Mi historia (1) Mi inicio con mi tio Javier
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola!! En varios relatos voy a contar mis historias sexuales, desde mi niñez hasta la adultez.
Actualmente tengo 32 años soy hijo único pero con muchos primos, soy gay y vivo en mi closet para que nadie sepa cuan perverso soy.
Como la mayoría de nosotros comencé a conocer mi cuerpo con la desnudez y el roce con las cosas, en mi caso también tuve un poco de ayuda… había un amigo de la familia que siempre trataba de estar conmigo, meter sus manos en mis pantalones y jugar por un largo rato.
El tiempo pasó y ese contacto crecía cada vez más.
Son vagos los recuerdos, pero si estoy seguro que mis primeras experiencias fueron con él.
Ese año había arrancado la primaria (6 años), todo un mundo nuevo e interesante para un niño solo.
Javier, así se llama este amigo de la familia, solía pasarme a buscar por la escuela cuando mis padres no podían por su trabajo, el era dueño de algunas tiendas de ropa asique no tenia problema alguno.
Ese fin de verano fue más extenso de lo que debía, el calor solía ser agobiante, asique el comienzo de las clases estaba acompañado de altas temperaturas.
Una tarde al llegar a su casa luego de retirarme de la escuela el calor daba la noticia, asique Javier me propone ir a la pileta, me toma en brazos y me para sobre la mesa, me quita la camisa y el pantalón dejándome solo en ropa interior, el se quita la remera y al mirarme con un sonrisa picara me baja el slip dejando mi cuerpo completamente desnudo.
Como ya era normal que él me viera de esta manera solo me causo gracia.
Para esto Javier se quita el pantalón y para mi sorpresa, también queda completamente desnudo, yo me quedo mirándolo sorprendido ya que era mi primera vez que lo veía así.
Recuerdo que tenía un cuerpo marcado por el deporte y un pene fino pero extremadamente largo.
Javier: ey! No le vayas a decir a nadie de esto, va a ser nuestro secreto … Yo solo asistí con la cabeza.
Ya en el agua los juegos eran distintos, nuestros cuerpos estaban todo el tiempo pegado y su pene se había transformado en una especie de espada, notaba que cada vez que podía me frotaba mis huevitos y pasaba su tronco por mi culito, esto me hacía gracia pero no decía nada por inocencia y confianza hacia él.
Al rato noto que Javier comienza a besarme el cuelo, los hombros y cuando podía me besaba en la boca, yo entre risas trataba de esquivarlo pero me era imposible.
Javier: Te gustan mis besos? Yo solo lo miraba y me reía mientras que en algún momento de distracción me besaba.
Sus manos recorrían mi espalda, mis piernas, mi pene y mi culito.
Mi pene era finito y largo y con sus juegos se había parado.
Yo ya lo conocía en este estado pero no me avergonzaba ya que Javier era quien me lo provocaba, diría que hasta trataba de buscarlo para que me toque porque me hacía sentir cosas ricas.
Ya después de un largo rato de charlas, roces, besos y manoseos, me sienta al borde de la pileta abre mis piernas y comienza a mucharme el pene de una forma que nunca lo había hecho.
Sentía hormigueos en el estomago, se me torcían los dedos y salían algunos gemiditos de pacer.
Yo no entendía nada de lo que estaba pasando, pero todo esto me hacía disfrutar mucho más que sus dedos entre mis piernas.
Estaba agitado como si hubiera corrido un maratón en momentos trataba de quitarlo pero me era imposible, el estaba ensañado comiendo mi pene mientras que con sus manos recorrían parte de mi cuerpo.
Ya después de un rato largo, no tengo noción del tiempo, siento una especie de contracción en mis huevos y estomago, me daba la sensación que me iba a orinar en la boca de Javier pero nada salía, lo tome de los pelos para sacarlo pero era imposible, el parecía un loco como chupaba hasta que me desplomo casi sin aire.
Javier siguió lamiendo mi pene hasta que volvió a su estado natural.
Estaba tan cansado que no podía moverme.
Javier sale del agua y me toma en brazos, me sienta en un sillón y comienza a cercarme con una toalla.
Entre caricias me pregunta si me había gustado.
Yo asistía con la cabeza y miraba su pene rojo e hinchado, mientras le chorreaba una especie de baba (hasta que más adelante me entere que eso era el semen)
Javier: esto se va a repetir muchas veces pero no tenes que decir nada porque te van a retar.
Yo prometí y cumplí el secreto del silencio.
Luego me pone el slip y me recuesta en el sillón con los dibujos animados.
Ya mi próximo recuerdo es que me desperté en mi casa.
como sigue
como continua