Mi muñequita Travesti
De cómo nace el deseo de un pequeño de satisfacerme.
Quiero empezar este relato real, haciendo el mayor esfuerzo en los detalles y sucesos, ya que fueron varios y progresivos, de la experiencia de tener a mi hijo mayor satisfaciendo su curiosidad y despertar sexual y convertirse en una muñequita travesti, satisfactoriamente mamadora…
Soy divorciado de la mamá de Tania como le diremos en adelante, al final solo terminamos en un acuerdo para poder recogerlo y pasar los fines de semana con Tania.
Tania desde siempre tuvo las facciones de su madre, una mujer de piel muy blanca y cabello claro, complexión gordibuena, que fue heredado a su primogénito, sus primeros años pasaron como los de cualquier infante, siempre disfruté jugar y darle muestras de afecto y cariño, el acostumbraba despedirse de beso en la mejilla y me abrazaba mucho, con mucha inocencia y afecto.
Solíamos dormir juntos normalmente, nunca había pasado nada particular, yo soy un hombre soltero y pues tengo el fetiche de la ropa interior, me gusta usarla para masturbarme, para ponerme la a veces, solia hacerlo desde muy niño, viendo como se cogen a mi madre (historia que les contaré luego), entonces tenía un cajón de ropa lleno de pantys de satín, ligueros y medias, tangas y batas de dormir, pero solo hacia uso de ellas a solas.
Hubo un sábado recuerdo bien, que saliendo del trabajo pasamos por unas cervezas y de ahí fui a recoger a mi próximamente Tania en la tarde. Llegamos a casa, cenamos algo y fuimos a dormir, yo con unas copas encima me dormí bastante temprano, estaba cansado, y todo parecía un día normal, es a medio dormir, que comencé a sentir como jalaba Tania el resorte de mi boxer con dos deditos, intentando hacer el menor movimiento posible, con una manita jalaba el elástico, y con la otra uno de sus deditos iba acariciando mi pene por encima, con delicadeza ponía uno de sus dedos en mi glande y lenta, muy lentamente iba hundiendo su dedo buscando sentir mi miembro, así estuvo unos minutos hasta que pude tomar conciencia de que estaba pasando, sentía como me bajaba poco a poco hasta que mi miembro ya erecto salió disparado, era una sensación super excitante, con una manita acariciaba mi pene y con la otra acariciaba mis bolas un en el boxer.
Tania me había quitado las cobijas de encima para poder apreciar mi miembro, lo veía con la luz de la ventana, acariciaba la cabeza de mi pene, lo veía y recorría, lo apretaba cuando se ponía duro y sentía mis espasmos de calentura, me estaba encantando sentir esas manitas, esos deditos pequeños, que se esforzaban por abarcar toda mi verga que no es pequeña, era una delicia ver su curiosidad buscando con sus dedos satisfaciendo su curiosidad. Cuando de repente, pude ver cómo se acercó a mi verga puso sus labios en el glande super caliente de sus caricias, dándole un primer beso rico y amoroso, ahí fue el momento del éxtasis, aunque ya no quiso continuar, el miedo aún me gobernaba a pesar de la satisfacción, para ser la primera experiencia fue bastante deliciosa, tuve que esperar que durmiera Tania para masturbarme y acabar pensando que podría suceder en adelante, y las ganas que por dentro reprimía de poder enseñarle más cosas a Tania…
Es así como sucedió su primer experiencia con una verga de cerca, 6 años tenía cuando nació Tania como lo que seria una muñequita sedienta de verga, esperen los siguientes relatos para continuar con el progreso de Tania y como se convirtió en travesti…
Si continua la segunda parte