Mi mamá y mi primo son muy cercanos 2

Esta es la continuación de mi relato anterior y de como pude ver más a detalle lo que sucedía entre ellos dos..
Bueno, mi relato anterior tuvo una buena aceptación así que les compartiré lo que sucedió un par de días después entre mi mamá Karla y mi primo Armando.

Después de los sucedido intentaba estar más atento a lo que hacían, comenze a notar pequeñas acciones entre ellos que quizás no había percibido antes o tal vez se estaban volviendo menos cuidadosos sobre todo mi primo que comenzaba a ser mas molesto conmigo y a burlarse, me decia andresita o que parecía una niña, aquí ya debo alcarar que siempre he tenido un cuerpo algo androgino y un poquito suave ademas de no ser alto, con unas caderas que sobresalen un poco ademas que un detalle que si notaba de mi mismo y demasiado era mi culo, el cual si es muy redondo y algo grande para ser un chico, no ayudaba a mi autoestima que ademas mi pene fuera pequeño. Pero volviendo a mi familia, podía notar que él frotaba seguido las piernas y culo de mi mamá mientras ella cocinaba, llegue a escuchar incluso unas leves nalgadas, en otros momentos ella lo abrazaba y le daba pequeños besos en sus mejillas pero que duraban mucho tiempo.

Todo eso me tenia demasiado frustrado, estaba molesto pero la verdad es que eran las mejores pajas que me había hecho hasta ese momento, había pasado así los siguientes dos días masturbandome en multiples ocasiones mirandome al espejo imaginando si podria haber sido yo el que estuviera asi con mi mamá o peor aun, deseando que mi primo le hiciera mas cosas.

Durante las mañanas ellos seguían saliendo, a la tienda o mandados, fueron también al parque, pero yo no quería ir, no soportaba ver como mi primo tocaba a mi mamá asi sin mas pero tampoco queria detenerlos… a pesar de todo, durante la noche permanecia despierro esperando pero no había podido ver de nuevo lo que hacían pues la ventana y cortinas habían estado bien cerradas cuando iba y solo podía escuchar sus voces, respiraciones agitadas y el sonido de la cama.

Pero a la siguiente noche, decidí decirle a mi mamá que dormiría temprano, mi mamá ya no revisaba mi habitacion ni si estaba dormido asi que fue una gran ventaja para mi, salí con cuidado camine a la habitación de ella, estaba mirando la televisión junto a mi primo así que al entrar al cuarto me dirigí al ropero que tenían frente a su cama, antes me había escondido ahí cuando jugába con algún familiar a las escondidas, sabía que aún podía alcanzar, con cuidado entre y cerré un poco la puerta, esperando, estaba muy excitado, frotaba mi pene intentando calmarme hasta que después de casi una hora escuché pasos, ya venían de nuevo, mi corazón comenzó a acelerarse pero después de eso sentí un gran temor al escuchar a mi mamá hablar…

– Armandito ¿Puedes poner mis prendas en el ropero? -le dijo mientras ella iba al baño.

Mi primo venía hacia acá, pensé que diría algo, sentí que la respiración me faltaba cuando abrió la puerta y me miró… pero solo se quedó así, me sonrió, de esa forma en la que el parecía burlarse, me paso las prendas y entre cerró la puerta, yo no sabía que hacer, por que no había dicho nada, su forma de sonreír era claro que planeaba algo. Así pasaron un par de minutos donde el se había acostado en la cama y llegó mi mamá, apenas iba a acostarse también cuando mi primo se levantó y quedó frente a ella.

– ¿Tía Karla podemos otra vez? Quiero otra vez estar contigooo y sin apagar la lámpara quiero verte bien -Pense que mi mamá le diría que no, pero su respuesta fue un rotundo sí.

– Ya sabes que sí Armandito, quiero que te sientas feliz aquí -Sin demora ella comenzó a desvestirse quedando en su ropa interior.

Su culo se veía mas grande ahora, la ropa que tenía puesta parecía tener encaje y su sostén le quedaba algo apretado, cuando se daba la vuelta mostrándome a mi primo si cuerpo podía notarlo, se podían ver un poco sus areolas incluso.

– Tía eres tan bonita, me gusta mucho como te queda tu ropita -el le decía mientras escuchaba como intentaba quitarse la ropa.

En ese punto mi mamá ya estaba arrodillada frente a él y apenas podía ver que hacían, solo podía notarla a ella de espaldas y el movimiento de sus brazos y la respiración agitada de él, lo estaba masturbando sin duda alguna y yo hacia lo mismo, sin dejar de mirar a mi mamá pero me detenía en momentos por que no quería correrme, no aún.

– Armandito lindo ¿quieres una cogida de tetas? -Mi mamá le dijo mientras desabrochaba su sostén.

Quería salir y ver sus tetas, esas grandes y oscuras areolas pero mi sorpresa fue grande al escucharlo decir que no, pensé que se habría aburrido pero planeaba otra cosa.

– ¿Podemos jugar a los vaqueros como ayer? –

Mi mamá soltó una pequeña risa mientras se inclinaba hacia adelante y bajaba sus panties, pude ver ahí su vagina gracias a que me daba la espalda, el bello púbico de la misma y pequeños hilos de sus fluidos lubricantes, se mantuvo así unos segundos mientras movía sus caderas hacia los lados para después caminar a su bolso el cual estaba en la mesita de noche.

– ¿Quieres que te cabalgue? Le vas a dar a tu tía su lechita? -del bolso sacó unos condones, abriendo uno quedando de nuevo frente a mi primo.

– ¡Si tía, quiero llenarte otra vez! -sin más demora mi mamá estuvo de nuevo frente a él y le puso el condon.

Mi mamá se subió a la cama mientras mi primo aún estaba sentado y con cuidado dirigió su pene a su vagina, intentaba mirar más, frotaba con cuidado la punta en la entrada y en un momento comenzó a meterla, de forma lenta bajaba, comiéndose esos 13 centimetros.

-Aaaah… si pudiera gritaría, me encanta tu verga -escuchaba a mi mamá agitada intentando mantener su voz baja.

Se estaba preparando para moverse, realizaba movimientos circulares teniendo todo su pene dentro mientras podía escuchar como mi primo le chupaba las tetas, ella entonces empezó a dar pequeños saltos sobre él, podía escuchar la cama rechinar y el sonido de sus cuerpos entrando en contacto

– ¡hmmmm! Que ricoooo, chúpame las tetas Armandito, así así aaaaah muerde ¡mis pezones son tuyas para lo que quieras! –

Mi primo se sujetaba de las piernas de ella y las apretaba, el culo de mi mamá estaba rebotando frente a mi de forma tan obscena, sus nalgas chocaban entre sí y ella subía sus manos detrás de su cabeza continuando su labor

– ahaaa tía ¡tus tetas rebotan mucho ne encantan! –

Él de igual forma comenzó a moverse, el sonido era más notable que otros días, mi mamá contenía sus gemidos lo mejor que podía.

– ¡Aaaaah! Más Armandito dame todo ¡hmmmmh! Necesitaba eso, no me basto sacarte la leche dos veces con mi boca en el parque… ¡haaaaa!

Miraba perplejo como parecían dejar de lado sus pocas inhibiciones hasta que mi primo comenzó a respirar muy agitado y mi mamá ya casi en su limite también se abalanzo sobre él, quedando acostados ambos mientras los sonidos de mi primo eran silenciados por las tetas de ella, así estuvieron unos segundos hasta que ella se levantó con cuidado, sacando lentamente el pene qué tenía en su interior el cual comenzaba a estar flácido, el condon tenía una gran cantidad de semen y escuchaba sus respiraciones cada vez más tranquilas.

– Ven Armandito, vamos a dormir ahora -pude ver como mi mamá tomó el condon y le hizo un nudo antes de dejarlo en el suelo.

Se acostó aun desnuda al igual que mi primo y ya solo podía escucharlos, me quedé mirando tan perdido que olvidé masturbarme, ahora solo debía esperar a que durmieran

– ¿Tanto te gustan mis tetas? Mañana podrás jugar más con ellas por ahora duerme –

Unos 30 minutos después en los que mi mente estaba en shock sin saber como reaccionar a lo que había visto sali con cuidado intentando no hacer ruido, camine con cuidado mirando a la cama, mi primo estaba despierto saludando, casi no lo podía ver bien pero estaba seguro que tenía esa sonrisa en su cara, salí sin cerrar la puerta pero antes de llegar a mi habitación mi primo me habló lo cual me causó un gran sobresalto.

– psst, ten, para que tengas un recuerdo andresita –

Me entrego algo en la mano que estaba húmedo y olia de forma extraña, se fue de nuevo pero esta vez al baño sin decir algo más y entre en mi habitación, ahí pude ver que era el condon qué habían usado, aún tenía los fluidos de mi mamá por fuera y el semen de mi primo dentro…