Mi Nieta de 9 Años Paso a Hacer mi Amante II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Estoy completamente seguro que esa fue la relación sexual más lujuriosa que jamás he tenido, como les dije, ese siguiente día me fui a caminar para que nadie sospechara, ya que de solo ver la cara de la niña entraríamos en evidencia. Regrese como a las 3pm y mi hija me dice, papa gracias a dios que llegaste mi mama y yo vamos a salir de compras pero Claudia no quiere ir, tu sabes cómo es ella para caminar, más cuando las compras no son para ellas. Se puede quedar con tigo o tú vas a salir de nuevo?, Yo le dije, para nada vallan si quieren llévense el carro. y me contesto no vamos al centro y tú sabes que con el tráfico no se puede andar en carro.
Salí hasta la puerta para asegurarme que se subieran a la buseta, cuando lo hicieron entre y cerré la puerta, fui hasta mi habitación donde estaba la niña jugando en la computadora y me pare detrás de ella. Puse mis manos en sus téticas y comencé a frotarlas por sobre la blusa que tenis puesta. Era una blusita con tiritas de una tela muy suave de algodón, que se levantaba al pasar por esos botoncitos, la niña echo su cabeza hacia tras y le di un muy apasionado beso en la boca, luego moje mis dedos y metí mis manos por debajo de blusa tocando directamente sus téticas ya erectas para ese momento. Sobaba y pellizcaba sus pechitos mientras chupaba su lengua y sus labios en un interminable beso, su cuerpo se retorcía y su respiración se agitaba y más cuando metí mi mano derecha por debajo de la falda que traía puesta, una faldita de tachones mucho más arriba de la rodilla que le cubría menos de media pierna. Fue fácil levantar ese pedacito de tela y ver esas pantaletas de dibujitos muy infantil pero a la vez muy mojada por los jugos vaginales que emanaban de su rajita excitada, con mi dedo medio comencé a masajear en círculos su clítoris lo que hacía que mi nieta se estremeciera y erizara su cuerpecito de niña.
La excitación y el deseo de seguir avanzando hiso que Claudia subiera su pierna derecha al posa manos de la silla facilitándome las cosas para seguir con mi sádicas carisias, con mis dedos índice y anular pude abrir los labios húmedos de la vaginita de mi nietica para que mi dedo medio jugueteara con su clítoris e intentara entrar en ese cavidad vaginal hasta ese momento virgen. La cantidad de lubricante vaginal que emanaba de su sexo permitía que mi dedo entrara y saliera sin problema alguno mientras mi mano izquierda seguía manoseando sus téticas erectas y mi boca dándole el más apasionado y perverso beso de amos. Yo estaba en éxtasis total y ella ni se diga. Su excitación era tanta que subió la otra pierna al otro posa manos quedando totalmente abierta y expuesta a mis más salvaje intervención, esa posición me ínsito a cambiar la posición me arrodille frente a ella y agarre sus pantaletas y con solo mirarla a los ojos ella entendió mis morbosas intensiones, junto sus piernas y alzo sus nalgas para que yo pudiese quitar sin problema lo que hasta ahora había sido el único obstáculo, para que la manejara a mis anchas.
Volvió a subir ambas piernas a los posa manos, quedando indefensa a cualquier de mis envestida, me incline hacia ella le bese, mame y mordisquee suavemente sus téticas baje besando su estómago hasta llegar a su cuquita. fue un verdadero espectáculo ver cuando lo áspero de mi lengua roso su húmedo y excitado clítoris, inclino su cuerpo hacia atrás echando sus caderas hacia delante, cerrando sus ojitos y mordiendo su labio inferior susurraba pequeños gemidos de placer, placer que aumento, cuando con el dedo medio de mi mano derecha bien ensalivado intentaba penetrar su culito mientras que mi mano izquierda masajeaba y apretaba sus téticas erectas, un sabor ácido y una sensación de líquido algo viscoso sumado a una respiración bastante agitada y algunos pequeños gritos en forma de quejidos, me hicieron saber que Claudia, mi nieta estaba experimentando el mejor de los orgasmos, un orgasmo múltiple tomando en cuenta la duración de los espasmos y el torrente de los fluidos. Pero lo que al final me termino de despertar el morbo y la lujuria, fue cuando intente sacar mi dedo de su estrecho ano, y la niña soltó un grito diciéndome. Noooo! No por favor ya va, agarrando mi mano para evitar que la sacara. Eso me llevo a darle el toque final a ese acto sexual.
Me levante la cargue y la lleve a la cama, la pare allí y comencé a quitarle la blusa ella como toda una experta levanto sus brazos y yo comencé a subir su blusa, justo cuando la llevaba por su cara le di una mamada a sus téticas erectas lo que hiso que me excitara aún más, desabroche su falda y la deje caer a sus pies, que cosa más linda ver a esa niña con ese cuerpito angelical completamente desnuda, me quite el pantalón y el interior me subí a la cama y la puse a cuatro patas, me coloque detrás de ella y con ambas manos abrí sus nalgas y le di el beso negro más excitante que jamás he dado, sus gemidos no se dejaron esperar ni sus movimientos coitales, mi lengua viajaba desde su clítoris hasta su culito provocándole repetidos e intensos escalofríos. Ni ella ni yo aguantábamos más tanta expectativas ambos queríamos terminar insertos de una vez por todas, tome mi palo con mi mano derecha y comencé a frotarlo por su vulva, la niña bajaba su estómago y levantaba sus nalgas abriendo más su vaginita que choreaba jugos, puse la cabeza de mi gran guevo en su rajita y comencé a dar pequeños empujones tratando de penetrarla todo en el marco de la posibilidad que pudiese entrar, mi corazón salto cuando sentí que la cabeza de mi palo invadió la cavidad vaginal de la niña y al mismo tiempo sentí como un anillo que lo estrangulaba e impedía su camino, seguido escuche un pequeño quejido que se confundía con un gemido, aguante la penetración para ver la reacción de mi nieta pero el miedo hiso que frenara toda la intención que tenia de desvirgarla.
Pensé en buscar una mejor posición y me acosté boca arriba con mi palo bien parado y completamente lubricado con una crema de manos de mi esposa, la invite a que se lo metiera ella misma. La niña muy obediente abrió sus piernas por fuera de mi cuerpo y se agacho, con su manita derecha agarro mi palo súper erecto y lo llevo a su rajita, lentamente y con su mano izquierda apoyada en mi pierna, subía y bajaba tratando de darle asilo a ese enorme miembro que estaba a punto de dar fin a su virginidad. Poco a poco sentía que la presión de aquel anillo cada vez recorría más centímetros de mi pene. La excitación era demasiada pero quise aumentarla, así que moje mi dedo medio con saliva, me incline y lo metí lentamente en su culito lo que hiso que Claudia se estremeciera y aumentara sus movimientos de sube y baja, esos movimientos cada vez eran más largos lo que claramente decía que le estaba entrando más carne en cada bajada. Hasta que hubo un momento en el que sus dos manos estaban en mi estómago y sus movimientos dependían de sus piernas las que al compás de mi dedo entrando en su culito llevaban un mismo ritmo. Ya no había espacio entre mi pelvis y sus nalga síntoma que decía que se lo había tragado todo, ya no era la niña virgen que todos conocíamos se había convertido en la amante de su abuelo. Mi mano izquierda quiso participar en la desviación de la nena y comencé a frotar su clítoris para ponerle más pación a la situación, acto que se realizó con éxito, porque en segundos, Claudia acelero los movimientos de sus piernas, su respiración aumento el ritmo y sus gemidos se convirtieron en gritos de placer que hacían de la habitación un escenario de lujuria y perversión. Estaba teniendo otro gran y múltiple orgasmo estaba acabando y de que manera.
Esos gritos y esa actitud me hicieron acabar de tal manera que los chorros de leche se podían sentir chocando en su interior. Terminamos juntos en un abraso tan fuerte que literalmente nos convertimos en una sola persona, estuvimos así por 10 minutos hasta que la razón nos volvió y decidimos levantarnos e incorporarnos. Ella se levantó y fue sacando lentamente aquel pedazo de carne que le había robado su virginidad y su niñez, al sacarlo pudimos ver como de su vagina ya no virgen salía una mezcla de semen, jugos vaginales y algo de sangre, producto de su desvirgada. Me miro con algo de temor y yo le dije, tranquila esto es el la muestra de que te has convertido en toda una mujer, “Mi Mujer”. Nos duchamos, nos vestimos ella volvió a jugar en la computadora y yo a la sala a ver televisor, casi una hora después llegaron mi esposa y mi hija quienes sin saber lo ocurrido felicitaron a la niña por su comportamiento y la premiaron con un regalo “una colonia para niñas junto a unas colitas para el cabello”. A partir de ese día somos amantes y nos tienen la suficiente confianza como para dejarnos solos cada vez que mi esposa y mi hija quieren salir a comprar. Lo que aprovechamos para tener nuestros más perversos encuentros.
Lindo abuelo