Mi mejor amigo es mi hombre y su hermanita es mi mujer. Part 2
Por si se les olvidó… Mi mejor amigo José es el típico chico del salón que jamás pensarías que se metería con un hombre.
Le gusta jugar fucho con los weyes del salón todos los días y se toma su tiempo para ir al gym para tener un buen cuerpo. Él es moreno como un Mexicano promedio, no le van las modas así que es un típico chavo machín castrante del salón.
Yo soy más claro de la piel pero no dejo de ser moreno, no era tan fornido como José, tenía una ligera pancita y mi pecho al no estar definido se saltaba poquito, por lo que siempre me molestaban los pendejos de mis amigos y me apachurraban mi pecho. Hasta ese día, yo pensaba que también yo era machin y que por nada del mundo haría mariconadas. Incluso se que sigo siéndolo porque mi nueva novia (la hermanita de José, logra prenderme demasiado) sin embargo, cuando José (mi hombre) llega y me mira, sólo puedo pensar en ser de él.
Pasaba la tarde y José y yo estábamos terminando el trabajo que había que mandar.
Nunca me imagine haciendo tarea de la forma en la que la hacíamos.
Yo estando completamente desnudo sobre las piernas de mi macho que se encontraba vestido, con el uniforme de la prepa todavía.
(Si quieren saber cual, busquen el uniforme del CBTis en internet.
Lo único que no traía eran los zapatos.
Creo que tiene algún tipo de fetiche con sus pies, ya que de pronto me los rosaba en mis piernas desnudas.
Mientras yo escribía en la computadora José no dejaba de acariciarme todo el cuerpo… Pasaba sus dedos por mi espalda y bajaba hasta mis nalgas.
Después volvía a subir y con toda la palma de su mano, jalaba mi pecho y lo estiraba como si quisiera sentir los senos de una mujer, yo solo me dejaba tocar, sin decir nada.
¡Si nuestros amigos nos vieran!
– José: Ya me aburrí, quédate a dormir y la terminamos más tarde.
– Yo: Bueno, si tú quieres.
– Dije en tono tímido, como si José nunca hubiera sido mi mejor amigo y únicamente haya sido mi hombre.
Nos levantamos de la silla y él se puso frente a mi.
Puso sus brazos en mis hombros y comenzó a hacer presión sobre ellos.
Yo capté enseguida y me puse de rodillas frente a él.
– José levantó mi barbilla y me dijo: “Mírame a los ojos.
“ Yo obedecí y mantuve mi mirada hacia arriba, viéndolo a los ojos.
– J: ¿Quién es tu hombre a partir de ahora?
– Y: Tú.
Respondí
– J: A partir de hoy las cosas serán así: Tú serás mío y si tú la quieres, estoy de acuerdo en que mi hermanita sea tuya.
Puedes venir a mi casa a hacerla tuya y yo te cubriré a cambio de dos cosas.
– Y: ¿Qué cosa? – Dije mientras seguía de rodillas
– J: La primera es que Antes y después de que hagas algo con ella, yo te haré mío.
Esa idea me encantó.
– J: Y la segunda condición es que yo te diré qué le harás con ella y quiero estar presente cuando lo hagas.
José se acostó en su cama otra vez pero esta vez se quitó la playera.
Lo había visto antes sin playera pero esta vez era diferente.
Esta vez él ya era mi macho.
Ahora pude sentir algo extraño….
Era como una mezcla de atracción mezclada con enamoramiento.
Me pidió que me recostara con mi cara a nivel de su pecho, levantó su brazo y me dijo: – Chupa mi axila.
Voltee ligeramente hacia arriba mi cara y frente a mi tenía una axila peluda con un ligero olor a sudor.
Sin embargo eso no me importó y comencé a pasar la punta de mi lengua por su axila peluda, y poco a poco ¡comencé a sentir placer de solo chupar! Y empece a hacerlo más consistente, con más ganas de sentir los pelos de mi macho en mi boca.
– J: Ven acá.
– dijo mientras tomaba mi barbilla y la dirigía hacia mi boca.
Y entonces me besó como todo un hombre.
Metió su lengua a mi boca… Se puso encima mio… dejó caer todo su peso sobre mi… comenzó a frotar su cuerpo que aún tenía el pantalón con el mio completamente desnudo.
Y no paraba de besarme, de lamer mi cara, de pasar labios y lengua por mi cuello.
Yo sentía que era completamente suyo y sólo me dejé llevar.
Mi mejor amigo me estaba haciendo suyo y me estaba gustando.
– J: Ve por Lucy.
– Dijo mientras jadeaba y enseguida obedecí.
Como estaba desnudo, él me pasó sus boxers y me dijo que los usara.
Enseguida me los puse y fui por mi nueva noviecita.
Es aquí donde les digo que no soy gay, pues lucy en verdad me prende.
Llegué a su cuarto y estaba ella viendo la tv acostada en su cama.
En cuanto me vió sonrió y me invitó a acostarme pero le dije que quería llevarla al cuarto de su hermano.
La besé y la tomé de la mano.
– J: Pasen.
– Dijo José desde su cama en la que estaba acostado, esta vez sin cobija.
¡Tenía su gran verga de fuera!
– L: Le voy a decir a mi mamá que estás sin ropa José!
– J: Pues si no quieres que yo le diga lo que haces con tu noviecito, tú no dirás nada de esto.
– L: Bueno, nadie diremos nada.
José me miró y enseguida supe que quería que comenzara con su hermanita.
– Yo: Lucy, no sabes cuantas ganas tengo de hacerte mi mujer.
– Lucy: ¿Frente a José?
– Yo: Sí, es mi mejor amigo y él debe estar presente.
– Lucy; Está bien.
– J: Y me dejarían que jugara con ustedes?
– Lucy: No! Eres mi hermano, entiende!
– Yo: Andale lucy, para divertirnos todos.
Sin esperar a que ella respondiera, José se paro frente a lucy.
No hacía nada, solo miraba.
Yo empecé a quitarle su blusa y al ver sus pezones le dije: – “Jugamos a que yo soy tu bebé y tú eres la mamá que me da de comer?” – enseguida comencé a chupar su pequeño pecho y succioné como si mamara leche.
Entonces José se acercó, la cargó y la recostó en la cama y tomó un pezón también para succionar.
Lucy estaba acostadita sin blusa, y nuestras cabezas arriba de ella succionando cada uno un pezón.
Lo hacíamos sin cuidado, parecíamos bebes con mucha hambre pues chupábamos como desesperados.
Lucy solo tenía sus ojos cerrados y hacía ruidos, no se si de placer o de dolor.
José y yo solo succionábamos sus pechos de niña de 9 años.
Entonces José empezó a meter su mano dentro de la falda de Lucy, y enseguida ella le dijo que NO.
Sin embargo a él no le importó y como desesperado, subió la falda y rompió su calzoncito de un jalón.
Lucy se asustó pero tomé su mano y le dije: – Calma, deja que lo haga.
¿Hazlo por mi sí?
José hundió su cara y empezó a mamar su vagina como desesperado.
Entonces me ordenó que besara a Lucy como las novelas.
Y al hacerlo, sin darme cuenta, puse mi trasero hacia él.
Mientras José metía su lengua a la vagina De Lucy, al mismo tiempo metió su mano dentro de mi bóxer, y comenzó a hacer presión con su dedo en mi ano.
Al principio lo hizo brusco y dolió, pero después pasó el dolor y yo sentía muy rico con su dedo dentro de mi y yo sin parar de besar a Lucy.
José nos estaba haciendo suyos y Lucy y yo no parábamos de besarnos mientras ambos gemíamos.
– J: Listo, ya la preparé.
Ahora cógetela.
Me puse frente a Lucy que aún tenía la falda puesta, José rompió su calzón así que solo quedaban los trozos, sus pechos estaban rojitos de tanto que los mamamos, y aún tenía puestos sus zapatos del uniforme.
Abrí sus piernas en forma de Y, saqué mi verga que ya estaba durísima y comencé a hacer presión en esa rajita.
Lucy solo se aguantaba el dolor mientras yo conseguía que fuera entrando.
Poco a poco entró más y más hasta que al sacarla, salió sangre.
Lucy era completamente mía, y le estaba gustando.
Comenzó a hacer ruidos riquísimos y de pronto no aguantó más sus ganas, agarró a José y lo jaló hacia ella y entonces comenzó a besarlo.
Mientras yo me la cogía, podía ver como se besaban los dos hermanos y eso comenzó a excitarme mucho.
Yo comencé a moverme más rápido y sucedió:
Eyaculé dentro de su hermoso cuerpo.
Eran tantos los chorros que se desbordaba y se veía como salían era nuestra primera vez, tanto de ella como mía.
Ahora era todo un hombre y ella mi mujer.
– J: Lucy, estás muy embarrada, vete a bañar anda.
Lucy obedeció y se fue a bañar.
José cerró la puerta, puso el seguro y me dijo, – VOLTEATE.
ES MI TURNO DE DISFRUTAR.
Obedecí, me voltee, bajé mi bóxer exponiendo solo mis nalgas y José bajó el cierre de su pantalón y sacó su verga.
– J: Te voy a hacer mío, dijo él mientras presionaba SOBRE MI ANO
Yo sentía como entraba y solo aguantaba el dolor
– J: Quién es tu macho? – preguntó mientras empujó toda su verga y entró TODA
Con sonido de dolor respondí; – Tú eres mi macho-
– J: De quién es ese hoyo? –
– Y: TUYO
Así parado, José me hacía suyo, y comencé a disfrutar tanto que gemía como mujer sin querer.
– J: Eso gime mi amor.
Gime como le gusta a tu macho.
Sacó su verga, me aventó a la cama y alcé mis piernas.
– J: Abre esas piernas.
Quiero ver ese culo.
Yo sentía muy abierto mi culo pues nunca me habían penetrado.
José volvió a meter su verga sin piedad, y me cogió mirándome a los ojos fuertemente hasta que no aguantamos más, sacó su verga de mi culo y eyaculamos en mi pancita.
– J: No te muevas.
Quédate ahii – Dijo mientras salía del cuarto.
Y después de no mucho tiempo volvió con lucy, recién bañada.
La recostó, embarro su dedo medio y anular de nuestra leche (que era mucha) y los metió dentro de su vagina, embarrando nuestra leche dentro otra vez y cuando los sacaba, los metía a mi boca, hasta mi garganta y yo chupaba como perra desesperada.
Éramos completamente de José.
Continuará …
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!