Mi historia (2) Conociendo a mi primo David
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola! acá sigo cotando algunas de mis historias.
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Las experiencias con Javier eran cada vez más frecuentes, realmente disfrutaba todo lo que estaba viviendo.
Llegaba un momento que no sé quien buscaba más a quien, él me ayudaba con mi tarea, me daba una mano con el entrenamiento y a la vez me hacía sentir cosas muy ricas cuando jugaba con mi cuerpo que aun no podía entender ni mucho menos explicar.
El otoño estaba entrando y ya la temporada de pileta en su casa eran limitadas, por suerte para mí, iba a un club donde al menos podía disfrutar del agua y ver algún que otro pene dando vueltas por las duchas.
No era de los niños afeminados, ni extrovertido, ni sumiso… solo era un niño que le gustaba el sexo sin saber nada de él.
En el club de natación había un “equipo de competición” yo era una de sus estrellas, y en ocasiones me entrenaba con niños más grandes para poder subir mi nivel.
Para esta época de mi vida estaba pensando mucho en el sexo, no llegaba a bajar mi rendimiento pero si movía muchas cosas dentro de mí.
Durante el momento de las duchas miraba mucho a mis compañeros sin que se dieran cuenta, ellos eran más grandes y algunos pintaban pelito sobre el pene.
Una tarde después de la clase me voy para las duchas, cuando entro estaba David, uno de mis primos que me llevaba algunos años de edad, él estaba cubierto con una toalla por meterse bajo la regadera, al verme me abraza de forma muy cariñosa como solíamos hacerlo, cruzamos unas palabras y entre esas me propone bañarnos juntos ya que la mayoría de las calderas estaban apagadas y esto nos dejaría son agua caliente, no supe decirle que no asique deje que él me llevara donde quería
Lo primero que hace es quitarme la toalla, y con un giño de expresión me felicita por mi cuerpo.
En momentos creo que él sabía de los juegos sexuales que tenía con Javier, asique solo asistí con la cabeza, no podía delatar nuestro secreto.
Entramos y la verdad me costaba no mirarle de reojo su pene regordete, era tan lindo, se veía tan fresco y estaba coronado con una pequeña pero bella melena morocha.
Yo trataba de ponerme de espaldas para que no se me vea mi pequeño pene semi erecto.
David, con mucha sutiliza me toma de los hombros y comienza a recorrer mi cuello de forma muy tranquila, al no negarme él continua bajando, pasa por mis nalgas y se deposita en mi pene.
Mi silencio daba indicios de aprobación asique él comenzó a masturbarme mientras me hablaba al oído, sinceramente no podía escucharlo ya que solo me preocupaba por mantenerme de pie.
Con una de sus manos me masturbaba y con la otra se daba él, yo trataba de apoyarme para no perder el equilibrio, con mis manos trataba de agarrarme de él o de alguna canilla.
Ambos éramos dos locos agitados y gimiendo hasta que veo salir de su pene los chorro de leche, los mismos que solían colgarle a Javier cuando terminaba de jugar conmigo, mientras que se limpiaba las manos frotándolas por mi cuerpo merma un poco la velocidad, pero al reaccionar sigue machacándome con más y más fuerza hasta que tengo mi “orgasmo” sin semen claramente, dejándome caer sobre su cuerpo.
El me comenzó a besar el cuello hasta la boca, yo solo era un muñeco de trapo que no podía dejar de disfrutar y sentirnos unidos.
Me toma en brazos y me lleva a los vestuarios, ya en el lugar había repuesto algunas de mis fuerzas y pude vestirme.
David solo me miraba con una sonrisa cómplice y sensual.
Antes de irnos me frena, me da un beso suave y largo mientras que me pedía silencio.
Yo lo miro y sólo puedo dar el sí con mi cabeza.
Al salir estaba mi madre esperándome en la puerta.
Saludo al profesor y me voy silbando bajito con el pene latiendo del placer.
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