Mi mamá me feminizó, por vengarse de mi padre, y todos sus maridos el culo me rompieron.
Un chico fue feminizado por su madre, con el fin de vengarse de su exmarido, al ella convertir a su hijo en una putita ardiente y deseosa de tener una verga dentro de su culo o su boca. .
Si tal y como lo pueden leer, la persona que me feminizó fue mi propia madre, pero eso no fue de la noche a la mañana, se llevó su tiempo, aunque sé que lo hizo realmente por vengarse de mi padre, que después de que ella salió embarazada, él nos abandonó.
Después de que nos abandonó, mi madre como era hija única, heredó todo cuando mis abuelos murieron, para esos momentos yo ya tenía unos siete u ocho años, y comenzaba a ir a la escuela.
Lo que nunca me había dado cuenta, de que, a pesar de ser un niño, mi madre me trataba como a una niña, hasta dormíamos y nos bañábamos juntas, yo la peinaba, y ella a mí.
Y si no fuera porque en el colegio le exigieron que me pusiera los uniformes de niño, si por mi madre fuera hubiera estado usando los uniformes de las nenas.
Pero apenas llegaba a casa, me debía de cambiar de ropa y ponerme alguno de los lindos conjuntos que ella me compraba, así como toda mi ropa íntima.
Por lo que a medida que seguí estudiando se me fueron presentando muchos problemas en el cole, ya que, para los efectos, prácticamente yo era una niña vestida de niño.
En el cole, ya saliendo de la primaria y entrando a la secundaria, como por mi manera de ser, me la pasaba más con las chicas que con los chicos.
Estos apenas tenían una ocasión se burlaban de mí abiertamente, quitándome mis cosas, diciéndome mariconcito, haciendo que me pusiera a llorar.
Al cumplir los catorce, las cosas empeoraron, debido a que estando en el vestidor del gimnasio varios de mis compañeros de clase, se dieron cuenta de que yo usaba pantis y hasta sostén, claro que por orden expresa de mi madre.
Esa tarde, entre varios de ellos me encerraron en las duchas, me rodearon y bajo la amenaza de caerme a golpes entre todos, me obligaron a que les mamara sus vergas.
Debido al gran miedo que me dio, aun llorando me puse a mamar las vergas de varios de ellos en las duchas, pero cuando me encontraba de lo más concentrado haciendo eso, algunos de los chicos me comenzaron a agarrar las nalgas.
Y aunque protesté, y traté inútilmente de que me soltasen, ya que todos ellos eran más grandes y fuertes que yo, pero cuando uno de ellos, al tiempo que me obligaban a mamar las vergas de otros, comenzó a pasar sus enjabonados dedos por mi culo, fue algo que, aunque nunca antes lo había sentido, ahora reconozco que me gustó.
Los enjabonados dedos, comenzaron a ir dilatando poco a poco mi apretado y virginal esfínter, por lo menos hasta esos momentos.
Y cuando me vine dar cuenta, comencé a sentir esa cosa dura y caliente, que de manera suave presionaba el hueco de mi apretado culito.
En un abrir y cerrar de ojos, ya me había penetrado, es verdad que me dolió, por lo que seguí llorando y pidiendo que me lo sacaran, pero de momento no se ni el cómo ni el porqué, comencé a mover mis nalgas.
De momento me encontré con que al mismo tiempo que le mamaba la verga a uno de mis compañeros de clase, otro me la clavaba bien duro por el culo, y a dos más les estaba haciendo la paja, y todo eso a un mismo tiempo.
No sé si sería por complejo de inferioridad o qué, pero al tener una dura verga en cada una de mis manos, y compararlas visualmente con mi pequeño miembro, lejos de molestarme por todo lo que me estaba pasando, me sentía de lo mejor.
Pero bastante agotado, por lo que apenas todos acabaron uno dentro de mi boca y garganta obligándome prácticamente a que me tragara su leche.
El otro se vino por completo dentro de mi recién abierto y desvirgado culo, mientras que los otros dos a los que pajeaba derramaron toda su leche sobre mi cuerpo, dejándome tirado en las duchas.
Desde ese día me convirtieron en el putito de todos ellos, hasta que semanas después el conserje nos descubrió.
En ese momento pensé que todo había terminado, pero la verdad es que apenas comenzaba, ya que el conserje al igual que mis compañeros de clase, también abusó de mí, pero de manera y forma diferente.
Pero me estoy alejando del tema, ya que, cansado de ser usado por el conserje y mis compañeros, le conté a mi madre todo lo que me había sucedido en el colegio, pero para mi mayor sorpresa en lugar de molestarse o indignarse, prácticamente poco faltó para que hiciera una fiesta.
Esa tarde, aunque sin decirlo a manera de celebración, me ordenó que me vistiera con uno de mis más lindos vestiditos, me llevó de compras, y a comer fuera de casa.
Pasaron varias semanas sin que ella o yo hiciéramos comentario alguno sobre lo que me pasaba en el colegio, ya que mis compañeros y el conserje seguían usándome como les daba la gana.
La diferencia era que mientras mis compañeros, solo les interesaba que les mamase sus vergas, y darme por el culo.
El hijo de la gran puta del conserje, me tenía chantajeado con contarle al director del colegio y a todos los maestros lo que me hacían mis compañeros de clase.
Además de todo eso, prefería que yo fuera a la casucha donde él vivía, y que ya estando ahí, me vistiera de niña, para entonces él tratarme como si yo fuera una puta.
Como ya les comenté, habían pasado varias semanas, desde que le conté a mi madre todo lo sucedido, ella me comenzó a dar diariamente pastillas anticonceptivas.
No por el miedo a que yo pudiera salir preñado, la razón de eso era que de esa forma me proporcionaba mi dosis diaria de hormonas femeninas, hormonas que de una forma u otra fueron alterando mi cuerpo.
Si mi pequeño pene siempre había sido pequeño, pero al poco tiempo de estar tomando dichas hormonas, como que se encogió más todavía, mi largo y abundante cabello se volvió más sedoso y brillante, eso sin contar que mi piel se puso más tersa, pero lo que más me sorprendió fue que mis pequeños pechitos, comenzaron a desarrollarse, dando la impresión de ser un par de tetitas.
Posteriormente, mi madre actuando de manera bien dramática, me hizo saber que teníamos un gran problema, ya que le debía supuestamente mucho dinero a uno de sus tantos maridos.
Desde un principio debí sospechar que todo eso era falso, ya que mi mamá aparte de recibir la cuantiosa herencia de mis abuelos, sabe mucho de negocios, y nunca, que yo supiera la vi pidiendo prestado, todo lo contrario, ella era la que les prestaba dinero a ciertas personas.
Pero en ese momento, acepte que todo lo que mi madre me decía era cierto, por lo que cuando le pregunté como podría ayudarla, sonriendo me respondió que ese exmarido suyo, estaría dispuesto a reducir el pago de la deuda, si nosotras aceptábamos salir con él a cenar.
Como me dijo que iríamos las dos, no vi nada malo en eso, por lo que acepté de inmediato, pero fue mi madre la que escogió la ropa que me iba a poner, como también luego me enteré que fue ella la que escogió el restaurante en un lujoso hotel.
Si fuimos a cenar, en el lujoso hotel, pero luego no sé cómo terminamos por ir a bailar, y aunque eso es algo que me gusta mucho, me sorprendí al ver que el exmarido de mi madre, en todo momento quería bailar conmigo.
Y creo que fue lo mucho que mi madre y él, me hicieron beber, que al poco rato mi pareja comenzó a tocarme las nalgas, y a besarme de manera indiscreta, frente a todo el mundo incluyendo a mi madre, sin que ella dijera nada.
Por lo que yo seguí divirtiéndome, hasta que llegó un momento en que había bebido tanto, que cuando me vine a dar cuenta, los tres entrabamos a una de las lujosas habitaciones del hotel.
En ese instante lo único que se me ocurrió fue pensar que mi madre y su ex, querían pasar un íntimo rato juntos, pero me equivoqué, ya que apenas entramos a la habitación, mi madre tomó asiento en una butaca y su ex, me acostó bocabajo en la cama.
Él se quitó toda la ropa, entró al baño y creo que escuché que se lavaba, y cuando regresó a la cama, separando las piernas tomó asiento frente a mí, y de momento que me pone a mamar su verga.
Lo que apenas duró unos pocos minutos, ya que a medida que me fue empujando aquella cosa dentro de mi boca y garganta, comencé a mamársela.
Luego se colocó tras de mí, me levantó la corta faldita que estaba usando, me bajó los pantis hasta quitármelos, separó mis piernas, y mis nalgas, y zas… que me entierra toda su gruesa verga.
Realmente eso no me incomodaba tanto, como el que mi madre nos estuviera observando, pero ya a los pocos minutos era yo quien movía mis nalgas disfrutando de todo lo que él me estaba haciendo.
De estar acostado sobre mí, y darme por el culo salvajemente, en cierto momento cambió de posición, haciendo que yo me recostase bocarriba, mientras que él me tomaba por los tobillos y separaba mis piernas, para luego volverme a enterrar toda aquella cosa, frente a la presencia de mi madre.
Esa noche perdí la cuenta de las veces que me dio por el culo, y me puso a mamar su verga, lo que si me acuerdo es que cuando me desperté al siguiente día, mi mamá muy contenta, me felicitó como si yo hubiera realizado una gran proeza.
Si eso hubiera sido una sola vez, no me hubiera afectado tanto, pero a partir de ese día por lo menos una vez a la semana salíamos mi madre, algún amigo de ella y yo que terminaba dejándome dar por el culo salvajemente y mamando verga como una puta.
Lo cierto es que yo me divertía y mucho con eso, hasta que mi madre, comenzó a mandarme sola con sus conocidos, lo que me agradaba mucho más.
Hasta que en una ocasión me presentó a un exmarido suyo, que yo no conocía, y más o menos pasó lo mismo, la diferencia fue que, en lugar de ir a un hotel, lo visitamos en su casa.
Una tremenda mansión, y tras cenar, bailar y beber, terminé en una de las habitaciones con él, ya le había mamado su verga, y me estaba dando sabrosamente por el culo, cuando entra mi madre a la habitación y muerta de la risa le dice a él que yo era su hijo.
Yo no lo podía creer, pero a él eso poco le importó ya que continuó dándome verga con bastante ahínco, mi madre quizás pensando que eso lo iba a afectar, al ver que él continuaba de lo más tranquilo dándome verga, como que le dio un ataque, y cayó fulminada al piso.
Luego de pensarlo un poco, me di cuenta que en todo momento, desde que nací, mi madre lo que deseaba era vengarse de mi padre, pero el muy hijo de la gran puta, resultó ser peor que ella.
Yo por mi parte, me tuve que hacer cargo de la fortuna de mi madre, y de ella, ya que lo que le sucedió fue un derrame cerebral severo, por lo que se encuentra como un vegetal.
Por otra parte, sigo manteniendo relaciones con mi padre, y con varios de mis hermanos, por parte de él.
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