Mi nueva mamá (quinta parte)
Padre e hija llegan a casa despues de su luna de miel.
“Mi nueva mamá” es lo que pensó Lucia cuando vio bajar del auto a su padre y a su hermana justo frente a la casa. Ella llegaba con un pequeño vestido color azul cielo, que le llegaba justo arriba del muslo. Demasiado pequeño, con sandalias muy lindas que llevaban un flor como adorno justo en medio de ellas. “Papá le compró ropa nueva, no hay duda” siguió pensando. Su cabello suelto. Ademas, se notaba feliz. Su padre llegaba con una bermuda gris, abria la cajuela del auto y comenzó a descargar un par de maletas que habian llevado. Daniela se bajo del auto y corrió rumbo a la casa para abrazar a Lucia.
–Hola, hermanita, te extrañé bastante.
–¿Y? ¿Cómo les fue en sus vacaciones?
–Las más bonitas –dijo su papá acercándose a la casa cargando el par de maletas.
–te prometemos que para las siguientes irás con nosotros, hermana –dijo Daniela.
–Dani… –comenzó a decir papá– me gustaria que tambien te tomarás el papel que ya ocupas y le dijeras “hija” a tu hermana.
–Eso sí que no –contraatacó Lucia– suficiente tengo con haber aceptado que te casaste con mi hermana, papá. Suficiente con saber que se besan, y con imaginar que estuvieron teniendo sexo todos los días en estas vacaciones. Yo no podría acostumbrarme a decirle mamá y menos a mi hermana siendo tan pequeña, esto es… es raro
–Lucia por favor, –Alex le dijo haciendo cara de suplica– no te pido que lo hagas fuera de casa, no, no. Solo… solo aqui en casa, entre nosotros. Dejame sentir que tengo ya una esposa…
–No, no, no, papá…
–por favor, hija, amo a tu hermana…
–y eso no me obliga a decirle mamá…
–Solo quiero saber que realmente tengo a mi esposa…
Todos se quedaron en silencio. Lucia miro a su hermana, no decia nada, pero su cara tambien delataba esa suplica. Lo único que Lucia logró hacer en ese momento fue salir de la sala e irse a su cuarto.
Ya en la noche, esa misma noche, justo cuando Lucia salía del baño para alistarse a descansar, comenzó a escuchar gemidos.
–aah…. Aaaghh… aah.
Agudizó el odio. «Sí, es mi hermana» Y no habia duda, Alex y Daniela ya estaban haciendo el amor. Ahora con mayor derecho Daniela dormia con su papá, incluso toda su ropa la había pasado ya a esa habitación. Se escuchaba la cama moverse
–amor… aaah… amor….
Lucia suspiro, rendida. Ya no podía hacer nada al respecto, pero le sorprendia que diario tuvieran sexo cuando su hermana era pequeña y su padre ya mayor. El aguante de ambos era increible, y más le sorprendia que su hermana ya no le doliera la vagina cuando su padre la penetraba. «Se escucha que siempre lo disfruta» pensaba Lucia.
–Te prometo que empezaré a ponerle muchas ganas para formar esta nueva familia que tenemos, papá. –Les dijo Lucia al otro dia durante la cena– pero por favor, respeten tambien mi espacio y no tengan sexo todos los días mientras yo sigo despierta, por favor.
Dani y su padre lo prometieron.
Y así, las cosas se fueron poniendo en su lugar. Durante el pasar de los meses, Lucia comenzaba a enseñarle a su hermana Daniela a cocinar, le opinaba que como esposa debia consentir a su esposo en hacerle de comer cosas deliciosas; comenzaba a enseñarle el aseo de la casa, y cuando tenían charla intima entre las dos, Lucia le daba consejos de cómo comportarse como esposa, de cómo actuar con papá, de como darle cariño sano, mimos, atención, etc., comenzó a enseñarle a vestirse bonito, a maquillarse, a andar en zapatillas incluso, ya que a papá le gustaba mucho ver a su hija (esposa) de esa manera. Las cosas iban mejorando mucho, aunque habia dias en las que Alex y Dani no soportaban las ganas de tener sexo como marido y mujer, y aprovechaban cuando Lucia no estaba en casa, o Alex despertaba a Dani durante la madrugada para solamente coger un ratito hasta la primera venida.
Y asi pasaron 4 años más, en donde Dani comenzaba a desarrollarse fisicamente. Las tetas le comenzaban a crecer poquito a poquito, y el vello pubico le brotaba también poco a poco.
Una tarde, Alex, despues de recoger a Dani de su escuela, acordaron de llegar a casa a comer, ya que Alex tenía tiempo antes de volver al trabajo.
–La ventaja es que hay comida en casa, amor –Le decia Dani– a menos que Lucia se haya acabado todo, pero es obvio que no, llegamos, te pones comodo y comemos.
–Por supuesto que sí, mi vida.
Llegaron a casa, y Dani le dijo a su padre que subiría a cambiarse la ropa escolar. Alex la esperaba para irse ambos a la cocina, se sentó en el sofá, prendió la televisión y decidió esperar.
De repente, Dani lo asustó con un besito en la oreja por detrás.
–Ay, amor. Me asustasté –dijo Alex cuando dio un pequeño salto de susto. No había escuchado a Dani acercase porque Dani habian bajado de su cuarto descalza. Estaba… preciosa: descalza, sin pantalon, con una pequeña braguita negra. En la parte de arriba tampoco llevaba blusa, solo su pequeño sostén del mismo color. Y eso, a juego con un camisón color negro transparente, que le marcaba perfectamente su ropa interior. Un camisón que Lucia le había regalado. Alex la miraba totalmente hipnotizado. Dani mordiéndose el labio, rodeó el sofa colocándose frente a su padre, se subió al sofa, sobre él, poniendo una pierna a cada lado y sentándose lo más cerca a su pelvis. Dani comenzó a frotarse lentamente
–amor, ¿que te sucede? –dijo Alex hipnotizado–. Si Lucia llega…
–Lucia sale tarde del trabajo y ademas… –se acercó a los labios de su padre para meterle la lengua lentamente en su boca
–¿qué pasa? –dijo Alex cuando Dani se despegó de sus labios.
–te tengo una noticia, papá
–¿ajá?
Dani comenzó a gemir, mientras cerraba los ojos y se frotaba sobre la ropa de su padre. Le tomó la cara con sus manos y ambos se miraron
–Estoy embarazada, papá
–¿Quéeee? –Alex saltó los ojos. Sus ojos le brillaban y solo veia a Dani sin decir nada–. Daniela, ¿qué?
–Lucia te lo puede confirmar. Ella como siempre hizo todo, me hizo la prueba y… lo estoy
–¿Y tu hermana…?
–No dijo nada. Creo que en el fondo está igual de sorprendida, pero creo que lo va a asimilar
–Dios, Dani… no sé, es que no sé…
Y Dani lo besó. Se empezaron a besar como locos. Como desesperados. Con eso Alex afirmaba su felicidad a pesar de no haber podido decir ni una palabra. Se metieron la lengua, se comian la saliva, y de inmediato Alex le quitó la bata, le jaló el sostén y las pequeñas tetas de Dani se liberaron totalmente. Alex comenzo a lamerle su cuello, su pecho. Dani solo gemia, gemia muy alto. Y sin pensarlo, como si el tiempo los correteara, Alex se levantó, volteó a Dani y la lanzó al sofa, se quitó como pudo el pantalon, el boxer, haciendo rebotar su verga ya erecta. Dani se levantó, la tomó y se la tragó entera. Ya habia aprendido a comerle la verga a su padre. Despues de alrededor de 5 años de sexo casi diario, Dani habia desarrollado la manera experta de darle placer a su padre. Alex como loco comenzó a follarle la boca, no importándole nada. Dani empezaba a tener arcadas, sacando mucha saliva que le escurria de su boca por la barbilla, pero a Alex no le importó y la siguió follando por la boca. Mete y saca, mete y saca, hasta que Dani puso sus manos en los muslos de su padre y lo empujó para poder tomar aire y escupir saliva abundante. Inmediatamente Alex la volvió a lanzar al sofa, le tomó las piernas, levantándolas sobre él y metio su pene en la vagina de Dani, comenzando un mete y saca demasiado veloz, ambos lo querían de ese modo, mientras Alex metia tambien el pie de Dani en su boca. Chupaba sus dedos, los chupaba con fuerza mientras la follaba. El pene de Alex entrando y saliendo de la vagina de Dani, mientras los pies de Dani, uno estaba en el hombro izquierdo de Alex, y el otro, succionado por la boca de su padre , llenando el pie de inmensa saliva tambien. Duraron alrededor de dos minutos cuando ambos gimieron en una venida descomunal. Alex derramó todo en ella, en su interior. Despues de un par de minutos de respiro, mientras cayeron rendidos, Alex solo le dijo: Te amo. Y se besaron.
Fue un problema el pensar cómo solucionar lo del embarazo. Al final, resultó que Alex diría que Dani se había embarazado de un niñato tonto, que corrió a espaldas de su madre, y que ahora Alex se ocuparía de eso, haciendo ver que estaba con Dani en las buenas y malas y la apoyaría con este embarazo a muy temprana edad. Si supieran.
El medico creyendo todo el cuento, y haciendo los estudios y ultrasonidos necesarios, les indico todos los cuidados de Dani por supuesto, y al final como si hubiera adivinado la situación, comentó:
–El embarazo de su pequeña es un tanto riesgoso por la edad de ella, afortunadamente todo va bien, sin embargo, tienen que tener todos los cuidados que les indico para que no se alteren los problemas. Esta de más decirlo, pero no debes tener relaciones durante tu periodo de embarazo, Dani, ya que existen cosas frágiles debido a tu edad. Cuídate y cuiden de ella. Lucia los miró a ambos como diciendoles: ¿lo oyen? Sin sexo.
Las semanas pasaban, y el sexo se había tranquilizado entre Alex y su hija. Tampoco es que fuera una adicción, pero se habian acostumbrado a tener sexo mínimo una vez a la semana. El amor que se tenían era inmenso, que con cada beso estando ya en su habitación a la hora de dormir, se encendían sin predicciones. Ahora solo se daban las buenas noches antes de dormir, y a veces, dos veces al mes, terminaban teniendo sexo oral para saciar las ganas de sexo entre padre e hija.
Lucia llegó a encontrarse a su padre masturbándose en un par de ocasiones, llegando a ver incluso de reojo su pene erecto, sin embargo rápido cambiaba la mirada y el camino, recriminando a su padre que dejara de hacer eso.
Dani ya estaba cerca de dejar la escuela debido a su embarazo, al menos durante el tiempo que necesitaba para recuperarse antes y despues del embarazo. Justo en esos ultimos dias, su escuela organizó una excursión a las cascadas en la ciudad próxima, donde acamparía entre el bosque. Dani queria asistir previo a su salida de la escuela, aunque Alex no quería dejarla. Él se preocupaba bastante por el estado de su hija, no era seguro por ella y el bebé.
–por favor, amor, es la ultimación salida antes de descansar , dejame ir con mis compañeros. Lucia, apóyame –le echó una mirada tierna a su hermana que estaba al otro extremo de la sala.
–Si tu esposo no te quiere dejar, es dificil convencerlo. ¿O no, papá?
–Dani, me preocupas tú y mi hijo, no quiero que les pase algo.
–Por Dios, papá, igual me sé cuidar, solo será un par de dias.
–No lo sé, amor.
–Por favor, esposo. Te prometo cuidarme.
–Con la condicion de hablar con tus maestros, encargarte con ellos y que estén pendientes de ti todo el tiempo.
Y asi pasó. El dia de la salida, Alex no dejó de pedirles a los maestros que cuidaran de su hija. Ellos le prometieron que estaría bien y estarian todos al cuidado de su hija.
Ya estando en casa ese dia de la excursión, Lucia estaba terminando de pintarse las uñas de sus pies, de ese color negro bonito, mientras escuchaba su música favorita en su cuarto. De repente escuchó que tocaban. No era otra persona que su papá, por supuesto.
–¿Se puede? –preguntaba su papá mientras abria y asomaba su rostro por la rendija de la puerta.
–Sí, pásate –le respondió mientras tomaba el control del audio para bajar el volumen a la musica–. ¿Tan mal la estás pasando sin Daniela como para entrar a mi cuarto? Nunca haces esto.
–Lo siento, hija –respondia Alex cerrando la puerta y acercándose a su cama, sentándose en el borde de su cama frente a ella–. No te voy a negar que sí la extraño, pero tenía derecho y solo es un dia.
–Deberías desprenderte un poco de ella y permitirle hacer mas cosas sola. Te lo agradecerá bastante. Créeme.
–Lo sé, te prometo que lo intentaré. Es solo que tengo un poco de temor de perderla y que se vaya como tu madre lo hizo. Además, creo que estoy aún mas enamorado de tu hermana que como lo estuve de tu madre. Tu hermana me ha dado y enseñado muchisimo.
–Lo sé, pero si no lo haces, las cosas pueden resultar peor a futuro.
Alex tomó el tobillo de Lucia. Los pies de ella estaban junto a donde él se habia sentado. Levantó la mirada y la vio a los ojos
–Gracias, hija. Sé que nada de esto ha sido facil para ti, pero estoy totalmente agradecido contigo por entendernos, por aguantarnos, y soportar tantas cosas tan raras para ti que has vivido en esta familia.
–No hay problema, papá. Los quiero a los dos, ¿sabes? Y me importan bastante. Y sí, ha sido incluso anormal todo esto. Ni siquiera sé qué lugar ocupo aqui en casa pero…
–No, no, no digas eso, hija–. La interrumpió Alex tomando sus tobillos con ambas manos–. Tú eres mi hija. Te amo tambien, amor. Incluso no te exigiré que le digas mamá a tu hermana, lo prometo, pero no olvides que eres mi hija y que te amamos.
–Jejeje –. Ambos soltaron una risotoda–. Está bien, papá. Gracias por cuidarme, si se puede decir, y contemplarme para estar aqui con ustedes
–Te amamos, Lu. –. Alex soltó los tobillos de Lucia y acaricio tenuemente el empeine de su pie–. Ahora veo que tú le heredaste el bonito gusto de color de uñas a tu hermana.
–Obvio, papá. Pero a mí se me ven mejor, ¿no lo crees? –. Le preguntó alzando su pie dejando que su padre lo tomara.
–Sin duda, hija. Tienes unos pies muy lindos. Tu hermana y tú. Ambas tienen pies preciosos.
Alex no soportó y logró darle un beso al pie de Lucia. Lucia lo tomó como algo tierno y se incorporó en su cama para darle un abrazo. Duraron unos segundos y comenzaron a retirarse. Se vieron de frente. Y Alex la besó. Un beso que duró solo un par de segundos. Lucia no dijo nada, lo miró. Alex volvió al ataque y esta vez los labios de Lucia respondieron y comenzaron a moverse. Alex le metio la lengua y Lucia la succionó. Pero en eso Lucia intentó separarlo
–¿Qué estamos haciendo?
–No lo sé –alcanzó a decir Alex regresando a comerse los labios de Lucia, pero ella se dejaba llevar nuevamente. Y como dos locos desesperados, Alex con fuerza comenzó a quitarle la blusa a Lucia, la saco y la mando volando al piso mientras le lamia su cuello, sus hombros. Lucia solo tenia cerrados los ojos y comenzaba a jadear. Alex desabrochó el sujetador, se lo quitó y tambien lo arrojó lejos de la cama. Sus labios succionaron el pezon de Lucia. Comenzó a chupar desesperadamente y Lucia incrementó los jadeos. Esta vez ya se escuchaban los gemidos de ella. Ya no pensaba, solo queria seguir. Bajó sus manos para intentar desabrochar el cinturon de su padre y él se incorporó hincado para ayudarle. Y mientras lo hacia, Lucia ya habia metido su mano agarrando la verga de su padre. Alex bajo toda su ropa rapidísimo y quedó desnudo. Se levantó de la cama haciendo balancear su pene erecto. Lucia acostada en la cama desabrochó su short que tenía puesto y ella misma lo bajó junto con su braguita, quedando sin nada y mostrando una hermosa vagina con vello bien depilado. Su entrepierna brillaba de lo mojada que ya estaba.
Alex inmediatamente se arrojó a la cama sobre ella, volviendo a atacar con besos directos en su boca, se comian desesperados, ambas lenguas jugaban al interior compartiendo mucha saliva. Lucia abrió las piernas, las levantó rodeando la cintura de su padre con ellas, lo que indicaba una sola cosa: la puerta abierta de su entrepierna para que él tuviera el acceso libremente.
Alex solamente tenía que acerca su pelvis al de ella para sentir esa humedad abundante que emanaba de Lucia. Con tan solo dos movimientos, Alex ya empujaba su pene al interior de Lucia. Al sentirlo, ambos se miraron. Ninguno podia imaginar lo que estaba pasando. Alex estaba entrando en su hija, su hija mayor, la estaba haciendo suya como mujer, y al mismo tiempo, estaban cometiendo una infidelidad, Alex estaba engañando a Daniela, su hija menor y ahora su esposa, con su otra hija. Alex no podia creer que sus dos hijas se hayan entregado a el, una como esposa y la otra como hija. Y por su parte, Daniela estaba bloqueada, sabia que estaban engañando a su hermanita, pero no podia detenerse. El deseo era tan fuerte que solamente queria sentir a su padre entrar en ella.
El gemido de Lucia fue lento, pero muy largo. Cuando Alex entró en su totalidad, Lucia solo cerró los ojos y gimió profundamente. Lo esperaba tanto. Alex comenzó con un vaivén frenético, en esa misma posición, y ambos gemian, no hablaban, solo se dedicaban a sentir. Alex la miró sin parar sus metidas, ambos se observaron a los ojos y se unieron en un beso de lengua profundo mientras Alex continuaba perforando a su hija. Jamás cambiaron la posición, Alex jamás se detuvo, y durante 8 minutos continuos solo se dedicaron a disfrutar y sentir. Lucia enterró las uñas en la espalda de su padre síntoma de que estaba a punto de venirse. Alex lo entendió e incrementó la velocidad de sus embestidas. Lucia sintió ese cambio y enterró mas fuerte sus dedos, no soportaba tanto placer que no le importó causarle dolor a su padre, pero Alex ni siquiera se inmutó, él también sentía mucho placer y las uñas clavadas en su espalda eran caricias en ese momento. Alex ya estaba a punto de venirse, y Lucia en ese momento reaccionó, apenas pudo gritarle a su padre que se saliera, empujándolo.
–Salte, salte, salte, salte…
Alex no tuvo otra opción y cuando logro salir inmediatamente chorros de semen comenzaron a regar la colcha de la cama. Alex se sintió tan sensible y cansado que quedo rendido a un lado de Lucia y se acostó. Lucia jadeaba aun, no paraba de jadear mientras veia todo el semen en su cama. Dos minutos pasaron y no hablaban, solo seguian con los jadeos.
–Debes irte a tu cuarto, papá. Quiero estar sola, por favor.
–Solo prométeme que Daniela…
–Sal ya, papá. Antes de que me altere y pierda la cabeza contigo.
Alex recogio su ropa tirada en el suelo y salió asi desnudo del cuarto de Lucia cerrando la puerta. Lucia seguia anonadada. Había cometido un enorme error, pero había sido un sexo muy placentero el que le había hecho su padre.
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