MI INICIO EN EL INCESTO
Un descubrimiento que por casualidad me llevo al incesto.
Antes que nada, quiero manifestar que he tratado de resumir todo lo que me aconteció durante varios años y he tratado de no dejarme llevar por la ficción.
La relación con mi mama siempre fue muy fría, ella solo se preocupaba por estar bien ella y durante algunos años su preocupación fue estar bien con mi padre a quien se entregaba de entero hasta que se enteró que el tuvo una aventura y de allí en adelante todo cambio y asi fue que la primera vez que note su cambio fue cuando yo tenía catorce años y al final de una fiesta en nuestra casa prácticamente todos los invitados se fueron, solo quedaron mis padres y un amigo muy cercano de mi padre. En esa ocasión habían compartido licor desde el medio día por lo cual a media noche desde mi habitación donde ellos debían suponer yo estaba profundamente dormido o a lo mejor ni se acordaban que yo existía debido a su estado de alicoramiento.
Lo ultimo que vi antes de lo que vino a continuación, fue que mi madre y Darío el amigo de mi padre, llevaban a la habitación a mi padre prácticamente cargado debido a su estado, que no lograba mantenerse en pie por si mismo.
Después de esto mi madre y Darío regresaron al salón, ella apago varias luminarias, quedando un ambiente muy íntimo y gracias al estado de mi madre y Darío iniciaron una relación muy cercana, el comenzó a acariciar su cabello, luego su cuello y más tarde le daba besos en la mejilla y ella no lo rechazaba, yo pensaba que pasaría si mi padre los viera, pero él debía estar en un sueño tan profundo que ellos podrían hacerlo que fuera y él no se enteraría.
De constantes caricias vino un primer beso en la boca que duro varios minutos, durante los cuales Darío comenzó a acariciar los senos de mi madre y mas tarde deslizo su mano a sus piernas fue subiendo por debajo de la falda hasta llegar a su concha.
Sin darme cuenta mi verga se disparo al ver esta escena y desde esa primera vez empecé a desear a mi madre como nunca lo imaginé. Tiempo atrás, cuando mi madre iba a las reuniones de mi colegio, había escuchado comentarios de chicos de mi edad o algo mayores cuando observaban a mi madre con ojos de deseo, sin embargo, por aquella época yo no era consciente de lo que eso significaba, apenas creía que la admiraban porque era muy bonita, pero nada que tuviera que ver con el deseo de cogérsela.
Pero volviendo a lo acontecido aquella noche, como los dos estaban bastante borrachos, no tenían control de sus acciones por eso empecé a escuchar pequeños gemidos de mi madre mientras Darío le acariciaba su concha. Por mi poca experiencia en el tema pensé que de lo que veía no pasaría nada más. Pero a continuación Darío se levantó, se arrodillo frente a ella y metiendo sus manos por debajo de la falda de mi madre y gracias a la colaboración de ella, le quito la tanga fácilmente. En ese momento vi por primera vez la concha totalmente depilada de mi madre que se notaba algo brillante gracias a su lubricación.
A partir de este momento todo era novedad para mi. Vi entonces como Darío se inclinaba acomodando su cabeza en medio de las piernas de mi madre y mientras él comenzó a hacer maravillas con su lengua en su concha, mientras que ella se recostaba en el sofá, cerraba sus ojos y empezaba a morder su labio inferior, acompañado todo esto con gemidos y algunas palabras sueltas como… Ohhh, que rico, Dari tú sabes cómo hacerme gozar, uuuuhiiiii, uhmmm, uhmmm. El escuchar las palabras… “Dari tú sabes cómo hacerme gozar” me dio a entender que esta no era la primera vez que compartían sexo a espaldas de mi padre.
Sus gemidos siguieron aumentando el nivel de audición hasta que pasados al menos diez minutos en los que las caricias de Darío en la concha de mi madre acompañado de caricias en sus senos, los que pellizcaba con fuerza en sus pezones la iban llevando al límite. Esto lo evidenciaba el movimiento de su cabeza de un lado a otro como desesperada.
Creí que esta era una oportunidad que podría ser única por eso regrese a mi habitación y traje mi celular para empezar a grabarlos.
Una vez que mi madre alcanzo un orgasmo escandaloso y sin control, Darío la dejo descansar un par de minutos y mientras tanto él se quitó el pantalón apareciendo su verga con una erección monumental. Se volvió arrodillar en medio de las piernas de mi madre y fue acercando su verga a la concha de mi madre y cuando llego el contacto sentí un corrientazo que se prologo durante todos los segundos que siguieron a una penetración lenta y profunda.
A continuación, Darío comenzó a penetrarla una y otra vez y los dos se fueron animando, ella le cruzo las piernas por la cintura permitiendo una penetración más profunda que fue aumentando en velocidad de parte de él y de ella gemidos más agudos cada vez que la verga de Darío tocaba fondo en su concha. Lo que siguió fue una follada monumental en medio de gemidos y choques de sus cuerpos que me excitaban a morir.
Pero llego el momento que Darío le dijo a mi madre … Me voy a correr y ella le respondió… Uhmmm, que rico, córrete bien adentro como a mi me gusta y él explotó, para luego quedar inmóviles. Así permanecieron pegados al menos un par de minutos más, besándose apasionadamente hasta que llego el momento de separarse. Cuando lo hicieron, ella continuó con las piernas abiertas, y empezó a aflorar el semen que Darío había dejado muy dentro.
Entonces ella puso su mano para detener la salida de su apreciado liquido y camino hacia el baño, después de unos minutos regreso y se abrazaron besándose nuevamente. Ella le dijo…fue maravilloso Darío, me gustas mucho, pero debo permanecer con mi esposo. Y el le respondió, no importa mientras tu esposo no se dé cuenta, todo estará muy bien. A continuación, él se despidió y mi madre se fue a su habitación. Espere unos minutos para regresar a mi habitación y allá en mi intimidad vi varias veces el video al punto que me excite tanto que tuve que masturbarme para poderme dormir.
Ese cuerpo maravilloso de mi madre y la forma como disfrutaba del sexo no me la podía sacar de la mente y así pasaron varias semanas en las cuales pude escuchar conversaciones, precisamente cuando no estaba mi padre, en las cuales era seguro hablaba con Darío porque decía cosas como… Si, a mí también me gusta estar contigo, que rico la pasamos ayer, me gusta como me haces sentir en la cama, te aviso y nos vemos, no, no, mi esposo no se da cuenta, él esta muy ocupado en otras cosas y no me presta atención, si, si, cuando tú quieras, etc.
La verdad de las cosas, es que ella si es guapa, siempre se ha cuidado al punto de tener una obsesión por verse bien, tiene 45 años, mide 1,65, pesa 55 kg cabello rubio largo ojos verdes grandes unos labios carnosos y un cuerpo que esta exageradamente bien debido a su constante asistencia al gym y el busto lo tiene operado, es decir se puso silicones. Acostumbra a vestir de minivestidos o minifaldas, en fin, como dicen es una milf.
Nunca la vi con morbo, al contrario, siempre le tuve mucho respeto, pero con lo que observe, no descarte la posibilidad que haya engañado a mi padre, no una, sino varias veces.
Conociendo su intimidad, lo que siguió fue el deseo de disfrutar de ese maravilloso cuerpo tal y como lo había hecho ella con Darío aquella noche, entonces decidí enviarle a través del celular el video y esperar su reacción.
Así fue que aproveche los días que mi padre viajo fuera del país por negocios y esto fue lo que sucedió:
Al día siguiente de haberle enviado el video, era sábado, y mi padre regresaba el domingo, la reacción de mi madre fue enfrentarme con tono enérgico creyendo que yo me iba a atemorizar y la verdad al comienzo lo alcanzo a lograr, pero luego reaccione sabiendo que era ella la responsable de su infidelidad con el amigo de mi padre.
Me pregunto para que le había enviado el video, le respondí que para dos cosas. Una que tuviera mas cuidado para que mi padre no se diera cuenta y dos para decirle que tiene el cuerpo mas maravilloso y que verla follar me había producido una erección fenomenal al punto de desear estar con ella.
En ese instante se frenó y salió de mi habitación sin responderme nada.
Transcurrió un mes y nuestra relación fue tensa hasta que una noche que regresaron de una fiesta con mi padre, y él con su consabida costumbre de beber en exceso regreso bastante ebrio al punto que mi madre le tuvo que ayudar a caminar hasta su habitación.
Después hubo un silencio total hasta que sentí que se abrió la puerta de mi habitación y enseguida encendí una pequeña lámpara y me llevé la sorpresa de que era mi madre, nos saludamos y la invité a sentarse al borde de mi cama, todavía sin morbo, el morbo vino después cuando le dije que estaba encantadora, la verdad yo estaba como loquito.
Comencé primero preguntándole como estaba, posterior a eso observando su cuerpo y sus piernas expuestas gracias a su corta falda, mi miembro se puso erecto, comenzando de mi parte los halagos como: eres muy bella madre, que guapa te ves hoy y cosas así.
Y de pronto ella me la soltó: oye hijo porque has cambiado tanto, antes estabas mas cerca y el ultimo mes muy distante. Le dije que desde que la vi follando con Darío a pesar que la amaba como mi madre, la deseaba todos los días y ver su precioso cuerpo me enloquecía.
¿Y que deseas ahora que estoy frente a ti?
Que nos desnudemos y hagamos el amor.
¿En verdad lo quieres?
Si lo deseo a toda hora.
Y sin más palabras ella comenzó a desnudarse y mi verga se puso rígida, de manera que cuando me despoje del pijama mi verga salto como un resorte y ella sin mediar palabra alargo su mano para tomar mi verga y tras darle un rápido masaje acerco su boca para comenzar a prodigarme la más fabulosa sesión de sexo oral.
Mi excitación fue subiendo al punto que sentí que si no la paraba iba a explotar en su boca y yo no quería terminar tan pronto, así que la detuve y la invite a acostarse y a continuación le correspondí con sexo oral en su hermosa concha totalmente depilada.
Mis labios y mi lengua trataban de hacer maravillas para estimularla y pronto conseguí que salieran a flote sus gemidos y experimentara un delicioso orgasmo. Por mi parte la meta era follar aquella hermosa concha y cuando se recuperó del orgasmo, me subí sobre ella acomodándome en medio de sus piernas y pronto nuestros sexos estaban enfrentados.
Ella tomo mi verga, la lubrico en sus flujos y la dejo a la entrada de su concha, yo con suavidad y disfrutando el momento fui penetrándola hasta cuando nuestras pelvis chocaron. En ese momento ella cruzo sus piernas alrededor de mi cintura y la penetración al llegar al límite ella soltó un quejido. Le dije… ¿te duele? Me respondió… No, no, solo creo que tocaste fondo.
A continuación, con su colaboración empezamos a juntar y separar nuestras caderas, tiempo durante el cual mi excitación fue creciendo sobremanera, ella volvió a gemir como antes y decía… Uhmmm que rico, métemela duro, así, así, eso, eso, mas, mas y de pronto sentí que experimentaba un nuevo orgasmo por eso dejé ir adelante mi excitación para terminar explotando dentro de ella, disfrutando de lo que más deseaba hacerla mía.
Después de esta primera oportunidad, ella me ha buscado para follar un par de veces y desde luego no me puedo negar, la he follado con pasión y con fuerza, la última vez quizás un poco brutal como a ella le gusta, además he notado que disfruta sentirse dominada. Hasta aquí mi relato.
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