Mi mama pide prestado y yo tengo que pagar
Cuando mi papa se va de la casa, yo tenía apenas 5 años. Mi mama me llevo a vivir con ella a una pequeña vecindad como de 15 casas. En muy poco tiempo, mi mama ya había hecho amistad con todos los demás inquilinos. .
Mi mama pide prestado y yo tengo que pagar
Cuando mi papa se va de la casa, yo tenía apenas 5 años. Mi mama me llevo a vivir con ella a una pequeña vecindad como de 15 casas.
En muy poco tiempo, mi mama ya había hecho amistad con todos los demás inquilinos.
Esa amistad se reforzo cuando alguien organizo una pequeña fiesta en el patio de la vecindad y, por supuesto fuimos mi mama y yo.
Mi mama era el centro de atención de todos, tanto hombres como mujeres la miraban con admiración. Ella era aún muy joven, como de 21, su cuerpo era como el de una diosa, perfecto, maravillosos, tenía unas nalgas y unas tetas que paraban el tráfico y todo mundo, cuando ella caminaba por la calle le silbaban y le decían algún piropo, pero ella no se daba por enterada, solo caminaba un poco más deprisa moviendo las nalgas provocando toda clase de pensamientos pervertidos.
Así que, en la fiesta del vecindario, con la faldita que llevaba y el escote, todo mundo quería bailar y platicar con ella.
Note que cuando bailaba, la mayoría de los hombres, la abrazaban por la cintura y la acercaban a ellos, repagándoles la verga.
También note que, al parecer, a mi mama le gustaba eso, ya que se dejaba hacer y solo sonreía coqueta. En un momento dado, no sé de dónde me llego ese pensamiento, en cierto momento quise ser mi mama para sentirme cachondeada por todos esos señores.
Durante la fiesta, en muchas ocasiones vi a mi mama, abrazarse y dejarse tocar por varios señores, en algún rinconcito oscuro. Note que eso a ella le calentaba mucho y nuevamente me dieron ganas de ser ella a la que manoseaban esos señores, que, a mi parecer, estaban bastante vergones, ya que se les notaba tremendo bulto. Si tan solo fuera yo un poco mayor, le pediría a mi mama que me compartiera con esos hombres.
Al paso de los días, note que mi mama empezaba a llevar dinero a la casa, algo que en verdad nos hacía bastante falta. Así que empezó a hacer las compras que tanto necesitábamos.
Luego de algunas semanas, mi mama me mando a casa de uno de los vecinos a que le pidiera prestado un poco de dinero. Yo, inocente, y obediente como era, no se me hizo nada extraño, así que me dirigí a casa de don Paco, un viejo como de 65 o mayor, algo así.
~Hola don Paco ~ salude sonriente.
~Hola preciosa, cada día más linda y sexi, pasa ~
Sus palabras hicieron que mi estomago diera un vuelco, mi corazón empezó a palpitar de prisa y mi respiración la sentí como entrecortada. Era la primera vez que alguien me decía esa clase de cosas, así que me agarro desprevenida y me puse muy nerviosa.
~Que te trae por acá linda? ~ me decía en un tono desconocido para mí.
~Mi mama me envía a pedirle dinero prestado, se lo paga después ~ respondí con una sonrisa, haciendo una mueca muy graciosa.
~Ufff bb, te ves preciosa y más aun con esa linda sonrisa, me gusta mucho verte así ~ decía sonriendo de una manera que no comprendí.
~Ojalá fueras mi hija, te enseñaría unos juegos que te iban a encantar bb~
~De verdad? ¿Qué clase de juegos? ~ pregunte curiosa y muy intrigada. Me llamaba mucho la atención que ese hombre quisiera jugar conmigo.
~La verdad es que se trata de juegos de adultos, tu aun estas muy pequeña, no sé si te llamaría la atención jugar con un viejo como yo ~decía un poco triste, melancólico.
~Claro que sí don Paco, si usted me enseña, podríamos jugar ~ le dije intrigada y ya algo nerviosa.
~Bien bb, se trata de jugar al papa y a la mama y deberás hacerme todo lo que una buena esposa le haría a su esposo para complacerlo ~
~Así como hacen los esposos? ¿Besarse y tocarse? ~
Don Paco abrió la boca, sorprendido por mi inmediata comprensión de lo que él me estaba pidiendo.
~Sssssi bb, eso exactamente, te gustaría? ~
~Si claro don Paco, me gustaría mucho ~ respondí pensando en las cosas que los señores le hacían a mi mama y que yo tantas ganas tenia de experimentar.
~Está bien, ven, siéntate acá conmigo ~ me decía ya bastante excitado pensando en las posibilidades que podría hacer conmigo, tan dispuesta que yo estaba. Me sorprendí al verle de reojo como su bulto ya había aparecido bajo el pantalón.
~Estos juegos son muy buenos, a mi me gustan mucho, pero si pasa algo que te moleste o incomode, solo me dices bb, te parece? ~
~Si don Paco~
Me sentó en el sofá junto a él y sin más, se quitó los pantalones. Me empezó a abrazar y a besar muy tierno y cariñoso. La verdad todo eso me estaba gustando, demasiado quizá.
Así que cuando toma mi mano y la coloca sobre su bulto, instantáneamente y sin detenerme a pensar, se la aprete y se la empecé a acariciar.
Don Paco se empezó a super excitar tremendo. Su verga le empezó a crecer y se le puso muy dura y parada.
Me recostó sobre sus piernas y me la dio a chupar, cosa que le agradecí al cielo tremendamente, cuantas veces soñé con vivir un momento así y ahora don Paco estaba haciendo realidad mis sueños.
Dios mío, pensé, que rico le sabe su enorme verga a don Paco, esta deliciosa, no sé cómo mi papa no jugo así conmigo, me decía a mí misma, saboreándola y disfrutándola a lo máximo.
En esas estaba, cuando el viejo pervertido me empieza a acariciar las piernas y poco a poco fue subiendo la mano hasta rozar mi sexo con los dedos.
Inconscientemente, yo separe las piernas para dejarle hacer. Así que don Paco me empezó a acariciar el sexo que para ese momento ya se encontraba escurriendo de lo caliente y excitada que ya me había puesto.
Yo ya jadeaba, suspiraba y me retorcía de placer hasta que inesperadamente, alcance un tremendo orgasmo.
En ese momento, don Paco también se vino tremendo dentro de mi boca y yo me apresuré a tragarme toda su leche caliente. Dios mío, que delicia, que rico sabe, pensaba, mientras trataba de tragarle toda, lamiéndole su verga y dejándosela limpiecita.
~Dios mío bb, estuviste increíble, mejor de lo que hubiera podido imaginarme., eres una chica maravillosa ~
~Quiere que venga a verlo otro día? Pregunte ansiosa, esperando que el viejo quisiera verme otra vez.
~si preciosa, voy a querer que vengas a verme muy seguido. Dile a tu mama que no se preocupe por el dinero. Ya me arreglare con ella ~
~Si don Paco, gracias ~ tomé el dinero, me despedí y salí corriendo a llevárselo a mi mama.
Al paso de los días, los viejos vecinos me empezaron a llamar para que fuera a sus casas por un poco de dinero que mi mama les había pedido.
Así que, ya sabiendo el gusto de los viejos por las niñas menores como yo, me dedique a visitarlos a sus casas, yo iba feliz, sabiendo con certeza lo que esos hombres querían de mí, a cambio de un poco de dinero.
Así que, en muy poco tiempo, logre chuparles la verga a todos los viejos vecinos, a cambio de que, no solo me dieran dinero, sino que yo me dejaba tocar también. Todo eso me encantaba, no solo me metían mano haciéndome venir tremendamente delicioso, sino que yo les dejaba también llenarme la boca con sus muy ricos chorros de leche caliente.
Venta de Contenido
Wow que chido ufff hasta yo también quiero una así