Mi hijo, mi amante (Parte 2, amándonos como locos)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola hola, quiero agradecerles por leer la primera parte de mi relato y sus comentarios, mi hijo y yo estamos muy excitados por compartir por esta página nuestra relación. Y pues bien ahora les contare lo que sucedió durante unas vacaciones “familiares” que pues obviamente es como empecé a tener relaciones con mi hijo.
Como ya les había contado, mi hijo y yo empezamos a una relación de coqueteos más intensa después de aquel día en el que lo sorprendí masturbándose con mi tanguita, era algo muy morboso y pervertido pues de alguna manera ambos sabíamos lo que hacíamos, ambos nos deseábamos, ya no había duda que mi hijo había empezado a usar mis ropa íntima para masturbarse y digo que era algo muy pervertido porque él sabía que yo estaba consciente de lo que él hacía y aun así lo permitía, y lo permitía con gusto y deseo, al grado que varias veces dejaba ropa tirada en el suelo de mi cuarto o sobre la cama de tal manera que a él no le costara trabajo encontrarla, simplemente para que el entrara a mi cuarto y la tomara, y siempre procuraba dejarla mojadita y con el aroma de mi coñito bien impregnado. Eso era algo sumamente excitante para mí, me hacía sentir como una putita, pero me enloquecía simplemente no podía parar.
Recuerdo que en una ocasión me moleste mucho con la empleada doméstica porque un sábado, deje el bikini que había usado durante la noche sobre la cama, para que mi hijo entrara a tomarlo mientras me bañaba, pero la empleada entro antes a y lo recogió para llevarlo a lavar junto con mi demás ropa, se había vuelto una obsesión lujuriosa saber que mi hijo entraba a mi cuarto por mis pantis que perdí la razón ese día y le llame fuertemente la atención a la empleada por haber hecho eso.
Pero bueno, así pasamos unos meses en ese juego tan rico y excitante. Cuando Omar termino la secundaria recuerdo muy bien que el día de su graduación le pregunte que le gustaría que le regalara, y su respuesta fue “mami, el solo hecho de tener una mamá tan hermosa y buena onda eso para mí ya es el mejor regalo”, eso fue algo muy excitante, yo me sonroje un poco y sonreí y le agradecí el comentario, enseguida él me dijo algo muy rico, me dijo: “pero si quieres darme un buen regalo porque no vamos a la casa, te pones un vestido de esos que te quedan tan bien, te pones bien guapa y vamos a cenar esta noche”, wooow eso fue algo muy seductor y excitante, algo que hubiera querido que en algún momento mi marido me dijera, pero era mi propio hijo el que me lo estaba pidiendo y eso me volvía loca. Sin pensarlo dos veces yo acepte la propuesta, así que salimos del colegio nos fuimos para la casa, al llegar cada quien fue a su cuarto, nos bañamos y nos cambiamos para salir, por supuesto que yo escogí un atuendo provocador para placer de mi hijo, me puse un vestido azul claro con un escote bastante pronunciado, en general el vestido era entallado y marcaba muy bien mi cuerpo.
Él se vistió formal lucia muy guapo, todo un galán, cuando lo vi salir de su cuarto se me enchino la piel, jajaja me sentí un poco tonta pues tuve esa sensación de una jovencita enamorada emocionada por su primera cita, no podía creer lo que sentía, que estuviera perdidamente enamorada de mi propio hijo y sobre todo que sintiera que a él le pasaba lo mismo por mí. Al vernos nos dijimos piropos mutuamente entre bromas y risas. Salimos de la casa rumbo a un restaurante en un centro comercial, pasamos un muy buen rato, platicamos bromeamos, realmente parecíamos una pareja de novios enamorados tonteando, durante toda la cena no pude dejar de ver y sentir las miradas de lujuria de mi hijo sobre mis pechos, notaba como sus ojos se clavaban en mi escote, mi instinto me decía que él debía tener su miembro realmente erecto, y yo por su puesto disfrutaba cada mirada y tenía mi coñito bien m mojadito. El tiempo pasó volando y regresamos a la casa. Y fue entonces cuando estuve a punto de entregarme a mi hijo, pues al llegar a la casa, nos fuimos a sentar a la sala, encendimos el televisor y comenzamos a platicar, se sentía en el ambiente la fuerza del deseo de ambos, el ambiente estaba tenso y cargado de deseo, no parábamos de vernos mutuamente diciéndonos con las miradas lo que queríamos que pasara.
Después de un rato, mi hijo me propuso que pusiéramos música para bailar, creo que esa fue la estrategia que se le ocurrió para iniciar. Yo sonreí y le dije que me parecía una excelente idea, el encendió el estéreo y puso música electrónica de la que a él le gusta escuchar, por supuesto que fue una buena estrategia de mi hijo pues con el movimiento del baile mis pechos se movían muy rico y él lo disfrutaba, y también disfrutaba mucho ver todo mi cuerpo con ese entallado vestido que usaba, y pues yo le di rienda suelta al momento y me lucí moviéndome muy excitante frente a mi hijo, el no paraba de chulearme, y yo a él, nos mirábamos reíamos, después de un tiempo yo quise dar un paso más adelante, le dije que ahora me tocaba escoger a mí la música, y puse música tranquila, unas baladas para bailar pegaditos, a él eso le encanto pues así tuvo oportunidad de estar juntito a mí, como él no sabía bailar así le dije que me siguiera. Uff, era tan rico desde la primera canción en la que juntamos nuestros cuerpos para bailar sentí su miembro erecto, lo que comenzó a enloquecerme, y notaba que a él también, le dije que pusiera sus manos sobre mi cintura y yo rodee su cuello con mis brazos, estábamos tan juntos, sabía que en cualquier momento pasaría lo que tanto deseábamos, podía ver cómo le excitaba y gozaba sentir mis pechos juntito a él, mientras bailábamos nos mirábamos y él me dijo: “mami, tienes un cuerpo espectacular, eres muy hermosa, este vestido que traes en verdad que se te ve de maravilla, no quiero sonar grosero por lo que te voy a decir pero necesito hacerlo, sabes mami el trasero se te ve maravilloso con este vestido tan entallado”…. Woooooooow estaba al 100 en ese momento se me enchino la piel me puse tan caliente, le sonreí y le conteste: “ay mi amor, porque habría de sonar grosero lo que dices, para nada, me alaga muchísimo lo que me dices y pues en todo caso yo también tengo que decirte algo, y es que me encanta estar así contigo bailando tenerte juntito a mí, me encanta que me digas esas cosas de mi cuerpo, y sabes que siento que a ti también te gusta porque hay algo que me lo dice”, él se rio y me pregunto qué era eso de lo que hablaba, a lo cual conteste: “ay mi amor, estamos bailando tan pegadito que puedo sentir que tu amiguito de allí abajo esta super emocionado jajajajaja”, no podía creer que estuviera pasando eso con mi hijo, lo que nos estábamos diciendo, él se sonrojo un poco y me dijo: “mami, pues creo que a cualquier hombre que estuviera en este momento con una mujer como tú le pasaría lo mismo”.
Dios mío, en verdad estaba pasando eso, en verdad, no paraba de preguntármelo. Fue allí cuando perdí la razón, cuando ya no pude más y le dije a mi hijo: “mi amor, sabes que mi relación con tu padre siempre ha sido muy distante, él nunca me ha dicho cosas tan lindas y ricas como tú me las dices, nunca me ha demostrado interés, ni me ha hecho sentir tan especial como tú lo haces, y por eso es que he empezado a sentir algo más por ti, sé que está mal, pero no puedo evitarlo, siento que me he enamorado de ti…”
En ese momento la cara de mi Omar lo dijo todo, fue una cara de confusión, que aunque a pesar de que ya era muy obvio lo que sentíamos era inevitable sentirse de esa forma, pero al mismo tiempo su expresión fue de excitación, de alegría de emoción. Y él respondió titubeando un poco: “mami, no puedo creer lo que me dices, hablas en serio”, “claro que si, por favor no te molestes conmigo pero tenía que decírtelo”, “pero mami como me voy a molestar, no puedo creer lo que me dices y pensé que nunca me lo dirías, pero a mí me pasa lo mismo” fue entonces que paso, sin decir nada más la lujuria y el deseo se apoderaron de mí….
Tome la caa de mi hijo con las manos y comencé a besarlo como loca, con toda mi lujuria y deseo, parecía que me lo iba a comer, comencé a meter mi lengua en su boca buscando la suya, si pensarlo dos veces el solo se dejó llevar y comenzó a corresponderme el beso con la misma pasión deseo y lujuria, inmediatamente su manos bajaron de mi cintura para empezar a masajear mi culito, primero suavemente y luego más fuerte, me apretaba las nalguitas y yo restregaba mis chichis en su pecho. Era el paraíso, es una sensación indescriptible la lujuria que había en ese momento, saber que estaba besando como loca a mi propio hijo y que él me correspondía que estaba finalmente manoseándome como tantas veces lo desee al verlo con sus novias. Mientras nos besábamos y gemíamos muy rico le comencé a decir lo mucho que lo amaba y lo deseaba, que tenía tanto tiempo deseando que este momento llegara. El momento fue creciendo de intensidad el no paraba de decirme que me amaba que también me deseaba que no podía creer que estaba pasando eso, me comenzó a fajar muy rico sus manos acariciaban con desesperación mi culito y después busco mis pechos para apretarlos y acariciarlos mientras me decía que le encantaban que están hermosos y muy grandes, yo gemía y le decía que me gustaba que me dijera eso, que me dijera que me deseaba que mi cuerpo era suyo para hacer lo que quisiera, yo baje mi mano y comencé sobar como loca su miembro ya bien erecto sobre su pantalón mientras le decía que se sentía muy grande y rico y que no paraba de imaginarlo.
Sin embargo por el momento de lujuria había olvidado por completo que esa noche mi marido regresaba de uno de sus viajes de trabajo, y de no haber sido por eso habría terminado cogiendo muy rico con mi hijo esa misma noche. Pasamos unos 15 minutos en la gloria, fajando súper rico, gimiendo, diciéndonos cosas depravadas y ricas, cuando escuchamos el auto de mi marido estacionarse en la cochera, en ese momento nos separamos espantados, fue horrible terminar tan de repente aquel hermoso y delicioso momento. Le dije : “mi amor olvide que tu padre llegaba hoy, lo siento tanto vete a tu cuarto por favor”, note su expresión de decepción, pero entendió y me dijo que si, así que se fue inmediatamente a su cuarto, yo me quede en la sala sentada en un sillón completamente excitada, emocionada y con desesperación por haber terminado ese momento, no podía tranquilizarme pero como pude trate de ponerme lo más normal posible.
Cuando mi marido entro a la casa me vio sentada en la sala y me pregunto qué hacia allí y porque estaba vestida así tan elegante, le dije si había olvidado que ese día fue la graduación de nuestro hijo de la secundaria y que salimos a cenar y tenía pocos minutos que habíamos llegado a la casa, así que para disimular un poco lo alterada que estaba por el faje con mi hijo fingí estar molesta con él por olvidarlo. Charlamos un poco, él me dijo que lo comprendiera que por su trabajo se olvida de esas cosas, y me dijo que para compensarlo aprovecharíamos que tendría una semana libre para ir de vacaciones a la playa que de hecho nos iba a dar esa sorpresa a mí a mi hijo, y que al siguiente día saldríamos.
Después de esa charla subimos a nuestro cuarto y nos preparamos para dormir. Pero yo simplemente no podía calmar mi deseo, no podía dejar de pensar que finalmente le había confesado a mi hijo mis sentimientos y sobre todo no podía dejar de pensar en lo que paso, me sentía tan excitada, sabía que era una zorrita por haber fajado con mi propio hijo y que a él le hubiera gustado y que finalmente él también me dijera que sentía lo mismo por mí.
Mi marido y yo nos acostamos para dormir, pero yo seguía despierta teniendo tantos pensamientos depravados con mi hijo. Comencé a pensar que eso de ir de vacaciones a la playa era algo que me había caído como anillo al dedo, comencé a pensar que sería una buena ocasión para entregarme a mi hijo. Pase como una hora imaginado en como pasaría, planeando lo que haría para finalmente hacer el amor con mi hijo, y también pensaba en cómo habría quedado de excitado mi pobre Omarcito, y como debió sentirse como yo al terminar tan de pronto ese momento. Asi que hice algo muy rico. Me levante de la cama para ir a hacerle una visita a mi hijo a su cuarto. Me salí despacio mientras el pobre diablo de mi esposo se quedó allí dormido. Al llegar al cuarto de mi hijo me pare por un instante afuera, pensando en que por más que yo quisiera continuar lo que ya habíamos empezado tendría que controlarme, ya que yo tenía en mente que las cosas pasaran de una manera más rica. Llevaba puesta solo mi tanguita negra que había quedado bien mojada por el faje con mi hijo, y una playera de tirantes sin brasier, que uso para dormir.
Finalmente entre al cuarto de mi hijo que ya estaba un poco dormido, cerré la puerta suavemente y me acerque a su cama, me senté en la orilla y poniendo lentamente mi mano sobre su pecho lo moví para despertarlo. El despertó sorprendido de verme allí, inmediatamente puse mi dedo en mi boca diciéndolo que callara, y susurrándole le dije: “hola mi amor, como estas?”, el me miro con la poca luz que entraba por la ventana, y me dijo: “como crees que estoy mami?”, nos reímos muy bajito y le dije: “solo quería saber cómo estabas después de lo que paso y platicar sobre eso contigo, ahora que tu papa está durmiendo”, el me dijo: “mami no puedo creer lo que paso, quiero que me pellizques para saber que no estoy soñando”, yo me reí y le di un pequeño pellizco en el pecho y le dije: “ves como no estas soñando? Ahora quiero que me digas que lo que paso abajo te gusto tanto como a mí, porque sabes, esto lo había deseado desde hace mucho y si no hubiera sido porque llego tu papá hubiéramos terminado haciendo algo más rico”, el respodio: “mami, en serio que es increíble y por supuesto que a mí también me encanto, siento que no está bien que haya pasado eso, siento que no está nada bien que sienta esto por mi propia madre pero no puedo evitarlo, me vuelves loco, y también hubiera querido que pasara algo más, hubiera querido seguir”, “amor, yo pase por lo mismo, desde que empecé a sentir esto por ti, luchaba por controlarme por dejar de sentirlo, pero comprendí que esto es muy fuerte este deseo que siento por ti me domina y me rendí a él, mi amor te deseo hace tiempo, y aunque sé que no es normal, finalmente soy tu madre y tu mi hijo y creo que no podría haber un amor más puro, y un deseo más fuerte que este que hay entre nosotros, sé que es algo prohibido pero eso me excita mucho, tú me excitas mucho y ahora que empezamos ya no quiero parar quiero seguir y terminar lo que empezamos”. Después de eso por fin le explique todo sobre mi relación con su padre, le conté que nunca he sido feliz a su lado por su forma de ser porque no me complace como mujer, las razones por las que me case con él, lo de mis amantes, y todo para que no hubiera secretos entre nosotros. El escucho atentamente toda mi historia y al finalizar levanto su cuerpo y me abrazo muy tiernamente y me dijo que me comprendía y que me amaba y que ahora que sabía todo eso y que sabíamos lo que sentíamos él estaba dispuesto a hacerme feliz y complacerme como su padre nunca lo había hecho. Wooow, fue algo mágico un momento de felicidad para ambos de muchísimo amor pero también de lujuria.
Después de abrazarnos le di un beso tierno y suave, mientras le decía que lo amaba y lo deseaba, el me respondió de igual manera. Y me dijo: “mami sabes tengo muchas ganas de seguir ahora mismo”, yo le sonreí y dije: “amor yo también, pero sabes tengo una mejor idea, hace rato tu padre me dijo que mañana nos vamos de vacaciones a la playa, porque tiene una semana libre, y estuve pensando que cuando estemos allá podremos buscar el momento para finalizar lo que deseamos, que te parece?”, “oh si mami es excelente idea si me gusta mucho, aunque hace raro me dejaste bien caliente y picado jajaja”, “jajaja, mi amor tú me dejaste igual, pero ya nos desquitaremos, y bueno mi amor ya me voy a mi cuarto”, “está bien mami aunque me gustaría que te quedaras conmigo”, “mi amor, ya habrá días en los que tu ocuparas el lugar de tu padre en nuestra cama, me harás el amor toda la noche y amaneceremos juntos, mientras él está en sus viajes de trabajo” le dije pícaramente, él se río y me dijo que no podía esperar a que eso pasara.
Antes de salirme me dé su cuarto paso algo muy rico, me despedí de él dándole un beso un poco intenso, yo seguía sentada en la orilla de su cama y él estaba recostado pero con levantado del pecho, no tenía nada arriba, solo usaba su bóxer y la sabana lo tapaba de las piernas, mientras nos besábamos comencé a acariciarle el pene hasta ponerlo bien duro, él también me estuvo manoseando los pechos y abrí las piernas para que me acariciara el bizcochito sobre la tanga mientras nos decíamos lo mucho que nos gustábamos y amábamos. Después de un rato y cuando ya tenía la verga bien dura, le dije que ya me iba ahora si a lo que le me dijo: “como seras mala mami, mira nomas como me la dejaste de dura, ahora tendré que chaqueterame bien rico pensando en ti”, “jajaja mi amor por si no te diste cuenta yo ya estoy bien mojadita también por tu culpa”, “jajaja claro que si me di cuenta mami, ya mojaste toda tu tanguita, como me gustaría que te quedaras a hacerme tú la chaqueta”, “mmmm eso suena muy rico, y claro que lo hare, eso mucho más pero todo a su tiempo, ahora mi amor ya me voy para que te hagas una chaqueta bien rica dedicada a tu mami jajaja”, me levante de la cama y en ese momento hice algo que me excito mucho y aún más a mi hijo, como esta oscuro y solo entraba poca luz por la ventana sabía que mi hijo no me vería bien, así que el plato fuerte seguiría guardado para el momento justo, y frente a mi hijo lentamente me baje la tanguita hasta quitármela ante su mirada atónita, una vez que me la quite le dije: “mira, yo sé que te gusta masturbarte con mis pantis, verdad”, él se rio y dijo: “uy mami pensé que no te habías dado cuenta”, “pero como no me iba a dar cuenta si lo hacias muy descarado, y bueno la verdad que yo también descarada te las dejaba donde las pudieras tomar sin problemas jajajaja, pero bueno, aquí te dejo estas con mi aroma y mis juguitos frescos, disfrútalas mi amor”, y se las avente en la carita, él se rio y me dijo: “uy mami que si las voy a disfrutar”, “jajaja, mañana quiero que me las enseñes bien manchaditas con tu lechita eh”, “jajaja claro mami claro”, “hasta mañana mi amor”, “hasta mañana mami”…
Me salí de su cuarto sin calzones jajaja, me quede parada un momento fuera de su cuarto pensando en lo que había hecho, pensaba que era una verdadera putita por todo eso, pero me encantaba sentirme así, me fui a mi cuarto y entre despacio, mi marido dormía como un bebe, lentamente saque un bikini de mi cajón y me lo puse, me acosté y tarde en dormir.
A la mañana, nos levantamos todos para preparar las cosas para el viaje, y mientras mi marido se bañana y yo estaba preparando mis maletas mi hijo entro al cuarto, solo con su bóxer, al mirarlo le sonreí y le indique que no hiciera mucho ruido porque si papá estaba en la ducha, el se me acerco y me dio un abrazo y un beso muy rico y tierno en la boca, me dijo: “buenos días mami, mira lo que te traje, tal y como le lo pediste lleno de mi lechita”, “jajaja ay mi amor jajaja wooow,” lo tome en mis manos y mire mi tanguita manchada con su lechita, me dio otro beso y me dijo que ya se iba a preparar sus cosas para el viaje, salió del cuarto y yo me quede lamiendo y oliendo mi tanguita, con el aroma de mis jugos y la lechita seca de mi hijo. Y bueno después de un rato ya todos listos para el viaje salimos, de la casa rumbo al aeropuerto, el ambiente entre mi hijo y yo era mágico, nos mirábamos, nos sonreíamos y mi marido ni sospechaba nada. Y finalmente durante esa semana en la playa me entregue a mi hijo, llena de lujuria y deseo. Pero eso es para la siguiente. Espero no haberme extendido mucho y que les siga gustando mi historia, como les dije mi hijo y yo estamos muy emocionados por compartirla.
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