Mi niño es ahora mi hombre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
A el lo llamaré Rodrigo, es hijo de un primo hermano, quien vivía en el mismo condominio que nosotros (mi esposo y
yo).
A Rodrigo le gustaba llegar mucho a mi casa y yo veía que el niño le gustaba estar conmigo, le gustaba mi compañia, en ocasiones le pedía a su papá quedarse a domir con su tía, o sea yo. Yo me di cuenta de su atracción hacia mi, pero crei que como en otros casos, eso era normal que los niños tengan un amor platónica de una persona mayor, aveces con la maestra o bien con la tía.
Una noche, teniendo 10 años Rodrigo, se quedó dormido abrazado de mi pantorrilla en la cama, mi esposo me dijo que lo dejara alli y nos dormimos. Normalmente yo me quedó con una playera grande y floja para dormir, y me pongo un diminuto bikini. Yo tengo tez blanca, tengo senos grandes con pezones rosados, mis ojos son verdes claros, mi cabello es castaño claro o sea soy guerita, tengo unas nalgas no muy grandes pero bonitas, pero he sido un poco introvertida en mi vida, de hecho es la primera vez que escribo en un sitio.
Esa noche como iba diciendo, estaba completamente dormida y sentí que me tocaban el sexo sobre mi braguita, al principio pensé que era un sueño, luego pensé que era mi esposo, era unos dedos que me acariciaban mi coñito, luego se metieron debajo de mi braguita y me acariciaron mi sexo directamente, me empecé a poner cachonda y no se como me acordé que mi sobrinito Rodrigo estaba en la cama con nosotros, abrí los ojos y a pesar de la penumbra, vi su pequeña mano y dedos en mi cuquita, yo me mojé solo de verlo y sentir sus tiernos dedos. Con delicadeza se los retiré de mi coñito y pensé que estaba soñando y que había sido una casualidad esa experiencia, más tarde me di cuenta que no era asi.
El pequeño Rodrigo, se escondía debajo de la cama cuando yo estaba en la ducha bañándome, asi esperaba que me cambiara, pero yo lo descubría y lo sacaba de mi recamara. La atracción hacia mi yo la tomaba como normal, pero en una ocasión mi esposo y yo entramos a nuestra recamara, estábamos de aniversario de bodas, nos pusimos cachondos y sobre la cama empezamos a besarnos y a quitarnos la ropa el uno al otro, luego hicimos un 69 sobre la cama, llegamos a un orgasmo cada uno en esa posición, luego me fui montando sobre la verga de mi esposo y clavándomela me puse a cabalgarlo, loso dos dábamos gemidos de placer, y estaba yo por llegar a un nuevo orgasmo, cuando oí ruidos debajo de la cama, -no puede ser!- me dije y me detuve, le dije a mi marido que el pequeño Rodrigo estaba debajo y nos pusimos ropa, nos quedamos a medio palo, yo me fui al sanitario y mi esposo fue el encargado de descubrir al pequeño Rodrigo y de hablarle, ya no pregunté que le dijo, yo solo sentía vergüenza de todo lo sucedido y que nos oyera tener sexo, pero debo decir que me excitó saber que nos espiaban mientras tenía sexo.
Debo indicar, talvez se me olvido, que el pequeño Rodrigo era mi "niño", es decir que yo era su tía favorita y el era mi sobrino preferido, el chico tenía rasgos muy varoniles y se notaba que iba a ser un muchacho muy simpático. Casi siempre andaba conmigo en compras o haciendome compañía, mi esposo y yo no tenemos hijos, porque no he podido quedar preñada, hemos tenido ese problema, pero mi esposo es una religión que no acepta tratamientos para concebir, porque dice que eso es pecado, asi que no hemos ido con un médico para saber si es problema mio o de él. Asi que Rodrigo era como mi hijo.
A los doce años, Rodrigo me pidió que quería que nos bañáramos juntos, asi que nos metimos a la ducha, solo que yo me dejé la ropa interior, el chico estaba emocionadisimo, me miraba toda, yo no conté con que el agua haría que se pegara la ropa interior y mis pezones se dibujaban en mi sostén y lo que es más mi parche de pelos también lo hacia en mi pantaleta, vi como el pene de Rodrigo se iba poniendo grande ante mi vista, el chico se estaba excitando, pero tuve que seguir adelante y le dije que nos pusieramos jabon, el insistió que cada uno enjabonara al otro.
El chico empezó primero, me enjabonó sin problema al inicio, evitando mis partes íntimas, me di la vuelta y el chico pasaba sus manos sobre mis nalgas, su respiración fue subiendo, se estaba excitando, en eso su pequeña mano ingresó en mi bikini mojado por detras, sentí su pequeño dedo seguir la dirección de mi rayita hacia abajo, su dedo llegó a mi ano y alli lo pasó varias veces, el chico estaba experimentando, luego siguió bajando su dedo y tocó mi vulva, debió sentir primero mi pelambre y luego sus dedos tocaron mis labios vaginales mayores. En ese momento regresé a la realidad y detuve a Rodrigo, quien bajó la mirada cuando lo reprendí. Cuando me dispuse a enjabonarlo ahora yo, le ví que su pene estaba bien erecto, era pequeño y delgado, cuando le pasé la mano y el jabón sobre su pene, el chico emitió lo que más pareció aun gemido de placer. Asi dejamos la ducha.
Debo indicar que mi matrimonio se empezó a deteriorar debido a que no teníamos hijos, mi esposo en ocasiones me recriminaba y yo le gritaba que debíamos buscar ayuda médica, pero él siempre se negó. Y para colmo de males, nos tuvimos que mudar por cuestiones de trabajo de mi esposo. Vi la cara de tristeza de Rodrigo y yo también estaba muy triste por él. Y nos fuimos a ocho horas de alli, o sea que la probabilidad de vernos frecuente era minuscula. Y asi fue, solo veía a la familia de Rodrigo, una vez al año y en ocasiones ninguna durante los 6 años siguientes, que también fueron determinantes en mi relación con mi esposo. Pues decidimos separarnos, yo me fui a vivir con unos familiares mientras se decidía lo de nuestra relación, si continuábamos o no.
Entré en una depresión total. Para las vacaciones del 2012, mi primo me invitó a ir a unas playas turísticas fuera del país, al principio no quería, pero él me convenció. Cuando llegué al aeropuerto me encontré con mi primo y su familia, atras de todos estaba Rodrigo, casi no lo reconocí, estaba hecho un muchacho lindisimo, muy guapo, había sido una impresionante metamorfosis, además se veía que hacía mucho ejercicio, pues su torso, sus brazos y sus piernas bien desarrolladas.
Nos abrazamos y saludamos efusivamente, en el avión y en el transporte terrestre nos fuimos juntos y nos platicábamos de todo lo que había pasado en esos años. El pequeño Rodrigo ya era un hombre de 19 años.
El hotel donde estuvimos tenía su playa privada, y alli estuvimos Rodrigo y yo mientras el resto de la familia conocía el centro de la ciudad, esa vez me puse un bikini de dos piezas, Rodrigo no dejó de verme un solo momento, me llenó de atenciones y se acostó junto a mi en la playa, yo sentía ahora su cuerpo de hombre a mi lado, los recuerdos llenaron mi mente, en eso hubo un momento que nos volteamos y charlamos de lado, sentía su aliento, por supuesto que no estaba enamorada de él, solo sentía el cariño de antes y además que era muy guapo, yo le llevaba 14 años de diferencia.
En eso Rodrigo se empezó a poner nostálgico y recordó los buenos momentos conmigo, me confesó lo de la noche en que jugó con mi sexo y lo de la ducha, yo me puse cachonda recordando eso, fue Rodrigo quien se acercó y me besó los labios, yo no respondí, pero el insistió y con su lengua lamió todo el contorno de mis labios, entonces cedí, nos dimos un beso de lengua increiblemente rico, no me importó estar complicando más mi vida privada.
Rodrigo propuso subir a su habitación, para nuestra mala suerte, el personal del hotel estaba haciendo la limpieza, pero él se inventó algo y sacó a las muchachas de limpieza, entramos y abrazándome nos volvimos a besar, caímos en la cama y comenzamos a dar vueltas sin soltarnos de la boca, Rodrigo ahora con más experiencia, me quitó el sostén y comenzó a mamar mis senos, los chupaba con mucho deseo, puso mis pezones colorados de tanto mamarlos y yo me mojaba de gusto. Luego me besó el estomaga, el vientre y luego bajó a comerse mi cuquita, el chico ahora todo un hombre me dio una comida de raja que me hizo estremecer entre las sabanas y entre gritos y gemidos le regalé un tremendo orgasmo, luego no esperó más y montándose sobre mi me penetró con fuerza, me bombeo duro su ahora buena verga, dábamos vuelta en la cama y en la posición que quedáramos, ya sea él arriba o abajo me pistoneaba su verga en mi raja, tuve otro orgasmo y luego otro, que chico tan bárbaro en la cama se había vuelto Rodrigo, el también se corrió dentro de mi vagina y su pene no mostró señales que perdiera su rigidez.
Luego comenzó a colocarme en otras posiciones, primero hincada en la orilla de la cama, el de pie me penetraba en una variación de la posición perruna, el chico me cogía un rato y luego me besaba y lamía las nalgas, me decía que yo era la mujer que más amaba en su vida, que nunca dejó de pensar en mi, que siempre deseo que el tiempo pasara rapido para volverse hombre y tenerme como me tenía ahora, mientras me lo decía me daba duras embestidas que movían la cama y me sacaban gritos de pasión. En eso me tendió sobre la cama, yo boca abajo y él se montó sobre mis nalgas y poniendo su verga en la entrada de mi ano, me fue penetrando, yo gritaba que se fuera despacio, pero el chico me hundió su carne dura en todo mi culo, no es que fuera mi primera vez por el recto, sino que su fuerza y el tamaño de su pene era más grande que el de mi exesposo. Rodrigo me pistoneo su verga en mi culo y me hizo gritar de gusto, el chico se corrió de nuevo, ahora dentro de mi culo y luego entre gemidos y sudor nos quedamos quietos, el todavía encima de mi, su verga fue perdiendo por fin su rigidez dentro de mi culo y poco a poco sentí como se iba saliendo de mi recto llenó de su semen.
Luego desnudos entre las sabanas, el chico me daba besos a cada momento, me declaró su amor eterno, que desde pequeño se había enamorado de mi y todavía lo estaba, me pidió que fuera su novia, no quería que volviera con mi ex, me dijo que él me haría feliz de ahora en adelante, solo quería un si. Le dije que no estaba segura, pero que podíamos intentarlo a pesar que toda la familia iba a estar en contra de nuestra relación. Todos los días durante esas vacaciones tuvimos sexo, muy rico, el chico se comía mi cuerpo, empezaba con mis pies, metía todos mis deditos en su boca y los chupaba como dulces, luego pasaba su lengua por toda mi piel y me daba tremendas mamada se raja que me dejaban agotada, luego me penetraba en varias posiciones, yo no tenía tantos orgasmos en un relación como los que tuve con Rodrigo, él se corrió en mi boca, en mis senos, en mi recto y en mi raja. Me enamoré de él en esas vacaciones, me trataba como una reina, debo decir que siempre sentí algo interno por él desde chico y él con sus atenciones hizo que eso me exteriorizara.
Dudé un poco si el sería el mismo al regresar de las vacaciones, pero el chico el fin de semana llegaba hasta donde yo vivía, un viaje de ocho horas, por estar una pocas horas conmigo, hacíamos el amor por horas y luego él regresaba.
Fue mi mayúscula sorpresa que luego de casi un año de estar juntos con Rodrigo, mi médico que dijo que estaba embarazada, fue un sentimiento encontrado, pues estaba feliz de saber que yo no era infertil, sino había sido siempre mi ex, y lo otro era esperar un niño de Rodrigo, él se puso feliz de la noticia y me propuso matrimonio ese día. Los padres de él no estuvieron de acuerdo, pero hoy día vivimos juntos y tenemos un crío de cinco meses. Rodrigo me inspiró en escribir esto. FIN
Chau interes cuando vi q el nene ya se hizo grande, tan rico q a sus 12 ya lo imaginaba en una escena porno chupado x la tia