Mi ingenua Hermana Mayor

Nunca creia que sus tesoros iban a ser mios .
                                               MI INGENUA HERMANA MAYOR Parte 1

Me llamo Damian y me gustaría compartir, mis vivencias que tuve en mi preadolescencia con mi hermana mayor Toñi

Ella tiene 18 años pelo castaño, ojos verdes, y unas tetas  grandes heredadas de mi madre,. Su culo no es nada del otro mundo, (aunque para mi era un mundo) y su vagina estaba bien cuidada (lo que pude observar un día que entre de prisa al baño y ella se estaba secando.

De todas maneras, lo que pasó tiempo atrás ocurrió hace ya bastantes veranos, donde descubrí que mi hermana era toda una ingenua en lo que al sexo se refiere, y con los chicos en particular.

Todo comenzó cuando un día, viendo un video por la red que mi amigo Juan me había recomendado ver, comencé a tener una erección. No era la primera vez que las tenia, pero al estar mi hermana cerca era difícil pajearme delate del computador y al oír ruidos puse  mi pene en el pantalón, notándose el bulto, cosa que seguramente Toñi noto

Lo supe porque después de comer cuando mis padres fueron al hiper, ella me dijo:

-”Nene ”, ¿te sentías  mal?

La pregunta me tomo de sorpresa, pues que yo supiese, no me encontraba enfermo. Mi hermana pronto dijo el porqué de esa pregunta:

-Te vi muy hinchado delante de la  Compu, como si algo quisiera salir del pantalón.

Entonces, recordé ese momento, y mi pene volvio a endurecerse, notándose  en mis pantalones.

-¡”Nene”, otra vez estás hinchado!

Mi hermana nunca había ido a colegios con chicos, y se vé que no le dieron clases de sexualidad, pues no entendía que mi pene se paraba ante emociones y estímulos de índole sexual.

Decidí aprovechar su ignorancia para decirle lo siguiente:

-Veras, a veces se me acumula mucha crema.

-¿crema?

-Sí, crema. Es blanca que con suerte, logramos sacar. Cuesta bastante.

-Vaya. ¿y puedo ayudar en algo?

Aquella frase fue para mí como el cielo abierto, el paraíso para poder conseguir que mi hermana fuera objeto de mis más bajas pasiones.

-Pues verás, podrías serme de ayuda.

-Dime.

-Necesito que te des la vuelta, y te pongas de espaldas.

Mi hermana se levanta del sofá y se pone en una posición en la que tiene apoyados sus pechos en el respaldo del sofá y su culo se marcaba algo por el pantalón corto de color amarillo que llevaba.

-Bien, y ahora qué.

– Necesito que me enseñes tu culo.

-¿Mis nalgas?

-Sí, eso podría ayudar a que la crema saliera mas deprisa. Además, seguro que a tu trasero le iría bien algo de crema.

-”Nene”… espero que no sea ninguna chanchada. No manches el sofá.

-No lo haré. Enseñame el culo.

-Ok.

Mi hermana se desabrochaba su pantaloncito corto y con las manos se bajaba la parte trasera del pantalón… y la bombacha, pudiéndole ver su hermoso trasero y parte de su vulva.

-Hermanita, debo decirte que lo que estoy viendo  es bonito.

-Gracias, ¿y ahora que harás?

-Voy a frotar esto con tus nalgas. Será un masaje.

-Ah, bueno.

No me lo podía creer: mi hermana mayor enseñándome casi todo de ella… para mi deleite de pajero. Arrimé mi pene a su nalga izquierda, algo que a ella la hizo decir:

-”Nene”, tenes eso muy caliente, lo he notado.

-Es por la crema, lo calienta asi. Espera un momento.

Comencé a deslizar mi pene por su nalga, despacio, suavemente. Quería regodearme de poder pasar mi miembro por fin en un culo femenino…. y no en un culo cualquiera, sino en el de mi hermana mayor. Ella se movía un poco por el calor de mi miembro frotándose con su nalga.

-”Dami”, como vas.

-Voy bien, Toñi, ya queda menos para que me salga crema.

Algo que la verdad sea dicha, era cierto: pronto comenzó a salir, si bien no a chorros, semen blancuzco que caía en la nalga izquierda de mi hermana.

-”Nene”, noto algo en mi culo.

-Es mi crema, Toñi. Espera que te la unte.

-Ok.

Así, con mi mano izquierda extiendo el semen por su nalga, mientras que con la otra, la masajeo. No puedo evitar tocar la nalga derecha, pero así logro al menos untar  la otra  con mi  semen.

-Ya está. Muchas gracias, Toñi.

-Buff… ha sido algo… algo raro. Al menos eso ya se te ha bajado un poco.

-Ok. Gracias, hermanita.

-De nada.

Mi hermana se colocó de nuevo su tanga y el pantaloncito corto y convenimos no hablar de esto a nuestros padres, pues ella se comprometió a ayudarme con mi hinchazón cuando fuera necesario.

Pasamos la tarde y la noche tranquila, ya fuera cenando o viendo la tele. Nuestros padres hablaban sobre visitas a familiares cercanos, y sobre todo, prepararlo todo para mi cumpleaños, que era dentro de cuatro días (y en el cual perdí mi virginidad, por supuesto con Toñi). Cuando llegó la hora de acostarnos, nos fuimos cada cual a nuestro cuarto, pero yo no tenía aún sueño, y mi pene… parecía que tampoco. Vi que había luz en el cuarto de mi hermana, la cual dormía siempre con braguitas y sostén, sin pijama, a diferencia de mí, que llevaba un pantalón corto de pijama. Abrí la puerta un poco y ella se giró al oírme  entrando en el cuarto. Lo primero que dijo fue:

-”Nene”, otra vez estas hinchado.

-Sí, Toñi. Otra vez.

-Cerra la puerta

Asi lo hice , mientras mi hermana se bajaba las braguitas, que mostraban  su vagina bien cuidada. Para variar la situación, la dije:

-Hermanita , ¿te gustaría ver mi crema?

-¿Qué?

-La crema que nos sale de ahí sirve para algunas cosas.

-Vaya, y para qué sirve.

-Pues sirve… para tener suave la piel y elimina impurezas.

.Ja , vaya invento.

-Sí, ¿verdad? Dime si te gustaría verla.

Tras pensárselo un poco, dice:

-Dale, pero… cómo haras que salga crema. No creo que puedas frotar eso en mi cara.

-No, pero me vas a ayudar.

-Ok, dime, “Nenito”.

Me saco el pene del pantalón del pijama y del calzoncillo, y le pido que este cerca de él, mirándolo casi a pocos milímetros.

-Ahora, hermanita, necesito que tu mano derecha este en mi pene.

-Ok.

Obediente, usa su mano derecha y agarra el pene un poco como con miedo, algo natural pues nunca había tocado uno.

-No temas. Está caliente, como cuando lo puse en tu culo.

-Es verdad, está caliente. ¿y ahora?

-Ahora necesito que muevas tu mano arriba y abajo, como si tocases un instrumento.

-Ok.

Mi hermanita movía su mano arriba y abajo con fluidez, como si mi pene fuera un chupetín Sus mejillas estaban coloradas, y yo gozaba cada vez que ella me acariciaba la pija

Después de varias agitaciones la dije:

-Toñi , ya sale.

Y salió: un chorro de semen que e tapo parte de una ceja y su ojo izquierdo, y luego otro sobre su mejilla, blanco, caliente y espeso.

-Uff… vaya con tu crema, casi me deja ciega. Está caliente, como cuando salió y me manchó el culo.

-Bueno, al menos me has ayudado con mi hinchazón. Muchas gracias, hermanita.

-De nada. Voy a untarme ésto para ver si deja la piel suave.

-Ok. Buenas noches.

-Buenas noches.

No me lo podía creer: logré que mi hermanita recibiese voluntariamente mi semen sobre una de sus nalgas, y para colmo, la hice hacerme una paja y manchar su cara con su semen, y encima, untárselo. Aquella noche me costó mucho dormir, la verdad.

A la mañana siguiente me levanté bastante más tarde de lo normal en mí, lo cual hizo que al despertar, viera a mi madre cerca de la cama.

-Buenos días, trasnochador. Algo me dice que hoy no vas a beber cosas con gas y con cafeina.

Mi madre se refería a los refrescos que suelo beber, y que para ella, tienen  demasiado gas para mi organismo y que afectan al sueño. Si ella supiese el motivo de mi desvelo… El caso es que me levanté, me fui a orinar, y al terminar de hacerlo fuí a la cocina donde mi hermana estaba mirando la olla donde se preparaba la comida.

-Buenos días, ¿dormiste bien?

-Sí, yo sí, aunque algo… pegajosa. Debe ser por la crema tuya en la cara.

-Puede ser. Yo apenas pegué un  ojo.

-Bueno, te prepararé un café

Mi hermana me preparó la bebida del desayuno, la cual bebí acostumbrado a que me queme en la lengua, pues Toñi aun no domina bien los quehaceres culinarios. Ella llevaba puesto un bikini de color pastel, y al verla así, mi miembrecito comenzó a hincharse, algo que mi hermana vió cuando dejé la jarra en la pileta de la cocina.

-”Nene”, ya se te ha hinchado eso.

-Sí, pero está mamá en casa, a ver como podrías sacarme crema sin que ella…

-Yá, a ver que se podría hacer.

Mi madre estaba haciéndome la cama, y de repente,. mi hermana ve como nuestra progenitora va corriendo al cuarto de baño, señal de que las pastillas para el estreñimiento la han servido ésta vez.

-”Nene”, mamá esta en el baño, y seguramente, esté para rato.

-Es verdad.

Me senté en una silla y me saqué mi pene, erecto ante la mirada de Toñi, la cual se puso de rodillas, arrimándose bien. Antes de comenzar a agitármela, le comenté.

– Mejor que te quites el corpiño, no sea que se te manche.

-Pues es verdad.

Rápida, mi hermana se quitó el sostén dejando al descubierto sus preciosos y grandes pechos. Ella comenzó a agitármela tras volverse a arrodillar, y entonces, se me ocurrió una cosa:

-, En lugar de arrimar tu cara, podrías arrimar los pechos.

-¿Seguro?

-Sí, así mamá no lo vería si te pones el sostén.

-Es verdad, que bueno eres, Dami.

Haciendo caso a mis instrucciones, arrima sus tetazas cerca de mi pene… y tras varias caricias suelto toda mi crema sobre esos grandes pechos que mi hermana tiene.

-Cuanta crema, “Nenito”, has soltado más que ayer.

El ruido de la inodoro se oye, señal de que nuestra madre ha terminado… lo cual hizo que Toñi se pusiese el sostén, llevando encima mi semen caliente sobre sus pechos. Mi pene ya se había vuelto flácido tras vaciarse sobre ellos… y yo estaba contento y dichoso sobre lo que había conseguido.

La próxima les contare como llegue al tesoro más preciado desvirgando a mi ingenua hermana mayor el día de mi cumpleaños…….