Mi nueva vida con mi hija 3…..
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Saull69.
Papi, papi, te estamos esperando, ven.
Después de mirar la escena del jacuzzi mi hija e Isa se pusieron de acuerdo y salieron las dos corriendo hacia la parte menos profunda de la piscina y se lanzaron de cabeza.
Desde allí me gritaron que fuera con ellas, yo estaba todavía que no me lo creía mirando la orgia, que cada vez estaba más caliente.
-Papi, papi, te estamos esperando, ven.
Les hice caso, y me encaminé hacia donde estaban, que era al otro lado de la piscina.
Al llegar a su altura me fui a tirar, pero unos gritos me pararon.
Eran de la niña de antes, que gritaba a más no poder, porque le estaban haciendo un sándwich, que ni en las mejores películas porno.
Era una pasada ver a esos viejos machacar los agujeritos de esa niña, pero bueno, yo tenía lo mío, así que me tiré a la piscina donde me esperaban con ansia.
Al llegar nadando donde estaban ellas se me abrazaron, pegando sus cuerpecitos a mí, y rozando sus gordos chochitos.
-¿Papi, tendrás suficiente con nosotras dos? ¡Uh! (madre mía esto era el paraíso)
-Si cariño, son preciosas y nos lo vamos a pasar muy bien (cuando dije esto, agarré a las dos por el culo pegándolas más a mí y con los dedos les fui tocando sus rajitas, mientras las dos me besaban el pecho y me tocaban los huevos y la verga)
Así estuvimos un rato, besándonos y tocándonos, pero yo quería ya más y les propuse salir e ir a la tumbona para estar más cómodos, a lo que con mucho gusto aceptaron.
Así que salieron ellas primero dándome una imagen de sus culos y rajitas perfecta.
Al salir, y en dirección a la tumbona, no pude evitar echar un vistazo al trío que parecían haber acabado, porque la niña estaba tumbada en una tumbona, abierta de piernas completamente, exhausta de su chochito, que por cierto era precioso donde los haya, súper gordito, casi más que el de mi hija, salía una abúndate cantidad de semen y ¿sus dos acompañantes? habían desaparecido.
Cuando llegamos a nuestra tumbona, mis dos angelitos se me pusieron directamente a cuatro patas con el culo total mente en pompa.
-¿Cuál te gusta más papi? (era un escándalo ver esos dos chochitos tan bonitos, sin un solo pelillo para taparlos.
El de mi hija, hinchadito al máximo y sin dejar ver sus labios menores, y el de Isa menos hinchadito que el de mi hija pero dejando ver su agujerito rosado con un hilito de fluido vaginal que le llegaba al clítoris)
-No te voy a contestar a eso, todavía, cariño, primero tengo que probaros a las dos.
-Ji, ji, ji, pues a que esperas papi, métele tu verga a Isa (diciendo esto mi hija le abrió la rajita a su amiga estirándole de una nalga)
Me acerqué a Isa y con un dedo le fui tocando sus labios vaginales, y notando lo húmeda que estaba, poco a poco le fui metiendo el dedo dentro.
Era un río de fluidos y le metí un segundo dedo, al ver que no oponía resistencia le metí un tercero, y un cuarto.
Ese chochito se dilataba mucho para una niña de 13 años, así que decidí meter el dedo gordo.
Se me resistió más, pero entró.
Mi hija me miraba con una cara de asombro por ver como casi tenía mi mano dentro de su amiga, que se estaba retorciendo de placer.
-Es el momento Isa, podrás con todo.
-Sí, sí, sí, dámela, ¡auh! (los fluidos me resbalaban por mi brazo)
Suave, le saqué mis dedos que salieron chorreando, y de un golpe se la clavé hasta lo más hondo de su ser, mis huevos chocaron con su clítoris, híper sensible, provocándole un espasmo que hizo que se corriera, dejando la cuevita más húmeda si cabe, y empecé a darle poco a poco, sacándola toda y volviéndola a meter entera.
Mi verga salía blanca de fluidos, y así estuvimos unos minutos, y sin previo aviso le di lo más rápido que pude.
-Ah, ah, sí, más ah, más (Isa gritaba como loca)
No sé cuánto tiempo estuve machacándole el chochito a Isa, pero le provoqué dos orgasmos bestiales, que dejaron la tumbona perdida de fluidos.
-Isa, no aguanto más, ¿dónde quieres que me corra?
-Auh, ah, donde quieras, ah (estaba que se escurría de gusto)
-Papi, échanoslos en la cara (mi hija me miró como celosa, reclamando también su parte)
-Vale, pues, preparadas (al sacarle la polla a Isa se le quedó el chochito súper abierto, por lo menos le podías meter 4 dedos sin que lo notara, y le salía un montón de fluido)
Me puse de pie y mis dos angelitos abrieron sus boquitas para que yo hiciera diana en alguna de ellas.
-Aj, aj, allá va (una andanada de semen fue directo a la boca de mi hija que se lo comió todo y dos fueron a la cara y al pecho de Isa que con los dedos se lo llevó a la boca)
Después de terminar, nos tumbamos a descansar un rato y a hablar de lo que haríamos durante el día, y de las cosas cachondas que pasaban por aquí.
-Sí, ja, ja, pues papa, ¿sabes? una vez hicieron un concurso de cuerpos pintados y al final las con cursantes acabamos todas con un montón de pinceles dentro de nuestras rajitas.
-¿Que? No me lo puedo creer, y ¿los jueces os dejan hacer eso?
-Ji, ji, señor saul si fueron los propios jueces quien nos los iban metiendo (contestó Isa con una cara de relajación total)
Yo, ya después de lo visto, no me sorprendía nada, pero lo que no me entraba en la cabeza era como mi ex mujer, con lo recatada que era cuando estaba conmigo, podía traer a este sitio a mi hija y permitir esas cosas.
-Papi, papi, ¿qué tal si vamos a la gran piscina de fuera y te presento a todas mis amigas?
-Sí, vamos Noemi, que están todas esperándonos hoy, ha venido incluso Natalia (dijo Isa como emocionada)
-¿Si? Que bien hace, mucho tiempo que no la veo (muy emocionada)
-¿Quién es Natalia hija? (dije haciéndome el interesado)
-Papi, Natalia es la mayor de todas tiene, 15 años y es como si fuera nuestra hermana mayor.
-Pues vamos, ¿a qué esperamos? (por dentro pensé esta será la que les ha enseñado, hay que verla ya)
Las dos salieron corriendo muy alegres en dirección a la salida del pabellón, yo las seguí intentando que no me dejaran atrás, pero al pasar por el gimnasio me topé con un grupo de chavalas de entre 17 y 22 años que venían de una clase de aerobic, y se me quedaron mirando como embobadas.
Muchas las oí decir menudos músculos y otras menudo pollón.
Lo quiero para mi claro.
Yo al oír estas cosas me envalentoné y reduje mi marcha girándome para mirarles el culo y decirles algo.
Al mirarlas se rieron como cortadas y se metieron en el vestuario, lástima, pensé, pero al darme otra vez la vuelta para emprender la marcha estaba mi hija mirándome con cara sonriente.
-Papi, te estamos esperando.
Así que me cogió la mano y me llevó con ella hasta salir y llegar a la gran piscina de fuera, rodeada de una enorme arboleda.
Yo, que estaba mirando a mi alrededor observando a la gente y lo bonito del lugar, no me di cuenta de lo que tenía delante.
-Mira papi, estas son Natalia, Paqui, Paola y Ana, son mis mejores amigas.
Sin duda aquel sito era el paraíso, no podía ser otro lugar con aquel ramillete de flores.
Eran, sin duda, las seis niñas, incluida mi hija, más bonitas que había visto nunca.
Sin duda, mi cara expresó lo que sentía al mirarlas, pero para más pruebas, más abajo, mi verga despertó otra vez después de las dos corridas de la mañana, y más, al oír el comentario que le hizo Isa a mi hija como queriendo que yo no lo oyera.
-Noemi, es verdad tu padre es el mejor, mira que cacho de verga tiene otra vez.
-Ji, ji, te lo dije (le respondió mi hija)
Pero como no se me iba aponer así, pensando en lo que me quedaba de día.
Paso a describiros a las 4 amiguitas de mi hija, que por cierto, no paraban de reír picadamente, mirándome el pollón, que relucía como un palo de béisbol.
Natalia, que era la mayor, y según mi hija tenía 15 años, era ya como una modelo de revista, una morenaza de pelo muy largo y liso con una altura de 1,65 aproximadamente, un escultural cuerpo de 85-60-90 con una carita de latina viciosa y un chocho bien depilado aderezado con un pendiente de aro en su clítoris.
Paqui y Paola eran prácticamente gemelas o mellizas, de unos 13 años, tenían unas caritas con pequitas de inocentes angelitos y una melenita pelirroja que les caía por los hombros en dos coletas muy bien arregladas, sus cuerpos aun parecían más infantiles que sus caritas, sus pechos aun sin desarrollar, unos chochitos pequeñitos y rosaditos con total ausencia bello.
Y por último Ana, una diosa con rasgos asiáticos, preciosos, que la mirabas y te derretías.
Sin duda era la más guapa de las 6, y eso ya es decir, porque eran todas preciosas.
Yo le eché unos 14 años, tenía unas tetitas preciosas del tamaño de dos limoncitos, una cinturita muy apretadita y un chochito que parecía incluso más gordo y bonito que el de mi hija.
Después de quedar aturdido por tanta belleza, mi hija me echó un cable y me sacó del apuro.
-Es la primera vez que viene a una colonia nudista, y está un poco cortado.
-Aunque, chicas, ya veréis como se acostumbra rápido (dijo Isa mirando a Noe y a mí, en un gesto de complicidad)
-Haré lo que pueda, perdonad, me llamo saul y soy el padre de Noemi (menos mal que recuperé la compostura)
-Yo soy Natalia, encantada saul, espero que le lo estés pasando muy bien (Natalia muy segura de sí misma y como una mujer hecha y derecha encabezó las presentaciones)
Así, una por una, se fueron presentando, dándome un beso en la mejilla y rozando sus pezoncitos en mí pecho, y claro, como mi pollón seguía a su máximo, también yo les rozaba sus barriguitas al acabar las presentaciones.
Les miré sus caritas y las tenían rojas como de vergüenza, y entre ellas se hacían comentarios.
Yo quise romper el hielo y les propuse de meternos en la piscina y todas aceptaron.
-Noemi, ¿qué tal si ahora jugamos a pillar y tu padre nos tiene que coger a las 6? (dijo Natalia)
-Vale, vale, ¿qué te parece papi, quieres? (con carita de felicidad)
-Por mí, de acuerdo, pero con una condición, que si os cojo a todas, después os vengáis con mi hija y con migo a comer algo al restaurante (dije con voz de padre responsable, pero además de comer, que ya era hora, mi intención era hablar con ellas, sin viejos y marujas escuchándonos, ya que la piscina estaba llena de familias, y muchas de esas madres tampoco me quitaban ojo)
Así comenzamos el juego, las niñas se desperdigaron por la piscina, yo comencé por la más que cerca estaba, que era Isa, a la cual atrapé sin mucha dificultad, ya que parecía que lo único que quería era rozarse con migo, porque fue tocarle una pierna y abrasarse a mí con las piernas cruzadas en mi cintura, diciendo (me tienes, ya me tienes).
Yo, con las manos, la amarraba de las nalgas, que estaban pidiendo mucha guerra, y le dije al oído, que después tendríamos tiempo de esto, y que ahora teníamos que jugar (para que me soltara).
La segunda fue el bombón de Ana, a la que agarré por la cintura, atrayéndola a mí, me comentó al oído (que fuerte estas Dani, no me extraña que Isa no quiera despegarse) después, las dos gemelas que, al tocarlas, se salieron de la piscina como quejándose porque las había pillado.
La siguiente fue mi hija que directamente me agarró la polla como venganza por haberla cogido, y por último fue Natalia, a la que me costó mucho pillarla, pero valió la pena por la frase que me soltó (saul me da lo mismo que seas el padre de Noemi, esa verga va a ser mía, y te voy a follar como nadie lo ha hecho, todo aderezado con una sonrisa cachondísima).
Yo, al decirme esto, la miré directamente a los ojos, y le planté una mano en la rajita, y le tiré del arito de su clítoris.
-Seré yo quien te folle como nadie (le dije al oído)
Una vez que las atrapé a todas, y después de echarnos unas risas, les comenté que Noe y yo íbamos ya para el restaurante, y todas accedieron a acompañarnos.
Al llegar al restaurante nos sentemos en la mesa más alejada de la barra, y les dije que querían de comer, que las invitaba a todas, así que pedimos 7 hamburguesas que nos supieron a gloria.
Entre risas e historias muy cachondas, ya acabados de comer.
Mi hija me preguntó que qué me apetecía hacer ahora, a lo que mis otras 5 flores empezaron a proponer cosas.
Natalia fue la más rápida, al jacuzzi.
Isa la apoyó rotundamente, las dos gemelitas propusieron ir a la zona de actividades, porque seguro que abría un concurso o algo, y Ana, con una mirada cómplice y como leyéndome la mente, votó por ir primero a ver el espectáculo, y de paso enseñarme todas las zonas que yo no había visto, y después ir al jacuzzi, que estaría con menos gente y abría más sitio.
-Me parece bien, porque tengo la barriga llena, y así, de paso, me enseñáis todo el recinto, ¿ok?
-Vale papi, vamos todos, vamos a empezar por la zona de actividades, y así pasamos a ver que concurso hay.
-Sí, sí, sí, vamos (las gemelas aplaudieron)
Así nos encaminamos, teníamos que atravesar la piscina exterior y el pabellón deportivo.
Al llegar, vimos un montón de gente sentada en sillas de plástico, y en medio una especie de pasarela, como las de los modelos, que terminaba en el escenario, y en él, 3 jurados.
-Ah, están haciendo el concurso de disfraces de verano (dijeron las gemelas casi al unísono)
-Sí, Noe quedó la primera el año anterior, dijo Natalia (como para que me sintiera orgulloso)
-¿Si? Noemi ¿no se lo habías contado? (estaba rojita como un tomate)
-Mira, ya empieza (dijo Isa)
De pronto, me dio un escalofrío al ver el disfraz de la primera concursante, que paso a escasos 2 metros de donde estábamos.
Iba de enfermera sexi, pero era quedarse corto, prácticamente iba desnuda.
El disfraz consistía en un micro que le cubría las tetitas blanco, con una cruz roja en medio, y abajo una faldita con la parte de adelante cortada y mostrando su rajita, únicamente cubierta por un fino hilo que se colaba entre sus labios vaginales, y de pronto salió la segunda que iba de diablilla, con el cuerpo todo pintado de fuego, y sin nada que la cubriera, el único complemento que llevaba era una cola que le salía de dentro del ano y un tridente en una mano.
¿Cómo pueden ir así? pregunté yo en un gesto de incredulidad, a lo que pronto Ana contesto:
-¿Te olvidas de donde estás?, esto no es nada, tendrías que habernos visto a alguna de nosotras en el anterior concurso, ji, ji, ji, a que si chicas.
-Sí, ji, ji, estas no valen para nada, dijo una de las gemelas.
Yo miré a mi hija y, bueno, pareció que le dio un poco de vergüenza, porque me quitó la mirada como avergonzada.
-Tranquila Noemi, ¿qué te pasa? te quiero cariño (esto parece que la tranquilizó)
-Y yo a ti papi, más que a nadie (me abrazó y sin más me planto un besazo en la boca)
-¿Qué tal si nos sentamos un poco?
Encontramos asiento en la última fila de sillas.
Estaba todo lleno y mi hija se sentó encima mío con las piernas abiertas, y así nos centremos en la pasarela por la que iban pasando las candidatas, a cual más provocativa, eran todas preciosas (yo entre mí me preguntaba que le daban a las niñas aquí porque eran todas preciosas).
Una de ellas era ya para pasarse, iba de niña del mal o del exorcista y se había pintado cruces y sangre, y llevaba un pequeño crucifijo de madera introducido en la rajita.
Solo se le veían los laterales.
La chavalita no tendría más de 12 años y yo me estaba empalmando ya de lo lindo.
Así que le dije a mi hija que juntara las piernas, y mi hija al hacerlo y notar mi pollón, que estaba a reventar, me la estrujo con sus piernas y su gordito chocho y me dijo al oído (-cuando quieras me la puedes meter papi, yo ya estoy toda mojada).
Al oír esto mire a los lados y bueno, lo que vi era de esperar viendo el espectáculo del escenario.
Muchos tíos se estaba pajeando, y a algunos se la estaban mamando con todo descaro, así que no lo dude y se la enfunde hasta dentro.
Mi hija se tuvo que poner la mano para que no oyeran su gemido.
-Papi, ¿te gusta el concurso de disfraces eh? Ji, ji, ji ( mirándome en un gesto de complicidad)
-Si cariño, je, je (mire a las amigas de mi hija y parecían que estaban ajenas a lo que estábamos haciendo)
Mi hija apretaba su chochito y hacia círculos muy suaves con su cintura apoyando sus manos en la silla de delante, que por suerte estaba vacía.
Así estuvimos casi todo lo que duró el concurso, y mi hija tenía su vagina que explotaba de fluidos.
Ya me resbalaban por una pierna, así que le pregunte al oído si quería que nos fuéramos ya al jacuzzi.
-No papi, que ahora viene lo mejor (yo no supe a qué se refería hasta que pasó.
En principio creía que era el veredicto del jurado del concurso pero no fue eso)
Mi hija metió una mano entre sus piernas y se empezó a machacar su clítoris, no tardó ni medio minuto en dejar a mis piernas y a la silla empapadas de líquido, y hacer que las dos gemelas que estaban a nuestro lado se dieran cuenta de todo, y se empezaron a reír.
Menos mal que la gente estaba muy atenta al resultado.
Ya cuando estaban los jueces valorando a las encantadoras niñas, y por cierto no solo las miraban, también las tocaban, a la del crucifijo en el coño se lo sacaron de golpe y por lo que vi tenia metido como 18 cm de madera, a otra que iba de bebe le metieron un termómetro de juguete entre medias de la vagina para ver si se aguantaba, solo como para hacer la gracia, era como para verlo, esas niñas vestidas así y con un jurado compuesto por 3 tíos con caras de salidos.
Pero bueno yo que todavía la tenía empalmada y dentro del volcán de mi hija que rezumaba fluidos y un olor maravilloso propuse.
-Venga, después de la votación no vamos al jacuzzi, ¿ok? (con la cara roja por el morbo de la situación)
A lo que todas mirándonos muy atentas dijeron que si, incluso las gemelas ya no miraban al escenario, miraban con descaro la parte de atrás del culo de su amiga por el que se veía el chochito empalado por mi polla cubierta por los fluidos de mi hija.
El jurado voto y gano la niña del exorcista, a la que dos miembros del jurado uno delante y otro detrás manoseaban sin contemplación.
El de delante metía y sacaba la cruz del coñito de la pequeña y el de detrás con una mano le tocaba las tetitas, y con la otra muy bien no sé lo que estaba haciendo pero me lo podía imaginar por la cara de la niña.
-Bueno aquí no hay más que ver (dijo Natalia)
-Si vámonos, que tengo muchas ganas de ir al jacuzzi ji, ji, ji (Ana me miraba cachonda)
Al oír esto mi hija se levantó muy despacio sacándose los 23 centímetros de carne que tenía en sus entrañas y al hacerlo una cantidad enorme de fluido se quedó colgando uniéndonos con un cordón de líquido.
-Madre mía, Noe, como estás de mojada, aunque no me estaña menudo instrumento te has clavado (dijo Natalia relamiéndose a lo que todas rieron)
-Venga, tardando estamos, que no hay que dejar que esa maravilla se aburra ji, ji, (dijo Ana mirando mi polla)
Con esas y riéndonos nos dirigimos al jacuzzi, no sin antes captar la atención de muchas niñas y madres que miraron mi entrepierna con deseo.
Al llegar al pabellón pasamos por el gimnasio, y una de las gemelas se detuvo a hacer un poco de ejercicio en la máquina de elíptica, riendo su hermana se puso también a hacer, compitiendo a ver quién lo hacía más rápido.
Al verlas nos detuvimos a esperarlas y yo, con muchos años de experiencia, comenté que iba a ver que no se hicieran daño, a lo que todas me siguieron.
Al llegar a la zona de máquinas me puse detrás de las gemelas y no pude dejar de fijarme en esos culitos tan perfectos moviéndose al unísono, y una idea me vino a la cabeza.
-Chicas, ¿no hay nadie que haga de entrenador en la zona del gimnasio? (dije con una sonrisa y una fantasía que me recorría todo el cuerpo)
-No, la única profesora que tenemos es la de aerobic y yoga (dijo Ana)
(Y Natalia añadió) -Aquí los hombres no hacen ejercicio, si te has fijado están todos gordos y viejos, menos mal que estas tu aquí, ji, ji, ji (guiñándome el ojo y pasando su mano por mi pecho y mis abdominales hasta llegar a mi verga que todavía estaba empalmada)
Mi hija me miró y adivinando mis pensamientos y comentó:
-Pues mi padre es entrenador personal y maestro en artes marciales, tiene un gimnasio en el pueblo donde vivía
Y a una de las gemelas le faltó tiempo para decir- Pues mi padre es uno de los encargados de esto, le puedo decir que contrate a tu padre para que nos entrene.
Yo esbocé una sonrisa y comenté que me encantaría, a lo que mi hija y sus amigas aplaudieron emocionadas, y aparte mi hija se abrazó a mí y me comentó al oído.
-Si papi, así te podré tener todo el tiempo que quiera dentro de mí y también puedes decirle a tio Pablo que venga para echarte una mano, ji, ji, ji (imaginen como me quede)
Continuara.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!