MI MADRE MI HERMANO Y YO
Hola voy a compartirles lo acontecido en la reciente fiesta de fin de año. Como siempre están las celebraciones con amigos y familiares para esta fecha y en esta oportunidad no fue la excepción. La celebración se realizo en nuestra casa porque es amplia y asistieron mas de treinta personas, sin cont.
Hola voy a compartirles lo acontecido en la reciente fiesta de fin de año. Como siempre están las celebraciones con amigos y familiares para esta fecha y en esta oportunidad no fue la excepción. La celebración se realizo en nuestra casa porque es amplia y asistieron mas de treinta personas, sin contar con los de casa que somos, mi padre cincuenta y cuatro años, mi madre cuarenta y tres, mi hermano diez y ocho, mi hermanita once años, y yo que soy el mayor tengo veinte años.
Los invitados comenzaron a llegar desde las siete de la noche y la fiesta se fue animando con música y licor y antes de la media noche se sirvió una cena especial dirigida por mi madre que coordino los tiempos con tres personas que se contrataron para que nos atendieran. La fiesta fue todo un éxito con baile y licor, este último cumplió con su función.
A la madrugada mi hermanita ya se había ido a dormir, mi padre se había emborrachado y como es su costumbre se fue a dormir. Hacia las dos de la mañana se comenzaron a despedir los asistentes de manera que a las tres solo estábamos mi hermano Andrés, mi madre y yo. Ellos dos siguieron celebrando porque él y mi madre son muy compinches y Andrés se ocupó de seguirle sirviendo licor a ella de manera que cuando me fui a mi habitación ellos se quedaron en el estudio conversando y riendo no se de que cosas.
No había pasado más de media hora, no me podía dormir y como yo no estoy acostumbrado al licor sentí sed y me fui a la cocina a tomar agua y cuando iba hacia mi objetivo vi que en el estudio aún había una luz tenue y susurros de la conversación de mi hermano y mi madre. Eso me pareció normal, pero a la distancia los vi parados frente a frente y Andrés la abrazaba a ella y le daba besos en el cuello y pronto los besos fueron en la boca lo cual me sorprendió, pero más aun fue cuando él comenzó a abrirle la blusa para lo cual conto con la ayuda de ella, quedando sus senos a la vista, porque no tenía sujetador. Los senos de mi madre como son pequeños se conservan muy bien en su lugar y Andrés empezó a mamarle los senos y ella lo aceptaba sin ningún problema.
Al ver esto me devolví a la habitación, traje mi celular y comencé a grabarlos pero al regresar encontré que mi madre ya estaba totalmente desnuda y mi hermano la besaba en la boca y con una mano le acariciaba y frotaba su concha y ella dejaba salir unos gemidos controlados y así estuvieron varios minutos hasta cuando ella se acostó en el sofá y Andrés se acomodo en medio de la piernas de ella para darle sexo oral y permanecieron así hasta cuando ella gimió gozando su orgasmo.
Una vez ella disfruto enteramente su orgasmo se sentó al borde del sofá, mientras tanto mi hermano se desnudo totalmente, apareciendo su verga erguida que resulto ser de buen tamaño y mi madre tomándola comenzó a meterla en su boca una y otra vez y en cada oportunidad la dejaba entrar más hasta cuando la dejo llegar hasta su garganta y se escuchó un ruido muy propio de haberse atollado algo en su garganta y deteniéndose se acostó boca arriba para que en posición de misionero, Andrés disfrutara de su concha que debía estar super lubricada y pasados varios minutos de mete y saca, cambiaron de posición y ella se acomodó de perrito para mi hermano desde atrás penetrara su concha y él poniendo sus manos a los lados de las caderas de ella comenzó a meter y sacar su verga y los dos fueron aumentando el sonido de sus respiraciones. Ella de vez en cuando volteaba a mirar hacia atrás donde estaba Andrés quien no paraba de follarla y cada vez con más fuerza, incluso percibía el ruido producido por sus cuerpos al chocar.
Pasados varios minutos cambiaron de posición, los dos se acostaron de medio lado en el sofá, ella adelante y él detrás y desde allí la volvió a penetrar, y en esa posición yo quede viendo perfectamente como la verga de Andrés entraba y salía de la concha de mi madre. A continuación, él con una mano le acariciaba un seno apretándole el pezón y con la otra le frotaba el clítoris llevándola al límite, al punto que sus gemidos temí llegaran a oídos de la habitación de mi padre, fueron fuertes pero breves. Mientras ella se recuperaba del esfuerzo Andrés continuo con su mete y saca hasta cuando vi que cerró los ojos porque se corrió dentro de ella, lo cual se vio cuando se desconectaron y comenzó a fluir el semen de la concha de ella.
Después de estos momentos mi madre se acostó boca arriba y Andrés se subió sobre ella y se estuvieron besándose varios minutos durante los que recuperaron sus deseos de follar porque cambiando de posición, Andrés se acostó boca arriba, ella se subió sobre él y después de acomodar la verga de Andrés en su concha comenzó a cabalgarlo clavándosela hasta la raíz, y demostrando que a sus cuarenta y tantos años, aún dispone de un excelente estado físico. Cuando los dos volvieron a experimentar por segunda vez el placer del sexo, ella recostó su cuerpo sobre el de él y besándose se dieron mutuamente las gracias.
Apenas se levantaban desnudos del sofá cuando yo me acerqué a la puerta del estudio y desde allí dije… Madre tienes un cuerpo sensacional y un estado físico envidiable. He podido observarlos durante varios minutos y al disfrutar de la hermosa escena de mi hermano follando contigo, me ha generado una erección que si no la descargo estaré con dolor en mis testículos hasta el día de mañana.
Entonces mi madre dijo… Espérame ya regreso, y se fue al baño y al pasar a mi lado desnuda, me excito aún más.
Cuando quedamos solos con mi hermano le pregunte que desde cuando se estaba follando a nuestra madre, él me dijo que era la primera vez ya que estaba muy dolida con mi padre porque se había enterado que tenia una aventura con otra mujer.
Por otra parte, con el acercamiento que Andrés siempre ha tenido con ella, se dio cuenta que nuestra madre es una mujer muy ardiente y la ausencia de sexo con nuestro padre la tenia al borde de estar con otro hombre y él había preferido antes insinuarse con ella y gracias al licor esa noche se habían dado las cosas.
Al regresar nuestra madre nos dijo… No se que estén pensando de mí, pero quiero que sepan que necesitaba desahogarme y que mejor en casa, solo les pido guarden el secreto y no lo compartan con nadie. Enseguida nosotros le prometimos que así sería.
A continuación, y para que las cosas no se dieran de una forma brusca, ella le pidió a Andrés que sirviera copas para los tres y a mi que me desnudara, una vez que lo hice y después de brindar por nuestro secreto, ella se acerco a mi y comenzamos a besarnos y estando de frente con ella mi verga se acomodo en medio de sus piernas rozando su concha, la que ella acababa de dejar reluciente para empezar.
Minutos después, ella se acostó y separando sus piernas me dijo… súbete y disfruta el momento y no te preocupes si no me haces alcanzar el orgasmo, ya he disfrutado dos con Andrés y sonrió.
Acerque mi verga a su concha y ella la dirigió al sitio adecuado, afortunadamente porque para mi era la primera vez que iba a disfrutar del sexo con una mujer, porque antes el disfrute del sexo fue solo a través del placer solitario.
Y una vez que sentí el primer contacto con su concha me sentí volando, y aprovechando la oportunidad la fui penetrando despacio sin afán, disfrutando de su calor interno y cuando las hormonas se me alborotaron comencé a meter y sacar mi verga de esa deliciosa concha que pasados unos minutos logre excitar a mi madre, lo entendí al percibir su respiración agitada y ella me dijo… Quiero que me folles con fuerza, entonces me esmere en atender su deseo y nuestras pelvis se chocaban llegándome el deseo de correrme, pero mi voluntad era seguir allí por mas tiempo y entre una y otra sentí que mi madre disfruto su orgasmo, entonces no prologue más las cosas y me corrí como un loco dentro de ella. Cuando nos separamos me di cuenta la enorme cantidad de semen que me había fluido, de seguro por todo el tiempo que estuve viéndolos follar en todas las posiciones.
En ese momento, ya eran las cuatro de la mañana y pensando que nuestra madre debía estar muy cansada propuse irnos a dormir, agradeciéndole de antemano a ella por ese momento tan especial. Hasta aquí el extraordinario final de la noche de Año Nuevo.
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