Mi niña
Saray es una niña dulce y tierna, nunca pensé que desde pequeña pensara en sexo.
Mi esposa falleció hace 4 años, desde que quede viudo no tuve sexo, ni vi otra mujer como a ella, nuestra hija quedó pequeña cuando ella falleció, un accidente en tren nos la quito.
Mi pequeña saray quedó a mi cuidado, le bañaba. Le alimentaba, le dormía, cosas de padre nada malo, nunca la vi con otros ojos, hasta esa tarde de lluvia.
Mi hermano Héctor es un hombre alto, corpulento y muy atractivo para hombres y mujeres, nunca le conocí novia, bueno en la adolencia varias niñas decían ser sus novias pero nunca pensé fuer real, que niña de 6 y 8 años piensa en esas cosas, lo mas juegan con barbies o casita.
Pero estas niñas la casita de mamá y papá fue real, recuerdo que una vez salí del colegio temprano, en casa no había nadie (creí), mis padres trabajan en oficinas y mi hermano estaría en clases, cuando llegue a casa la llave estaba puesta y el candado igual, ni mis padres ni hermano estaban, abrí y entre a casa, creo que tenia 13 años mi hermano 16 años, cuando entre no vi nada anormal, mi habitación está en la segunda planta, la de mi hermano al frente y la de mis padres al fondo, nos separa un pasillo, y una mesa fina de Italia en vidrio, al pasar cerca de su habitación escuche un gemido, pensé era una gatito fue muy suave, luego un ahhhh muy fuerte, me asusté pensé asustaban en casa, acerquen mi oreja y el gemido fue mas fuerte.
– Que rico siento Héctor, me gusta.
Mi hermano estaba en casa, y esa voz me sonaba familiar.
– estas sabrosa, me encanta tu vaginita.
Me quede asombrado, Héctor estaba chupando una vagina, pero esa voz no me venía en mente de quien era, no creo una chica hable tan fino.
Abrí suave la puerta con cuidado no me escucharan, y vi a hector boca abajo, una piernitas abiertas en su totalidad y ese sonido de que disfrutaba chupar una vagina.
– heeeecctor… Awwwww…. Que rico…. Me gus… Ta
– A mi el doble jimenita, tienes una vagina dulce y deliciosa, ya quiero ser tu hombre.
Jimenita… Es una niña pensé, tiene 8 años es una niña rubia de ojos grises, como es posible, como se la trajo a casa, pero que es todo esto.
Mientras mi mente viajaba ybtbeia mil preguntas, mi hermano creo buscaba meterlo, por que un grito me llevó a mirar otra vez.
– jime no grites, tu querías ser mi novia y esto hacen las novias o quieres me busque otra.
– noooo – decía llorando la niña – solo yo debo serlo.
– entonces?
– me duele, es muy grande hector.
– me voy entonces.
Mi hermano se levantó de la cama y vi tu pene, lleno de precum y su pellejo estaba abajo, rojo como el solo, parecía iba a explotar de lo rojo.
– Héctor no… No te vayas… Mira ya de me quito.
Jimena se daba golpecitos en la vagina, tan duro que se veía roja y húmeda.
– ven hector, quiero ser tu novia por favor – hacia pucheros la pequeña.
Héctor se acostó y se la metio de a poco, Jimena gemia de dolor, mi hermano se hacía delante y atrás y así sucesivamente.
– que rico… Jimenita… Ahhhhh… Te gusta…
– me duele… Awww.. Awwwww
– ya sos mía, te gusta mi amor, eres mi novia y mujer… Rica panocha
– ahhhhh – la pequeña se safa de mi hermano y se toca la panocha, ve la verga de mi hermano y sus huevos colgando, son como los míos, pero más grandes.
– ven putita mia.
Héctor la alza y ella abre sus piernas, las cobijas y almohadas caen al suelo y en el espaldar de madera, se vuelve a meter, Jimena grita y sus dedoz de los pies se contraen, las nalgas de Héctor se mueven al vaivén.
Por un momento creí la cama se caería o pasaría al otro lado, ya Jimena gemia y pedía mas.
– rico mmmmm que rico mmmmm, mas hector, me gusta mucho
– sabía te gustaría, no tanto mi putita.
– lo haremos… Siempre.. Heccc… Héctor
Héctor se detiene y la carga, se hace para atrás y se deja caer contra la cama, Jimena pego un grito y luego disfruto lo duro que mi hermano le daba.
El sonido de plaf plaf plaf resonaba en la habitación. Los huevos de hector volaban a cada metida, y golpeaban esa vagina, verla entrar y salir me tenía con precum.
– Jimena desde hoy esta vagina es mía, me escapare del cole para cogerte toda.
– awwwww awwwww ahhhhh ahhhhh ahhhhhhh
– iré a tu escuela y te esperare en el baño para hacerte mía.
Jimena estaba ida, parecía un muñeco, y luego pego un grito que creí escucharán los vecinos.
Mi hermano sacó su pene y un montón de orina salió de esa vagina, cerraba sus piernas y el pene de mi hermano brillaba y duro como el solo.
– ahhhhh ahhhhh que rico sentí hector.
Héctor levantó a la niña y chupo su vagina, ella reía, por un momento reía, Héctor la puso de 4 y le dio fuerte, parecía jime pasaría de lado a lado de la cáma, sus gemidos eran fuertes, se abría más y más a hector, Héctor cerraba sus ojos y atrajo a jime más a él, y abrió su boca en o, y gimió fuerte y le pegaba con su pelvis la vagina de Jimena ella llorabs de placer y supe hector se regó dentro.
Desde esa ves supe mi hermano cobia con niñas, siempre tenía una distinta cuando me escapaba de clases, todas disfrutaban de su verga una y otra pedía más. Otras repetían, mi hija fue una de ellas, pero eso es otra historia, la más puta de todas es abigail, esa niña no tenia llenadera.
Wuuuuauuu que delicia de relato amigo enserio que rico y excitante, así empieza tu hermano a coger con nenas, uyyyyy viene lo mejor, tu nena, ojalá tu también te la cogas, saludos 😁 😁 😁
SUPER VERDAD UFF COMO ME GUSTA ESTASA COSAS E HISTORIA DEBERAS
Muy,buenas
Divino relato, voy por la serie completa
SALUDOS SIGUE ASI AMIGO SENSACIONAL
Que buenos recuerdos de la niñez el incesto está presente en donde uno no se lo imagina