Mi hijo me chupa 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por poraquiporalli.
En estos días decidí enseñarle a mi hijo un poco más de lo que es el sexo, algunos quizás piensen que es temprano pero mi hijo me había demostrado que para él no lo era.
Aprovechando un día que mi mujer no estaría en casa por la tarde me puse con el portátil en el salón y llamé a Pablito, él estaba jugando con sus playmobil pero sabía que esto le acabaría interesando más.
Yo llevaba puesto una camiseta y unos calzoncillos y él estaba vestido del uniforme del colegio sin sus zapatos, le senté encima de mis piernas y le di play a un vídeo que tenía preparado, en él un hombre de unos 40 años estaba sentado al lado de un chavalito de 18, rápidamente el chico se arrodillaba ante él y comenzaba a tocarle el paquete.
Mi nene miraba embobado, yo aproveché para irlo desnudando poco a poco, primero su camiseta, luego su pantaloncito.
y decidí dejarlo así un poco más mientras le acariciaba todo su cuerpo.
Poco después el chico del vídeo desabrochó el pantalón del que podría ser su padre y sacó su herramienta que se veía bastante grande, yo dí un pasito más y le quité a mi hijo sus calzoncillos del pato donald y yo me desnudé también.
Acomodé sus nalgas para dejar mi polla entre ellas, no quería penetrarlo ni mucho menos, hoy la diversión se centraría sólo en él, pero quería sentir el calorcito de su culito abrazando mi verga.
Ahí mi nene me preguntó:
– ¿Estos dos son amigos tuyos papá?
Me tuve que echar a reir.
Dulce inocencia.
– No Pablo estos dos son gente que hacen lo mismo que nosotros
Y dicho esto volvimos al vídeo, el chaval seguía engullendo el rabo de ese hombre y yo empecé a sobar el penecito de mi pequeño, quería ver si podía darle placer a él para hacerlo más feliz y para mi sorpresa no tardó en reaccionar, un miembro que no podía medir mucho pero que estaba poniéndose duro con las caricias de su padre, mi pequeño me hizo saber que le estaba gustando así que continué.
Mientras le masturbaba poco a poco le iba acariciando sus piernas, su tripita y le daba besitos en las orejas, a él todo parecía hacerle cosquillas pero sabía que estaba disfrutando todo lo nuevo que le estaba brindando.
Decidí poner otro vídeo, en él un hombre de edad parecida al otro le chupaba el culo a otro chavalito, no tardó mi nene en preguntarme que porqué le pasaba la lengua por ahí.
– Le quiere preparar para lo que va a venir ahora – le respondí.
El hombre se levantó y le metió la polla poco a poco al chaval, de nuevo tenía a Pablo embobado mientras se dejaba hacer, el hombre comenzó con un mete-saca estupendo y mi nene parece que le quería imitar un poco ya que se movía de manera parecida, imagino que porque sentía mi polla dura entre sus nalgas.
Notaba a mi hijo en la gloria, estaba disfrutando mucho dándole placer y como no quería que todo terminase volví a cambiar de vídeo.
Esta vez eran 3 personas, un chico de unos 20 años y dos maduritos.
– ¿Hay tres? – preguntó mi hijo extrañado.
– Esto se llama trio, ese chico va a disfrutar de dos pollas, mira y verás.
Los hombres le refregaban el paquete por la cara al chaval y él lo disfrutaba un montón, las liberaron de su ropa interior y se las empezaron a pasar de nuevo por la cara, el muchacho estaba como ido entre esos rabos y mi hijo parecía que lo que estaba viendo le llamaba tanto la atención que estaba con la boca abierta, uno le cogió la cabeza al chaval y se la entró en la boca, empezaron unas mamadas estupendas mientras yo seguía sube y baja con la pollita de mi peque.
Imagino que ver tanta mamada despertó el hambre de Pablito porque levantó un poco el culo liberando a mi verga para agarrarla y decirme con su carita de pillo:
– Papi yo también quiero.
Pues no había más que hablar, un padre tiene que darle a su hijo lo que quiere así que le solté mostrándole que podía hacer lo que quisiera conmigo.
Él se bajó de mis piernas y se acostó de manera que mi polla fuese a parar directa a su boca, como en el relato anterior, y empezó a mamar.
Echaba mucho de menos esa boquita, ya era todo un experto, no tenía que decirle lo que me gustaba que me hiciera ni como hacerlo porque conocía perfectamente mi miembro y lo que provocaría que le acabase dando su premio de leche.
Sabiendo que él no necesita que le diga nada me puse a tocarle sus nalguitas, en realidad nunca se las había tocado, no hacíamos nada relacionado con su culo, hasta ese día.
La escena era demasiado caliente y quería correrme ya así que le saqué a mi nene el palo de la boca y me masturbé hasta que le llené de leche, él como siempre era el más feliz del mundo cubierto de semen, se fue limpiando los restos que tenía por la cara con el dedo y se los llevaba a la boca y cuando terminó se dispuso a limpiar mi pene y dejarlo listo para cualquier otro momento.
Ese día nos lo pasamos genial.
Desde entonces a él le dio por pegarse a mis piernas y agarrarse a ellas como abrazándolas, por nuestra altura estando de pie y tal y como él lo hacía su cara quedaba justo en mi paquete, eso me provocaba erecciones cada vez que lo hacía pero nunca pensé que habría problema por ello, ni su madre se daba cuenta de segundas intenciones, hasta que un día que volvía a casa con mi nene de pasear, nos subimos en el ascensor y él se me abrazó así, no tardó en ponerlo duro y empezó a frotar su cara contra él, me puso muy caliente pero de pronto se abrió el ascensor y un vecino nos vio así.
No era una escena demasiado rara, un hijo abrazaba a su padre por donde podía, aún así lo aparté y salí rápidamente del ascensor con mi hijo de la mano, entramos en casa y en cuanto cerré la puerta le dije que no volviera a hacer eso fuera de casa, que si ese hombre o cualquiera se da cuenta nos separarían.
Pablo me empezó a pedir perdon con los ojos llorosos, hasta enfadado conseguía que me pareciera sexy.
Lo tranquilicé y le dije que ya había pasado todo pero que tuviese más cuidado y él me echó una sonrisa que acompañada de sus ojos verdes daba gusto ver.
Quise normalizar la situación así que le dije:
– ¿Bueno y en qué estábamos antes de todo esto?
Pablo me miró y entendió que ahora sí tenía via libre por lo tanto volvió a pegar su cara a mi paquete, como expliqué antes no necesita arrodillarse por lo que no tenía que preocuparme de buscar un sitio cómodo para él, había pasado en la puerta y era el sitio perfecto como cualquier otro.
No terminaba de saber porqué ahora le gustaba frotar su cara contra mi rabo pero decidí ponérselo más suave y me bajé el pantalón para que lo pudiera hacer mejor por mis calzoncillos.
El nene continuó así un poco y los bajó para hacer lo mismo piel con piel, en ese momento recordé a qué venía todo esto, lo había visto en el vídeo del trio que le puse y lo estaba imitando.
Lo dejé hacer un rato más y pensé que quizás le gustaría recrear un poco todo eso así que yo copiando a uno de los otros dos hombres le agarré de la cabeza y le metí la polla en la boca, él empezo a chupar y me lanzó una mirada cómplice, era eso lo que quería.
Apoyé la espalda en la puerta y me dispuse a disfrutar de la mamada de mi chiquitín, él engullía y engullía cada centímetro mientras yo gemía hasta que me corrí, no le avisé asíque le llené toda la cara y el pelo.
La escena era súper caliente, yo contra la puerta con los pantalones en los tobillos y el rabo duro como un cohete apuntando a un nene lleno de leche, me habría encantado hacer una foto a ese momento y conservarlo para toda la vida.
Rápidamente le quité la ropa para que no se manchara nada y lo llevé a bañar, empecé a enjabonarlo, había silencio excepto por el sonido del agua que caía y caía.
– Oye Pablo pronto es tu cumpleaños (23 de febrero), aún no me has dicho qué quieres que papi te regale, ¿quieres un juguete de la patrulla canina? (Son unos dibujos que le gustan mucho)
Él clavó su mirada en mis ojos, todo mojadito y sonriente puso su cara de pillo tan mencionada y me dijo algo que jamás pensé escuchar:
– Papi quiero un trio.
Me quedé blanco, no sabía qué responder, ¿cómo que un trio?, esto era por el vídeo claro, él quería ahora tener dos pollas, pero ¿cómo voy a compartir este secreto con alguien más? ¿y quién sería?
Demasiadas preguntas para mi cabeza pero como dije antes, un padre tiene que darle a su hijo lo que quiere, y más en su cumpleaños.
Espero vuestros mensajes y valoraciones, espero que os haya gustado.
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