Mi madre, su novio y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi madre se llama Mercedes, tiene 52 años y yo me llamo María y tengo 28 años.
Vivímos en un pueblo cerca de Ponferrada.
Desde que mi madre se separó de mi padre, se volcó mucho a mi, al punto tal de que hasta la ropa interior compartíamos.
Hasta llegamos a ducharnos juntas de grandes, yo siempre pensé que mi madre estaba enamorada de mi.
Cuando a los 17 años perdí la virginidad se lo dije, me hizo desnudar y muy suavemente me limpió los restos de sangre del coño.
No es raro que mi madre y yo estemos desnudas en la casa y nos demos alguna palmada en el culo y reímos.
Una vez hasta compartimos un noviete que tuve, primero me folló a mi y luego hicimos que venga a casa y yo no estaba y se folló a mi madre, lo habíamos arreglado todo sin que ese chico supiera nada.
Al pueblo vino a vivir un chico argentino, mas o menos de la edad de mi madre, lo conocimos por accidente, en la terraza de un bar cuando estábamos tomando unas cañas y él vino y se sentó en una mesa junto a la nuestra.
Un personaje muy pintoresco, simpático, enseguida miró a mi madre y se pusieron a hablar, lo invitamos a nuestra mesa, y fue como si nos hubiéramos conocido desde siempre.
Llegado el momento, él se fue a su casa y nosotras a la nuestra, "es guapo el argentino", me dijo, caminando, cogidas del brazo, "si, guapo y simpático, le pediste su número de móvil?", le dije, "si, cuando tú fuiste al servicio, así nos volvemos a ver", me decía, hasta que llegamos a casa, cenamos y nos fuimos a dormir.
Al otro día me levanto y escucho a mi madre reír y hablar por el móvil, me quedé sin hacer ruido y escuchaba como hablaba con Eduardo, el chico argentino.
"Buenos días, con quien hablabas?", le dije, dando dos besos en las mejillas de mi madre, "con Eduardo, me invitó a ir a su casa a la tarde", me dijo, sonriendo de una manera especial, "y que harás?", le dije, bebiendo un café junto a mi madre, "ir, que voy a hacer", me dijo, con un brillo extraño en sus ojos.
Terminó el café y me pidió que le depile el coño, después de comer, se fue a duchar, se pinto las uñas de las manos y de los pies, "Hay ma, y como sabes que vas a follar?", le dije viendo como se vestía, "ningún hombre que vive solo te llama y te invita a ir a su casa si no es para follar", me dijo, empezando a maquillarse, "estas muy guapa", le dije, y mi madre se fue, yo me quedé en casa ordenando, haciendo tiempo hasta que llegue y me cuente como le fue en cita.
Volvió como a las once de la noche, ni rastros del maquillaje que había llevado, su cara se notaba que la habían follado muy bien, "que cara ma, se ve que te gustó como te folló el argentino", le dije, sirviendo dos tazas de café, "ni te imaginas, hasta por el culo me folló, no sabes, es incansable, me dejo muerta", me dijo, cogiendo la taza de café que le di y se empezó a sacar la ropa.
Me empezó a contar como la sedujo, como empezó a quitarle la ropa entre besos y caricias, cuando ella logró coger su polla con las manos, ya que él se dedicaba a ponerla cachonda, me dijo que tiene una polla no muy larga, pero si bastante gruesa, que cuando le folló el culo la hizo ver las estrellas, me mostró como le dejo su ano, y nunca imaginé ver un ano así de abierto.
A medida que me iba contando como le chupó su polla, como le folló el coño, yo me estaba mojando y me empecé a tocar delante de ella, "yo no tengo fuerzas ni para tocarme, me dejo muerta", me dijo mi madre mientras me seguía contando con lujos de detalles de como habían follado y yo me seguía tocando, "me lo tienes que pasar", le dije, gimiendo mientras me corría con mis dedos en mi coño.
"Sabes lo que me dijo, que le gustaría hacer un trío", me comentó, "conmigo?", le dije, sorprendida, "no, me dijo si tenía una amiga, pero yo pensé en ti", me dijo mi madre, yo flipe cuando la escuche decir eso, nunca nos tocamos la una a la otra, ni hicimos tríos, "y como haríamos?", le dije, ya sin pudor ninguno, quería follar con mi madre y así poder tocarnos, ya que estoy segura que ella también me quería tocar pero no se animaba a decirme.
"Mira hagamos una cosa, yo lo invito a venir y tú sales de casa por un rato, y cuando vuelvas nos encuentras follando y te nos unes", me dijo, y así quedamos.
Al otro día mi madre me dijo que habían quedado para el sábado a la noche, sobre las ocho.
Yo a las siete y media me fui, mi madre había comprado cervezas y lo estaba esperando con una bata y nada mas debajo.
A las ocho estaba parada en una esquina donde veía la casa, a las ocho lo veo venir, yo estaba nerviosa, me sentía mojada, por fin iba a follar con mi madre.
Me fumé un tabaco, dando tiempo a mi madre y como a las ocho y media vuelvo a mi casa sin hacer ruidos, y en el sillón del salón estaba Eduardo desnudo, sentado, y mi madre también desnuda entre sus piernas chupando su polla, "perdón, molesto?", les dije sonriendo y empezando a quitarme la ropa yo también, "no hija, bienvenida a la fiesta", me dijo mi madre pasando su lengua por todo lo largo de la polla de Eduardo y se la volvió a meter en la boca.
Eduardo me miraba mientras yo me desnudaba, me acerco y me arrodillo yo también entre sus piernas y mi madre me cedió la polla para que yo se la siga chupando.
Sentía las manos de Eduardo acariciando mi cabeza y las manos de mi madre que tímidamente me iban acariciando las tetas.
Saqué la polla de Eduardo de mi boca y nos empezamos a besar con la polla en medio, la lamíamos, rozando nuestras lenguas, Eduardo con una mano acariciaba las tetas de mi madre y con la otra las mías, nos pusimos en pie los tres, nos abrazamos desnudos y nos besamos, tanto mi madre como yo, ya nos acariciábamos descaradamente, las manos de Eduardo nos acariciaba a las dos, nos fuimos al dormitorio de mi madre y nos acostamos los tres sin dejar de acariciarnos, mi madre me hizo subir sobre Eduardo y con su mano acomodó su polla contra mi coño, haciendo que me baya sentando despacio para que me entre, y su boca buscaba mis tetas, me las empezó a chupar mientras me movía sobre la polla del argentino, con mi madre nos besamos, metimos las lenguas en la boca de la otra, nuestros gemidos eran muy sonoros, muy fuertes, me baje de la polla de Eduardo y dejé que mi madre se siente sobre ella y yo era ahora la que le chupaba las tetas mientras la follaban sin dejar de acariciarnos.
Nos abrazamos fuerte con mi madre y caímos de costado sobre la cama, nos empezamos a besar, ella me acariciaba el coño, yo el suyo, nos fuimos volteando hasta quedar con el coño de una sobre la boca de la otra, nos empezamos a comer los coños, a pasar nuestras lenguas por el ano de la otra, nos volvimos a poner una sobre la otra y nos restregamos los coños, nuestros gemidos eran tremendos, lo vimos a Eduardo que nos miraba con su polla bien dura, "se le nota que hacía mucho tiempo que tenían ganas de hacer eso", nos dijo, cogiendo a mi madre por su cabeza y le metió la polla en la boca de nuevo, mientras a mi me besaba la boca.
Asi como estaba mi madre, la puso boca arriba e hizo que me siente sobre su cara, y al sentir como mi madre me comía el coño, veo como Eduardo le mete la polla en su coño y la follaba, luego hizo lo mismo conmigo, yo le comía el coño a mi madre y él me follaba a mi.
Nos hizo poner en cuatro patas en el borde de la cama, haciendo que nos abramos las nalgas, siento como se acomoda detrás mío y la presión que hizo con su polla y me hizo gritar de placer al sentir como me iba entrando, como mi ojete se abría dejando pasar ese grueso instrumento, hasta que mis nalgas quedaron pegadas a su cuerpo.
Eduardo me folla el culo mientras mi madre esperaba su turno sin dejar de abrir sus nalgas, veo como Eduardo le empieza a dedear, sin dejar de sacar y meter su polla en mi culo, haciendo que tanto mi madre como yo, gimamos de placer.
Me saca la polla del culo y se acomoda detrás de ella, y la escucho gemir a medida que Eduardo metía ahora su polla en el culo de mi madre y me dedeaba a mi, haciendo que las demos fuertes gemidos de placer.
Nadie hablaba, nadie decía nada, solo follábamos.
Yo escuchaba como le salían pedorretas a mi madre cuando Eduardo metía su polla bien adentro de su culo.
Sacó la polla del culo de mi madre y nos dijo que volviéramos a lamernos entre nosotras.
Con mi madre nos revolcamos en la cama, nos besamos, nos lamimos toda, "si seguimos así nos vamos a correr", le dijo mi madre a Eduardo mientras me chupaba el coño, "córranse juntas así yo me acabao en sus bocas", le respondió.
Nosotras seguimos haciéndonos el amor con madre, hasta que siento como mi madre gemía corriéndose en mi boca y fue tanto el placer que enseguida seguí yo, me empecé a correr en la boca de mi madre, era algo increíble, fue el mejor orgasmo de mi vida.
Después de corrernos en la boca de la otra, con nuestras caras todas mojadas de nuestros flujos vaginales, nos arrodillamos frente a Eduardo con nuestras bocas abiertas, esperando que descargue su leche ahí.
Eduardo se la jalaba, se le notaba que estaba tan cachondo como nosotras, hasta que empiezan a salir los chorros de su leche en nuestras bocas, en nuestras caras, una leche caliente, espesa, mi madre se metió la polla para que termine de correrse en la boca de ella mientras yo lamía la cara de mi madre sacando la leche que le había caído ahí, yo había tragado la leche que tenía en mi boca y la que le había lamido a mi madre en su cara y en sus tetas, hasta que mi madre saca la polla de Eduardo de su boca y me besa la mía, pasando la leche que tenía en su boca a la mía y así se la devolví yo, quedándome con una parte que ambas tragamos y mi madre me limpió la cara y las tetas de leche como yo había echo con ella.
Fuimos al salón de mi casa los tres desnudos, traje unas cervezas y encendimos unos tabacos, fumando y bebiendo muy relajados.
"Que piensas de nostras?", le dije, dejando que siente en medio de nostras y nos abrace, y empiece a jugar con nuestras tetas, "lo único que pienso es que no dejen de invitarme a sus fiestas", me dijo, besando mi boca y luego besando la de mi madre.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!