Mi hotel particular II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Les sigo contando, lo ocurrido con mi primo en mi hotel particular. Después de aquella amada que le propiné a primo yo no dejaba de pensar que se sentiría tener aquel tremendo mástil dentro del culo, yo no había tenido muchas relaciones anales, para ese entonces puedo decirles que siendo más pequeño en juegos callejeros con amiguitos, llegaríamos a rozarnos los penes en las nalgas y una que otra intensión de penetración pero sin lograrlo, la curiosidad siempre estuvo a flor de piel.
Una tarde ya casi para anochecer se presenta mi primo a la casa que yo cuidaba, esto muchos días después de la mamada, que yo pensaba no le había gustado porque tenía días que no sabía de él. Cuando tocan el timbre y me asomo a ver quién es, mi corazón dio un sobresalto al ver que era mi primo y le abro inmediatamente, pero al ser saludado por él, me doy cuenta que trae unos tragos y que estaba algo aturdido por el alcohol. Nos saludamos y pasamos al comedor, yo me disponía a cenar. Le pregunté que si quería comer y contestó afirmativamente, mientras comíamos me contaba que había estado en una fiesta de un compañero y que no quería llegar a su casa en ese estado por temor a que su papá se enojara, le dije que llamaríamos a su casa y le diríamos a mis tíos que se quedaría conmigo para acompañarme esa noche de viernes ya que al día siguiente no había clases, mi tía no se opuso, pues no era la primera vez que él durmiera en casa de mi mamá.
Ya para la hora de acostarnos le sugerí dormir en mi cuarto porque los demás cuartos estaban cerrados y yo no tenía las llaves a mi disposición, nos quitamos las ropas quedando en interiores y nos acostamos a ver tv, al rato de estar acostados, siento que mi primo se queda dormido por el efecto del alcohol y yo pensaba que había perdido la oportunidad de comerme lo que tenía entre las piernas, no dejaba de pensar en el grosor de aquel garrote, esperé a que terminara la película y apagué el tv y me volteé dándole la espalda porque él estaba dormido, al poco rato de haber pagado la tele, siento que mi primo se mueve y se voltea quedando en la misma posición en que yo estaba, él de frente a mi espalda, después de este movimiento comienzo a sentir más fuerte el calor de su cuerpo,
Mi primo se estaba acercando a mi espalda, yo no hacía ningún movimiento, luego siento como pone encima de mí su brazo y siento lo duro de su pene apuntando mi culo, me estremecí y él se dio cuenta y me abrazó fuerte y sin decir ninguno de los dos una palabra, luego mi primo comenzó a sobar mis nalgas y a meter la mano por debajo de mi interior y lo fue bajando poco a poco hasta dejar mis nalgas al descubierto, seguía pasando su mano por mis nalgas pero ahora hacía énfasis en mi raja, pasaba su mano por mis nalgas y al llegar a mi raja hacía presión con su dedo para lograr tocar mi agujero, ya no aguanté más y puse más a su disposición mis nalgas, de pronto ya no sentía su mano ni sus dedos, ahora estaba sintiendo su tremendo garrote que se deslizaba entre mis nalgas, ya mi primo tenía mucho líquido pre seminal, que no tenía necesidad de lubricar con saliva,
El pasaba su pene por toda mi raja que ya estaba bien húmeda y babosa su pene se deslizaba con mucha facilidad, de repente siento que mi primo pone un dedo en mi hueco como tanteando y luego siento lo caliente de su glande en mi entrada, me volvió a abrazar e hizo el primer intento de metérmelo, cuando hizo presión yo sentí un gran dolor y gemí, él solo me sobó las nalgas y se quedó quieto un rato sin perder el espacio que con su empuje había logrado. Después de un rato volvió a empujar y pude sentir como su cabeza entraba en mi culo ocasionándome un fuerte dolor al que respondí apretando mis nalgas, él se volvió a quedar tranquilo y esta vez me daba besos en la nuca, en el cuello, en mi espalda, ya más tranquilo volvió a meterlo y esta vez pasó todo, yo metí la mano para impedir que siguiera entrando pero ya era tarde, los casi 19 cm de largo y 7 cm de grueso eran todo míos, mi primo se quedó tranquilo por otro rato esperando que mi culo se acostumbrara al grueso y tamaño de su pene,
Luego comenzó a sacar y meter muy suavemente, metía y sacaba, ya mi culo se fue amoldando al invasor, mi primo aumentaba gradualmente su velocidad, después de estar de lado un buen rato, mi primo pasó una pierna por encima de mí y me hizo dar vueltas colocándome debajo de él, al meter toda su palanca en mi culo volví a sentir un gran dolor que se pasó más rápido, ahora mi primo estaba montado en mi espalda y me tenía ensartado bien adentro, cuando comencé a sentir placer de aquel pene gigante, yo levantaba el vientre y dejaba más a disposición mi culo para que mi primo comiera con más comodidad, él solo besaba mi cuello y todo lo que podía, sin decir ni una palabra, cuando empujaba hacia dentro yo levantaba mis nalgas en señal de entrega, mi primo por el efecto del alcohol no llegaba y ya mi culo me ardía mucho, como pude me fui levantando y quedé en cuatro para facilitar la sodomía, mi primo se excitó por completo y me tomó de la cintura y comenzó a propinarme fuertes embestidas a los pocos minutos estaba derramando dentro de mis tripas sus calientes chorros de semen, mi pene bien parado no tuvo necesidad de tocarlo, tuve una eyaculación como nunca, caímos de nuevo largo a largo, pero él sin salirse de mí.
Yo no supe más de mí, nos quedamos dormidos, él sobre mí con su mástil en mi culo, en la madrugada ya para amanecer, me despierto y no sentía el pene dentro de mí, solo sentía la humedad entre las piernas, hice un pequeño movimiento y mi amante cayó a mi lado dormido, me levanté y sentía un gran dolor en las piernas, en la cintura y principalmente en mi culo, me senté en el lava vaginas y derramé el resto del líquido que había dentro de mí, y pude ver abundante semen y muchos hilos de sangre, abrí la llave y dejé que aquella agua que salía con fuerza masajeara mi orificio, allí estuve un largo rato, el agua fría dilató y calmó mi dolor. Regresé a la cama y al acostarme de manera automática fui abrazado por mi primo quien aún dormía. Después de aquella noche se hicieron frecuentes nuestros encuentros, claro ya hablábamos de lo que hacíamos y nos contábamos lo que hacíamos con otras personas, claro hasta aquel momento yo tenía relaciones homosexuales solo con él y él tenía relaciones con muchas mujeres porque era muy bien parecido, cuando yo tenía sexo con alguna chica, en las noches mi primo me daba de regalo una buena cogida.
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