Mi nieta Carolina 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Logaris.
Desde que me folle a mi nieta todo cambió, no hablamos de lo que había pasado, tanto ella como yo creímos que era mejor hacer como que todo era un juego, algo natural y sin importancia.
Asique seguíamos haciendo lo mismo, ella venía a mi cama y jugábamos, yo la rozaba con mi polla como sin querer y se dejaba, al final se montaba sobre mi polla gorda, que se acababa metiendo en su coñito, la taladraba hasta que me corría, eso si, siempre dentro.
Empecé a hacer otras cosas fuera de la habitación, por ejemplo andaba por casa en calzones, ya no escondía mis erecciones, mi mujer no me decía nada por Carolina porque pensaba que ella no se daba cuenta y con mi hijo no había problema porque ya se había independizado.
Me di cuenta que tenía dos coños para mi solo, yo quería mas, quería satisfacer el morbo que me daba pasear mi polla dura delante de mi nieta y de mi mujer, así que intente convencerla para que viese normal que yo andara completamente desnudo por la casa, me costó mucho porque no veía bien que lo hiciera ante la niña pero acabó cediendo.
Ya tenía carta blanca para liberar mi gran polla en la casa, lo cual me dio la oportunidad de volver a hacer cosas con mi nieta pero esta vez fuera de la habitación.
Ese día estaba en el salón viendo la tele y la niña había salido a jugar con sus amigas, yo estaba impaciente por follar y mi mujer hacia las cosas de casa, aún ese día estaba estrenando el poder andar desnudo por casa, así que mi nieta aún no me había visto, como ya no podía más fui hasta donde mi mujer le subí la falda que llevaba, le aparte las bragas y se la metí sin más, hasta el fondo, ella grito de dolor y de placer.
Me la folle apoyada contra la lavadora, se la metía con furia pensando en lo que le haría a mi nieta cuando volviese, por ese pensamiento me vinieron las ganas de correrme, la saqué del coño de mi mujer y se la empecé a meter por el culo.
Ella lo tenía bien abierto, de eso yo me ocupaba todos los días, no me fue difícil metersela hasta que mis cojones hicieron tope, nada más hacerlo solté toda la carga, le llene el culo a mi señora de leche, ella gemía poseída por el espíritu de mi polla y se daba caer en la lavadora por el cansancio.
Cuando la saqué hizo un ruido de vacío y empezó a salir toda mi leche de su culo, era un espectáculo ver ese río de semen salir del ano de mi esposa, mientras me limpiaba se oyó la puerta que me decía que Carolina había llegado, Juana mi mujer se subió las bragas y empezó a subir las escaleras mié tras saludaba a mi nieta y le decía que se iba a pegar un baño.
Yo aún la tenía morcillona y alguna gota de semen caía de la punta, mi nieta al verme me miro la polla y me preguntó porque estaba desnudo y le contesté que así estaba más cómodo que los calzoncillos me molestaban, mientras hablaba con ella me senté en el sofá y le dije que si quería podía ponerse igual de cómoda que yo, ella no se lo pensó dos veces y empezó a quitarse la ropa, era el mejor espectáculo del mundo verla desnudarse, se había quedado en ropa interior y se dio la vuelta para recoger la ropa, yo le dije que se quitara todo para que viera lo como da que estaría.
Ella me pidió ayuda para quitarle el sostén que le sujetaban esas naranjitas que tenía por pechos, fui por detrás para quitar el gancho del sostén y me pegue bien a ella, hice que mi polla apretara bien su culo, tarde mucho a propósito para recuperarme con esas nalgas pasando la punta entre ellas, al final se lo quite pero no me moví del sitio, le dije que se quitara lo que le quedaba que eran las bragas.
Ella se las quito y se agachó para hacerlo, yo aproveché para colocar mi verga entre sus nalguitas y empujar un poco, ella se quedó quiera mientras yo le rozaba la punta de mi capullo en su agujerito, empuje un poquito más contra su ano pero como siempre mi dulce niña estaba tan húmeda que se resbaló y acabo entrando la cabeza en su coñito, yo no desaproveche la ocasión y la ensarté con furia, abrí bien su culo y empecé la follada, ella se agarró al posabrazos del del sofá mientras yo la perforaba, estaba a punto de llenarla una vez más de lefa cuando escuché la puerta del baño abriéndose, le hice un par de metidas más y note como se corría, yo estaba a punto de sacarla para que no nos viera mi mujer pero tuve otra idea, la puse recta y con la polla aún metida en su coño nos movimos hacia el sofá y me senté en el, ella se quedó en mis piernas aún penetrada y nos tape con una manta y nos quedamos así haciendo como que veíamos la tele, cuando llegó mi esposa, nos preguntó que hacíamos, yo le dije que veíamos una peli, que se sentara con nosotros, se lo dije con la esperanza de que se fuera pero nada, se sentó a nuestro lado.
Yo rezaba para que Juana no levantara la manta y viera como tenía ensartada por completo a su nieta, lo gracioso es que lo hizo pero no miro, solo se tapo con ella, Carolina se movía suavemente para darse placer con mi polla y yo mientras le acariciaba el clítoris con la mano izquierda y la otra la tenía libre hasta que de pronto mi mujer me la cogió, me miro a los ojos y la llevo hasta su coño, resulta que solo llevaba puesto la bata sin nada debajo.
Yo estaba en el paraíso, sentía que me iba a desmayar de gusto, Carolina se metía mi polla despacito para que no se enterase su abuela y Juana se masturbaba con mis dedos también despacio para que su nieta no se diese cuenta, creo que nos acabamos corriente do todos a la vez, mi nieta en mi polla, yo en su coñito y Juana en mis dedos, fue el mejor polvo de mi vida.
Mi polla fue saliendo poco a poco del coño de Carolina y Juana se levantó porque había quedado con unas amigas, yo seguí viendo la tele, acabe quedándome dormido por el cansancio.
Continuará.
FIN.
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