Mi nietita, se convirtió en mi amante – parte I
Esta en cuarto grado, su padre falleció hace ya un año. Su madre trabaja todo el día, yo jubilado tengo tiempo de sobra y eso fue el inicio de esta relación, el ayudar a mi hija para que trabaje.
Jeorgina se llama mi nietita, como dije anteriormente, va a cuarto grado. Es una hermosa morenita de piel café claro, pelo enruladito hasta los hombros, labios carnosos, y su cuerpecito esta bien armadito, las piernas rellenitas terminan en dos glúteos gorditos, pero no exageradamente gordos, su boca ancha, de fácil sonrisa y su forma de ser, es simpática, cariñosa, demuestra siempre afecto con abrazos y besos. En fin, es una monada de niña.
Esa noche llega mi hija a casa con la novedad de que había conseguido por fin el puesto que tanto ansiaba en el Municipio, como secretaria de actas. Les comento que mi hija está por demás buena, tiene un culo apoteótico y sus pechos incentivan a cualquier desmadre. En otra ocasión les contaré cuando la desvirgué a sus 10 años. Pero eso es parte de otro relato. La contra era que no podía cuidar a Jeorgina por el horario y tampoco tiene por ahora dinero suficiente para poner un ama de llaves o una persona que la ayude en su casa. En definitiva me ofrecí a cuidar a mi nieta sin problema alguno ya que yo también estoy solo, soy viudo hace cinco años. De echo yo disfruto mucho compartiendo con la nena mi tiempo.
Es así que ese domingo por la noche viene Betiana con su hija, una pequeña mochila donde traía su pijama y ropita interior para cambiarse luego de bañarla, así iba al colegio bien limpita y perfumada. La nena estaba más que feliz de venir a dormir a casa del abuelo, es que yo siempre la consentí en todo, y eso hacía que la niña me tuviera gran cariño y nada de desconfianza. Conmigo se sentía amparada y segura. Cenamos los tres, luego Betiana y Jeorgina lavaron los platos, y luego su madre se fue no sin antes dejarme miles de recomendaciones, la principal, no malcríes más de lo que está a mi hija. JAJAJA, pobrecita.
Ni bien la madre arrancó el coche y se fue, la niña viene corriendo y se me sube a upa, en brazos, enroscando sus piernitas alrededor de mi cintura, y echándome los brazos al cuello me da un sonoro beso en la mejilla. Nos fuimos al living a ver televisión y ella seguía sentada encima mío, yo estaba vestido con el pantalón pijama y una remera, ella tenía puesto unas calcitas cortas de lycra que apenas contenía su hermoso culito, y también me di cuenta que tiene unos gorditos labios vaginales, que por culpa de la tela se marcaba bien su hendidura. Jeorgina no se quedaba quieta, se movía de aquí para allá, tanto frote y roce se me empezó a poner dura la verga. Y la niña lo sintió en sus partes bajas, ya que al estar sentada en mi falda a piernas abiertas, mi palo se incrustó sobre su panocha, primero se quedó quietita, luego muy despacito inició un meneo de cadera y cintura con el fin de recorrer con su conchita todo el tronco de mi verga, eso más me excitó, y más creció mi rabo. El que por cierto no es nada despreciable en tamaño, son 20cms x 6cms de lomo, es robusta como dijo una amiga una vez cuando la tenía totalmente empernada por el culo, se quejaba mucho de dolor por que decía que es muy robusta.
La abracé junto a mi pecho y le comencé a besar el cuellito, las orejas, le dí un par de piquitos en la boca, en los ojitos, y ella se dejaba hacer, estaba ya bastante excitada la niña. Y yo también. Entonces se me ocurrió un juego posible que llevaría a los dos a otro nivel en lo sexual. Le ofrecí si quería helado, a lo cual por supuesto dijo que sí. La baje de encima mío, yo con la verga muy dura y parada hacia el frente, cuando me levanté Jeorgina vió el carpón que tenía entre las piernas y le brillaron los ojitos, no le sacó la mirada al bulto. Volví de la cocina con el tarro de helado y dos cucharas, ella se acomodó otra vez encima de mi verga, sentada a pierna abierta permitiendo que mi palo quede entre sus glúteos y la punta cerquita de su conchita. Tomé una cuchara y le comencé a dar helado en la boquita, que hermosos labios, y como me excitaba ver como chupaba la cuchara formando un redondel con sus carnosos labios. Ella feliz, ignorando en profundidad lo que estaba pasando, para ella era un juego. Haciéndome el tonto le volqué helado justo encima de su vaginita, ella se quiso limpiar, pero se lo impedí diciéndole que yo se lo limpiaba y no quería desperdiciar el helado. La senté en el sillón a piernas abiertas, y me arrodillé frente a ella, y sin pedir permiso ataqué su conchita con mi lengua para limpiarle el helado. ella solo sonreía y decía palabras tontas, yo dale lengua que te dale. Luego de unos cinco minutos de chuparle la conchita por arriba de la ropa levanto los ojos y Jeorgina estaba suspirando fuerte, con los ojitos cerrados y la frente transpirada.
Suspendí la mamada y me senté a su lado, volví a darle helado, ella seguía comiendo y sonriendo, pasado unos minutos yo seguía con la verga totalmente erecta, aproveché y volqué bastante helado sobre la punta de mi chota, sobre el pijama. Ella al verlo dice, dejá abuelo, yo te lo limpio, no podemos desperdiciar el helado, y sin más se arrodilló entre mis piernas y tomando mi pija por sobre la tela del pantalón, se la metió a la boca y comenzó a chupar el helado con esos hermosos y carnosos labios. De pronto por la bragueta del pantalón asomó la verga en todo su esplendor, la niña medio se asustó, pero como yo no dije nada, directamente atacó la tripa a boca abierta y chupaba cada vez con más ganas, la verdad es que parecía haber aprendido a mamar, casi diría que no era la primer verga que mamaba, la chupaba exquisitamente, sin dientes, pura lengua y labios. Como si nada se metía media pija en la boca. Genial mamada me estaba dando mi nieta, aprovechando la situación, la acosté atravesada en el sillón, con lo que quedó su culito y conchita a mi merced para iniciar un buen «69». Y sin preguntar nada, directamente le bajé la calza de lycra descubriendo así ese hermoso culito y una gordita conchita custodiada por dos gordos labios ya todos brillosos por sus fluidos. Con dos dedos abrí sus gorditos labios y descubrí su pequeño clítoris ya durito, enervado por la excitación, abrí un poquito más la cuevita y allí al medio vislumbré su himen, todavía era virgen. Lengua arriba y abajo, adentro y afuera, mientras con saliva fui humedeciendo el agujerito del culo, se veía muy chiquito y estrecho, había que trabajar finito y con paciencia si queríamos obtener placer para ambos. Ella seguía arremetiendo con furor contra mi tronco, yo logré meter la primer falange de mi pulgar dentro de su agujerito trasero sin que ella se quejara, es más, al entrar el dedo ella se metió más verga todavía a la boca. Mi nieta era toda una meretriz a su corta edad. La duda era si me permitiría adueñarme del virgo de su conchita o de su culito. Y decidí que iría primero por su culito, por si acaso saltaba la liebre. Pero necesitaba lubricante, así es que interrumpimos la sesión, y me fui a la pieza a traer gel lubricante, para cuando volví mi nieta estaba acostada boca abajo, con su culito en pompa. Que hermosura de pibita. me saqué el pantalón para mayor comodidad, ella ni siquiera miró para atrás, me arrodillé detrás de ella y tomándola de las caderas la hice poner de perrita, unté su ano con bastante gel, también mi verga, con mucho gel, y metí el dedo mayor despacito hasta el fondo, ella se quejó un poquito, fue más un suspiro, con la otra mano acariciaba su conchita, le metía los dedos despacito masajeando su clítoris, la piba estaba muy excitada, su conchita resumía jugos por las piernas, suspiraba fuerte, muy despacito encaré con el segundo dedo hacia su ojetito, costó un poco pero comenzó a entrar, finalmente con paciencia lo logré, ya tenía dos dedos hasta el fondo en el agujerito del culo, supuse que tres dedos sería mucho, en lugar de eso, volví a poner mucho gel en su esfínter, en la cabeza de mi picha y abriendo sus cantos con una mano, dirigí con la otra mi barra de carne con destino final el culito de mi nieta, la cabeza casi entró al primer intento, Jeorgina al sentirla entrar medio corcoveó y se quiso esapar, no la solté y empujé un poquito más, lentamente el glande desapareció por su agujerito trasero, lo siguieron de a uno los centímetros de verga, hasta que finalmente toda la tripa estaba dentro de su apretado y aterciopelado túnel. Muy estrecho por cierto, la verga estaba toda comprimida, casi n podía moverla, pero la paciencia pudo más, y de a poquito inicié un pequeño vaivén, logrando de a poquito correr unos centímetros de tripa por su canal, ella no decía nada, solo gemía y suspiraba, de repente con un gritito y un llanto se despachó con un orgasmo que llenó de jugos mi mano izquierda, chorreando fluidos casi se desmaya, y aprovechando el momento del clímax, la comencé a serruchar más fuerte, ya de pronto se la sacaba casi toda y se la metía hasta que mis testículos pegaban en sus nalgas, pero al estar tan apretado su culo me costaba acabar, por lo tanto cuando estuve ya casi a tiro de largarle mi semen, se la saqué de golpe, la di vuelta y le clavé la verga en la boca con la orden de que chupara y tragara todo, y así lo hizo y en dos minutos me sacaba chorros de semen, se los tragó todos, y sin protestar. Luego de un rato ya cuando mi pija se ablandó, ella me la devolvió, limpita. Sonriendo la pendejita me mira directo a los ojos y me pregunta si me gustó, yo le contesté que sí y a Ella? Me encantó, es que vos abuelo tienes la verga más gruesa que la del tío Antonio, yo siempre se la chupo, pero el nunca me metió su pito en el culito. Me gusta más la tuya. Y así pasamos la primer noche de abuelo cuidador y nieta cuidada. Obvio que esto no terminó esa noche, fue solo el principio de lo que hoy es un romance entre mi nieta y yo, tenemos sexo cinco días a la semana. En el próximo relato les contaré cuando me regaló su virginidad. Fue toda una fiesta.
Riquísimo, ojalá subas más
Me encantó tú relato, es muy excitante, espero la segunda parte
Super morboso. Delicioso. Quedo a la espera de más.
Muy bueno espero los otros relatos con tu nietecita
Saludos
Que rico relato, esperamos más.
Muy rico tu relato, fascinante
Excelente relato me gusta me éxito mucho espero la segunda parte
Buen relato, con mucha inventiva pedazo de verga y casi no dolió…
Excelente relato se me paro la pija
Muy bueno tengo la tripa durísima
Quiero un abuelo así