Mi nueva vida con mi hija 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Saull69.
Después de relajarnos un poco después de las dos folladas mañaneras mi hija comió y nos pusimos a ver la tele juntos y a hablar de donde iríamos esa semana para divertirnos y a reírnos de lo bien que lo pasaríamos, a mi hija hoy le apetecía ir de tiendas y como era fin de semana no me opuse.
-Papi me gustaría comprarme ropita nueva y algún bikini para ir juntos a la playa, ¿vale? (todo me lo pedía con tanta dulzura que no podía decir no a nada)
-Vale cariño, si quieres salimos ya.
-Gracias papaíto eres el mejor, te quiero (y me empezó a morrear como si le fuera la vida en ello)
En 15 minutos estábamos listos, y como mi casa estaba cerca de la zona de centros comerciales no tardamos mucho.
Mi hija estaba muy contenta, me llevaba del brazo y no me soltaba.
Al momento encontró una tienda que le gustó y entramos.
Era una tienda muy grande, solo para chicas.
Nada más entrar mi hija desapareció entre las estanterías, yo me puse hacer tiempo y, bueno, a mirar a las empleadas, que estaban espectaculares, especialconnte una rubita de unos 19 años con el pelo rizado que era una preciosidad.
Al cabo de 15 minutos, cuando me encontraba mirándole el culazo a la rubia, mi hija me cogió por detrás y me llevo con ella.
-Papi no te puedo dejar solo, ¿qué hacías mirándole el culo a esa mujer? (me replicó como celosa estando a 1 metro y medio de la dependienta)
-Ja, ja, ja, hija me parto contigo no se te escapa una (lo dije como quitando hierro al asunto, aunque después de decir eso, la rubia me echó una miradita muy cómplice)
-Es que siempre estoy pendiente de mi papi ja, ja.
-Bueno hija ¿has encontrado algo que te guste?
-Si papi, ven conmigo al probador
Una vez dentro de los probadores, mi hija se metió en una de las cabinas y yo me quedé fuera hasta que me llamara.
Después de esperar unos minutos mi hija me dijo que entrara.
Al abrir la cortina, dos tíos que estaban esperando a mi lado y yo nos quedemos tontos mirándola.
-Joder, eh, perdón, madre mía hija que conjuntito (se puso un conjunto que constaba de una micro falda escocesa plisada que apenas le cubría el culito y un top más arriba del ombligo que …bueno, mi hijita no tenía aun las tetitas muy desarrolladas pero tenía unos pezones que parecían dos olivas y más con ese top)
-Que, ¿te a gusta papi? te has quedado con la boca abierta.
-Sí, me gusta mucho (cerré la cortina) si mi vida, me encanta estás preciosa
-Gracias papi, sabía que te iba a gustar ja, ja (esa risilla me volvía loco) pero aún no he terminado de enseñarte el conjunto ya verás.
Se puso mirando hacia el espejo y se subió muy lentamente la faldita, llevaba puesto un micro tanga de hilo dental que, bueno, no le cubría nada hasta llegar al clítoris, era una pasada mi hija con esos gruesos labios vaginales y esa especie de tira por dentro de ellos.
Me produjeron una ereccion monumental.
Mi hija lo notó de inmediato porque con mi altura y que ella media 1,50 mts mi verga quedaba prácticamente a la altura de su boca.
-Madre mía hija me vuelves loco
-Ya veo papi ja, ja tienes el pito que no te cabe en el pantalón ¿puedo sacarlo?
-Vale cariño pero con cuidado que estamos en una tienda
-Traquido papi ja, ja (se puso de rodillas y me sacó la verga)
-Que grande y gruesa, es el pito más grande que he visto ja, ja (mi hija se lo empezó a pasar por la cara y a darle besitos y lengüetazos)
-¿Has visto muchos hija? Ohm.
Sigue cariño
-Sí, muchos, papi.
En la colonia nudista es normal ir enseñándolo todo (empezó a chuparme la punta y a intentar metérsela en la boca)
-Uh, joder hija ¿quién te ha enseñado a hacer eso? ¿Tus amigas?
-Sí, los chicos de allí nos lo piden mucho (sin perder tiempo me chupaba el capullo ya que no le cabía más en la boca)
-No me extraña, tengo ganas de ver ese campamento, ah ¡uh!
Estuvimos así unos minutos y le dije a mi hija que no iba aguantar más que parara.
-Papi no importa cuando quieras me lo dices ¿vale?
5 minutos más bastaron para que después de avisarla mi hija se sacara la polla de la boca y la apuntara hacia el espejo y me corrí manchándolo todo.
-Guau papi, ¡cuánto has echado! Ja, ja, esto lo tienen que ver mis amigas.
-¿Qué has… dicho cariño? (se lo dije sorprendido por sus palabras mientras la veía jugar con mi semen y llevárselo a la boca)
-¿Papi te gustaría conocer a mis amigas? Son muy simpáticas y divertidas (me guiño el ojo y me dio un beso en la boca)
Yo con esas palabras casi me empalmo otra vez, mi imaginación voló al pensar en sus amiguitas.
-Eh bueno vale (lo estaba deseando)
-¿Quieres que vallamos mañana y nos pasamos allí todo el día papi? Los domingos son los mejores días, es cuando más gente ay, ¿vale? ¡Vale! (me lo dijo de una manera que no podía decir que no)
Después me dijo que se iba a probar un bikini muy bonito pero que no quería enseñármelo hasta que no fuéramos a la playa.
Así que me dijo muy simpáticamente que saliera del probador.
La verdad es que me quedé con la intriga pero todo lo bueno se hace esperar.
Yo salí de los probadores y me puse a hacer tiempo mirando los conjuntitos e imaginándoselos puestos a Noe, también busque a la rubia de antes pero ya no la vi.
Mi hija no tardó mucho en salir así que pagué la ropa y nos fuimos para casa.
Al llegar a casa ya eran las 20 horas así que le pregunte a mi hija que si le apetecía salir a algún restaurante o quería comer en casa, ella me dijo que quería comer algo rápido en casa para así poder levantarse temprano mañana ya que habíamos quedado para ir a la colonia nudista.
Esa noche no pasó nada más, cenemos viendo la tele y nos acostamos juntitos en mi cama, la verdad es que nos quedemos dormidos al momento.
Por la mañana yo, como despertándome de un sueño, vi a mi hija abrazada a mi completamente desnuda y con su manita en mi verga.
Me quedé un rato pensando en todo lo vivido el día anterior, en todas las cosas que habían cambiado y, bueno, me sentía un poco extraño, como con remordimientos por lo ocurrido.
-Hola papi, buenos días, te quiero (era preciosa, un ángel caído que me tenía loquito)
-Hola mi vida, ¿cómo has dormido?
-Mejor que nunca, agarrada a mi papi ja, ja, y a su gran pito ja, ja (mientras me hacia una pajita muy suave)
-¿Qué haces Noemi? ¿No te apetece desayunara antes?
-Ja, ja, papi, quero que guardes las fuerzas para cuando estemos en la colonia, quiero que vean mis amigas que mi papi es el mejor.
-Noemi, yo nunca he estado en una colonia nudista y, bueno, no me gustaría tener ningún problema, ¿vale Noemi?
-No papi, yo no te metería en ningún problema (me lo dijo como apenada)
-Pero es que me preocupa eso que me has dicho de tus amigas, ¿no querrás qué? bueno…
-Ah, ¿era por eso? no te preocupes, allí los papis siempre están jugando con las niñas.
-Eh? ¿Qué? ¿Cómo que los papis siempre están jugando con las niñas?
-Papa, tranquilo, yo me ocupo de todo, ya verás (mi hija, a pesar de su cortísima edad, parecía tenerlo todo controlado)
-Bueno, está bien, desayunamos y salimos ¿vale Noemi?
Pues así lo hicimos, después de desayunar nos pusimos en marcha a la colonia.
Eran dos horas de camino y Noemi me fue hablando de cómo era la colonia, de la gente que allí había, y lo bien que se lo pasaban todos.
-Papi, ya verás, las instalaciones son muy bonitas, tiene una piscina enorme, gimnasio, restaurante y canchas para varios deportes al aire libre, también hacen concursos y juegos, ya verás papi (estaba muy emocionada)
Yo por mi parte, tenía una curiosidad que me comía por dentro y también tenía muchas ganas de conocer a sus amiguitas.
-Mira papi, es allí, ya hemos llegado
Era un sitio enorme con un montón de árboles y un parquin que parecía un concesionario de coches de alta gama.
-Noemi voy a aparcar, ¿vale? (en el aparcamiento no cabía un coche más, no me habría imaginado nunca que a tanta gente le gustara el nudismo)
Ya con el coche estacionado, fuimos caminando a la entrada donde estaba la recepción
Allí nos recibió un joven de unos 22 años, muy amable, que me indicó los papeles que tenía que rellenar para poder entrar, así que me puse a ello.
Cuando estaba ya acabando mi hija dio una voz que me hizo girar para ver que le ocurría.
-¡Eh, Isa, Isa! Papi voy a hablar con una amiga.
Yo no le presté mucha atención ya que el chaval me estaba explicando que tenía que pagar , si quería un carnet para poder entrar siempre que quisiese, y seguí con lo mío, pero al terminar de inscribirme fui a ver a donde se había ido mi hija.
La encontré hablando a través de la verja de la entrada con una niñita que no le echaría más de 13 años, era una preciosa rubia platino con la piel muy blanquita y completamente sin un pelito en sus partes.
Conforme me fui acercando pude ver que tenía unos ojazos azules tremendos, en una carita de ángel, más abajo unos pechitos un poquito más grandes que los de mi hija y ya, por último, un chochito abultadito y precioso, las dos con una sonrisa me miraron coquetas.
-Papi, esta es Isa, una de mis mejores amigas (mi hija me miró con esa sonrisilla pícara)
-Mucho gusto Isa, yo me llamo Dani (madre mía los ojos se me movían solos repasando una y otra vez a esa angelita)
-Hola encantada, tenía muchas ganas de conocerlo.
Noe me ha hablado muy bien de usted y ji, ji (se le escapó una risilla muy cachonda y se puso rojita) bueno como me dijo Noe que vendrían hoy he salido a recibirles.
En ese momento se abrió la verja y mi hija y yo entremos de la manita, y al pasar Isa sin más se me agarró fuerte a la otra mano.
Yo estaba súper nervioso, entrando a un lugar así, con dos niñas, una desnuda, y agarradas de mis brazos.
Conforme íbamos avanzando nos cruzábamos con hombres desnudos, en su mayoría viejos y gordos.
Nos dirigimos a un pabellón donde había un gimnasio, por lo que pude ver, muy bien equipado, y una zona para hacer aerobic.
Después del gimnasio se encontraban las duchas y vestuarios, ya dentro de los vestuarios que, bueno, sobra decirlo, era unisex mi hija me dijo:
-Papi, ahora toca quitarse la ropa e ir a la piscina
-¿Pero? Eh (Isa todavía estaba con nosotros y seguía agarrada a mi brazo como una lapa)
-Ji, ji, ji, ¿te da vergüenza papi? Ja, ja, pues si no quieres desnudarte tú te desnudaremos nosotras, ¿a qué si Isa?
-¡Si! Si, vamos a desnudarle (Isa se descolgó de mi brazo de inmediato)
-Tranquilas, tranquilas, ya me lo quito yo (yo quería seguirles el juego pero me daba cosa de que entrara alguien)
Como dos gatitas traviesas se tiraron a por su bola de algodón, yo me hacia el difícil pero las dejaba hacer.
Mientras yo le intentaba quitar el vestidito a mi hija, lo cual no me lo puso muy difícil, ya que al ver que su papi quería que se quitara el vestido ella misma se desnudó por completo.
-Vamos Isa, solo le queda el pantalón ja, ja, lo vamos a conseguir (las dos se miraron y se rieron juguetonas)
Isa fue la primera en lanzarse y se colgó de mi bóxer bajándome mi pantalón y mi ropa interior hasta las rodillas.
-Ah, madre mía Noemi, que pito más grande tiene tu papi (mirando mi verga con los ojos como platos, que por el juego lo tenía más que morcillón)
-ja, ja, eso no es nada, ya verás Isa, esto le gusta mucho a papi (mi hija se lanzó a mi polla metiéndosela en la boca, y, medio atragantándose, me miró con esos ojitos preciosos)
-Aj, Noe, ¿qué haces? que nos van a ver (miré a Isa, y se estaba mordiendo el labio mirando como mi hija se tragaba mi verga todo lo rápido y profundo que podía)
-Mira Isa, ven, mira ahora que grande la tiene mi papi (sacándose mi verga y agarrándola con una mano mientras que con la otra le indicaba a Isa que se acercara)
Isa no lo dudó mucho, y se arrodilló al lado de su amiga, admirando mi pollón que estaba al máximo-
-¿Noemi puedo chupársela a tu papi yo también? (preguntó golosa)
-No se Isa, por mi sí, pero se lo tendrías que preguntar a mi papi (mi hija, que sabía muy bien mi respuesta, me lo dijo mirándome picadamente)
-saul, ¿te la puedo chupar yo también?, porfa, porfa (cómo le iba a decir que no a esos ojazos azules)
Al decirle que sí, las dos me la empezaron a chupar a la vez, una por cada lado, después de un rato cambiaron, y la rubia, que parecía que tenía más experiencia que mi hija, me empezó a comer lo huevos de una manera increíble.
Así estuvimos un buen rato, y cuando no pude más las avisé para que se prepararan.
-Chicas, no aguanto más, me voy a… aj, correr (en ese momento Isa estaba con mi polla en su garganta y hizo caso omiso a mi advertencia) aj, aj, no puedo más ¡ah!
Fue una corrida tremenda, y la pobre Isa se atragantó echándolo casi todo fuera.
-¿Estás bien Isa? Ji, ji, ji, (le preguntó mi hija dándole golpecitos en la espalda)
-Eje, je, je, ah, ju, si.
Jo, cuanto semen echa tu padre, no me cabía más, ja, ja (relamiendo los chorros que le colgaban de los labios)
Yo, que me había quedado en la gloria, me tumbé con los ojos cerrados en un banco disfrutando el momento, y mi hija y su amiguita no tardaron en echarse encima de mí, rozando sus cuerpecitos desnudos y tocando mis músculos, incluido el de abajo.
Al rato abrí mis ojos y, sorpresa, de lleno se encontraron con una señora y un señor de unos 50 años que me miraron con un poco de arrogancia y desdén.
Yo no sabía dónde meterme, y rápido me incorporé y me quité de encima a mis dos gatitas que ya no se conformaban con poco.
Isa me estaba haciendo una paja y mi hija rozaba su chochito por mi pierna.
-¿Qué pasa papi? ¿Qué ha pasado? (mi hija se sorprendió tanto que casi se cae)
-Para Noe, mira como me han mirado esa pareja de señores mayores, no podemos seguir.
-Ja, ja, esos dos son los García, siempre miran a los extraños igual porque no quiere que venga más gente nueva a la colonia, ¿a qué si Isa?
-Noemi tiene razón, siempre van de que ellos fueron los primeros, y mira como está ahora.
-Papi, ya te dije que no te preocuparas, aquí la gente es muy liberal, y si te han mirado mal no tiene nada que ver con nosotras, y te lo voy a demostrar.
Vamos a ir a la piscina cubierta.
-Si Noemi, allí están siempre los papis con sus hijas, vamos, si (dijo Isa muy contenta no sé por qué)
Las dos me cogieron de las manos y nos dirigimos a través del gimnasio a una sala donde había una enorme piscina olímpica, y al lado dos jacuzzi abarrotados de gente, sobretodo hombres mayores y chicas jovencitas.
Mi hija me dirigió a una tumbona para que nos sentáramos los tres, Para llegar tuvimos que pasar muy cerca de los jacuzzi, en lo primero que me fijé es que muchas niñas, todas ellas muy jovencitas, estaban sentadas encima de los hombres, y emitían leves suspiros que se disimulaban con el ruido de las burbujas.
-¡Papi! ¡Papi! ¿Has visto aquella niña con esos dos hombres? Ji, ji.
Isa y yo, que estábamos fijándonos en los jacuzzi, miramos para el otro lado, en la dirección que nos decía mi hija y, joder, que visión, tanto que a Isa se le escapó una frase que me provocó un empalme tremendo.
-Noemi, ji, ji, la están partiendo en dos, que suerte, a mí eso me lo hicieron el otro día mi padre y mi hermano mayor (con una cara de súper cachonda)
Imaginaos, una niñita de 12 años o menos, porque era muy chiquitita, empalada por los dos agujeros, votando en el aire con ayuda de dos viejos gordos y asquerosos.
-¿Has visto papi? estas cosas aquí son normales, y ahora mira al jacuzzi, están muy calientes.
Al darme la vuelta y mirar lo que se cocía en el jacuzzi me quedaron las cosas totalmente claras.
Era una orgia en toda regla, las jovencitas, preciosas por cierto, recibían pollas por todos lados, incluso ellas mismas se daban placer metiéndose los dedos unas a otras.
-¿Ahora estás más tranquilo papi? Ji, ji, ji ya veo que sí, mi papi es el mejor (agarrándome la polla como enseñándola a todas las niñas de la sala)
Continuará.
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