Mi niña pequeña 2

Son ficticios nada real.
Mi hermano Héctor creo que rompió muchos virgos, cada que volvía a casa los  gemidos de las pequeñas fueron siempre sonoros, me escondía cuando terminaban, salían desnudos por toda la casa, veían televisión, comían algo y en la mesa le recetaba a sus vaginas, ella se abrían para el o se les insinuaban corrían y fingían resbalar para, todo para que mi hermano les chupara Us vaginas o sus tetitas, el subía sobre ellas y les daba su placer, has ta correrse en ellas.

Siempre terminan sudados, sus peinados de escuela se desacomodaban, y sus caritas rojas de placer, pero una de ellas era una gran zorra.

Abigail era muy caliente, tenía 7 años, era increíble verla sentarse sobre mi hermano, se daba sentonces, mi hermano se estiraba en el sofa y unas colegas se movían arriba y abajo, esa niña terminaba y tomaba agua y volvían a la acción, mi hermano disfrutaba de ella, era increíble, ahora que recuerdo ni mi esposa era tan caliente, cuando mi hermano casi se venía, ella se la sacaba y le ponía la panocha en la cara, se movía siempre una y otra vez, se tocaba sus tetitas y su vaginita, chupaba a mi hermano de pies a cabeza.

– Abigail te amo, zorrita caliente, quien te enseño a cojer tanto.

– mi papi y mis  hermanos, siempre me mandan llenita a la escuela.

– Puta golosa

– si soy bien putita, me gusta la verga, mas la tuya mi amor

– eres bien perra.

Ella se sienta y goza como nunca, hasta que mi hermano la llena, ella se moja toda y grita, mi hermano la acomoda en el sofá y en 4 le da fuerte, se la saca y mete en el ano y la vuelve a llenar, ella desmayada se la lleva al cuarto, llama a su padre y algo le dice, y ese día la niña se quedó en mi casa a dormir e imaginarán las cogidas que hubo.