mi madre el objeto de mis deseos
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por charlye76ers.
Mi nombre es Roberto, soy de México, actualmente tengo 30 años y así lo dejaremos para poder seguir con este relato que les garantizo es 100% real y les va a encantar… sin mentiras, engaños ni fantasías…
Esta experiencia comenzó a mis escasos 12 años, cuando cursaba el sexto grado de primaria, y como saben cuándo los varones nos encontramos en plena pubertad, nuestras hormonas se encuentran a todo lo que dan y comienza nuestro crecimiento como hombres y como personas sexuales. Algunos de los cambios que presentamos es que aparece el vello púbico en nuestros genitales, así como aparece un vello delgado en el resto del cuerpo, cambia engrosándose nuestra voz, nuestros músculos se marcan haciéndose más notables, y claro… nuestro pene comienza a tener erecciones fuertes y vigorosas que expulsan líquido seminal con tan solo voltear a mirar a una mujer o un simple roce de ropa con nuestro miembro y un sinfín de cosas que nos pasan.
Ya para esa edad una ocasión jugando con una compañerita de escuela descubrí gracias a la promiscuidad de mi amiga el olor de la vagina, su textura, sus formas y su riquísimo sabor. ¡…Lo que me cambio para siempre…!. Pues a partir de ese acontecimiento tan grande e importante para mí. Comencé a observar a las mujeres con ojos de hombre y con intenciones de copular con ellas, con ganas de poseerlas y de disfrutar de sus cuerpos hasta el último rinconcito, saciando así mi recién adquirida lujuria y mis ya bajos instintos.
Por lo que al paso de los días comencé a buscar mujeres de mi edad con las que pudiera tener roces accidentales tocando sus nalgas sobre la ropa con mi pene, mis manos o hasta con mi nariz o lengua. Pero ninguna de las niñas complacía ni satisfacía mis necesidades, por lo que mis placeres al verse cuartados se fueron reprimiendo y como una caja me fui llenando y como todo tuve que externar todo este deseo y lujuria con alguna persona y es ahí en donde entra una persona muy importante, pues al ser un niño de familia, la mujer más cercana a mí era mi madre… (Una mujer en ese entonces de 42 años de edad, de 1.58 de estatura. de cuerpo medio llenita, acinturada, con unas tetas copa C, y un culo enorme en comparación de su cintura, caderona, piernona y con tez clara, nada fea y pelo corto, una muy buena madre que no merecía un hijo como yo).
Mi madre al ser la mujer con la que pasaba más tiempo en casa y casi todo el día solos, por lo que en alguna ocasión al meterme a bañar y ya estando desnudo en el baño, comencé a masturbarme sin saber muy bien que era lo que hacía, pero ese tacto mío sobre mi pene que se ponía durísimo y crecía a tope y dejaba salir liquido con un aroma extraño, todo eso era muy placentero y no podía dejar de tocarme hasta que seguí subiendo y bajado el prepucio una y otra vez con un ritmo cada vez mayor y más violento, y cada vez que lo hacía más rico sentía, y después de unos minutos eyacule sintiendo lo más rico en el mundo hasta este día.
Eyacule y mi pene palpitaba al ritmo de mi corazón y no dejaba de expulsar semen… yo no dejaba de retorcerme de placer, jadear y poner mis ojos en blanco, hasta que poco a poco se fue poniendo flácida e hipersensible, pero fue ese momento justo en el que comencé a pensar en mi madre. Como un comercial llegó a mi mente la imagen de mi madre cuando se agachaba para despedirme en la escuela, y su escote dejaba ver una pequeña parte de sus senos, pensaba en sus nalgas como serían debajo de su ropa, y a que olería su vagina y de nuevo seguí masturbándome y sintiendo el más grande placer que el mundo me ofrecía. Hasta que al voltear al cesto de la ropa sucia, se me ocurrió oler la ropa interior de mi madre que tenía unos minutos de haber salido de la ducha. Por lo que de inmediato saque del cesto una blusa que enrollada contenía un sostén y una pantaleta un poco sensuales, cortas y de color blanco (nada como las tangas de hoy pero lindas), y aún recuerdo que las tome con mucho cuidado y sin saber muy bien lo que hacía; las lleve con mis manos temblorosas y el corazón palpitante a mi nariz… las olí un poco… y pude detectar ese rico aroma a vagina con el sudor de todo el día de estar puestas….
Un poco a sudor íntimo y un poco a ese olor característico de los líquidos de la vagina entre la orina y su lubricación casi celestial, mesclado con el aroma de un ano limpio. ¡…Woow aún me excita…! Desenrolle el puente de sus pantaletas y aún estaban frescas las manchas que quedan en esa parte entre la suciedad del ano y las gotitas de orina y flujo lo que me éxito más y sin poder contenerme puse mi lengua sobre eso y la lamí imaginando que lamia su vagina y sus nalgas, y cuando lo note tenía una erección muy fuerte y grande y de mi verga salía líquido que bañaba mi miembro y comencé a masturbarme como loco, no me importaba y soltaba gemidos aunque me escucharan y al cabo de unos minutos eyacule sobre su ropa interior tanto semen que me espante en ese momento, aún recuerdo que cuando me quise parar mis piernas temblaban tanto que me iba de lado. Pero como pude llegué a la regadera y me bañe, el resto del día lo pase pensando en mi madre como mujer, ¿cómo sería su cuerpo desnudo?, en que quería cogérmela aunque pasara lo que fuere, ¿a qué sabría su vagina?, ¿Cómo serían sus gemidos?. Recordaba cómo se veía con ropa ajustada que marcaba sus nalgas y esos labios de su vagina al apretar las piernas o al caminar, y en ocasiones podía ver la aureola de sus pezones con blusas ligeras Y cosas por el estilo. A mis doce años fue un despertar sexual abrupto e increíble.
Así pasaron los días entre tres o cuatro masturbadas al día mirando las piernas, culitos y escasas tetas de las niñas de la escuela, y tocando a la hora de la salida cuando todos se arremolinan en el portón y se empujan todos contra todos, algunos días tocaba las nalgas sobre las faldas, otros metía la mano debajo de la falda de alguna que figuraba tendría bue culo de grande y alguna vez hasta metí un dedo de improviso bajo el calzoncillo de una amiga. Robaba calzones de unas vecinas, intentaba oler la ropa interior de las madres de mis amigos cuando iba a sus casas y encontraba ropa sucia en el baño o de las hermanas, pero ninguna causaba lo que causo en mí la ropa de mi madre, lo que me llevo a otra acción.
Cierto día mi madre se metió a bañar temprano y como solo estábamos los dos en casa se me metió la idea de espiarla en la ducha, por lo que al paso de los días cuando estaba solo hice en el marco de la puerta de madera del baño, un agujero casi imperceptible pero. Que me permitía ver al interior del baño con toda claridad… de ahora en adelante casaba a mi madre, era mi presa. Esperaba la hora de la ducha para cuando escuchaba que se estaba quitando su ropa, corría a poner mi ojo sobre la rendija que me permitió ver por primera vez su cuerpo totalmente desnudo… lo que mire esa primera vez fue espectacular y una de las imágenes más eróticas que conservo… mi madre se estaba desprendiendo de su bra y después de su pantaleta, las doblo y las coloco sobre la tasa del baño, estaba de espalda y al ponerse totalmente de pie y estirarse para abrir las llaves del agua pude ver su figura por detrás totalmente desnuda… “que rico culote, lo que daría por morderlo, chuparlo y metersela”.
Y de inmediato estaba excitado con la verga erecta y en mi mano. Mi madre estaba de espaldas y como ofreciéndome sus nalgas, mire su piel clara, sus nalgas redondas y firmes, sus piernas torneadas y su espalda con un pequeño lunar en la parte alta. Mi madre se enderezo y sus nalgas se balancearon un poco, ese vaivén de las nalgas naturales que me detono a jalarme la verga sin piedad. Mi madre se metió a la ducha y cerró el cancel, por lo que solo veía su figura mojándose sensualmente detrás del vidrio. Me vine un par de veces, era lo más delicioso para mí y tras unos minutos mi madre salió de la ducha, yo no había despegado el ojo ni un segundo de esa rendija, el corazón me palpitaba fuertemente y mi respiración casi no podía controlarla. Mi madre al abrir la puerta del cancel, espero unos segundos lo que me permitió ver por primera vez su vagina cubierta por un poco de vello oscuro, escurrido por el agua, mi madre tomo una toalla y comenzó a secarse el cuerpo, lo hizo rápido y al despojarse de la toalla pude ver lo mejor de mi vida… los labios vaginales rosados y entrecerrados por los que vine al mundo, escurrían unas gotas de agua y estaban tan lindos y grandes, mi madre de pronto comenzó a ponerse crema en el cuerpo, lo que me obligo a jalármela de nuevo y aunque tenía la verga adolorida lo hice sin pensar, y observaba a mi madre pasar sus manos sobre su cuerpo colocándose crema en sus pechos, tan suaves, claros, grandes, firmes y con sus pezones color marrón, sus nalgas enormes y redondeadas con sus muslos torneados y carnosos, su abdomen aunque no plano si con un bonito y sensual vientre.
Y por fin llego a la vagina… su puchita… cotorra y lo más hermoso y mi futuro centro de placer.se puso un poco de crema y la esparció por sus labios externos y se acarició un par de veces, después se puso derecha y comenzó a vestirse, pero yo de lo excitado que estaba hice sin querer un pequeño ruido y sin más me despegue de ahí y me fui a otro lado a masturbar. Cuando mi madre salió del baño entre casi de inmediato y me masturbe con su ropa interior sucia le tire todo lo que me quedaba dentro… que no era mucho, Y así fue por semanas y meses espiaba a mi madre en la ducha y después entraba a masturbarme con sus pantaletas, tangas y demás cosas.
Pero esto se estaba volviendo aburrido. Necesitaba algo más excitante y retador, cada vez mis apetitos se volvían más voraces y grandes… quería poseerla, pero debía avanzar con cuidado y cautela…
Varios meces después y ya con mis 13 años y más caliente que nunca mi madre y yo realizamos un viaje a otro estado de la república mexicana a visitar a mi padre que estaba trabajando fueras. Y cuando llegamos al hotel donde nos quedaríamos la habitación tenía dos camas una matrimonial para mis padres y una individual para mí, y lo que sucedió esa temporada me dio la oportunidad de avanzar significativamente en mis bajos instintos.
Pasados ya algunos días de haber llegado al estado de monterrey y ya instalados en el hotel, pasábamos los días casi todo el tiempo en el cuarto de hotel mirando una plaza como todas y mirando pelis, esperando a que mi padre llegase del trabajo para sacarnos a conocer un poco. Por lo que al paso de los días fui pensando en cual sería mi siguiente paso, y así fue como procedí a hacer un pequeño orificio en la puerta del baño del hotel, por el que espiaba a mi madre en el baño, aunque esto ya no me llenaba… así que un día estando recostado en la misma cama con mi madre, y mientras mirábamos TV. Mi madre se quedó dormida después de unos minutos, por lo que de inmediato me fui colocando más pegado a su cuerpo y de forma en la que mi pene quedara a la altura de sus nalgas y como mi madre dormía muy profundo y yo ya estaba fantaseando con encuerarla cogérmela, saque mi pito del pants, me lo pare bien rico y me masturbe mientras muy suavemente se lo pegaba a su culo y el simple roce tan tenue y ligero me excitaba mucho y me masturbe larga y profundamente hasta eyacular sobre su vestido y la cobija. Pero eso no era todo, después me cambie de postura, me levante de la cama y me recosté de forma en que quede con mi cabeza en las piernas de mi madre y poco a poco fui subiendo poco a poco el vestido de mi madre, mirando sus piernas y llegando sin levantar todo su vestido hasta mirar su culo con pantaleta y podía observar algunos vellos que salían de su ropa interior… cuando de repente mi madre se giró sin despertar y quedo con el culo hacia arriba pero con el vestido mas pegado a su cuerpo y más arriba lo que me permitió mirar más sus nalgas y en ese momento poseer a mi madre, a la mujer que me había dado la vida se convertía en una obsesión.
Todas las tardes me recostaba con mi madre en la misma cama mientras mirábamos TV y ella siempre se quedaba dormida, así que otro día me arme de valor y al estar detrás de ella me saque la verga y me pegue a su culo que lucía riquísimo con un mallon pegadísimo que al estar recostada de lado me permitía mirar su vagina y al encoger sus pies, se comía el mallon con su puchota…. Poniéndome excitadísimo y esa vez le pegue mi verga en sus nalgas y mientras ella roncaba yo le ponía mi verga hasta en su vagina y me masturbaba echando mi semen a su ropa y las cobijas. Cada día pasaba de tras de mi madre mientras cocinaba, barría y hacia cualquier cosa y sin más ni más me sacaba el palo y le rozaba sin que se diera cuenta. Me masturbaba con su ropa y así pasaba los días.
Cierto día al estar pegado a mi madre en la cama y con la verga de fuera, mi madre se despertó tal vez porque sintió mi pito en sus nalgas y volteo rápido. Pero yo lo fui más y me tape rápido y fingí estar dormido. A partir de ese momento mi madre comenzó a sospechar y a evitar dormir conmigo. Pero no sabía que yo la espiaba.
Ya de regreso en casa realice otros hoyos en la puerta del baño para observarla y jalármela, hasta que un día mi madre se sintió mal y se tomó unas gotas que la pondrían a dormir un rato, por lo que me dio la oportunidad de acercarme a ella mientras dormía muy profundamente, le hable y no respondió, le moví un poco y no respondía y comencé a subir un poco el blusón con que dormía hasta dejar una parte de sus nalgas en un calzoncillo y abrí un poco su panti para poder mirar su puchota llena de vellos, la toque un poco muy nervioso, y me sentí un hombre me masturbe rápido y embarre mi semen en su almohada, le baje su ropa y Salí del cuarto.
Después de eso inventaba cada semana alguna excusa para poder pasar algunas noches en la misma cama con mi madre y me recostaba de forma que quedara con la cabeza hacia los pies de mi madre y como casi siempre ella me daba la espalda, ya entrada la noche y cuando mi madre tenía el sueño más profundo, me juntaba más a ella y le subía un poco su blusón o baby doll, y me animaba a tocar sus nalgas, las acariciaba un poco y tocaba su vagina sobre la ropa o hasta metía un de do bajo sus pantis.
Cierta noche al estar masturbándome junto a mi madre dormida, le toque su enorme culo y su vagina pero me gano la lujuria y me anime a acercar un dedo hasta su ano poco a poco y con muchos nervios, mi mano temblaba y to que entre sus nalgas que despedían aun aroma riquísimo entre el sudor de sus nalgas y el aroma que despide un ano limpio… moví un poco su panty…. Mi madre se movió un poco. Espere un minuto y no despertó… seguí… pegue de nuevo mi mano a su culo, pase a separar sus nalgas poco a poco y fui metiendo un dedo entre sus nalgas hasta que mi dedo quedo en su ano, y sin pensar lo introduje un poco……lo que provoco que mi madre despertara rápidamente y me sorprendiera con mi pito en la mano y espantado y excitado a la vez me grito que…. ¡… que pendejadas haces…! ¡…soy tu madre…! ¡… nunca lo pensé de mi hijo…! Me corrió de su recamara y paso algún tiempo sin hablarme.
Ya varios días después mi madre se sentó a solas conmigo y me dijo:
• Roberto. Lo que haces no está bien, soy tu madre, soy una mujer mayor que te merece respeto y entiendo que estas creciendo pero lo que me hiciste esa noche estuvo mal y me hiciste sentir mal, me trataste sin respeto. Tú tendrás parejas y experimentaras cosas. Pero todo será a su tiempo… ¿Qué es lo que querías? Pregunto
• Yo conteste. Nada. Solo quería ver el cuerpo de una mujer…
• Ella me dijo. ¿Que no has visto en la escuela el cuerpo humano?
• Conteste. Quería verlo de verdad y cerca.
• Ella dijo. Hijo te estabas masturbando con mi cuerpo, me ves como mujer, y no como madre.
Si lo que quieres es ver el cuerpo femenino te lo enseñare pero será solo una vez, un minuto y no me puedes tocar, y no se lo puedes contar a nadie.
Y así como así se quitó su ropa, la acomodo a un lado de ella y se quedó parada frente a mí dejándome ver su magistral cuerpo desnudo… sus caderas amplias y antojables, sus pechos con forma de dos gotas de agua, firmes y con una textura suave y parecían ser cálidas… tenían pezones grandes, redondos y de color marrón que robaban mí mirada. Mientras de sus ojos salían lágrimas y su rostro reflejaba dolor y decepción de mí, yo me sentía súper excitado y mi pene se erectaba cada vez más, ella se sentó en el filo de la cama y abrió sus piernas y me dijo…. Esta es la vagina, es por donde naciste, y si es lo querías ver… no es nada especial, sirve para orinar y traer a los niños al mundo… yo tenía la mirada perdida en su panocha, casi podía olerla, miraba sus muslos, sus vellos y sus pliegues entre los labios, y tenía ganas de brincar sobre ella, someterla y tomarla a la fuerza, que se resistiera. Pero no hice nada… se vistió y se fue a su recamara…..
Pero eso me excito más aún, porque no le dijo nada a mi padre aunque quería pero. Tal vez por no provocar problemas no lo hizo así que pase mucho tiempo espiándola por los hoyos del baño y masturbándome con sus tangas y pantys, hasta que cumplí los 15 años…
Ya para mis 15 años me encontraba saliendo de la secundaria, tenía unos amigos como dicen de mala cabeza, platicábamos de mujeres, de que haríamos con ellas en la cama y las perversidades como el sexo anal, mamadas y cosas así, fumábamos sin saber hacerlo muy bien y de cómo hacer dinero fácil sin siquiera trabajar. Pero a pesar de que pasaban los años yo seguía con la misma idea… poseer a mi madre. Así que una ocasión me llamo la atención la plática de un amigo que nos contó como con las gotas para dormir de su abuela combinándolas con una piña colada durmió a su novia después de una tardeada y la manoseo hasta el punto de meterle la verga durante un instante y ella se dio por tomada y no se dio cuenta de lo que él había hecho. Esto se me metió en la cabeza como forma de tener a mi madre como mujer, hacerla mi puta, mi zorra mi objeto de placer… así que tarde mucho pero un día mi amigo me vendió un gotero de esas gotas que eran algo así como el clorodiacepan. Y me costaron mucho para mi edad y como eran americanas no le entendí a las instrucciones, así que empecé a esperar el momento para usarlas.
Todos los días me metía con mi novia a su recamara y me la fajaba, le manoseaba y aprendí a masturbarla, a tocar su colita, con cuidado, con tiento, delicadeza, aprendí a lamer con calma y suave, pasando mi lengua como si de un helado de cereza se tratara. Abría sus labios con mi lengua con mucho cuidado y pegaba mi boca para mamar de su conchita, produciendo a la vez saliva para lubricarla más y se excitara con mayor fuerza, mi novia “Adriana” me enseñó a acariciar el ano, con cuidado introduciendo poco a poco un dedo lubricado con saliva, me enseñó a disfrutar la textura rugosa y suave del ano y a mirar el color de la zona peri anal a disfrutar de su olor y de su sabor tan peculiar que a muchos causa asco. Pero a mí me encantaba y me encanta aún, con Adriana pase casi un año aprendiendo de ella que era muy precoz y ya había tenido experiencia con hombres adultos y maduros. Era una putisima pero me enseño mucho y le guardo un gran recuerdo… ¡…que recuerdos de mi adolescencia…!.
Con el paso de los meses y de las visitas a su cama aprendí a acariciar los senos de una dama como si fuera algo para atesorar entre mis dedos, con caricias suaves lentas, disfrutando de su suavidad y su temperatura templada a darles besos suaves y pequeñas mamadas desde abajo del seno hasta el pezón y seguir arriba mientras con una mano acaricias el otro pecho, pasas un dedo entre ellos y pasas a dar un beso primero lento y amoroso que se transforma en apasionado, salvaje con lengüita y caricias en la espalda desde su parte alta hasta el índigo de las nalgas, aprendí a besar las nalgas y darles pequeñas palmadas suaves más a forma de caricia que de golpe. A lamer los muslos antes penetrar y besar las manos, mejillas, el cuello y decirle al oído cosas lindas y lo hermosa que se ve, lo buena que es en eso y destacar sus atributos y darle confianza para que se entregue sin limitaciones…. Entre muchas otras cosas más.
Una ocasión me encontré en una revista un relato de incesto… lo que hasta ese entonces era una palabra desconocida para mí, y desde ahí me interese en esto y me puse a averiguar todo lo que podía y descubrí que de solo leer, este tema me calentaba mucho, esa era mi más grande fantasía.
Una ocasión y es raro porque mi madre no tomaba ni asistía a fiestas muy noche, y menos sin mi padre. Pero ya con 16 años casi 17, como mi padre trabajaba fueras y tenían problemas maritales casi al borde del divorcio. Mi madre salió a una fiesta con sus hermanas, creo una despedida de soltera de una prima, por lo que me quede en casa viendo TV con la novia que tenía, y claro todo el tiempo trate de cogérmela pero no se dejó del todo y solo me dejo bien caliente. Mi novia se fue de mi casa temprano y yo como de costumbre me la jale con ropa de mi madre y viendo películas porno. Mi madre para ese tiempo ya casi había olvidado ese incidente de antaño. Bueno pues, llego a las doce la noche con un par de mis tías y con algunas copas encima y me desperté a saludar, ellas se quedaron una hora más platicando de la fiesta y una de mis tías saco de su bolsa una botella casi con un charquito para tres copas y en eso me acorde de las gotas que nunca había usado y tal vez caducas….
Me fui a la cocina y como no sabía cuál baso era de mi madre le puse ocho gotas a cada vaso y me metí a mi cuarto a fingir que dormía, esperaba el momento en que se fueran mis tías y me paraba la verga. Al cabo de unos minutos se tomaron la copa y mis tías se despidieron. Yo espere una hora y me levante de la cama y sin hacer ruido alguno me dirigí a la recamara de mi madre y le pregunte que si mis tías se habían marchado a su casa y no me contesto. Después le dije algo más alto y ella no respondió, por lo que la moví un poco y ella no abrió los ojos, lo hice de nuevo y nada… me espante mucho y creí que estaba muerta, así que tome un espejo y se lo puse en la nariz y aún respiraba. Por lo que al saber que estaba viva me excite mucho y con mucha calma quite la cobija y la sabana con cuidado y con manos temblorosas y la verga a punto de reventar, mi madre estaba en un blusón corto de color blanco, se escuchaba un leve ronquido eso me dio calma y la observe con detenimiento y sin pensar en las consecuencias le toque con un solo dedo los pechos, ella no reaccionaba y seguí rosando sus senos con caricias suaves y dejando al descubierto sus tetas, coloque mis labios en sus pezones y los bese y mame de ellos como niño que descubre el pecho materno, daba pequeños chupetones suaves en las tetas. Las cubrí al terminar… Pase a las piernas de mi madre las acaricie ya muy excitado, como yo solo tenía puestos unos boxers holgados, me los retire de inmediato, abrí un poco más las piernas de mi madre y subí el blusón hasta la cintura.
Me detuve un instante y aunque pensé las consecuencias para mí, no me importaron y seguí. Realizaría mi fantasía a toda costa. Me pare bien el pene, que soltaba una cantidad de semen, comencé a tocar por encima de sus pantys a la vagina sintiendo sus vellos, me excite mucho y le baje un poco la panty… dejando de verle como madre, en ese momento era solo una puta, y le toque su vagina, la acaricie con cuidado y sentí que estaba un poco húmeda, muy poco pero el olor que desprendía era lo mejor que he olido en mi vida, así que acerque mi boca a su conchita, pase mi nariz y olí su sexo como si fuera un vino tinto añejo y con un toque de orina acidita, pegue mis labios y sentí como se me pegaba un hilo de lubricante natural de su puchita y pase mi lengua poco a poco de abajo hacia arriba, pegue mi boca a continuación y le di tremenda mamada, ella se mojaba más a cada momento y en cierto instante realizo un movimiento y pensé que había despertado… me espante y me despegue pero no se había despertado… así que seguí mamando a acariciando su puchita y el resto de su cuerpo, habrían pasado casi ocho minutos cuando por fin me anime y me recosté con mucho cuidado sobre mi madre sin recargar todo mi cuerpo y con mi verga erecta y durísima pegue la cabecita en sus labios vaginales y empuje hacia adentro… y sintiendo esa temperatura caliente en la entrada mi pito se deslizo poco a poco y al tener la mitad de mi pene adentro sentí que iba a eyacular, era increíble la sensación… mi madre soltó un sollozo y nada… seguí metiendo la verga hasta llegar al fondo. Una vez allí me moví hacia adentro y hacia afuera un par de veces pero sentí que me venía…. ¡…Aaaaaa…!. Mi madre se movió muy fuerte… saque mi verga ardiendo de calentura y me vine en la sabana y salpique un poco una de las piernas de mi madre… me sentí extasiado y en el cielo, quería salir de ahí y de la casa, me sentí mal por lo que había hecho y pensé que estaba perdido… subí su ropa interior y acomode lo más que pude el blusón, limpie un poco el semen en la pierna y sabanas. Salí de la recamara y me fui a mi cuarto triste y preocupado… ¡…había violado a mi madre…! No pude dormir esa noche.
Por la mañana mi madre se despertó muy temprano y salió de la casa, no supe a donde había ido pero pensé que por la policía y me espante y arrepentí, pero ya era tarde.
Al cabo de un par de horas había vuelto a casa y muy seria se metió a bañar, se tardó mucho y después se metió a su recamara el resto del día. Ese día escuche pegado a la puerta que mi madre llamo a mis tías para ver cómo habían amanecido; una de mis tías le comento a mi madre que ella había amanecido muy mal, que le había costado despertarse y soñó muy feo, y despertó con mucho asco volviendo el estómago mucho, que pensaba que el vino estaba adulterado. Mi otra tía había pasado la noche en el hospital, estaba intoxicada y estaba medio mal, escuche decir a mi madre que ella también se sentía mal y que había ido temprano en cuanto se despertó al médico y le habían dicho que les pusieron algo en la bebida tal vez… pero yo sabía que algo estaba mal… mi madre no me hablaba ni me miraba ni nada, y aunque yo le hablaba para ver si quería comer o algo, no contestaba y además note que la puerta estaba cerrada con seguro…
Por fin a las nueve de la noche de ese día salió de su recamara y me llamo a la sala… creí que me correría y me madrearía… Así que pensando en lo peor y sin poder encontrar una excusa, me senté en un sofá de la sala y le pregunte que si se sentía bien… me contesto que si y a continuación me pregunto que si yo me sentía bien… le conteste que sí, aunque yo estaba muy nervioso… mi madre sabía lo que le había hecho… mi madre comenzó a llorar y me dijo:
“-sabes… estoy muy decepcionada de ti. Sé muy bien lo que hiciste anoche… me violaste, me tomaste como a una prostituta y me hiciste sentir mal… me hiciste sufrir y me trataste sin respeto. Tú no sabes respetarme, ni como madre ni como mujer ni como nada… ¿piensas que estoy pendeja o qué?. Pensé que todo lo que hacías era porque estabas creciendo o pura curiosidad por la pubertad… pero esto ya fue demasiado… ya no te quiero en casa… te voy a mandar con uno de tus tíos a Monterrey para que estudies allá y tengamos distancia… ya no confío en ti y si no le digo esto a nadie no es porque no quiero hacer problemas en la familia, pero no te quiero cerca de tus hermanas ni de tus primas ni de nadie… y si piensas que sentí rico, bonito, excitante o alguna de tus pendejadas… debes saber que no… me sentí ultrajada, violada y como un animal que no merece ni respeto ni nada. No voy a estar tranquila contigo aquí, ni voy a dormir ni a comer ni nada… nunca lo pensé de un hijo… te vas el viernes temprano, ya compre tu boleto de camión, sales a las 9 am. Ordena tu maleta y lo que te falte te lo mando en la semana…”
Se dio media vuelta y salió de la casa. Tenía dos días para hacer mi maleta e irme a otro estado y así fue, me fui a estudiar con mis tíos y comencé a trabajar y a tener novias y toda una vida. Tarde varios años en regresar a casa a ver a mis padres casi (5 años)… casi no visito a mis padres pero mi madre al parecer a superado todo eso. Es extraño pero no recuerdo haber sentido eso por mis hermanas, primas, tías ni por ninguna otra mujer… ni novias. Esa lujuria y sed sexual solo la provoca mi madre, actualmente a pesar de que ya es una mujer que pasa los 60 años y ya no es tan atractiva como antes me sigue fascinando y provocando hasta el punto en que me he masturbado algunas veces con su ropa interior y aún se me antoja cogérmela.
Ahora con el paso de los años he experimentado muchas otras cosas sobre el sexo, me gusta todo y de todo. Pro ya les contare más en próximos días. Espero esto les guste, trate de ser lo más fiel a la realidad y si bien no puedo decir que si me la cogí y esas cosas o decir lo que ponen en muchos otros relatos en donde hasta hacen vida marital con sus madres, eso es cosa de cada uno. Si estuve muy cerca de realizarlo, de todas las experiencias que he tenido esa es la que más me ha excitado y me llevo al extremo, y aunque me costó mucho tampoco me arrepiento, sé que para muchos seré un pervertido y lo peor del mundo. Pero para aquellos que son como yo y ahora sé que hay muchísimos, me entenderán. Esto le escribí con la intención de sacar un poco de lo que he pasado y porque fue divertido, hay muchos detalles que no alcance a poner pero es qué sería mucho más extenso….
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