MI NIETA DE 9 AÑOS PASO A HACER MI AMANTE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Lo que voy a contar, al principio me atacaba mucho el sentido de culpa, pero después de leer varios relatos similares a lo que me ocurrió ciento que lo que hice no es tan malo o así lo quiero pensar. Soy un hombre de 51 años y vivo solo con mi esposa quien tiene 49, mi vida sexual siempre fue muy activa de echo tuve en ocasiones y a escondidas por supuesto relaciones bisexuales, sexo con hombres y esas cosas. Eso hiso que lo que ocurrió con mi nieta me pareciera algo normal.
Todo comenzó una tarde que mi hija fue a nuestra casa a pedirnos que necesitaba que cuidáramos a Claudia (mi nieta) esa noche ya que ella asistiría a una fiesta con sus compañeros de la escuela, mi esposa feliz le dijo claro déjala esa princesa alegra nuestras vidas, casi toda la tarde mi esposa y mi nieta se la pasaron jugando y hablando, fue hasta las 9pm que tuve la oportunidad de sentarme a platicar con la niña. Ese día traía puesto un chol muy corto y apretado, el que permitía ver cómo le partía en dos su vaginita aquella imagen quedo en mi mente y no podía dejar de pensar en conseguir la manera de tocársela, le ofrecí jugo y dulces con la intención que se fuera con migo a solas a la cocina, la subí a la mesa y puse el plato con el dulce en sus piernas así pude tocar su rajita fue increíble lo máximo, ella sin sospechar sonrió y comenzó a comer como desesperada dejando caer migajas en su pecho, la franela rosada y ajustada que traía puesta permitía ver los botoncitos que estaban saliéndole y que mostraban claramente el pezón. Disimulando que le estaba limpiando frote sus téticas y hasta las apreté simulando limpiarlas del dulce, el apretón que di en sus pezones hicieron que Claudia se erizara y pude ver como su blusa creció en esa zona por la erección que le produjo. Ambos sonreímos y sin decir una sola palabra entendimos que disfrutamos lo que estaba pasando.
En ese momento aproveche que mi esposa preparaba la habitación donde dormiría la niña para adelantar lo más que pudiera, mientras ella comía su dulce y bebía su refresco yo acariciaba sus piernitas de arriba abajo tocar su rajita cada vez que subía mi otra mano acariciaba sus pechitos y de vez en cuando los pellizcaba, estábamos en un éxtasis ya mi palo comenzaba a pararse y a notar su dureza mientras lo frotaba en sus piernas, el escenario estaba listo ya no había secretos lo que me animo a meter mi mano ensalivada por dentro de su blusa apretando sus pezones lo que Asia que la niña cerrara sus ojitos mientras mordía sus labios y aguantaba algún quejido, quejido que no pudo aguantar cuando de la misma forma metí mi mano entre sus piernas y entre su chol tocando con delicadeza su clítoris, su cuerpo temblaba y su respiración se agitaba cada vez más, en ese momento escuchamos la voz de mi mujer que venía a buscar a la niña para acostarla, alcance a darle un beso en los labios y decirle; no te duermas ahora voy a tu cuarto para terminar lo que comenzamos.
Estuve hasta las 11pm esperando que mi esposa se durmiera y cuando lo hiso fui hasta la habitación de la niña, ella estaba dormida pero tan solo la toque se despertó supe que me había estado esperando, tenía puesta su bata de dormir, la que fui quitando poco a poco dejando al desnudo ese cuerpecito delgado y limpiecito, puro, angelical. Todavía sus pantaletas estaban húmedas por sus fluidos, se las quite y me subí a la cama me quite el interior y comencé a chupar y a mordisquear sus téticas ella se retorcía y gemía estaba como desesperada como pidiendo que bajara a su vaginita sus manitas empujaban mi cabeza mientras que las mías recorrían su cuerpo, hasta que con mis manos en sus téticas y mi boca a su clítoris comencé a darle tremenda mamada tuve que tapar su boca porque sus gemidos se convertían en pequeños gritos de placer y su cuerpo sin control se levantaba como queriendo que me comiera su cuquita fue cuando sentí que mi cara se mojó totalmente cuando acabo y boto todos sus fluidos tubo el mejor de los orgasmos lo que hiso que me levantara y me masturbara en su estómago la bañe completita de leche y ella con su manita la agarraba y se la llevaba a la boca.
Que damos un rato acostados mientras nos besábamos en la boca hasta que repetimos y volví a mamarle esa vaginita tan deliciosa, luego la limpie con un paño húmedo y la vestí, me limpie me puse mi interior y me acosté. Al día siguiente la cara de alegría que tenía la niña no la podía esconder, al punto que tuve que irme para que nadie sospechara.
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