Mi historia familiar III
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por klon86.
Saludos lectores. Se deja al criterio de ustedes el juicio de la veracidad de los hechos aquí narrados. Recomiendo leer las anteriores partes para entender mejor la cronología de los hechos.
Llego el día acordado, recuerdo que fue un fin de semana que cambio mi vida para siempre; un sábado que marco mi iniciación e inclusión familiar. Llegue a la hora acordada y una vez dentro del hogar de mi novia, Mi suegrita Amaranta me desnudo, amarrándome a una silla (cómoda, no me quejo pero bien amarrado), además de que me vendo los ojos.
Durante aproximadamente una hora solo escuche ruidos propios de la casa y ante la falta de visibilidad, agudice mi iodo. De pronto el sonido de la algarabía producida por varias personas se dejo escuchar; luego risas. Lo raro es que se acercaban hacia donde estaba y tras el sonido del cierre de una puerta los ruidos cesaron entonces; solo reconocí la inconfundible voz de mi novia María entre varios pasos que murmuraba si era ya tiempo de hacer algo. Estaba nervioso y con un nudo en mi estomago; me iban a ver desnudo y ante la prerrogativa de que no debía decir ni “pio” por parte de mi suegra, sudaba a mares. Un par de muebles que movieron aumentaron mis nervios, casi me cagaba del miedo y del nerviosismo que sentía al estar ahí e imaginar que mi novia y alguien más estaban en ese área; seguramente viéndome desnudo, maniatado y mostrando un estatus de humillación.
Entonces una boca experta cubrió mi pene, lo guardo celosamente mientras su lengua jugaba por toda mi cabeza; pero no solo eso, otras dos bocas tomaron mis testículos y los estiraban poco a poco mientras sus lenguas estimulaban mis genitales produciendo un placer inenarrable. Estuvieron así hasta que lograron que eyaculara, una de las bocas recibió la carga que tenia bien almacenada en los huevos, a pesar de que había eyaculado mucho los anteriores días. Fue entonces que me retiraron la venda de los ojos y vi algo que me dejo frio, una imagen que se grabo mi memoria; mi novia María estaba en mi campo visual en la zona de la derecha, con una putifaldita de color negro que tenía muchas manchas blanquecinas y nada más; mi suegra, la señora Amaranta, a mi izquierda, enfundada en unas mallas blancas que marcaban una tanga obscura muy pequeña; y en medio, completando el cuadro, Juan, mi cuñado, desnudo, saboreando algo, sonriéndome, seguramente degustando mi semen que acaba de dispararle a su mamadora boca.
Al ver que iba decir algo, mi suegra me puso en dedo en la boca para callarme. "Recuerda el trato nene, solo veras, nada de hablar y al final responderemos tus preguntas bebé." Seguía alucinado: jamás sabré que tiempo me fui mentalmente pero cuando regrese en mi, María y mi suegra Amaranta estaban ambas en liguero, con medias de color negro y con una sonrisa en sus rostros angelicales.
Fue Juan quien tomo un condón y se lo dio a su hermana María que lo abrió, se lo puso con la boca de forma muy sexy y calmada para que observara con detalle como lo colocaba en el pene de su hermano mayor en un movimiento, terminando de desenrollar el látex para cubrir el pene de mi cuñado con su mano izquierda. Con la boca pegada al pene de su hermano, Mary se giro dedicándome una sonrisa coqueta, con su mano siguió poniéndole dura la verga a mí cuñando Juan, separándose de ese pene al sentirlo listo. Fue hacia mí y me miro a los ojos mientras decía "Te amo Jorge". Se dio la vuelta y se empino permitiéndome ver sus nalgas y su vulva; se separo las nalgas para exhibirme su ano, como ya en otras veces y lo trato de pegar lo más posible a mi rostro. No supe que hacer, me limite a trata de darle un beso, pero no pude por la posición en la que me hallaba.
María se incorporo y fue hacia donde Juan para repetir la acción ahora con él como espectador privilegiado, mientras mi cuñado se la jalaba con calma, prolongando su dureza. Juan tomo las nalgas de su hermana y empezó a lamer, lo que creo fue ano. Una vez lubricado (eso creí), su hermano la tomo de la cintura y la bajo acomodándola para que su culo estuviera apuntando al techo; se coloco detrás suyo y poco a poco fue empujando hasta que su pene desapareció de mi vista. Todo lo hizo en un solo movimiento y si no fuera por qué su pubis choco con las nalgas de mi novia, hubiera seguido empujando más su verga dentro de mi María.
"Mi amor…" dijo mi suegra al verme tan atento. "Recuerda que no es así, vamos, sal de tu hermana y muéstrale a nuestro invitado con detalle que haces". Juan salió de María mientras mi novia se acomodaba, apuntando su culo ahora hacia mi cara, para que tuviera una excelente e inmejorable visión de los que sucedería a continuación. "Vas a ver como tu noviecita come con su chiquito el pito de mi hijo" dijo mi suegra Amaranta, al instante que enfilaba su hijo su pene al ano de mi novia; María solo gemía mientras era penetrada poco a poco por su hermano. Desde mi posición observe, a detalle, como avanzaba esa barra de carne forrada de látex por los pliegues anales de mi novia y el ano de Juan descendía lenta pero constantemente hasta que solo vi sus huevos pegados a los hinchadísimos labios mayores de María; tan concentrado estaba que no prestaba la atención necesaria a la jalada de pito que me prodigaba mi suegrita Amaranta para revivir, innecesariamente mi pito, ya que este show me tenía más duro que el acero. Haberme venido hace poco no fue excusa para que mi pene no se levantara, juraría que estaba en la máxima erección que había tenido en mi vida.
"Te excita ver el ano de tu novia abierto por su hermano, cerdo puto, no te preocupes yo te aliviare" y mi suegra me engullo el pito. No perdía detalle de como mi cuñado enculaba a su hermana, sus huevos me tenían hipnotizado viendo cómo le pegaban a su hermana entre gemidos de ambos, hasta que pasado un rato, Juan se salió del ano de su hermana, se paro frente a mí y puso su verga a la altura de mi cara; se saco el condón lleno de leche mientras María se acomodaba a mi lado y me daban un beso "¿qué harás mi amor?, ¿Me aceptas como soy?…"
“S… i” dije tímidamente. Al escucharlos los demás se alegraron, diciéndome que esperaban respuestas groseras, negativas e incluso amenazas; por lo que para ellos era un alivio saber que no eran tachados como degenerados y demás adjetivos. “Gracias hijo, temí que debía usara los videos dónde estabas vestido con las ropas de mi hija y con mis dedos en tu culo.” Mi cuñando me abrazo diciendo: "Qué bueno que te guste, porque ya le traía ganas a tu culo, en cuanto te vi con las putiropas de María se me antojo meterte bien duro mi verga." Pasando la tensión reímos y me desataron, sentandonos en una sala que estaba en el cuarto y que por los nervios no había notado.
“Veras Jorge…” dijo mi suegra”. ”Nosotros practicamos las relaciones entre miembros de la familia“. “Incesto…”. Interrumpió mi novia. “Así es, María y yo somos parte de una tradición en donde somos las putas de la familia. Hemos sido cogidas por los miembros de la familia y somos de ellos“.
“Pero no tenemos hijos entre nosotros”. Agrego Juan. “Si. Mira Jorge, solo de vez en cuando, dejamos que algunas de nosotras se embaracen de personas ajenas a la familia. Buscado que no salgan niños deformes o con retraso, fue algo que nos enseño unos de los anteriores machos de la familia.” MI suegra no paro de hablar, al tiempo que entre sorbo y sorbo que le daba a un vaso con licor me explicaban más a detalle, contando a grades rasgos sobre iniciación de Amaranta como depósito de semen familiar y posteriormente de mi novia María; de cómo se había reducido por sucesos tristes a solo unos pocos familiares; de que el papá de María sabía todo esto; de cómo novia llegaba a la escuela muy bien cogida y me la llevaba a mi casa, donde casi siempre me comía el semen de su padre y macho en sesenta nueves que practicábamos. Pero aun faltaba por hacer, cosa que relatare en otra ocasión.
Agradece mucho sus comentarios.
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