba
en una situación incierta, pues todo lo había provocado yo y no sabia como iba a
concluir, pero si estaba seguro que ante mi impotencia, mis dos seres mas
queridos estaban disfrutando de un momento inolvidable, sin percatarse de que
eran madre e hijo, y que como conclusión posible podría solucionar el problema
del descontrol de mi hijo y la abstinencia forzada de mi mujer que llevaba a
romper nuestra pareja.
Mi mujer parecía estar en un trance, reaccionaba a todos los
estímulos, pero al mismo tiempo no daba la sensación de estar plenamente
conciente de lo que estaba sucediendo, quizás motivado por la mezcla del alcohol
con la droga que tomaba para dormir.
Mario obligo a su madre abrir bien las piernas ubicándose
entre ellas, empezó a mover su pelvis sobre la de mi mujer, haciéndole sentir
ese garrote sobre su vulva refregándoselo frenéticamente, al mimo tiempo que le
mamaba las tetas o le comía la boca intercambiando saliva.
En ese estado de
calentura suprema mi mujer le dice a mi hijo,
POR FAVOR PEDRO MÉTEMELA NO TE HAGAS ROGAR, CÓGEME YA,
en su semiinconsciencia creía que el que se la estaba
macheteando era yo y no su hijo.
Mario, ni se percato del nombre conque lo
llamaron, levanto las piernas de su madre sobre sus hombros, e irguiéndose sobre
sus rodillas, apunto con su pija a la cueva de la que lo trajo al mundo,
justamente por ese camino, apoyo su glande en la boca de la vagina y presionó,
pero debido al tamaño del mismo no sucedió nada, pese a que su madre era un
manantial de flujos por la calentura que tenía, pero la falta de recibir la
visita de mi pija, que para peor era mucho mas chica que la de mi hijo, había
estrechado el túnel de la felicidad.
Nancy al sentir la presión en su vulva de ese garrote que
pedía entrar y no sentir la penetración por su estrechez, se queja pero le dice
MÉTEMELA POR FAVOR, ROMPEME TODA SI NO ENTRA,
Esto me llamo mucho la atención, pues nunca mi mujer se
dejaba llevar tan lejos con sus expresiones en la cama.
Mario al no lograr penetrar a su amante, se extraño, pues
anteriormente siempre le entraba fácilmente, aunque no pudiera meterla toda,
pues no le cabía debido a su calibre tan exagerado.
Insistió de vuelta y al no
lograr nada, se apretó el glande fuerte con los dedos índice y pulgar para
tratar de achicar en algo la cabeza.
Contenida de esta forma la acerco a la
cuevita de su madre y pujo nuevamente despacio, logrando si ahora de esta manera
penetrar la cabeza plenamente, pero sus labios vaginales parecían flores de como
estaban dilatados, Nancy se quejo nuevamente, pero dijo
AHORA SI LA SIENTO ADENTRO DÁMELA TODA QUERIDO, DESPACITO,
PARA QUE LA SIENTA BIEN,
Mario con la calentura que tenía quiso penetrarla de golpe,
lo que causo un grito desesperado de su madre, que le dijo
DESPACIO PEDRO QUE ME ESTAS MATANDO, ME ESTAS PARTIENDO DOS,
Mario hizo caso omiso, pese a que el también sentía un fuerte
dolor, pues por la estrechez de esa vagina, parecía más un corsé que un guante,
pero igual lo sentía palpitar al rededor de su pija, vibrando con cada
contracción que le producían los orgasmos consecutivos de su madre.
Arremetió de
vuelta con otro fuerte impulso dado con su pelvis, logrando meter casi todo su
garrote en la vagina de su madre, que era la profundidad máxima lograda en la
concha de Juana, a quien creía que se estaba cogiendo y allí empezó con el quita
y pone mientras le decía a su madre
TOMA PUTITA, COMETE MI GARROTE, QUE YA AHORA TE LO VOY A
LLENAR DE LECHITA,
Nancy desesperada entre la calentura y esa vara ardiente que
se le metía y parecía que le reventaba sus entrañas, pensaba que nunca había
sentido algo así que la llenara tan plenamente, aunque sintiera una rara mezcla
de un placer supremo y un dolor desgarrante, le replicaba
DÁMELO TODO COSITA, AUNQUE ME ESTÉS MATANDO, NUNCA ME LO
HICISTE ASÍ, ME ESTAS LLEGANDO HASTA EL ESTOMAGO, DAME TU LECHITA PAPI, DÁMELA
TODA POR FAVOR,
Mario ya a punto de eyacular calentado al máximo por las
palabras de su madre puja a fondo en el ultimo estertor, antes de volcar toda su
leche en la concha de su madre, y ante su sorpresa siente que sus huevos están
golpeando los cachetes del culo de Nancy, es decir que le metió todos sus 22 cm,
desfondo a su amante, en ese momento no puede mas la llena de litros de leche en
esa cueva donde salió hace ya unos cuantos años y dice
TOMA PUTITA, HOY TE DESFONDE, TENES MI LECHITA HASTA EN TU
ESTOMAGO, NUNCA SENTÍ CON NADIE COMO HOY, TU CONCHA ME COMIÓ LA PIJA ME LA
TRITURO.
Cuando la penetra al máximo Mario, Nancy pega un grito
desgarrador, que hasta me asuste y casi intervengo pensando que le había pasado
algo, pero me contuve al oírla decir,
ME ROMPISTE ALGO ADENTRO, NUNCA LLEGASTE HASTA AHÍ, QUE
HERMOSO ES, ME SIENTO EN EL CIELO FLOTANDOOOO.
y no pudo hablar mas, pues por las convulsiones que le
producían el orgasmo, entró a temblar toda, y bajó las piernas para aprisionar
la cintura de su hijo para que se la clavara aun mas, si esto fuera posible.
Mario acabo como dos litros de leche, pero tal era su calentura, que su garrote
no aflojo un ápice, estaba tan dura como habían empezado.
Empezó a bombear de
vuelta dentro de su madre, primero lentamente y luego cada ves mas rápido, a lo
que ella dentro de su letargo post acabada le decía:
DÁMELA DE VUELTA .
SI TODA.
TODA.
MÉTELA HASTA EL
FONDO.
ME SIENTO ATRAVESADA POR UNA LANZA,,,,,,,,DAME MAS LECHE.
TE LA QUIERO
SACAR TODA.
TE QUIERO DEJAR SECO.
Mario ante los requerimientos de su madre empezó a tallar su
concha desesperadamente, como si en ello le fuera la vida, y como nunca le había
ocurrido, ante la presión de esa vagina ultra caliente y estrecha, que con sus
pliegues atenazaba su verga, llego a un nuevo orgasmo en menos de 5 minutos de
haber acabado el anterior y le dijo a su madre
TOMA DE VUELTA MI LECHE PERRA, NADIE ME ORDEÑO NUNCA ASÍ, TU
CONCHA ES UN FUEGO ARDIENTE QUE DERRITE MIS HUEVOS Y ME DEJA SIN ALIENTO
.
TOMA.
TOMA.
TOMA.
al recibir nuevamente la leche hirviente de su hijo, Nancy
sumida en violentos espasmos producidos por un insuperable orgasmo que la
llevaba al cielo, le contestaba:
ASÍ PAPITO, DÁMELA BIEN.
SOY TODA TUYA.
QUIERO
DEJAR ESOS HUEVITOSOS SIN UNA GOTA DE LECHITA.
QUIERO QUE ME DEJES
DESFONDADA.
QUE ME TENGAN QUE COSER EL AGUJERO QUE ME HICISTE EN FONDO DE MI
CONCHA.
NUNCA ME LO HICISTE ASÍ.
La pija de Mario sigue sin aflojar, parece que una fiebre de
locos envuelve a la pareja de madre e hijo, aunque ellos aún lo ignoren, pues
ella cree que es su marido, o sea yo Pedro, y el cree que es su amante Juana.
Mario esta cansado y se vuelca a un costado de su madre, sin
sacarle su garrote de su interior, que sigue en su plena magnitud, Nancy
contrayendo su vagina esporádicamente, pero a su voluntad le esta haciendo un
movimiento de succión que se asemeja en todo a una paja, lo cual Mario responde
inconscientemente moviendo suavemente su mimbro dentro de la vagina de su madre.
Este juego va tomando cada ves mas calor, pero Mario esta cansado, entre el
alcohol y las violentas cogidas que tuvo.
Nancy al ver que hay respuesta de su
amante, y que la verga dentro de ella sigue incólume, se vuelca sobre su costado
y se monta encima de Mario, sin sacarse ese bate que la llena tan bien, se quita
el corpiño que a esta altura ya le produce molestias para accionar tranquila y
empieza a jinetearlo primero despaciosamente y luego tomando una velocidad
endiablada, girando sobre la pija de su hijo, para sentirlo bien sobre su
clítoris, pero bien clavada hasta la garganta, cuando se sienta sobre el vientre
de el, permitiéndole una penetración máxima, que ya no puede describir hasta
donde le llega y que le hace sentir.
Pese a que no esta completamente lúcida,
pues se siente bastante mareada, si sabe que nunca se comió una pija así, que la
colmara en cantidad, satisfacción y gozo.
Mario medio muerto se deja hacer todo
por su madre, tampoco nunca sintió una concha que lo llenara así de placer,
albergando toda su hombría y succionándoselo, como esta pasando en este momento.
Ese corsé que envuelve su garrote, es una máquina de satisfacción sexual que le
quiere extraer toda su leche, aunque no este en plenas condiciones por el
alcohol que tomo y la secciones amatorias anteriores.
Pese a eso, el accionar de
su madre, el mamar de esas dos tetas tan hermosas de las cuales se prende de los
rozados y duros botones que tiene como pezones, como cuando era un niño, y ese
olor a perfume que es le es tan familiar, lo lleva nuevamente al clímax y se
descarga como si fuera la primera ves dentro de ella, en medio de los gritos de
satisfacción de ambos amantes.
Habiendo acabado, ambos ahora si agotados, Nancy
se recuesta sobre el cuerpo de su hijo y sin sacase la verga de su conchita, se
deja descansar y se queda dormida profundamente al igual que Mario.
Eh… Woww que relato tan bien descrito hasta llegar a un momento de placeres infinitos, sin saber quien era quien y que entre confusiones, no tiene el final de saber si llegaron a saber que fue entre madre e hijo. He?
Me pueden hacer saber si sigue este relato o aquì termino todo.
Ya que es un final muy soso. Cierto. O no es asì?